Francisco Cabrera Saavedra

Francisco Cabrera Saavedra
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Nacimiento4 de noviembre de 1850
Santa Cruz de la Palma,
islas Canarias,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento2 de agosto de 1925 (74 años)
ciudad de París,
Francia Bandera de Francia
Causa de la muertebronconeumonía
ResidenciaLa Habana
Nacionalidadcubana y canaria
Ciudadaníaespañola

Francisco Cabrera Saavedra (Santa Cruz de la Palma, 4 de noviembre de 1850 - París, 2 de agosto de 1925) fue un cirujano y médico cubano, especialista en Medicina Interna. Fue el precursor de la cirugía abdominal en Cuba.

Síntesis biográfica

Nació en Santa Cruz de la Palma (islas Canarias, en poder del Reino de España). De cuna muy humilde, a muy temprana edad (dos años de edad) tuvo que trasladarse a Cuba con sus padres en la siempre impredecible aventura de la emigración.

Estudios

A fuerza de voluntad e inteligencia logró terminar, brillantemente siempre la enseñanza primaria y la secundaria en Cuba, así como el bachillerato en La Laguna (islas Canarias); hasta consagrarse en la Universidad Central de Madrid, donde en 1875 alcanzó el título de Licenciado en Medicina. Pagó sus estudios trabajando y completando las tareas académicas de sus compañeros.

De regreso en Cuba, estudió en la Universidad de La Habana, donde en 1890 (a los 40 años) se graduó como doctor en Medicina.

Labor como cirujano

En el ejercicio de su carrera fue el precursor de la cirugía abdominal en Cuba, al practicar las primeras ovarioctomías exitosas en el país. Cuando los adelantos médicos determinaron la necesidad de la especialización, no titubeó en dejar las intervenciones quirúrgicas y dedicarse a la clínica o medicina interna.

Cabrera Saavedra fue el tránsito entre los médicos con los métodos y la práctica patriarcal del siglo XIX y el nuevo clínico que ejerce la medicina de grupo. Heredó de los primeros la compenetración del médico con la familia, que permite a este comprender cuándo un paciente no padecía de su físico, sino «de las veleidades del alma o de neurastenia»; y, de los segundos, el trabajo colectivo que representaba una mayor garantía para la curación del enfermo. Con la generación de Cabrera se perdió el llamado médico de cabecera o de la familia.

Etapa de 1880 a 1920

Entre 1880 y 1920 transcurrieron los años más brillantes de su provechosa vida. Materializó el amplio concepto de que no se puede ser un buen internista si se desconoce el quehacer quirúrgico, así como cirujano o especialista si se ignora la medicina interna. Fue el precursor principal del uso del laboratorio clínico en el ejercicio profesional. Por indicaciones suyas se hicieron estudios, no realizados hasta entonces, y creó modelos originales en cuanto a los análisis de orina y otros.

La reconstrucción de su vida permite demostrar la ideas de que canarios a Cuba no sólo llegaron hombres y mujeres robustos, poco cultivados culturalmente, dedicados especialmente a la agricultura, sino que arribaron personas de mucho valor, junto a las virtudes de laboriosidad, tozudez en el empeño, constancia y honradez, había que sumar la capacidad de alzarse ante la miseria y alcanzar altos peldaños en la vida intelectual.

En 1918, durante la pandemia de gripe española, Cabrera Saavedra, de 67 años de edad, fue uno de los médicos más activos en el tratamiento de los numerosos casos que se reportaron en La Habana.

En 1925, las sociedades médicas de Cuba le rindieron un homenaje de reconocimiento en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana por sus cincuenta años de ejercicio profesional.

Muerte

En el verano de 1925 realizó un viaje de paseo a España y Francia.

En la Academia de Ciencias de Madrid se le realizó un emotivo homenaje por sus aportes a la Cirugía mundial.

En julio, en la ciudad de París (Francia), Cabrera enfermó repentinamente. Debido al deficiente sistema de salud europeo en esa época, el propio Cabrera tuvo que diagnosticarse: sufría de bronconeumonía. «Caprichos del destino. Había de ser médico hasta el último instante de su vida: su último diagnóstico fue para él mismo, y él mismo fue su último cliente»: dice uno de sus biógrafos. No existían los antibióticos, así que falleció el 2 de agosto de 1925, a los 74 años.

Fuentes