Dorothea Dix

Dorothea Dix
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NombreDorothea Lynde Dix
Nacimiento4 de abril de 1802
Hampden, Maine, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento17 de julio de 1887
Trenton, Nueva Jersey, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
NacionalidadEstadounidense
CiudadaníaEstadounidense
OcupaciónReformadora social y humanitaria

Dorothea Dix. Educadora estadounidense, reformadora social y humanitaria cuya devoción por el bienestar de los enfermos mentales llevó a amplias reformas en los Estados Unidos y en el extranjero. Como fundadora del movimiento conocido como higiene mental, su objetivo principal era conseguir un tratamiento psicológico digno para cualquier individuo, incluso para las personas sin techo. Su total y eficaz dedicación fue clave para cambiar las condiciones sanitarias de los centros en los que estaban recluidas las personas aquejadas de alguna enfermedad mental.

Síntesis biográfica

Dorothea Dix Lynde nació el 4 de abril de 1802 en Hampden, ciudad situada en el noreste de Estados Unidos, en el Estado de Massachusetts.

Dorothea Dix era la mayor de los tres hijos de Joseph Dix y Mary Bigelow. Ambos padres pertenecían a familias adineradas y de mucha raigambre en Massachusetts, desde los tiempos de la colonia.

El padre de Dorothea, Joseph Dix, era predicador metodista y trabajaba como librero itinerante. Lamentablemente, tanto Joseph como Mary Bigelow eran alcohólicos. Además, Mary Bigelow padecía graves trastornos psicológicos.

Esto hizo que Dorothea Dix tuviera una gran sensibilidad hacia las personas más desfavorecidas y con problemas de integración social.

Además, estas circunstancias hicieron que la primera infancia de Dorothea Dix transcurriera en Worcester, a 65 km de Boston, en el Estado de Massachusetts, entre familiares de sus padres.

Al cumplir los doce años, Dorothea buscó otro refugio, esa vez en Boston, en casa de su rica abuela, Dorothea Lynde y de su abuelo, el Dr. Elijah Dix una persona con fuertes convicciones sociales y políticas. Dorothea Dix empezó a dedicarse a la enseñanza.

Alrededor de 1821, con la ayuda económica de familias acomodadas de la ciudad, la joven Dorothea Dix abrió su propia escuela de pago, en Boston.

Poco después, comenzó a dar clases también a los niños pobres, en el recinto del granero de la casa de su abuela.

Ya en ese tiempo, Dorothea tuvo problemas de salud. Parece ser que sufrió fuertes episodios depresivos que contribuyeron a minar su ya precaria salud.

De 1824 a 1830, su inquietud intelectual le indujo a escribir algunos libros e historias para niños, que demuestran su inteligencia y cultura.

Después de que la salud de Dorothea Linde la obligara a abandonar su escuela, comenzó a trabajar como institutriz en Beacon Hill para la familia de William Ellery Channing, un destacado intelectual.

En 1831, fundó una escuela modelo para niñas en Boston, que funcionó hasta 1836, cuando Dorothea sufrió otro serio problema de salud causado por tuberculosis.

Su familia la animó a que emprendiera viaje a Europa, con la esperanza de que le sirviera para mejorar y, al mismo tiempo, abrir nuevos horizontes.

Mientras estuvo en Inglaterra conoció a la familia Rathbone y a varios reformadores sociales británicos: Elizabeth Fry, Samuel Tuke y William Rathbone. Los Rathbone la invitaron a Greenbank, su mansión señorial en Liverpool. Dorothea Dix era una joven americana, rica, inteligente, con buena formación y llena de inquietudes. Ahí, Dorothea Dix pudo conocer a destacados cuáqueros y a prominentes personalidades dedicadas a realizar reformas sociales.

Se relacionó con Elizabeth Fry, reformadora de prisiones y con Samuel Tuke experto en construcción y administración de manicomios con sensibilidad social.

En Greenbank, Dorothea Linde trabó amistad con prominentes personalidades dedicadas a realizar reformas sociales; y que creían que el gobierno debía desempeñar un papel directo y activo en el bienestar social.

También conoció a personas pertenecientes a un movimiento denominado “reforma de la locura”. Esas personas abogaban por mejorar en Gran Bretaña el cuidado de los enfermos mentales.

Los miembros de este movimiento realizaban serias investigaciones en manicomios y asilos de enfermos mentales. Lo mejor era que publicaban el resultado de sus estudios y hacían llegar los informes a la Cámara de los Comunes.

A principios del S. XVIII, las personas que mostraban signos de graves trastornos psíquicos eran tachadas de “locas”. Eran hacinadas y enjaulados en manicomios, en condiciones infrahumanas y con tratamientos absolutamente indignos.

Uno de los factores que contribuyeron a cambiar esta convicción en Inglaterra fue el tratamiento que le fue suministrado a Jorge III (1760-1801) conocido como “el rey loco”.

Poco a poco fue naciendo en Inglaterra una aproximación psicosocial a los trastornos mentales. Se rechazó radicalmente el encierro y aislamiento de los “enfermos” y se propició el cultivo de las relaciones sociales.

La inteligencia y los principios morales de Dorothea Dix le hicieron simpatizar de inmediato con esta perspectiva terapéutica y con el movimiento de higiene mental que propiciaban sus nuevos amigos ingleses.

De hecho, fue el surgimiento de la terapia moral en Europa y EEUU lo que convirtió a las instituciones psiquiátricas (manicomios) en lugares habitables y destinados a la recuperación del paciente.

Acción de Dorothea Dix en favor de enfermos mentales

Mientras estaba en Inglaterra, murieron la madre y la abuela de Dorothea Dix. Su abuela le dejó un apreciable patrimonio que le permitió ser autónoma económicamente.

El domingo, 28 de marzo de 1841 fue un día muy frío en Boston. Dorothea se había ofrecido para dar clases en una Escuela Dominical de veinte mujeres reclusas, con problemas de salud mental, en la cárcel de Cambridge, Massachusetts.

Después de haber terminado la clase, Dorothea Dix fue al nivel más bajo del edificio. Allí se encontraban las mazmorras, donde las pacientes consideradas locas estaban encadenadas a la pared y a los camastros.

Vio que las enfermas estaban sucias, desnutridas, sin calefacción y que muchas de ellas dormían en el suelo de piedra.

Decidió visitar otros centros, asilos, cárceles y correccionales. Tomó nota de los lugares que visitó, y denunció las condiciones deplorables, los hacinamientos, y los abusos físicos, psíquicos y sexuales que anotó durante las visitas que realizó.

Entre los años 1840-41, Dorothea Dix realizó una investigación a nivel estatal, en relación al cuidado de los pobres con enfermedades mentales.

Descubrió que no había nada regulado al respecto, que los fondos destinados a ello eran insuficientes y que existían abusos generalizados.

En el informe que Dorothea Dix publicó y que hizo llegar a las autoridades estatales, decía, entre otras cosas:

“… hay personas dementes confinadas dentro de estas instituciones, que están en jaulas o en especie de corrales, encadenadas, desnudas, golpeadas con barras y azotadas ….».

Citaba el caso de un hombre que antes era respetado como legislador y jurista y que, al sufrir un deterioro mental, cayó en desgracia al llegar a su vejez. Dorothea Dix lo encontró acostado en una cama pequeña, en el sótano de la casa de beneficencia del condado.

En su informe lo describió como: «Este anciano débil y deprimido, pobre, indefenso, solitario…”. Muchos miembros del Congreso y del Senado conocían a este antiguo jurista.

En cada ciudad buscaba a las personas más importantes de ellas, las reunía, les dirigía emotivos discursos y no salía de la población hasta no ver encaminadas las medidas apropiadas para mejorar la situación de los enfermos mentales.

Dorothea Dix no sólo daba conferencias en todos los lugares por donde pasaba, sino que escribía sin cesar artículos en los periódicos. Su elocuencia y erudición despertaban la simpatía de los dirigentes locales.

Había viajado miles de millas de un Estado a otro en todos los medios de transporte que se pudieran utilizar, así fuera en tren, autocar, coche y por el río en barco.

Siempre recopilando todos los hechos comprobados, para luego presentarlos a las autoridades y poder convencerlas para mejorar los cuidados de los enfermos mentales, mediante cambios en la legislación vigente.

Las gestiones de Dorothea Dix dieron como resultado un proyecto de ley para ampliar las instalaciones del hospital psiquiátrico del Estado en Worcester.

Durante el año 1844, Dorothea Dix visitó todas las cárceles y casas de beneficencia en el Estado de Nueva Jersey en una investigación similar.

En el informe que presentó a los congresistas de Nueva Jersey, hizo un recuento detallado de sus observaciones y experiencias.

El prestigio y el poder de convicción de Dorothea Dix consiguieron que los legisladores propusieran de inmediato la asignación de los fondos necesarios para la construcción de un centro adecuado para el cuidado y tratamiento de los enfermos mentales.

Algunos políticos se opusieron en secreto, para evitar cargar los impuestos necesarios para apoyar el proyecto. Dorothea Dix continuó presionando con cartas y editoriales en los periódicos.

El 25 de marzo de 1845, se aprobó el proyecto de ley para el establecimiento de una instalación estatal destinada al adecuado cuidado de los enfermos mentales.

Dorothea Dix viajó de New Hampshire a Luisiana, y a Illinois, en donde consiguió que en enero de 1847, se aprobara la fundación del primer hospital psiquiátrico estatal de Illinois.

En 1848, Dorothea Dix visitó Carolina del Norte, y después de varios meses de gestiones a todo nivel, logró que se constituyera la “Sociedad Médica del Estado” y la autorización para construir un asilo dedicado al cuidado de pacientes con enfermedades mentales.

Ocho años más tarde, en 1856 se inauguró este asilo con el nombre de “Asilo Dix Hill”, en honor del padre de Dorothea Dix. Un siglo más tarde, en 1956, pasó a ser el “Hospital Dorothea Dix”.

Los caminos de Dorothea Dix se entrecruzaron con los de Harriet Tubman. A partir de 1841, Dorothea dedicó su vida a mejorar la situación de los enfermos mentales en USA.

En 1849, Harriet Tubman libera a más de 300 esclavos negros en el sur de Estados Unidos.

Proyecto de “Ley de tierras”

Después de diez años de intensa actividad en beneficio de los enfermos mentales, Dorothea Dix era conocida y respetada en los altos niveles políticos.

Esto la animó a proponer en Washington un gran proyecto de ley para beneficio de enfermos mentales y para indigentes enfermos.

El proyecto se financiaría con la venta de casi 50.000 km cuadrados de tierras estatales.

Los ingresos de su venta se distribuirían a todos los Estados para construir y mantener asilos.

El proyecto de “Ley de tierras” de Dorothea Dix pasó por ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos, pero fue vetado por el presidente Franklin Pierce, en 1854.

Dolida por la derrota de su proyecto de ley de tierras, Dorothea Dix viajó a Inglaterra y Europa en los años 1854 y 1855.

Comenzó un largo viaje que le llevó por los siguientes países: Islas Británicas, Francia, Grecia, Rusia, Canadá, Japón y los Estados Unidos.

En Inglaterra encontró el apoyo de la familia Rathbone y de numerosos políticos. Se dedicó a investigar las condiciones de los enfermos mentales en los manicomios de Escocia.

Dix llegó a Roma, en donde el Papa Pío IX fue receptivo a los proyectos de Dorothea Dix.

Su Santidad visitó los asilos él mismo, y quedó sorprendido por sus malas condiciones, constatando que los enfermos eran “cruelmente maltratados«.

Guerra civil

El 10 de junio de 1861, Dorothea Dix fue nombrada “Superintendente de Enfermeras” del Ejército de la Unión.

Al estallar la Guerra de Secesión Norteamericana, la Unión no contaba con un cuerpo de enfermería militar, servicio de ambulancias, servicio hospitalario de campo ni cuerpo médico organizado.

Como superintendente, Dorothea Dix implementó el programa de enfermería del ejército federal. Dejó de lado todos sus trabajos y se centró por completo en la guerra en curso.

Renunció en agosto de 1865 y luego consideró este «episodio» en su carrera como un fracaso.

Dorothea Dix en la posguerra

Después de la guerra, Dorothea Dix emprendió una cruzada para mejorar la atención de los prisioneros, de los discapacitados y de los enfermos mentales.

Su primer paso fue revisar los asilos y las cárceles del sur para evaluar el daño de la guerra en sus instalaciones.

En 1875, se fundaron dos nuevos hospitales estatales para enfermos mentales, en Carolina del Norte: el “Hospital Estatal Broughton” y el “Hospital Goldsboro para los Negros Locos”.

Dorothea Dix abogó activamente por la fundación del primer hospital psiquiátrico público en Pensilvania, el “Hospital Estatal de Harrisburg”.

En 1881, Dorothea Dix se enfermó y se retiró a un apartamento privado, reservado para ella en el hospital estatal de New Jersey, el primero de los hospitales que había fundado y en donde se le había concedido el privilegio de tener una suite para su uso particular, de por vida.

Aunque se encontraba en mal estado de salud, mantuvo una nutrida correspondencia con personas de Estados Unidos, Inglaterra y Japón, durante los seis años que todavía siguió viva.

Muerte

Dorothea Dix falleció a los 85 años, el 17 de julio de 1887, en el Hospital Trenton, Nueva Jersey, que ella había fundado.

Fue enterrada en el cementerio Mount Auburn en Cambridge, Massachusetts.

Reconocimientos y honores

Dorothea Dix fue elegida «Presidenta de por vida» de la Asociación de Enfermeras del Ejército”.

En diciembre de 1866 fue galardonada con dos banderas nacionales por su servicio durante la Guerra Civil.

En 1979 fue incluida en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer.

En 1983, el Servicio Postal de los Estados Unidos honró su vida de caridad y servicio al emitir un sello postal de 1 céntimo, de la serie “Dorothea Dix Great Americans”.

En 1999, en la Casa del Estado de Massachusetts se incluyó una serie de seis paneles altos, de mármol, con un busto de bronce en cada uno. Uno de los seis bustos, es el de Dorothea Dix. Museo Dorothea Dix. Biografía de Dorothea Dix Museo dedicado a Dorothea Dix en los terrenos del Hospital Estatal de Harrisburg. Crédito: Wikipedia. Autor: Samllbones

Un barco de transporte de la Marina de los Estados Unidos que sirvió en la Segunda Guerra Mundial recibió el nombre de USS Dorothea L. Dix.

Un cráter en Venus fue nombrado Dix en su honor.

Numerosos lugares conmemoran a Dorothea Dix, incluida la Casa Dorothea L Dix.

Fuente