Diferencia entre revisiones de «Convento de Santa Clara de Asís»

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{{Lugares_celebres|nombre=Convento de Santa Clara de Asís|imagen=Santa_Clara_de_Asis_frente.jpg|mapa=|descripcion=Santa Clara de Asís iglesia y convento|nombre_del_autor=[[Juan Manuel Lagomasinos]]|ubicacion_geografica=Barriada de [[Lawton]], [[Diez de Octubre]], [[La Habana]], [[Cuba]]}}'''Convento de Santa Clara de Asís''' ubicado en el municipio capitalino Diez de Octubre, en la Barriada de Lawton. Sobria construcción que ha servido de guía a aquellos que se adentran en el corazón del barrio. Y es que este sólido edificio colocado en un bello mirador ha pasado a ser parte importante en Lawton, no solo con su vínculo con la historia de nuestra ciudad, sino también por el importante papel desempeñado para los pobladores del lugar.  
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{{Lugares_celebres|nombre=Convento de Santa Clara de Asís|imagen=Santa_Clara_de_Asis_frente.jpg|mapa=|descripcion=Santa Clara de Asís iglesia y convento|nombre_del_autor=[[Juan Manuel Lagomasinos]]|ubicacion_geografica=Barriada de [[Lawton]], [[Diez de Octubre]], [[La Habana]], [[Cuba]]}}'''Convento de Santa Clara de Asís.''' Primer convento femenino de [[La Habana]]. Erigido en el [[siglo XVII]], ocupaba el edificio comprendido entre las calles Sol, Cuba, Luz y Habana, actual sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología. En 1921 el convento fue trasladado a un nuevo inmueble en el barrio habanero de Lawton, que después de 1960 fue convertido en la escuela Camilo Cienfuegos.  
  
De cualquier parte del municipio se puede ver su torre que se alza majestuosa pero modesta.
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== Historia  ==
  
== Historia ==
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La fundación de este convento, en el año [[1644]], viene a prestar un servicio a los vecinos de la villa de San Cristóbal de La Habana que, temerosos por la suerte que podían correr sus hijas solteras en una ciudad en la que constantemente se atentaba contra la moral y la ley, habían reclamado a la corona la construcción de un lugar que sirviera como custodia de las jóvenes.
  
Lo mismo que el primer convento de frailes, también pertenece a la Orden Franciscana el primer convento de monjas que se estableció en La Habana. Su fundación fue dispuesta desde [[1603]] por el goberna¬dor [[Pedro de Valdés]], pero no comenzó su edificación hasta [[1638]], siendo inaugurado en [[1644]], cuando las monjas franciscanas entraron a residir allí bajo el priorato de Doña [[Catalina de Mendoza]], con varias compañeras procedentes de [[Cartagena de Indias]].  
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Nueve años demoraron los trabajos. Cinco monjas, encabezadas por [[Sor Catalina de Mendoza]], llegaron de [[Cartagena de Indias]] para inaugurar el convento al que las muchachas ingresaban por voluntad propia o paterna. El inmueble contaba con dormitorio, refectorio, cocina, enfermería, huerto, iglesia y, en general, las instalaciones necesarias para la vida de una comunidad femenina de unas cien religiosas y otras tantas esclavas o servidoras.
  
La edificación es amplísima, pues ocupa, si bien con anchos espacios que las monjas destinaban a jardín y huerta, todo el vasto cuadrilátero contenido entre las calles de Cuba, Habana (frente a las tapias del convento se cerraban las calles de Aguiar y Damas), Sol y Luz.
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Entre las jóvenes que aquí vivieron se encontraba María Mercedes Santa Cruz y Montalvo, hija de los Condes de Jaruco, conocida como la [[Condesa de Merlín]], autora de dos noveletas Mis doce primeros años e Historia de Sor Inés, en cuyas páginas pueden leerse memorias de su vida en el convento.  
  
La iglesia, de una sola nave, era muy sencilla; daba a la calle de Cuba, sobre la pequeña plazuela de [[Santa Clara]]. En el altar mayor se hallaban las imágenes de la Purísima Concepción, al centro, y San Fran¬cisco y Santa Clara a los lados; estas imágenes, así como otras del templo, el hermoso retablo del altar mayor y los primorosos tallados del techo fueron obra del maestro escultor [[Juan de Salas y Arguello]], quien murió en [[1649]] y fue enterrado en la propia iglesia.
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Durante la toma de La Habana por los ingleses, en [[1762]], el Capitán General ordenó a las clarisas marcharse de la ciudad y el convento se convirtió en hospital de campaña. Una vez finalizado el conflicto armado, regresaron a su vida de clausura y mantuvieron la sede de su congregación en este edificio hasta [[1921]], año en que lo venden a una entidad inmobiliaria para trasladarse al barrio habanero de [[Lawton]], en el municipio capitalino de [[10 de Octubre]]. La Habana había comenzado a modernizarse, tranvías eléctricos se desplazaban por toda la ciudad y las monjas clarisas sienten las molestias del ruido exterior y frecuentemente son interrumpidas en sus oraciones y demás oficios religiosos.  
  
En el vasto espacio central, al aire libre, se hallaba también el cementerio de las monjas, y algunas edificaciones del [[siglo XVIII]] entre ellas la que se conoce con el nombre de «la Casa del Marino» porque la leyenda cuenta que fue construida por un riquísimo armador —hay quien dice que fue capitán de corsarios— para su única hija que allí entró monja, a pesar de todos sus esfuerzos por apartarla de la vocación religiosa. Se asegura que en aquel cementerio fueron enterrados los muertos de ambos bandos que fallecieron a consecuencia del ataque y toma de La Habana por los ingleses.  
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Las nuevas obras de construcción duraron 2 años y la construcción de la iglesia se llevó 7 años y medio. El día [[11 de agosto]] de [[1927]] a las 5:00 p.m. tuvo lugar la bendición del nuevo templo erigido por las religiosas de Santa Clara. Fue bendecido por Monseñor [[Pedro González Estrada]], obispo de [[Italia]], que había presentado su renuncia y el que lo sucedió en el cargo [[Manuel Ruiz Rodríguez]] .  
  
Las monjas abandonaron el con¬vento refugiándose en lugar que les pareció más seguro, mientras duró la dominación británica. Existía también en uno de los jardines del convento una fuente, llamada de la Samaritana, de la que se surtía el vecindario, y que dio nombre a un callejón próximo.
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[[Enrique Martínez]], ingeniero del Arzobispado es la persona encargada de ver y aprobar las condiciones del terreno limitado por las calles B, C, 10 y 11 en la manzana 11 del reparto Batista. Fueron directores y administradores de la obra los jóvenes arquitectos [[Juan Manuel Lagomasinos]], natural de [[Remedios]] e hijo de un ilustre médico, y [[Enrique Fernández]], joven pinareño, que con la construcción del convento alcanza su primer éxito profesional. El [[26 de marzo]] de [[1922]] el periódico El Mundo publicó un artículo sobre el monumental y magnífico edificio de dos plantas que estuvo abierto al público hasta que las monjas lo ocuparon definitivamente, para que fuera admirada la obra.  
  
El convento de Santa Clara figura en la literatura cubana porque allí residió durante su infancia una de nuestras más conocidas escritoras de la época colonial, [[María de las Mercedes Santa Cruz y Cárdenas]], la después famosa Condesa de Merlin, quien en sus obras Mis doce primeros años e Historia de Sor Inés recogió los recuerdos de su vida tras de los muros conventuales.
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Al triunfo de la [[Revolución Cubana]], el monasterio pasó a ser una escuela. En [[1961]] ocurre la nacionalización de las escuelas privadas, las cuales se fundieron con las públicas y los alumnos y maestros de estas instituciones nutrieron la nueva escuela. El primer nombre que tuvo la escuela fue Héroes de Yaguajay, pero ya en el municipio existía una escuela con ese nombre, razón por la cual se le cambió por el de [[Camilo Cienfuegos]], inolvidable comandante de la Revolución, nacido en Lawton.  
  
En [[1922]] las monjas de Santa Clara vendieron la iglesia y convento a particulares y se trasladaron a un nuevo y también muy amplio edi¬ficio en la barriada de [[Luyanó]], o Reparto Batista, a donde trasladaron el retablo y las imágenes a que nos hemos referido. En el antiguo convento, que había sido adquirido por el Estado bajo el gobierno del Dr. [[Alfredo Zayas]], se instaló en [[1926]] la Secretaría, después Ministerio de Obras Públicas, efectuándose en los edificios y los jardines amplias obras de adaptación, no todas acertadas.
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== Destino final del primer Convento de Santa Clara de Asís ==
  
El Ministerio permaneció allí hasta [[1959]], en que fue trasladado a un gran edificio moderno cerca de la Plaza Cívica, hoy [[Plaza de la Revolución José Martí]]. Entonces se realizó la demolición de las construcciones modernas que se habían agregado en 1926, y se instaló allí el Ministerio de Bienestar Social.  
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Un año después de que la orden religiosa abandonara su sede primera, se abrieron por primera vez los viejos claustros para usarlos como escenario de eventos públicos: la celebración del VI Congreso Médico Latinoamericano y la Exposición Nacional de Industria y Comercio. El [[18 de marzo]] de [[1923]] [[Rubén Martínez Villena]] y un grupo de jóvenes intelectuales protagonizan la [[Protesta de los Trece]], nombre con el que trasciende su enfrentamiento al fraudulento negocio que el gobierno del entonces presidente de la República [[Alfredo Zayas]] realizara con el conjunto conventual.
  
Extinguido en [[1961]] este ministerio, no se sabe, cuando este libro va a la imprenta, cual será el destino final de este viejo edificio —hoy ocupado parcial¬mente por dependencias del Ministerio de Obras Públicas, y por el Teatro Musical de La Habana— que muchos quisieran ver dedicado a museo.
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En [[1940]] se dispuso que el Convento se convirtiera en sede definitiva del [[Museo de Bellas Artes]]. Sin embargo, lo que terminó alojándose en él fueron las dependencias de la Secretaría de Obras Públicas. En [[1960]], y tras un breve período de ocupación por los ministerios de Recuperación de Valores del Estado y de Bienestar Social, se destinaría a varias funciones como las de almacén de utilería de teatro y talleres.  
  
== Construcción ==
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En 1982 se convierte definitivamente en la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM)<br>
  
'''Lateral del Convento Santa Clara de Asís'''
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== <br>Arquitectura&nbsp;del primer Convento de Santa Clara de Asís ==
  
Con limosnas fue construido el antiguo convento y allí estuvieron respetadas y reverenciadas por el pueblo cubano hasta [[1922]].La Habana comienza a modernizarse, tranvías eléctricos se desplazan por toda la ciudad y en la enorme manzana situada entre las calles de [[Cuba]], [[Sol]], Habana y [[Luz]], las monjas clarisas sienten las molestias del ruido exterior y frecuentemente son interrumpidas en sus oraciones y demás oficios religiosos. Las obras de construcción duraron 2 años y la construcción de la iglesia se llevo 7 años y medio.  
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Convento de dos plantas y gruesas paredes de tapias y rafas. Cuenta con tres claustros y el espacio a cielo abierto de lo que fuera una huerta.
  
El día [[11 de agosto]] de [[1927]] a las 5:00 p.m. en el reparto de Lawton Batista tuvo lugar la bendición del nuevo templo erigido por las religiosas de [[Santa Clara]]. Fue bendecido por Monseñor [[Pedro González Estrada]], obispo de [[Italia]], que había presentado su renuncia y el que lo sucedió en el cargo [[Manuel Ruiz Rodríguez]] .El lugar tenia las comodidades compatibles con su vida de pobreza.  
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En el primero y mayor de los tres claustros se presenta el patio central con arcadas sobre columnas de piedra en la planta baja y pies derechos de madera, en el nivel superior. Al este se extiende la iglesia de una sola nave y enorme puntal, con su torre erigida en el [[siglo XVIII]]. Varias criptas aparecen en su interior. La más grande, en el coro bajo, se considera funeraria. Otras dos, en la nave de la iglesia constituyen objeto de especulaciones sobre su origen. Se piensa que pueden haber sido oratorios privados de las monjas o bodegas de vinos sagrados.  
  
[[Enrique Martínez]], ingeniero del Arzobispado es la persona encargada de ver y aprobar las condiciones del terreno limitado por las calles B, C, 10 y 11 en la manzana 11 del reparto Batista. Fueron directores y administradores de la obra los jóvenes arquitectos [[Juan Manuel Lagomasinos]], natural de [[Remedios]] e hijo de un ilustre medico a principios de siglo, y [[Enrique Fernández]], joven pinareño, que la construcción del convento fue su primer éxito profesional. El [[26 de marzo]] de 1922 el Periódico " El Mundo" publicó un artículo sobre el monumental y magnífico edificio de dos plantas que estuvo abierto al público hasta que las monjas lo ocuparon definitivamente, para que fuera admirada la obra.
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En el jardín crecen variados ejemplares de la flora cubana y no faltan las hierbas de olor de los patios coloniales. Una vieja sabina de rugoso tronco es el árbol más antiguo que se ha conservado. Invaluables testimonios de la vida pasada han permanecido en este patio. Aparece así el amplio aljibe con sus dos brocales, las cajas que recogen las aguas de lluvias, las pocetas y lavaderos de las monjas. Dos minúsculas casitas de techos de tejas criollas, apareadas en medio del jardín, se supone que fueran baños de las esclavas. Casi oculta dentro de la profusa vegetación aparece la Fuente de la Samaritana, la más antigua de la ciudad.  
 
== Escuela ==
 
  
'''Convento convertido en la escuela Camilo Cienfuegos'''
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Alrededor del origen del segundo claustro, conocido como Claustro del Marino, existen explicaciones diversas. La casa de dos plantas que aquí se encuentra, según cuenta la leyenda, la dio un marino como dote para que su hija ingresara en el convento. Otra historia relata que habiendo muerto el marino, su viuda y su hija profesaron y se quedaron viviendo en la casa que finalmente fue circundada por los muros del convento. Otras fuentes afirman que dicha construcción parece corresponder a las celdas alta y baja que, de acuerdo al contrato conservado en el [[Archivo Nacional]], el escribano Nicolás de Guilizastli hizo construir en el patio para sus dos hijas.
  
Al [[Triunfo de la Revolución Cubana]] el monasterio pasó a ser una escuela. En [[1961]] ocurre la nacionalización de las escuelas privadas, las cuales se fundieron con las públicas y los alumnos y maestros de estas instituciones nutrieron la nueva escuela. El primer nombre que tuvo la escuela fue Héroes de Yaguajay , pero ya en el municipio existía una escuela con ese nombre, se le cambió por el de [[Camilo Cienfuegos]] unificada ya, incluía secundaria y primaria. El hecho de haber nacido Camilo Cienfuegos, el inolvidable comandante de la Revolución, en Lawton fue la causa por la que se le dió su nombre a esta monumental escuela.
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La complicada estructura compositiva de este claustro, muy distante de la concepción de los otros dos, se caracteriza por su gracia vernácula. Aquí las galerías son todas de columnas o pies derechos de madera en ambas plantas. El descubrimiento arqueológico de las huellas de los drenajes y pavimentos auténticos muestra los vestigios de una vieja calle de losas españolas y ladrillos, el Callejón de las Angustias. El tercer claustro fue muy similar al primero o mayor de los claustros.  
 
== Fuente ==
 
  
*[http://www.bpvillena.ohc.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=749:santa-clara-de-as-iglesia-y-convento&catid=70:la-habana-vieja-su-historia&Itemid=30 Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena]
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Si bien la simplicidad constructiva domina la expresión general del Convento de Santa Clara debido al momento histórico en que se construyó, pareciera que buena parte del presupuesto de las religiosas se gastó en las techumbres de rica apariencia. Exteriormente cubiertas por tejas criollas de barro, conforman un imponente juego de niveles, pendientes y texturas cuando se les puede observar desde lo alto. Interiormente los techos son de maderas preciosas, planos en las plantas bajas y de aguas en las altas. Responden claramente a las influencias mudéjares descritas por los maestros [[Francisco Prat Puig]] y [[Joaquín Weiss]] en sus obras. Algunos como el de la nave de la iglesia, alcanzan proporciones considerables.
  
[[Category:Patrimonio]] [[Category:Arquitectura]]
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Los claustros se comunican entre sí mediante sus largas galerías. La imagen exterior del complejo es sumamente sencilla y carente de ornamentos, en un ascetismo o austeridad comunes a los conventos de su época en Cuba.&nbsp;
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== Fuente  ==
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*[http://www.bpvillena.ohc.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=749:santa-clara-de-as-iglesia-y-convento&catid=70:la-habana-vieja-su-historia&Itemid=30 Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena]
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*Isabel Rigol Savio: El convento de Santa Clara de La Habana en tres siglos y medio. http://www.cencrem.co.cu/index.php&nbsp;
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[[Category:Cultura]][[Category:Patrimonio]][[Category:Institución_cultural]][[Category:Arquitectura]]

Revisión del 11:55 17 may 2010

Convento de Santa Clara de Asís
Información sobre la plantilla
Santa Clara de Asis frente.jpg
Nombre del Autor:Juan Manuel Lagomasinos
Ubicación Geográfica:Barriada de Lawton, Diez de Octubre, La Habana, Cuba

Convento de Santa Clara de Asís. Primer convento femenino de La Habana. Erigido en el siglo XVII, ocupaba el edificio comprendido entre las calles Sol, Cuba, Luz y Habana, actual sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología. En 1921 el convento fue trasladado a un nuevo inmueble en el barrio habanero de Lawton, que después de 1960 fue convertido en la escuela Camilo Cienfuegos.

Historia

La fundación de este convento, en el año 1644, viene a prestar un servicio a los vecinos de la villa de San Cristóbal de La Habana que, temerosos por la suerte que podían correr sus hijas solteras en una ciudad en la que constantemente se atentaba contra la moral y la ley, habían reclamado a la corona la construcción de un lugar que sirviera como custodia de las jóvenes.

Nueve años demoraron los trabajos. Cinco monjas, encabezadas por Sor Catalina de Mendoza, llegaron de Cartagena de Indias para inaugurar el convento al que las muchachas ingresaban por voluntad propia o paterna. El inmueble contaba con dormitorio, refectorio, cocina, enfermería, huerto, iglesia y, en general, las instalaciones necesarias para la vida de una comunidad femenina de unas cien religiosas y otras tantas esclavas o servidoras.

Entre las jóvenes que aquí vivieron se encontraba María Mercedes Santa Cruz y Montalvo, hija de los Condes de Jaruco, conocida como la Condesa de Merlín, autora de dos noveletas Mis doce primeros años e Historia de Sor Inés, en cuyas páginas pueden leerse memorias de su vida en el convento.

Durante la toma de La Habana por los ingleses, en 1762, el Capitán General ordenó a las clarisas marcharse de la ciudad y el convento se convirtió en hospital de campaña. Una vez finalizado el conflicto armado, regresaron a su vida de clausura y mantuvieron la sede de su congregación en este edificio hasta 1921, año en que lo venden a una entidad inmobiliaria para trasladarse al barrio habanero de Lawton, en el municipio capitalino de 10 de Octubre. La Habana había comenzado a modernizarse, tranvías eléctricos se desplazaban por toda la ciudad y las monjas clarisas sienten las molestias del ruido exterior y frecuentemente son interrumpidas en sus oraciones y demás oficios religiosos.

Las nuevas obras de construcción duraron 2 años y la construcción de la iglesia se llevó 7 años y medio. El día 11 de agosto de 1927 a las 5:00 p.m. tuvo lugar la bendición del nuevo templo erigido por las religiosas de Santa Clara. Fue bendecido por Monseñor Pedro González Estrada, obispo de Italia, que había presentado su renuncia y el que lo sucedió en el cargo Manuel Ruiz Rodríguez .

Enrique Martínez, ingeniero del Arzobispado es la persona encargada de ver y aprobar las condiciones del terreno limitado por las calles B, C, 10 y 11 en la manzana 11 del reparto Batista. Fueron directores y administradores de la obra los jóvenes arquitectos Juan Manuel Lagomasinos, natural de Remedios e hijo de un ilustre médico, y Enrique Fernández, joven pinareño, que con la construcción del convento alcanza su primer éxito profesional. El 26 de marzo de 1922 el periódico El Mundo publicó un artículo sobre el monumental y magnífico edificio de dos plantas que estuvo abierto al público hasta que las monjas lo ocuparon definitivamente, para que fuera admirada la obra.

Al triunfo de la Revolución Cubana, el monasterio pasó a ser una escuela. En 1961 ocurre la nacionalización de las escuelas privadas, las cuales se fundieron con las públicas y los alumnos y maestros de estas instituciones nutrieron la nueva escuela. El primer nombre que tuvo la escuela fue Héroes de Yaguajay, pero ya en el municipio existía una escuela con ese nombre, razón por la cual se le cambió por el de Camilo Cienfuegos, inolvidable comandante de la Revolución, nacido en Lawton.

Destino final del primer Convento de Santa Clara de Asís

Un año después de que la orden religiosa abandonara su sede primera, se abrieron por primera vez los viejos claustros para usarlos como escenario de eventos públicos: la celebración del VI Congreso Médico Latinoamericano y la Exposición Nacional de Industria y Comercio. El 18 de marzo de 1923 Rubén Martínez Villena y un grupo de jóvenes intelectuales protagonizan la Protesta de los Trece, nombre con el que trasciende su enfrentamiento al fraudulento negocio que el gobierno del entonces presidente de la República Alfredo Zayas realizara con el conjunto conventual.

En 1940 se dispuso que el Convento se convirtiera en sede definitiva del Museo de Bellas Artes. Sin embargo, lo que terminó alojándose en él fueron las dependencias de la Secretaría de Obras Públicas. En 1960, y tras un breve período de ocupación por los ministerios de Recuperación de Valores del Estado y de Bienestar Social, se destinaría a varias funciones como las de almacén de utilería de teatro y talleres.

En 1982 se convierte definitivamente en la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM)


Arquitectura del primer Convento de Santa Clara de Asís

Convento de dos plantas y gruesas paredes de tapias y rafas. Cuenta con tres claustros y el espacio a cielo abierto de lo que fuera una huerta.

En el primero y mayor de los tres claustros se presenta el patio central con arcadas sobre columnas de piedra en la planta baja y pies derechos de madera, en el nivel superior. Al este se extiende la iglesia de una sola nave y enorme puntal, con su torre erigida en el siglo XVIII. Varias criptas aparecen en su interior. La más grande, en el coro bajo, se considera funeraria. Otras dos, en la nave de la iglesia constituyen objeto de especulaciones sobre su origen. Se piensa que pueden haber sido oratorios privados de las monjas o bodegas de vinos sagrados.

En el jardín crecen variados ejemplares de la flora cubana y no faltan las hierbas de olor de los patios coloniales. Una vieja sabina de rugoso tronco es el árbol más antiguo que se ha conservado. Invaluables testimonios de la vida pasada han permanecido en este patio. Aparece así el amplio aljibe con sus dos brocales, las cajas que recogen las aguas de lluvias, las pocetas y lavaderos de las monjas. Dos minúsculas casitas de techos de tejas criollas, apareadas en medio del jardín, se supone que fueran baños de las esclavas. Casi oculta dentro de la profusa vegetación aparece la Fuente de la Samaritana, la más antigua de la ciudad.

Alrededor del origen del segundo claustro, conocido como Claustro del Marino, existen explicaciones diversas. La casa de dos plantas que aquí se encuentra, según cuenta la leyenda, la dio un marino como dote para que su hija ingresara en el convento. Otra historia relata que habiendo muerto el marino, su viuda y su hija profesaron y se quedaron viviendo en la casa que finalmente fue circundada por los muros del convento. Otras fuentes afirman que dicha construcción parece corresponder a las celdas alta y baja que, de acuerdo al contrato conservado en el Archivo Nacional, el escribano Nicolás de Guilizastli hizo construir en el patio para sus dos hijas.

La complicada estructura compositiva de este claustro, muy distante de la concepción de los otros dos, se caracteriza por su gracia vernácula. Aquí las galerías son todas de columnas o pies derechos de madera en ambas plantas. El descubrimiento arqueológico de las huellas de los drenajes y pavimentos auténticos muestra los vestigios de una vieja calle de losas españolas y ladrillos, el Callejón de las Angustias. El tercer claustro fue muy similar al primero o mayor de los claustros.

Si bien la simplicidad constructiva domina la expresión general del Convento de Santa Clara debido al momento histórico en que se construyó, pareciera que buena parte del presupuesto de las religiosas se gastó en las techumbres de rica apariencia. Exteriormente cubiertas por tejas criollas de barro, conforman un imponente juego de niveles, pendientes y texturas cuando se les puede observar desde lo alto. Interiormente los techos son de maderas preciosas, planos en las plantas bajas y de aguas en las altas. Responden claramente a las influencias mudéjares descritas por los maestros Francisco Prat Puig y Joaquín Weiss en sus obras. Algunos como el de la nave de la iglesia, alcanzan proporciones considerables.

Los claustros se comunican entre sí mediante sus largas galerías. La imagen exterior del complejo es sumamente sencilla y carente de ornamentos, en un ascetismo o austeridad comunes a los conventos de su época en Cuba. 

Fuente