Benarés (India)

Benarés (India)
Información sobre la plantilla
Superficie 
 • Total1 550 km² km²
Altitud 
 • Media80.71 msnm msnm
Climasubtropical húmedo
Población 
 • Total3 682 194 habitantes hab.
 • Densidad2375,61 hab/km² hab/km²
GentilicioVaranasi
Código postal221 007

Benarés, cuyo nombre en hindi es Varanasi, es una ciudad situada a orillas del río Ganges, en el estado de Uttar Pradesh (India). Tiene aproximadamente 2,5 millones de habitantes. Se trata de una de las siete ciudades sagradas del hinduismo ―en la antigüedad era conocida como Kashi―, y también es considerada sagrada en el yainismo y el budismo.

Se halla a 800 kilómetros al sureste de Nueva Delhi (la capital de la India), y a 680 km al noroeste de Calcuta.

Etimología

Su nombre oficial es Varanasi

  • en sánscrito: वाराणसी (Vārāṇasī).
  • en hindi: बनारस (Banārasa).
  • en urdu: بنارس (Banāras).

Antiguamente se conocía con el nombre de Kashi (en sánscrito e hindi: काशी Kāśī), que significa ‘la brillante’ o ‘la espléndida’, siendo kāśi: ‘brillante’ (el Sol).

Probablemente Benarés-Varanasi debe su nombre a su situación geográfica, entre los ríos Varaṇā y Asī.

Descripción

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El punto neurálgico de Benarés es el Ganges, el río sagrado del hinduismo. A él se acercan los hindúes a purificarse en sus contaminadas aguas, ya que sus aguas sagradas absuelven de los pecados. El barrio que está junto al río es el llamado Chow. Es una zona de calles estrechas, plagadas de gente y de famélicas vacas sagradas, por donde resulta muy difícil circular. Según la doctrina hinduista, el río Ganges es el elixir de la vida, que limpia los pecados mundanos, y purifica las almas. En Benarés se levantan 700 templos dedicados a todas las deidades hinduistas, pero ninguno de ellos es tan sagrado como el propio río Ganges, que es la morada de la diosa Ganga. El río se venera como una diosa viviente con el poder de redimir todas las faltas. Según los libros sagrados del hinduismo, el baño diario en sus aguas prepara para el último viaje del alma hacia la liberación. A pesar de que el Ganges está considerado uno de los ríos más contaminados del mundo, miles de personas realizan cada día sus abluciones en él, se bañan y beben sus aguas con una inocuidad persistente a toda prueba.

Historia

En el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. n. e.) no se menciona de ninguna manera a la ciudad de Kashi.[1]

Los varanasis afirman que su ciudad es la más antigua del mundo. Los arqueólogos han encontrado artesanías y ollas de arcilla que demuestran que en el 900 IX a. n. e. ya había un asentamiento humano (una aldea) en ese sitio a orillas del río Ganges. Sin embargo hay muchas ciudades en el mundo más antiguas:

  • Jericó (Palestina), un poblado amurallado desde el 6800 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 9000 a. n. e.), abandonado varias veces durante siglos
  • Alepo (Siria), ciudad desde el 4300 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 13000 a. n. e.) 
  • Damasco (Siria), ciudad desde el 3000 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 9000 a. n. e.) 
  • Biblos (Líbano), ciudad desde el 3000 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 9000 a. n. e.) 
  • Susa o Shush, en Juzestán (Irán, ciudad desde el 4200 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 5000 a. n. e.) 
  • Sidón (Líbano), ciudad desde el 4000 a. n. e. (aunque había un asentamiento humano desde el 6000 a. n. e.) 

El primer texto que nombra a esta ciudad es el Majabhárata (texto epicorreligioso del siglo III a. n. e.), compuesto aproximadamente un siglo después de la época de Buda. Ya en esa época, Kashi era la capital del reino de Kashi, y que poseía templos dedicados a Suria, el dios del sol.

También en el Ramaiana (texto epicorreligioso del siglo III a. n. e.), se menciona que la ciudad fue fundada por el propio dios Shiva ―o sea que con el paso de los siglos se había dejado de adorar exclusivamente a Suria y se había desarrollado la devoción por Shiva―. Se afirma también que la ciudad de Kashi había sido la capital de Divodasa (un rey que se menciona en el antiquísimo Rig-veda).

Hacia el siglo II a. n. e., el escritor religioso Katiaiana escribió ese mismo dato en el Anukramani (‘índice’ del Rig-veda): afirmó que los himnos 9.96 y 10.179.2 del Rig-veda fueron compuestos por el fallecido Bharata Rishi, quien ―al igual que muchos otros compositores de los himnos del mandala 9 10― atribuye sus composiciones a su antepasado remoto, Pratardana. En las dos veces que es mencionado, Pratardana es nombrado con algún epíteto: en el himno 9.96, como Daivodāsi (‘hijo de Divodasa’); y en el himno 10.179.2, el epíteto es Kāśirāja [kashirásh], el rey de Kashi.[2]

Sin embargo esa información no aparece en el propio Rig-veda, sino que fue mencionada recién en el siglo II a. n. e. (1300 años después de la composición del Rig-veda).

Varios siglos después, el monje budista viajero chino Xuanzang (602-664 n. e.) escribió que la ciudad era un centro religioso, educativo y artístico que se extendía 5 kilómetros a lo largo de la ribera del río Ganges. En aquella época era un centro comercial e industrial y son famosas sus telas de seda, los perfumes, los trabajos de marfil y las esculturas.

Varanasi ha sido, y sigue siendo, ciudad de filósofos, escritores, músicos e importantes poetas indios. La gente se refiere a Varanasi como “la ciudad de los templos”, “la ciudad sagrada de la India”, “la capital religiosa de la India”, “la ciudad de las luces”, “la ciudad del aprendizaje” y “la capital cultural de la India”.

En el año 1300, la ciudad sufrió un importante saqueo por parte de las tropas provenientes de Afganistán. Más tarde, en el siglo XVII, Varanasi sufrió el ataque del emperador mogol Aurangzeb, quien pretendía acabar con el hinduismo. La mayoría de los templos y edificios fueron destruidos. Durante esos años de reinado musulmán, muchos académicos huyeron a otras partes de la India hasta que llegaron los Marathas para devolver a la ciudad su esplendor anterior.

En el siglo XVIII, Benarés fue conquistada por el Imperio británico, aunque permaneció como centro religioso y comercial.

En 1910, los británicos hicieron que Benarés fuera un nuevo estado indio con Ramanagar como su cuartel general, pero sin ninguna jurisdicción sobre la ciudad. El majarás (rey) de Kashi reside todavía en el fuerte de Ramanagar.

El 7 de marzo de 2006, cuatro bombas estallaron en la ciudad en un acto de terrorismo. Se informó que murieron 20 personas y que muchas personas resultaron heridas. Una de las bombas se colocó en el templo Sankat Mochan, el santuario del dios-mono Jánuman, y otra bomba estalló en la estación de tren. El grupo islámico Laskhar-e-Kahab afirmó ser es responsable de los ataques.

El 23 de noviembre de 2007, Varanasi fue testigo del estallido de otra bomba. En esta ocasión murieron más de 20 personas y resultaron heridas más de 100. Un canal de la televisión india recibió un e-mail cinco minutos antes de la explosión, donde se decía que durante los siguientes cinco minutos explotarían diferentes bombas en diferentes ciudades de Uttar Pradesh. La dirección de e-mail estaba registrada con Yahoo France. Una organización terrorista llamada HUJI se hizo responsable de los atentados. HUJI está dirigida por el terrorista llamado Masood Azhar, el cual fue liberado por el Gobierno indio en 1999 después de que un avión de Air India fuera secuestrado por unos talibanes y reclamaran su liberación.

Tradiciones

La ciudad de Varanasi o Benarés.

Los edificios y ghats (balnearios, escalinatas de piedra) de la orilla del río Ganges. A lo largo de los cinco kilómetros en los que el Ganges baña la ciudad de Benarés, se pueden admirar edificios, pabellones, templos y palacios de los siglos XVIII y XIX que se conectan con las sagradas aguas a través de las escaleras de piedra, los célebres ghats (balnearios) de Benarés. El espectáculo humano que se concita en ellos resulta igualmente fascinante.

La aurora sobre el Ganges.

Admirar desde una barca sobre el río sagrado el amanecer y contemplar los rituales de los creyentes en las primeras horas del día es una experiencia imprescindible: el baño purificador, las ofrendas de los sacerdotes brahmanes, la práctica de la meditación y el yoga, las lavanderas, los devotos sadhus…

La ceremonia del Ganga Arti.

Al atardecer de cada día, en el ghat de Dasha Ashwamedha]], tiene lugar una ceremonia hinduista con música, flores, danza y fuego que supone una ofrenda a Ganga, la diosa del río, y a la que acuden tanto peregrinos como viajeros. Visible tanto desde la escalinata como desde una barca resulta una experiencia altamente recomendable para terminar el día con ánimo casi místico.

El teatro de fuego y humo del hinduismo.

En Manikarnika, un ghat del Ganges, se celebra a diario la mayor manifestación religiosa de la India, la quema de cuerpos en las piras y posterior lanzamiento de las cenizas al río; lo que asegura al fiel el fin del ciclo de la reencarnación y un billete directo al paraíso. Lo que para ojos de un occidental con prejuicios puede parecer un rito macabro es en realidad un momento espiritual y confortante para el creyente.

El templo de Viswanath.

Aunque este templo consagrado a Shiva tiene vedado el acceso a no hinduistas, merece la pena admirar desde fuera la cúpula forrada de oro y aproximarse al punto de mayor devoción de la ciudad, pues en él dice la tradición que se encuentra el Pozo de la Sabiduria y donde Shiva se manifiesta como el Dios del Universo.

Meditar sobre el jardín de Sarnath.

A 10 kilómetros de la ciudad se halla el jardín donde Buda predicó por primera vez tras su iluminación, un lugar que ha atraído a peregrinos durante más de dos mil años y en el que se alza la gigantesca estupa de Dhamek. Además cuenta con un buen museo que exhibe restos arqueológicos procedentes de los monasterios y los templos construidos en la zona.

Turismo

Debido a su cultura única, la ciudad es uno de los destinos turísticos preferidos por los turistas. Estos pueden encontrar gran variedad de alojamientos, desde guesthouses hasta hoteles de 3, 4 y 5 estrellas. La gastronomía también es muy variada destacando los puestos de comida de la calle y la hospitalidad de sus habitantes.

Varanasi es un importante centro de tejidos de seda. Los saris exquisitos, las joyas, la artesanía, las lámparas o las máscaras de deidades hindúes o budistas suponen una atracción para los miles de turistas que visitan la ciudad. Las zonas de compras más importantes son Chowk, Godaulia, Vishwanath Lane, Lahurabir o el bazar Thatheri.

Economía

Varanasi tiene pequeñas industrias que incluyen la producción de saris de seda, textiles en general, alfombras y artesanía. Es muy conocido el banarasi-pan (hojas de betel, de efecto ligeramente embriagante) o el banarasi-khoa (un producto lácteo similar al queso). Estas industrias a pequeña escala dan trabajo a una cantidad considerable de población.

La empresa india de ferrocarril tiene aquí la mayor empresa de locomoción diésel (Diesel Locomotiva Works).

Comunicaciones

El transporte público más utilizado dentro de la ciudad de Varanasi es el rickshaw y el ciclo-rickshaw. El tráfico dentro de la ciudad es bastante lento. Para acercarse a las regiones exteriores de la ciudad existen miniautobuses. Para cruzar el río Ganges se puede hacer uso de pequeñas barcas.

La ciudad está bien conectada por vía aérea, por tren o por carretera. Llegan autobuses desde las principales ciudades del país. Nueva Delhi se encuentra a unos 776 kilómetros de distancia. El aeropuerto de Varanasi (Babatpur) se encuentra a 25 kilómetros del centro de la ciudad, a unos 45 minutos en taxi, y hay vuelos desde Madrás, Delhi, Bombay (Mumbai), Bangalore, Calcuta o Nepal. Esta ciudad siempre ha estado bien comunicada desde tiempos antiguos. Cabe destacar el hecho de que Benarés estaba conectada por una carretera directa desde Taksila (en el actual Pakistán) pasando por Pataliputra durante el Imperio mauria. Posteriormente esta carretera fue renovada y ampliada en el siglo XVI, siendo más tarde conocida como la famosa “Grand Trunk Road”, uno de los caminos más antiguos y más largos de Asia.

Fuentes