Claudio Delgado Amestoy

Claudio Delgado Amestoy
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Médico higienista cubano nacido en España
NombreDelgado y Amestoy, Ramón Claudio
Nacimiento8 de noviembre de 1843
ciudad de San Sebastián,
País Vasco,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento13 de julio de 1916 (72 años) 
villa de Infiesto,
país de Asturias,
Reino de España Bandera de España
Causa de la muertebronconeumonía
ResidenciaLa Habana
Nacionalidadcubana
Ciudadaníaespañola
Educaciónuniversitaria
Alma materUniversidad de La Habana
Ocupaciónmédico
Conocido porColaborador del Dr. Finlay en el descubrimiento del vector de la fiebre amarilla
Hijosuno

Ramón Claudio Delgado Amestoy (San Sebastián, 8 de noviembre de 1843 - Asturias, 13 de julio de 1916). Médico higienista español que vivió toda su vida en Cuba. Colaborador del médico Carlos J. Finlay en los estudios sobre la fiebre amarilla.

Fue nombrado médico director del Hospital de Higiene del corregimiento de La Habana y secretario general de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana. Además de realizarse como bacteriólogo, practicó la cirugía y fue quien, por primera vez en Cuba, aplicó una transfusión de sangre.

Síntesis biográfica

Muy niño quedó huérfano, por lo que su madrina le costeó las enseñanzas primaria, de teneduría de libros, violín, pintura e idioma francés. Fallecida su protectora, en 1857 ―con 13 años de edad― viajó a Cuba.

Estudios

El 20 de julio de 1868 recibió el grado de «bachiller en Artes», en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana.

Ingresó en la Facultad de Medicina de la Real y Literaria Universidad de La Habana, donde cinco años después (en 1873) recibió un título como «bachiller en Medicina».

El 28 de septiembre de 1874 practicó los ejercicios para la obtención del título de «licenciado en Medicina». El 18 de octubre de 1874 recibió la investidura, luego de obtener del capitán general de Cuba la dispensa del pago de los derechos establecidos para ello.

Empezó a trabajar como médico y cirujano, y acumuló una pequeña fortuna, que en 1879 le permitió continuar sus estudios de posgrado, que le otorgaron un título de «Doctor en Medicina».

Trayectoria laboral

En septiembre de 1875 fue nombrado «médico-director» del Hospital de Higiene Casa Quinta de San Antonio, del Corregimiento de La Habana, cargo en el que cesó en abril de 1876. Compuso un reglamento para controlar la actividad de prostitutas y dueñas de burdeles, cuyos principios médicos e higienistas estuvieron en boga en su época.

Ejerció intensamente la profesión, tanto la medicina interna como la cirugía.

En 1878 fue el iniciador de las transfusiones de sangre en el país. En 1881 fue el iniciador de los estudios de hematología.

En 1878 fue secretario fundador de la Sociedad de Socorros Mutuos para los Médicos de la Provincia de La Habana. Entre 1879 y 1882 trabajó como nombrado vocal de la junta directiva de la Sociedad de Socorros Mutuos.

En 1879 también ocupó el puesto de archivero y bibliotecario de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba.

Entre 1879 y 1881 fue secretario fundador de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana. En 1881 fue elegido secretario general de la institución.

Con el Dr. Carlos J. Finlay colaboró en los estudios sobre la fiebre amarilla. En mayo de 1881 se convirtió en miembro efectivo de la Comisión de Fiebre Amarilla, creada para desarrollar dichas investigaciones. En tal sentido, llevó a cabo trabajos para su sección de Clínica Experimental. Fungió además como archivero de la comisión, y presentó, para su análisis, varias investigaciones sobre hematología.

El 20 de enero de 1883 ingresó como «miembro de número» (socio numerario) a la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.

En 1883 realizó la tercera operación de Doyen realizada en Cuba.

En 1885 llevó a cabo la segunda operación de perineorrafia de Emmet.

En 1886 comenzó los estudios de bacteriología en la colonia con el doctor Carlos Finlay. Su colaboración en las investigaciones del doctor Finlay sobre fiebre amarilla fue notable, y aparece como coautor de dieciocho de los trabajos del sabio. En 1888 colaboró en el descubrimiento de la fiebre amarilla con el Dr. Finlay.

En Cuba, los fundadores de la Bacteriología fueron desde el año 1885 el Dr. Carlos Finlay (camagüeyano), y Claudio Delgado (donostiarra). La primera sala de asepsia y antisepsia establecida en Cuba en el Hospital de Higiene, se debe al Dr. Delgado, y fue este doctor donostiarra el primero que practicó en Cuba la transfusión de sangre.
De todos modos, además de la colaboración con el Dr. Finlay, su trabajo fue tenaz para la extirpación de la fiebre amarilla o vómito negro. Ambos investigadores, Finlay y Delgado, sufrieron la rechifla de sus colegas médicos, que les llamaban los "mosquiteros" entre los años 1891 y 1898. Así y todo los dos sabios continuaron su trabajo. El Dr. Finlay le habla cariñosamente en sus cartas a Delgado de "nuestro mosquito", el de la fiebre. El reconocimiento del descubrimiento ocurrió en 1901. En el discurso de Finlay en el banquete que se le ofreció cuenta de cómo él y Delgado descubrieron un grueso diamante con apariencia de piedra tosca y grosera encontrada en un campo yermo y desconocido. En 1903 presentó al Congreso Médico Internacional de Madrid un informe relativo al descubrimiento del mosquito portador de la fiebre amarilla. Colaboró activamente en las revistas cubanas Anales, Crónica médico-quirúrgica de La Habana y Revista de Ciencias Médicas. Su nombre lo ostenta una calle del barrio de Gros de San Sebastián.
Enciclopedia vasca Auñamendi Eusko Entziklopedia[1]

Su extensa cultura científica le permitió aventurarse en temas alejados de su quehacer médico, como la Hidrología, Ictiología y Meteorología.[1]

En diciembre de 1894 fue designado «miembro honorario» de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, y en marzo de 1908, «miembro de mérito». Entre los estudios que la Real Academia registra, figuran algunos tales como uno sobre conteo de la sangre, sobre explosión de una caldera, sobre las investigaciones del Dr. Ferrán concernientes al cólera, sobre un caso de perineorragia por el método Emmet, sobre las condiciones del agua potable destinada al Lazareto de Mariel, sobre un producto fluido empleado en la fabricación del azúcar y de su acción sobre la economía humana, sobre el establecimiento de una industria de ostras en el litoral cubano, sobre la comiasis biliar, y acerca de la instalación de un laboratorio bacteriológico.[1]

Obtuvo premios en Historia Natural, Anatomía, Patología General e Higiene Privada.[1]

A la muerte del Dr. Antonio Mestre y Domínguez, ocurrida en 1887, lo sustituyó durante dos años como director de la revista Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana

Varios de sus artículos sobre Medicina fueron publicados en la revista Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana.

Ocupó numerosos e importantes cargos:

  • médico director del Hospital y Quinta de Higiene, donde fue uno de los iniciadores de la asepsia y antisepsia en Cuba
  • secretario general fundador de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana (1879), de cuya Comisión de Fiebre Amarilla fue miembro destacado,
  • director de la revista de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.
  • académico de número y de mérito de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y director de sus Anales;
  • miembro de número de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana (1883);
  • miembro, archivero y bibliotecario de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba
  • Representó a Cuba en numerosos congresos médicos extranjeros.

Entre 1904 y 1909, como estrecho colaborador del doctor Finlay en la Jefatura Nacional de Sanidad, fue uno de los iniciadores de la organización del Sistema Nacional de Salud Pública de Cuba.

Fallecimiento

La muerte de su entrañable amigo y maestro, el doctor Carlos J. Finlay, el 20 de agosto de 1915, unida al padecimiento de una pertinaz enteritis crónica, rebelde a todo tratamiento y que lo afectaba desde hacía algún tiempo, fue minando cada vez más su existencia. Al amanecer de un domingo, contó que había soñado que viajaba a través de tierras vascas, y que ello le proporcionaba el alivio final a su enfermedad. Por ello en junio de 1916 embarcó hacia España ―dejando en La Habana a su esposa y su hijo―. Apenas llegado, viajó por tierra hacia su País Vasco, pero debido a una intensa bronconeumonía tuvo que detenerse en la villa de Infiesto ―50 km al sureste de la ciudad portuaria de Gijón y 335 km al oeste de su ciudad natal, San Sebastián―.

Falleció en la villa de Infiesto, en Asturias (norte de España), el 13 de julio de 1916, a los 72 años, víctima de una bronconeumonía.

Su viuda y su hijo escribieron al embajador español en La Habana para solicitar la exhumación y el traslado de los restos de Delgado Amestoy, hecho que se hizo efectivo ocho años más tarde, el 6 de octubre de 1924. Desde entonces descansa en la segunda bóveda del cuadro 8 del cuartel noroeste en el Cementerio de Colón, en La Habana.

Bibliografía activa

Bibliografía pasiva

Fuentes