Gracias por el fuego

Gracias por el fuego
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Es una novela que supera los tópicos, para inundar de vida y aprendizaje la experiencia del buen lector.
Título originalGracias por el fuego
Autor(a)(es)(as)Mario Benedetti
Editorial:Editorial Alfa
ColecciónEl libro de bolsillo, Bibliotecas de autor, Biblioteca Benedetti
GéneroNarrativa
Edición1965
Primera ediciónPublicado por Editorial Alfa, Montevideo, Uruguay (1965)
ISBN9788490626702
PaísBandera de Uruguay Uruguay

Gracias por el fuego. Pieza fundamental de la narrativa de Mario Benedetti, la frustración de un asesinato y una personal que es a la vez reflejo de la frustración general en que se mueve un país.

Argumento

Ramón Boudiño atraviesa una etapa de su vida en la que se replantea muchas cosas. Es un hombre de principios que vive bajo la abrumadora protección de su padre, el todopoderoso Edmundo Boudiño, un tipo muy distinto a nuestro protagonista, rico, ambicioso, autoritario y sin escrúpulos, que maneja a su antojo y en pro de su enriquecimiento personal, los hilos de la política y la economía de su país.

La obra es un retrato del enfrentamiento personal e ideológico entre padre e hijo.

Ramón vive atormentado por un conflicto psicológico que no le permite ser feliz y la única forma que se le ocurre de salvar su dignidad y su equilibrio emocional es el asesinato de su padre que tanto mal causa, no sólo a él sino también a la sociedad en general, con sus tropelías y abusos de poder.

¿Será capaz nuestro protagonista de llevar a cabo su propósito?

Esta es la historia de la desesperación y la frustración de un hombre y, por extensión, de un país entero, que ve como la corrupción y el abuso de autoridad se extiende como una red y nadie se atreve a hacer nada para evitarlo.

Sobre el libro

La novela Gracias por el fuego escrita por Mario Benedetti y publicada en 1965, narra la historia de una familia burguesa en Montevideo y los conflictos entre padre e hijo en el contexto de las desigualdades sociales y la lucha de clases que se desarrolla en este país. Esta novela se constituye como una férrea crítica a la visión del capitalista, desprendido de su patria, cuyo único valor es el dinero, que sin dudarlo hará uso de la violencia, el asesinato, el chantaje, la corrupción, el engaño, la demagogia y el amarillismo a fin de mantener su sistema de privilegios, amparado bajo la caricatura de una democracia ficticia.

En medio de este escenario hostil y turbulento, su protagonista Ramón Budiño -quien afirma que su bienestar económico le duele como una culpa, como una mala conciencia; navega por esta trama entre la lucha por sus ideales, sus creencias políticas y la rememoración de sus pasadas historias de amor. Ramón no deja de pensar en su primera vez, en los furtivos e inconsecuentes encuentros sexuales que tuvo durante su vida, el tedio de su matrimonio, pero sobre todo, –como cualquiera de nosotros- experimenta el deseo, la ansiedad, el insomnio y el tormento que le produce una frustrada historia de amor; ese amor imposible, inalcanzable, irrealizable, irresoluto, el amor prohibido, negado, el amor que huye, el amor fugaz.

Es una de las novelas más completas del autor, por la variedad de temas que abarca y por la complejidad narrativa. No es un libro que sea lea rápidamente, cada línea es importante para ir sintiendo al personaje en la piel. Hay un trasfondo moral muy fuerte, que se desarrolla en medio de una tormenta de emociones. Hay una desesperanza tan grande por parte del personaje principal, que resulta muy bella en las letras de Benedetti. A eso, hay que sumarle las complejidades de las relaciones familiares que tiene Ramón con su esposa, con su hijo, con su padre y su hermano. Todo un abanico de sensaciones barajadas con el talento del autor, contadas con tacto, con tiempo, sin apresurarse, en donde todo llega a su debido momento. Un libro increíble con un final que impacta y no dejará indiferente a nadie.

Mejores frases de esta obra

  • “Siempre conviene saber a qué atenerse”.
  • “Sencillamente, éramos su cuerpo y mi cuerpo, y la alegría de ambos”.
  • “Él le cuenta todo, le pormenoriza los capítulos en que estuvo dividido el día. Sobre eso no hay duda: es sincero con ella. Porque le cuenta cosas feas, cosas sucias, cosas terribles. Como si supiera que el amor de ella es capaz de aceptar ese lado negro de su ser, esa zona del diablo que nunca muestra a nadie totalmente”.
  • “Había alcanzado a captar que era gozada, pero no querida; deseada, pero no necesitada”.
  • “La madurez no se adquiere por decreto”.
  • “¿Qué pasa entonces entre ella y yo? Pasión ya no, quizá amor laxo; necesidad ya no, quizá costumbre”.
  • “No sé si es linda o no. Pero es encantadora”.
  • “Estoy segura de que debe ser fácil, facilísimo, enamorarse de vos. Pero yo no puedo”.
  • “Déjame que alguna vez hable contigo. Siento que con nadie, ni siquiera cuando estoy a solas, estoy tan cerca de la verdad. De mi verdad”.
  • “Cada tipo camina con su mundo de problemas, con sus deudas, sus masturbaciones, sus rencores, sus nostalgias, las cosas que quiso ser, y esa poca cosa que es”.
  • “Lo único seguro es que estás existiendo, Dolores, en algún rincón de este día, en algún lugar del mundo, sola o con alguien, pero sin mí”.
  • “Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor”.
  • “Entonces era una especie de locura contenta, un frenesí, que llevaba en su propio énfasis el germen de la autodestrucción, una suma de juego más sexo”.
  • “Mi conmoción interior es más viva aun cuando me mira que cuando me toca”.
  • “Tal vez mañana o pasado me resigne. Pero hoy sufro como un condenado”.
  • “Ayer mismo yo no sabía que podía querer así”.
  • “Todavía no puedo creerlo. Porque te tengo y no. Sin embargo, sigue siendo cierto. No la tengo, claro. Le pertenezco, pero ella no”.
  • “Nos pasamos toda la vida soñando con deseos incumplidos, recordando cicatrices, construyendo artificial y mentirosamente lo que pudimos haber sido; constantemente nos estamos frenando, conteniendo, constantemente estamos engañando y engañándonos; cada vez somos menos verdaderos, más hipócritas; cada vez tenemos más vergüenza de nuestra verdad”.
  • “Ese recuerdo, ese algo a qué asirme, tal vez amargará para siempre todas mis noches, todos mis insomnios”.
  • “Respirada por mí, absorbida por mí a través de mis manos, mis ojos, mi nariz, mis oídos, a través de cada milímetro de mi piel que tocaba su piel”.
  • “Apenas si he podido soportar ese suplicio que representa tenerla cerca y sentirla respirar y no atreverme siquiera a mirarla”.
  • “Ya no te tengo. Definitivamente no. Que se vaya. Que desaparezca. Que se encierre. Que se esconda a llorar. Yo no me escondo”.
  • “Cuando la mirada y la sonrisa decisivas me alcanzan y fulminan, el resto ya no importa”.
  • “Quizá a esta altura me sea insoportable estar libre y sin ella, tranquilo y sin ella, inocente y sin ella”.
  • “Quizá esté yo fabricando urgentemente una gran culpa, un absorbente remordimiento, sólo para cubrir una ausencia, para justificar mi soledad”.
  • “Por Dios, cómo podré vivir sin ver sus ojos, pero también, cómo podría vivir viendo sus ojos y no tenerlos, no poder tildarlos al hacer un inventario de lo que es mío”.
  • “Su arrepentimiento crecerá noche a noche y en ese proceso sé que reconstruirá minuciosamente nuestro único encuentro, y se desesperará, como me he desesperado yo en estas semanas, recordando palabras, gestos, contactos, caricias, gemidos, silencios”.
  • “El recordar se me vuelve así un mero registro de frustraciones”.
  • “Algo en mi corazón detecta ininterrumpidamente la ausencia de Dolores; algo en mi corazón quiere morir”.
  • “Y si paso mis propias manos por mis muslos, por mi cadera, por mi vientre, por mis pechos, si me recorro con mis manos, cerrando los ojos y tratando de convencerme de que son las tuyas, sé que terminaré en una gran vergüenza, en unos pobres sacudones de angustia, en una soledad miserable y grotesca”.
  • “Un pasado que es amarga experiencia necesaria y un futuro que es eternidad sin sobresaltos”.
  • “A pesar de todo sonreiré, aunque se trate de una sonrisa opaca, sin convicción, porque naturalmente hay que vivir”.

Sobre el autor

Mario Benedetti. Fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico. Es uno de los escritores más famosos de Latinoamérica. Por su obra le fueron conferidos una gran gama de premios nacionales e internacionales (Ha sido galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000). Cultivador de todos los géneros, su obra es tan prolífica como popular; novelas suyas como La Tregua (Libro)(1960) o Gracias por el fuego (1965) fueron adaptadas para la gran pantalla, y diversos cantantes contribuyeron a difundir su poesía musicalizando sus versos.

Fuentes