Dimas Martínez Padilla

Revisión del 04:39 29 may 2019 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «<div align="justify">» por «»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Dimas Martínez Padilla
Información sobre la plantilla
Dimas martinez.jpg
Combatiente revolucionario cubano
NombreDimas Martínez Padilla
Nacimiento15 de enero de 1909
Ranchuelo, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de septiembre de 1957
Cienfuegos, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinato
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónMilitar
PadresPedro Martínez, Bandera de Cuba Cuba e Isabel Padilla, Bandera de Cuba Cuba

Dimas Martínez Padilla. Combatiente revolucionario cubano. Era oficial de la Marina de Guerra cubana. Fue uno de los jefes que se alzaron el 5 de septiembre de 1957 contra la dictadura de Fulgencio Batista en Cienfuegos. Hecho prisionero por el ejército después del fracaso de la acción fue brutalmente asesinado.

Síntesís biográfica

Nace en Ranchuelo, en la Calle Santa Rosa, el 15 de enero de 1909. Fue uno de los 8 hijos de Isabel Padilla y Pedro Martínez, propietario del Central Santa Isabel, en Fomento. Le gustaba pescar, montar a caballo, jugar a la pelota y era alegre y sociable. Cursó la primera enseñanza en el Colegio Jesuitas de Cienfuegos, como interno.

En 1927 viaja a los Estados Unidos, donde se gradúa de Contador y Taquígrafo en el Fradmont Collegue, y regresa en 1931.

En 1936 se casa y nace su hija Xiomara. En ese tiempo termina el Bachillerato y matricula en la Universidad de La Habana en la carrera de Derecho. Al ingresar en la Marina de Guerra como Sargento Taquígrafo. Luego en la Academia Naval del Mariel como Pagador, siendo ascendido a Alférez de Fragata y más tarde a Primer Teniente.

Alzamiento del 5 de Septiembre

Fue uno de los oficiales de la Marina de Guerra que se puso al frente de la insurrección del 5 de septiembre. Luego de apoderarse de la ciudad se dispuso a hacer frente a la ofensiva del Ejército contra la misma y se encargó de la defensa de uno de los puntos fuertes de los revolucionarios: El Colegio San Lorenzo. Desde allí combatió con los marinos y los miembros del Movimiento 26 de Julio hasta que la resistencia se hizo inútil por la superioridad del enemigo y la carencia de municiones.

En horas de la tarde del día 5, después de los raids de la Aviación que bombardeó Cayo Loco y ametralló ocho barrios de la ciudad, Dimas Martínez logró comunicar con el comandante-médico del Distrito Naval, Sopo Barreto y le comunica su disposición de deponer las armas si le garantiza la vida de sus hombres:

porque está rodeado y no puede hacer mucho más, que los busquen y los lleven en calidad de detenidos a Cayo Loco, para que les respeten la vida a todos sus hombres

Ya los civiles del Movimiento han logrado salir por el fondo, desde el segundo piso, pasando a una azotea vecina mediante una riesgosa operación. Dimas los había convencido de que abandonaran el edificio considerando que serían asesinados, mientras que a él y a sus hombres por ser militares se les respetaría la vida.

El Ejército incumplió su palabra y fue asesinado en unión de sus hombres y arrojado a una fosa común.

Testimonio del asesinato

Gilberto González fue uno de los dos únicos testigos directos del asesinato cometido por los soldados, en la madrugada del día 6, contra los marinos rebeldes acuartelados en el Colegio San Lorenzo y el otro fue José Portel Caro, habitante de una casa vecina al colegio. Este hombre nos contó cómo los milicianos del 26 de Julio escaparon descolgándose por los aleros de su vivienda hasta el piso, junto a unos pocos marinos, pero que el grueso de estos últimos decidió permanecer allí al lado de su jefe, el capitán de fragata Dimas Martínez.

«Dimas creyó que iba a ser protegido por los marinos que estaban en el distrito naval de Cayo Loco, cuando el régimen recuperó el control. A las cuatro de la tarde del 5 llamó al lugar y pidió hablar con el doctor Sopo Barreto, un capitán de la Marina amigo suyo, para que los ayudara.

«El marinero Manuel Murga y el sargento Luis Miranda estaban al lado de Dimas. Al escuchar que la respuesta de Sopo había sido positiva, increparon a Martínez por ingenuo. Sabían que Barreto, de historia dudosa e incluso opositor directo de Mella en sus tiempos de Universidad, los iba a mandar a matar.
»Murga y Miranda nos contaron cómo ellos se escaparon con los civiles y milicianos del 26 por casa de Portel Caro. Luego la vida les dio la razón».

Portel refiere:

«Mataron a Dimas y sus fieles como a perros, sin contemplaciones».
«Dato curioso, o revancha de la historia quizá: al salir del juicio del tribunal revolucionario que lo juzgó por el crimen de San Lorenzo, el doctor Sopo Barreto se lanzó del tercer piso contra la calle y murió instantáneamente».

Fuentes