Historia del municipio Buey Arriba (provincia de Granma)


Historia del municipio Buey Arriba (Provincia de Granma)
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Cronología
Comunidades aborígenes
Etapa colonial (1492–1898)
Conquista y colonización
Siglos XVI, XVII
Economía
Guerras de independencia
Período de la República Neocolonial (1902–1958)
Décadas del 30 al 50
Guerra de Liberación Nacional
Revolución en el poder
Tribuna Abierta
Desarrollo económico
Sitios históricos más significativos
Curiosidades históricas

Historia del municipio Buey Arriba (Provincia de Granma). La compilación de los sucesos históricos del municipio Buey Arriba tiene sus inicios con los asentamientos aborígenes en este territorio, con una totalidad de 10 sitios, según el Censo Arqueológico del año 2000, y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana hasta llegar a la etapa revolucionaria. En la Guerra del 68 fue centro de operaciones del Regimiento Bayamo #2, donde ocurrieron combates de renombre como el de Babatuaba, Bueycito, El Macío, La Angostura, entre otros. Con una serie de levantamientos, el 24 de febrero de 1895, empezó la Guerra Necesaria (18951898) en Buey Arriba. Durante esta etapa se desarrollaron varios combates entre los que se encuentran: Paso del Buey, Peralejo y Paso del Caimito. Esta Guerra vio su fin en el territorio con la liberación de Bueycito, el 28 de abril de 1898. El municipio fue escenario también de las luchas del Partido Comunista, de los sindicatos y del Movimiento 26 de Julio que trajo la presencia del Ejército Rebelde desde mayo de 1957 hasta el triunfo del 1 de enero de 1959.

A principios del siglo Buey Arriba se denominaba Minas del Sun o Minas de Bueycito, pues su origen se debió a la explotación de las minas de manganeso que allí existían y que a mediados del siglo, ya inactivas, propiciaron que comenzara a llamársele Buey Arriba.

El actual nombre lleva implícito la situación del poblado, de la parte alta del río Buey.

Con la división político—administrativa, adquirió la categoría de municipio, del que es cabecera que surge en 1976, su nombre aparece en la Nomenclatura Toponímica y Geográfica de Cuba de 1860–1872 para designar varios lugares de la zona de la pre–cordillera y el firme de la Sierra Maestra, al sur de la ciudad de Bayamo. Tiene una extensión territorial de 453.9 kilómetros cuadrados y una población de 32 597 habitantes.

Comunidades aborígenes

En el actual territorio de Buey Arriba hubo presencia de aborígenes antes de que Cristóbal Colón arribara a las costas cubanas. Un ejemplo de mayor peso lo constituye el descubrimiento de parcelas arqueológicas en su etapa productora en El Cerro de los Copales, Buey Arriba, Santa María, Los Robles, Severiana, Limones, el Alto de El Cedrón, el Alto de Maguaro, Corojito y Valenzuela los que llegaron a tener contacto y transculturación con Europa y que constituyen hoy los 10 sitios del año 2000.

De aborígenes agricultores, que llegaron a confeccionar pan de casabe y objetos de cerámica, la comarca guarda sus huellas en puntos como Palmarito y Valenzuela. En ese último se encontró en 1848 el Ídolo de Bayamo, significativa muestra de las culturas precolombinas de Cuba. Está tallado en piedra dura, con 37 centímetros de largo, poco más de 50 libras de peso, cabeza humanoide y el resto del cuerpo en forma de batracio.

La fundación en 1514 del Hato de Valenzuela por Manuel de Rojas, sobrino del Adelantado Diego Velásquez de Cuellar, es uno de los hechos que demuestran la presencia hispánica en Buey Arriba. Posteriormente recibió del tío Manicarao, Guanabacoa y Bainoa.

Muchos de los lugares del actual municipio de Buey Arriba, le fueron donados en su evolución histórica por sus antepasados, los que estaban comprendidos dentro del grupo lingüístico de los araucos, como: Macanacú, Yao, Manicarao y las guásimas.

Etapa colonial (1492–1898)

Conquista y colonización

En los mismos comienzos de la conquista y colonización, los españoles instalados en Cuba, pidieron tierra para dedicarla a la agricultura, lo que, por la Real Célula en Medina del Campo del 22 de julio de 1497, se decide el reparto de las mismas para que los colonos dispusieran de ellas como propias. La forma en que estas tierras se distribuyeron se les llamó vecindades como una organización agraria inicial demarcada al parecer, de forma circular, según se expresa en Real Célula de 1495.

Para el caso de Bayamo hubo un reparto de vecindades hasta 1514, lo que se plasma en carta de Diego Velásquez a la corona cuando expresó que hizo señalar solares para las granjerías del rey y entregó las tierras en vecindades a los que las quisieran para que las comenzaran a labrar.

Dentro de los caciques que Velásquez obligó llegar hasta Bayamo se encontraban los de estos asentamientos y los entregó como encomienda. Las comunidades aborígenes de Guanabacoa y Manicarao fueron encaminadas por Manuel de Rojas que era sobrino de Diego Velásquez el que las pone en función de la corona española desde los mismos inicios.

Para estos tiempos, las vecindades y las estancias o montones de yuca y ajíes, eran los pilares de la agricultura sustentado en el trabajo indígena, los que también trabajaban en el cultivo del tabaco, la minería del oro y la ganadería.

La búsqueda del oro pudo ser en forma de pipita en los cabezos de los ríos en la ladera norte de la Sierra Maestra, de igual modo se afianza la industria del pan de maíz y del casabe, que tiene un notable tráfico antes de 1520, previsto por Velásquez en su carta de relación cuando ofrecía cargar pan para Tierra Firme, es decir, tortas de casabe.

A pesar de todos los esfuerzos por sacarle el máximo al trabajo aborigen, el régimen agrario no respondía a la necesidad de mantener un comercio internacional. El cultivo de la caña con auxilio de los africanos pasó a ser uno los factores de mayor peso en el cambio de la estructura agraria y comercial de aquella época. No obstante las vecindades representaron el primer intento hacia cierta diversificación económica a partir de la lucha por subsistir y aumentar riqueza sobre la base del trabajo ajeno.

En 1532, fue asesinado Guamá, por fuerzas bajo el mando de Manuel de Rojas, quien se retiró a Perú en 1543, dejando a su hijo al frente de estas propiedades que fueron abandonadas durante algún tiempo hasta que Diego de Soto las reclamó en 1569 lo que se recoge en la bibliografía de la época del modo siguiente:

«Quizás el más notable caso sea el de Bainoa (1569), que Diego de Soto posee, aunque “Los Títulos”, se han perdido desde que, a más de 35 años, fue de Francisco de Madrid y de (Manuel) de Rojas.»

Aunque las propiedades que se referencia son las de Bainoa, se ha comprobado que dentro de las reclamadas estaban las de Manuel de Rojas en Minas de Bueycito.

Siglos XVI, XVII

Economía

Luego de asentado Diego de Soto en la segunda mitad del siglo XVI sobre estas tierra, los llamados hatos (sitios de corrales), comienzan a tener una determinada connotación en la estructura agraria y pudieron ser el origen de los llamados hatos de Manicaro y Valenzuela dedicados a la crianza del ganado mayor y los corrales de Bueycito y del Yao para el ganado porcino.

A pesar de todo, la economía de subsistencia seguía apoyada por los llamados sitios de labranza y la minería, siendo un ejemplo lo descrito por el gobernador en la parte orientar entre 16141617 cuando expresó que:

«[...] en el Bayamo donde hay riquísimas minas, algunas personas con necesidad se van algunas veces a la sierra y [...] suelen traer otros tantos pesos de Oro. »

El desarrollo de la fuerza productiva en aquel momento histórico, no le permitía hacer excavaciones de gran profundidad y es posible que encontraran el preciado mineral, en forma de pepitas a la orilla de los ríos.

Para los inicio del siglo XVII, el paisaje que se describía junto a las falda de la Sierra Maestra, era sumamente pintoresco, adornado de fértiles bosques, en los que abundaban las yayas, las caobas y ríos muy fértiles (4), en formación de una inmensa ciénaga en el río Buey, la que al desaparecer por diferentes factores naturales y climatológicos, dejó como huella, un enorme aluvión que favorecería el cultivo del tabaco y el desarrollo de la ganadería.

El cultivo de algunas llanuras y vegas fertilizadas por caudalosos ríos, data de mediado del siglo XVII, por el aprecio que desde entonces se hizo de la hoja del tabaco. Entre las cuentas con siembras de tabaco estaban los el río Buey, Yao del Buey, Jicotea, Macanacú, el Babatuaba y otros, estas tierras al sur de Bayamo eran bastantes aptas para el cultivo, por lo que en ellas se comercializaba de manera frecuente.

Las constantes penetraciones del coloniaje español al territorio poco a poco lo fueron enseñando como un lugar idóneo para sus objetivos de expansión y enriquecimiento, por lo que la segunda mitad del siglo XVII se incrementan las migraciones de algunos cubanos y otros de procedencia española al conocido Hato de Valenzuela, el que abarcó un extenso territorio más o menos semejante a la división actual, el que contaba con sus diferentes sitios de labranza y corrales para la cría del ganado mayor y porcino.

Entre los años 16001868 la Villa de Bayamo se divide en varios partidos donde se incluye Valenzuela, Buey Abajo, Bueycito, Jicotea Arriba y Jicotea Abajo.

Guerras de independencia

Guerra de los Diez Años

Tras la quema de Bayamo, muchos patriotas se refugiaron en las lomas de Buey Arriba, y crean caseríos como Las Yagüítas, San Felipe, San Antonio, San Bernabé, San Juan, San José de las Peladas, San Rafael de los Potreros, San Pablo de Yao, San Francisco de Arroyón y San Pedro.

Para estos tiempos existían campamentos en La Candelaria, en las Vegas del Yao, en La Angostura, Babatuaba y San Juan de Buena Vista, en las tierras que eran propiedad del propio Francisco Vicente Aguilera.

Junto con los mambises se movía mucha población civil, a quienes se les suministraba todo lo necesario para subsistir. Un ejemplo que así lo demuestra, es el campamento de San Juan de Buena Vista, al frente del cual se encontraba José Joaquín Espinosa, quien más tarde llego a ser Teniente Coronel, el que atendía y protegía mucha población civil, sobre todo, mujeres y niños.

Las ventajas que ofrecían a los guerreros en este territorio, no fueron ignoradas por el entonces Teniente Coronel Antonio Maceo Grajales, quien penetra en estos parajes en el mes de febrero de 1869. Maceo aprovecha además, los viejos palenques de negros cimarrones y los convertía en hospitales de sangre, en talleres, en viviendas o los incorporaba como soldados.

Maceo utilizaba las emboscadas como una táctica de experimentado guerrillero, sobre todo, en los caminos que se dirigían a la montaña, de cuyas acciones hoy se recuerdan, las resonantes victorias en La Candelaria, Palmarito, y Sabana de la Burra, dentro de otras que ocurrieron entre febrero y abril de 1869.

En la Guerra de los Diez años ocurrieron combates de renombre como el de Babatuaba, Bueycito, El Macío, La Angostura, Buey Arriba y La Bermeja donde se destacaron mambises de la talla de Céspedes, Mariano Torres Lora, Jesús Rabí, Francisco Vicente Aguilera, Calixto García y Antonio Maceo.

Es imprescindible destacar la presencia de los internacionalistas como fue el caso de Modesto e Ignacio Díaz Álvarez, Máximo Gómez, José Miguel Barreto, José Rogelio del Castillo, Nicolás y Félix Chala, Rafael y Emilio Ferrer, Salomé Hernández, Felipe Herrero, los hermanos Marcano, Juan Rius Rivera y Liborio Wong Seng.

Guerra Chiquita (1879–1880)

Entre el mes de septiembre de 1879 hasta agosto de 1880 se desarrolló la Guerra Chiquita en el territorio con su centro de operaciones en el suroeste del barrio de Bueycito y la participación de Jesús Rabí, Mariano Torres y Calixto García como figura principal. La acción, se desarrolló en El Macío el 2 de enero de 1880.

También hubo presencia internacionalista: Natalio Argenta, Félix Marcano y Francisco Moncayo.

Guerra Necesaria

La Guerra Necesaria empezó en Buey Arriba con el Levantamiento de El Mogote el 24 de febrero de 1895 y continuó por los combates de Paso del Buey, Peralejo y Paso del Caimito y Bueycito, donde participaron figuras como Joaquín Estrada Castillo, Amador Liens, Esteban Tamayo, Jesús Rabí, Antonio Maceo y los internacionalistas Félix Marcano, José Miró, Adolfo Peña, Hugo Ricci, Hipólito Aybar García y José Rogelio Castillo.

La guerra termina el 28 de abril de 1898 con la liberación de Bueycito.

La entrada de Andrea Rowan en 1898 marcó el inicio de la penetración norteamericana que llegó hasta la Neocolonia.

Muchos hechos se recogen sobre este periodo, siendo los más significativos los siguientes:

  • Incendio de Bueycito: En la noche del 25 al 26 de noviembre del año 1873 se produjo el ataque al cuartel del poblado de Bueycito donde participaron el brigadier Antonio Maceo, junto a su general Calixto García, además las personalidades de Quintín Banderas Betancourt, Guillermón Moncada, Florencio Salcedo, Mariano Lora Torres, Flor Crombet, entre otros. En la acción perdió la rótula izquierda el internacionalista colombiano y Jefe del Estado Mayor de Calixto García, Felipe Herrero; luego de tomar el cuartel le prendieron fuego, solo se pudieron salvar 20 casas del voraz incendio, sufriendo además los españoles 15 bajas, de ellas 5 muertos y 10 heridos.
  • El Macío: Mariano Torres con su tropa combatió a una fuerte columna compuesta por españoles y contraguerrilleros, en los montes de El Macío, el día 2 de enero de 1880.
  • Babatuaba: Calixto García Iñiguez el día 21 de junio de 1880 se encontraba a la orilla del río Mabay e instaló su campamento en las proximidades del arroyo Babatuaba y se mantuvo en el área pese a la persecución española hasta su capitulación el 3 de agosto de 1880.
  • Levantamiento de El Mogote: El 24 de febrero de 1895, fue liderado este alzamiento por el teniente coronel Joaquín Estrada Castillo quien tenía una fuerza de 98 hombres.
  • Ataque a Bueycito: El día 26 de febrero de 1895 entró a Bueycito de una partida de mambises capitaneados por Esteban Tamayo Tamayo.
  • Combate de Solís: Los mambises dirigidos por el brigadier Jesús Rabí emboscaron al general español Gorrich en Solís el 18 de marzo de 1895 lo que paralizó por completo la columna española que no pudo entrar a Mogote. Los mambises reportaron varios heridos y cinco muertos: Manuel Pacheco Blanco, los soldados Manuel Ugarte, José Rodríguez, Reymundo “Mundo” Pérez y otros no identificados.
  • Combate de Valenzuela: El Comandante Amador Liens Cabrera, sostuvo este combate el día 17 de abril de 1895, contra una columna española bajo el mando del coronel Michelena. En este combate, las tropas de Amador, sufren una pérdida la del Teniente Cirilo Domínguez quien murió sobre el campo de la acción.
  • Combate de Peralejo: Fue dirigido por el mayor general Antonio Maceo contra el capitán general Arsenio Martínez Campos y el brigadier Fidel Alonso de Santocildes, quien murió en la acción, el 13 de julio de 1895. Los mambises salieron victoriosos pese a la escasez de balas y la sorpresa que le produjeron los españoles al atacarlos por la impedimenta.
  • Batalla de Tuabeque: Comenzó en el lugar conocido por Sofía el día 16 de diciembre de 1896 cuando las fuerzas del general español Bosch en marcha hacia Bayamo fueron atacadas por los hombres bajo el mando de Mayor General Calixto García, lo que los obligó a abandonar el Camino Real y tomar dirección a Bueycito, vadeando al río Buey, zigzagueando se enfrentaron a varias tropas mambisas en Altos de Barranca, de donde no pudieron continuar. En la madrugada del 17, la batalla de las 3 armas, se generalizó en Barranca, Magueyes, Caonao, Babatuaba, Ciénagas del Buey y Tuabeque, donde participó el propio general García, quien previendo una retirada estratégica del enemigo ordenó emboscarse en el camino de Bueycito, pero su orden no fue cumplida a tiempo y Bosch burló el cerco en la mañana del 18 de diciembre con cerca de 400 bajas.

Período de la República Neocolonial (1902–1958)

La República Neocolonial empezó el 20 de mayo de 1902 y se distinguió por la ocupación de las tierras de Valenzuela y de La Candelaria, de las minas de manganeso y por el desarrollo de la caficultura, de las luchas del Partido Comunista, de los sindicatos y del Movimiento 26 de Julio , que trajo la presencia del Ejército Rebelde desde mayo de 1957 hasta el triunfo del 1 de enero de 1959.

El territorio en 1899, continuaba siendo un barrio dentro de la jurisdicción de Bayamo, dirigido a partir de entonces por un alcalde elegido como resultado de la lucha de diferentes partidos, el liberal y el Conservador, que desde sus incipientes formas de manifestarse, lograron hacerse fuertes en el territorio político, aunque los 2 constituían un modo de enseñarse la demagogia, la explotación, el entreguismo y todas las secuelas que engendró el capitalismo, como el amo y señor de Cuba en las nuevas condiciones históricas.

Para la aplicación de lo jurídico, para garantizar el cumplimiento de las leyes comienzan a crearse los juzgados, por Ley del Registro Civil aprobada el 1 de enero de 1885, en los términos de barrio y el día 4 de julio de 1899, se instituyó el del barrio de Bueycito, contando además con otros funcionarios, el ejército de la dictadura (Guardia Rural), las cárceles, entre otras, para la represión.

El primer juez de término de barrio fue Florencio Terga Reyna y alternó con Estaban Tamayo – Saco hasta 1923 que entró Juan Luis Vega Ramírez Escalona. El primer secretario fue Estaban Roa León y le sucedieron Joaquín Pacheco, Miguel Acuña Nápoles, Blas Alcina, Juan Luis Vega Tamayo Céspedes, hasta que en 1923 entró Santos Rodríguez Guerra.

El cargo de alcalde como hombre providencial que haría mover este engranaje, fue muy inestable al iniciarse la Neocolonia y el primero, tal vez designado por la falta de una democracia burguesa en medio de aquella incertidumbre, lo fue, Joaquín Silva Estrada y le suceden en el puesto, Manuel Montero Arias, Blas Alcina Mestre, Luis Leal Figueredo, Enrique Fallé Sánchez, hasta que en 1923 entró Juan Luis Vega Ramírez Escalona. Esta nueva estructura mantenía como autoridad en los poblados o caseríos al llamado concejal, el que con características similares a los superiores.

La república castrada trae la penetración yanqui, y en días de la Primera Guerra Mundial comienzan a sacar manganeso, para lo cual construyen en El Relave una planta de lavado, unida por estrecha línea férrea al poblado bayamés de Julia. Allí se levanta la comunidad de Minas de Bueycito, Minas de Buey Arriba o Buey Arriba, hoy la capital del municipio.

La entrada de las Minas de Bueycito en la palestra de la historia como cabecera de barrio, empezó con la instalación en la parte alta del Buey, actualmente conocida por Buey Arriba, de algunos cantinuchos y bodegas que reemplazaban el comercio de quien fuera su fundador, Alejandro Rosales. Junto con ellos se construyó una tienda de ropa en la que se vendían también zapatos, cristales y perfumes, una zapatería, dos herrerías, varias carnicerías, un cine rústico, varias fondas, un taller artesanal de aparejos para los mulos, un centro de acopio y beneficio de café y cacao, lo que propició la penetración de pobladores de las zonas de Vueltarriba hacia las montañas de Minas de Bueycito.

Décadas del 30 al 50

Mario Fontaine y Gerardo Veloz crean, en 1930, la primera célula comunista de la zona. Para el año 1931 este territorio había alcanzado una población de 7217 habitantes, lo que representaba un doble del crecimiento en comparación con el año 1919, donde solo se alcanzaba la cifra de 3462 habitantes. Las causas de ese notable crecimiento poblacional estaban dadas por las migraciones en busca de trabajo al iniciarse la explotación minera, aparejado a la Primera Guerra Mundial y al desarrollo de la caficultura a partir de 1923, con la entrada de la firma comercial Garcés y Puentes.

Para los inicios de la década del 40, el destacado luchador Rogelio Recio Ramírez, militante del Partido Comunista y fundador del Soviet de Mabay, se instaló en este territorio, como medida de seguridad ante la cruel represión del régimen contra ellos. El Partido de la zona que conocía de la fecunda labor del líder, logró ubicarlo como carpintero en las minas de extracción de manganeso y le dio como tarea agrupar a los trabajadores en sindicatos para la lucha por sus derechos y libertades democráticas.

La destacada labor del líder concluyó con el éxito y en 1944 Rogelio Recio fundó el Primer Sindicato de Trabajadores de la Minería en Buey Arriba. Ellos llegaron a tener su ejecutivo, su local de trabajo, hacían reuniones, mítines, acordaban paros laborales, entre otras actividades, y en esa misma década fundó otro núcleo sindical con los trabajadores en la mina de la Cristina, del que responsabilizó como líder a Conrado Enrique.

El trabajo de Recio se diversificó y en el mismo año 1944 fundó el Primer Sindicato de Recogedores de Café, el que unido al de los mineros, a la Asociación de Arrieros que lideraba Ramoncito Uriarte Ruíz, a la Federación Democrática de Mujeres Cubanas; liderados por el Partido, demostraban un nivel superior en la lucha contra los explotadores.

Otro paso de indiscutible avance en la lucha en estos mismos años fue la Constitución de la Sociedad Cosmopolita Martí y Maceo por el Partido Socialista la que agrupaba a hombres y mujeres sin distinción de razas, creencias religiosas, estrato u origen social. Esta era una Sociedad de recreo pero en 1955, con la entrada de hombres simpatizantes de La Revolución, se radicalizó y de ella se desprendió un ala izquierda que devino en el Movimiento 26 de Julio en Buey Arriba.

El liderazgo de Lalo Veloz Chávez permitió la creación de dos escuelas primarias y el surgimiento del cine en los años 50, además del desarrollo de fiestas tradicionales, actividades deportivas y culturales. Es de resaltar la fuerza que tuvo la comunidad intramontañosa de California, que llegó a competir en desarrollo con la cabecera del municipio.

Los comunistas dirigen huelgas de cosecheros de café en 1933 y 1937, y en 1942 queda constituida en el lugar la Asociación Nacional de Caficultores de Cuba, con 64 cubanos, 20 españoles, dos jamaicanos e igual cifra de haitianos.

Guerra de Liberación Nacional

El barrio de Minas de Bueycito, perteneciente al municipio de Bayamo, fue una zona de una decisiva importancia estratégica durante la Guerra de Liberación Nacional. En esta zona no sólo comenzó a operar de manera independiente la Columna No.4, bajo el mando del comandante Ernesto Che Guevara, con los aguerridos capitanes Ciro Redondo García, Eduardo Sardiñas Labrada y Camilo Cienfuegos, sino que se fomentaron varios grupos guerrilleros bajo el mando de los capitanes Universo Sánchez Álvarez y Francisco Tamayo Tamayo, los tenientes Arístides Guerra Pérez, Armando Botello Zambrano, René Serrano (Niní); Alcibíades Bermúdez Morales y Noel Navarro.

Combates desarrollados

Alto de Conrado, donde se fundó Radio Rebelde, el 24 de febrero de 1958
  • Combate de Bueycito: Fue dirigido por el comandante Ernesto Che Guevara contra el cuartel de la guardia rural, en la madrugada del 1 de agosto de 1957. La acción fue un éxito, se tomó el enclave y se le prendió fuego, los rebeldes tuvieron 1 baja y se retiraron para la Sierra Maestra.
  • Combate El Hombrito: Fue dirigido por el Comandante Ernesto Che Guevara contra la columna de Merob Sosa García, en la mañana del 29 de agosto de 1958. La acción fue un éxito, se detuvo la columna pero los rebeldes tuvieron 1 baja.
  • Combate de Alto de Conrado: Fue dirigido por el Comandante Ernesto Che Guevara contra la columna de Ángel Sánchez Mosquera en la mañana del 8 de diciembre de 1957. La acción fue un éxito, se detuvo la columna; pero el Che y otros rebeldes fueron heridos. Aquí combatieron por vez primera y única en Buey Arriba, Che y Camilo.
  • Combate de Alto de El Cojo: Fue dirigido por el capitán Camilo Cienfuegos Gorriarán contra la columna de Ángel Sánchez Mosquera en la mañana del 28 de noviembre de 1957. La acción fue un éxito, se detuvo la columna.
  • Combate de Severiana – Santa Rosa: Fue dirigido por fuerzas del Comandante Ernesto Che Guevara contra la columna de Ángel Sánchez Mosquera, en la mañana del 17 de abril de 1958. La acción fue un éxito porque los rebeldes lograron llevarse el ganado de la finca Severiana; pero perdieron 1 hombre y el Che fue casi capturado en el Alto de Santa Rosa.
  • Combate de El Macío: Fue dirigido por el capitán Guillermo García Frías contra la columna de Ángel Sánchez Mosquera en la mañana del 29 de mayo de 1958. La acción fue un éxito porque se detuvo la columna y Mosquera se retiró con varias bajas.
  • Combate de Montero: Fue dirigido por el teniente René Serrano González (Niní) contra parte de la columna de Ángel Sánchez Mosquera en la mañana del 19 de marzo de 1958. En la acción cayó un combatiente rebelde, fue asesinado un colaborador, muerto varios mulos y quemado el barrio.
  • Combate de Ramírez: Fue dirigido por el teniente Misael Machado Roblejo contra parte de las fuerzas de Ángel Sánchez Mosquera, en la mañana del 2 de junio de 1958. En la acción cayó este combatiente.
  • Combate de El Chopal: Fue dirigido por el teniente Luis Antonio contra parte de las fuerzas de Ángel Sánchez Mosquera, en la mañana del 2 de abril de 1958. En la acción fueron derrotados los casquitos, quienes en represalia quemaron el día 6 el poblado de Maguaro.
  • Combate de Altos de Domínguez: Fue dirigido por el teniente Juan Vitalio Acuña Núñez (Vilo) contra parte de las fuerzas de Ángel Sánchez Mosquera, en la mañana del 28 de mayo de 1958. Los guardias tuvieron que salir huyendo ante el avance rebelde.

Desde el alto de Conrado el comandante Ernesto Che Guevara puso en el aire a Radio Rebelde el 24 de febrero de 1958, emisora que el 1 de mayo de ese año fue traslada a la Comandancia General de La Plata.

Monumento a los campesinos en Corojito, asesinados en enero de 1958

Más de 500 campesinos fueron asesinados por las tropas de la tiranía batistiana en la zona de Buey Arriba, a manos del sanguinario teniente coronel Ángel Sánchez Mosquera. Muchos sitios señalan la comisión de horrendo crímenes como el de San Pablo de Yao, donde se aplicó la prueba de la parafina a más de cien campesinos, en enero de 1958. Los 22 campesinos y comerciantes que dieron positivo, es decir, que habían en su vida disparado con armas de fuego, fueron asesinados y sus cadáveres tirados en Corojito.

Revolución en el poder

Ubicación de Buey Arriba

El paso de Fidel Castro en noviembre de 1958 inició la aplicación del programa del Moncada en Buey Arriba y que a partir de 1959 se proyectó hacia la construcción de escuelas primarias, secundarias, técnicas y sedes universitarias y al desarrollo de la caficultura, la medicina, la hidroenergía y el deporte.

Entrada de Buey Arriba

Con la Revolución se perfeccionó el trabajo privado que había iniciado Lalo Veloz Chávez pasando a ser públicas todas las actividades, lideradas primeramente por las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) después por el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) y finalmente por el Partido Comunista de Cuba (PCC) de 1965. Es a partir del 24 de febrero de 1976 que se aprueba una nueva Constitución y surge el sistema de los Poderes Populares. Actualmente el municipio está dividido en 11 Consejos Populares: Bueycito, Piñuela, Nuevo Yao, San Pablo de Yao, Amador Liens Cabrera, El Relave, San Antonio, Maguaro, Vega Grande, Caña Brava y La Estrella.

Tribuna Abierta

Fidel castro en la Tribuna Abierta de Buey Arriba, el 30 de marzo del 2002
Fidel Castro conversa con los pobladores de Buey Arriba, 30 de marzo del 2002

En la mañana del 30 de marzo del 2002 se ultimaron los detalles de la primera Tribuna Abierta de la Revolución efectuada en el municipio. Se ornamentaron lugares, se pavimentaron calles, se reconstruyeron casas, se preparó el estadio de béisbol, incluso se montó la tribuna. Fue entonces que el día 14 de marzo del 2002 el compañero Rolando Alfonso Borges jefe del departamento ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba explica al buró municipal del Partido Comunista de Cuba en el municipio que por la situación internacional existente en esa fecha la tribuna se debería de aplazar para el día 30 de marzo del 2002, por la razón que se haría una tribuna gigante en Manzanillo donde participarían 3000 compatriotas de Buey Arriba. Esta noticia lejos de amilanar al pueblo lo comprometió mucho más, había más tiempo y esa tribuna, ya era un compromiso, tenía que ser histórica.

La parte cultural fue una selección exquisita, la oratoria, los números culturales, la parte artística, todos fueron aprobados por el Buró del Partido Municipal y Provincial y fueron supervisados por especialistas de la provincia.

A las 8 de la mañana en Buey Arriba se da inicio a la tribuna abierta de la Revolución con la participación del comandante en jefe Fidel Castro Ruz, miembros del Comité Central del Partido, la Administración Central del Estado y la presencia del pueblo estimada en 15000 compatriotas fue de más de 25000.

Para nadie es un secreto que la presencia de Fidel en un lugar infringe respeto, admiración y sobre todo tener cerca el mayor caudal humano de conocimiento que haya conocido la contemporaneidad, para todos lo boyarribenses era algo indescriptible. Sobre su discurso es importante decir que expertos en la materia aseguran que fue una magistral clase de historia de la localidad.

Desarrollo económico

Buey Arriba es un municipio agrícola. El cultivo fundamental es el café. Anualmente se recogen unas 200 mil latas de café por año, ubicándolo como uno de los municipios mayores productores del grano en la provincia de Granma, junto a los territorios de Guisa y Bartolomé Masó.

El café se produce para el consumo nacional y la exportación en rangos significativos de calidad y productividad. La empresa cafetalera tiene plantadas 319 caballerías de cafetos muchas de las cuales forman parte de unidades estatales de producción cooperativas y fincas de campesinos independientes, en las que se aplican de manera rigurosa las medidas aerotécnicas necesarias y se mantienen libres de malas hierbas.

También se cultiva cacao, otros productos agrícolas de consumo local y frutas como el mango usados para la producción de conservas.

La artesanía ocupa un lugar no menos importante, no tanto en el orden económico sino el orden cultural sobre todo la producción de muebles y adornos a base de naturaleza inerte (seca), bejucos y yagüas.

Otro renglón importante es la producción de tabaco, viandas y frutos menores, fundamentalmente en los llanos de Valenzuela y Bueycito, la pesca en el embalse localizado en esta localidad así como la ganadería en menor escala.

Sitios históricos más significativos

El cuartel de Bueycito fue convertido por la Revolución en un museo
  • Cuartel de Bueycito: En este lugar funcionó un cuartel de los españoles que fue atacado por las tropas de Calixto García y Antonio Maceo en la noche del 25 al 26 de noviembre de 1873. También fue atacado este punto el 25 de febrero de 1895 por las tropas del Coronel Esteban Tamayo Tamayo. Actualmente esta instalación funciona como el Museo de Bueycito.
  • Cementerio de Corojito: Sitio de masacre de la tiranía batistiana en 1958, donde el sanguinario Ángel Sánchez Mosquera enviaba a los detenidos que después de ser torturados los depositaban en un barranco de este lugar y en ocasiones los semienterraban, siendo luego sacados por perros que arrastraban los huesos hasta las casas.
  • Mangos del Guajén: Lugar donde se produce la entrevista entre Antonio Maceo Grajales y Bartolomé Masó, Presidente de la República en Armas, el 12 de julio de 1895.
  • Cueva de Lidia Doce Sánchez: Lugar en las alturas de San Pablo de Yao, donde existe una cueva con una capacidad promedio de 5 metros cuadrados que fue escogida por la mensajera Lidia Esther Doce Sánchez para ubicar un campamento de tránsito a partir de septiembre de 1957.
La Anacahuita punto de reunión del comandante Che con los pobladores de Buey Arriba

Curiosidades históricas

  • El mulo que se encuentra en exhibición en el Museo Municipal, dentro de una urna y bajo un estado de taxidermia total se llamó Pajarito, fue cuidado por Manano Núñez en La Otilia, como un regalo del dueño, el Comandante Camilo Cienfuegos durante su paso por La Angostura rumbo a Las Villas.
  • Che y Camilo combatieron una sola vez juntos en Buey Arriba, el 8 de diciembre de 1957 en Altos de Conrado.

Fuentes

  • Ledesme Garcés Rosales, museólogo y promotor cultural. Labora como especialista en el Museo Municipal de Buey Arriba. Integra el equipo que redacta Síntesis histórica municipal de Buey Arriba.
  • Ernesto Che Guevara: Diario de un combatiente. De la Sierra Maestra a Santa Clara 1956-1958, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2011.
  • Ernesto Che Guevara: Pasajes de la guerra revolucionaria, Editora Política, La Habana, 2006.
  • Andrés Castillo Bernal: Cuando esta guerra se acabe. De las montañas al llano, de Ciencias Sociales, La Habana, 2000.
  • Bartolomé de Las Casas: Historia de Las Indias, Fondo de Cultura Económica, México, 1992, 2t.
  • Hortensia Pichardo: Facetas de nuestra historia, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1989.
  • Ramiro Guerra: Guerra de los diez años. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1986, 2t.
  • Fidel Castro: Fidel Castro en Radio Rebelde, Editorial Gente Nueva, La Habana, 1979.
  • Fidel Castro: De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba. La contraofensiva estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2010.
  • Carlos Manuel de Céspedes: Escritos. (comp. de Fernando Portuondo y Hortensia Pichardo). Editorial de ciencias sociales, La Habana. 1982, 3t.
  • Máximo Gómez: Diario de Campaña. Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968.
  • Juan Casasús: Calixto García. El estratega, La Habana, 1962.
  • Eusebio Leal Spenguer: Carlos Manuel de Céspedes. El diario perdido. Publicimex, S.A., Ciudad de La Habana, 1992.
  • Aníbal Escalante Beatón: Calixto García, su campaña del 95, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
  • Cuba. Informe sobre el Censo de Cuba 1899. Washington, 1900.
  • Roberto Pérez Rivero: La guerra de liberación nacional. Formación y desarrollo el Ejército Rebelde, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2006.
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  • William Gálvez Rodríguez: Camilo, Señor de la vanguardia, Editorial Ciencias Sociales, La Habana 1979.
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  • Carlos Raúl Carvajal. Nuestro comandante Che Guevara Catálogos Editora, Buenos Aire, Argentina, 1999.
  • Ludín Fonseca García: Fidel Castro Ruz: Itinerarios por la provincia Granma, Ediciones Bayamo, 2006.
  • República de Cuba: Censo de población y vivienda de 1981, Instituto Nacional de la Vivienda, Provincia Granma, 1981, v. 12.
  • Colectivo de autores: Catalogo sitios arqueológicos aborígenes de Granma, Ediciones Bayamo, 2004.
  • José Miró Argenter: Crónicas de la guerra, Editorial Letras Cubana, Ciudad de La Habana, 1981.