Historia del municipio Sancti Spíritus (provincia Sancti Spíritus)


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Historia del municipio Sancti Spíritus (provincia Sancti Spíritus)
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Cronología
Etapa aborigen
Corrientes migratorias
Comunidades Paleolíticas (Recolectores–cazadores)
Comunidades Mesolíticas (Recolectores–cazadores–pescadores)
Comunidades neolíticas incipientes (Recolectores–cazadores–pescadores)
Comunidades neolíticas (Agricultores ceramistas)
Etapa colonial (1492–1898)
Etapa de la Guerra de los Diez Años
Período de la Tregua Fecunda
Guerra Necesaria en Sancti Spíritus
Ocupación norteamericana
República Neocolonial (1902–1958)
Dictadura de Machado
Período postmachado
Otros gobiernos constitucionales
Dictadura batistiana
Revolución en el poder
Movimiento contrarrevolucionario y lucha contra sus bandas
Nueva división político–administrativa
Desarrollo político, económico y sociocultural
Defensa revolucionaria ciudadana

Historia del municipio Sancti Spíritus (provincia Sancti Spíritus). Los antecedentes de este territorio prueban que estuvo poblada por grupos aborígenes. Fundada en el año 1514 sobre la ribera occidental del Río Tuinucú, en el territorio indígena de Magón, vocablo aborigen que significa “país que no tiene fin” y luego trasladada hacia las márgenes del Río Yayabo.

Los hijos del Yayabo estuvieron presentes en diferentes movimientos independentistas y varios espirituanos contribuyeron decisivamente a la lucha por la unidad revolucionaria que encabezara el Apóstol José Martí, llegando a estar entre sus colaboradores cercanos, Serafín Sánchez Valdivia.

Durante la república mediatizada, los espirituanos mantuvieron su espíritu rebelde, batallando por demandas económicas y políticas, que alcanzaron mayor organización con la creación a finales de 1930 de la primera célula del Partido Comunista de Cuba. La lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958) contó con fuertes grupos del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, que organizaron guerrillas en las montañas del Escambray, donde concluyó la guerra de liberación el comandante Ernesto Guevara.

El 23 de diciembre de 1958, las calles de la añeja villa sintieron el paso libertario de los rebeldes, que como parte de la ofensiva villareña la ocupaban para contribuir a la victoria definitiva.

Sancti Spíritus tiene su área más antigua declarada Monumento Nacional desde 1978, reconocimiento a su riqueza patrimonial tanto tangible como intangible, además, a la maravillosa historia que se resume en las siguientes páginas.

Etapa aborigen

El territorio que actualmente ocupa la provincia de Sancti Spíritus comenzó a ser habitada por seres humanos unos 8000 años antes de la llegada de los primeros conquistadores españoles en 1514. En aquella época, hasta que se produce la conquista y colonización europea se establecen en el territorio espirituano comunidades con características étnicas y niveles de desarrollo económico diversos.

Corrientes migratorias

La llegada de los primeros hombres al territorio espirituano ocurrió en diversas corrientes migratorias.

La primera se produce hace unos 8000 años, cuando grupos de cazadores, con tradiciones paleolíticas, procedentes de América del Norte, se desplazaron a través de las islas que componen el archipiélago de las Bahamas y penetraron, a partir de la costa norte de las actuales provincias de Matanzas y Villa Clara, en estos territorios, logrando dispersarse algunos de estos grupos en la zona de la actual provincia Sancti Spíritus.

Una segunda corriente llegó hace unos 4500 años. Procedentes del continente suramericano (Venezuela, Nicaragua y Honduras), esta corriente estaba formada por grandes grupos cuyo estadío se correspondía con el mesolítico temprano. Se establecen temporalmente en algunas áreas de la costa sur espirituana, otras se internan tierra adentro a través de los ríos que desembocan en dicha costa, mientras que algunos establecen sus asentamientos en determinados puntos de la costa norte y la cayería del actual Yaguajay.

La tercera migración se origina a partir del 500 a.n.e. con dos tipos de comunidades diferentes: una de ellas con características de la etapa mesolítica (tardía) con presencia de tradiciones neolíticas incipientes.

Estas comunidades proceden de Norte América (península de la Florida y Valle del Mississippi). Luego de su arribo a la costa norte de Matanzas, se expanden al oriente y occidente de la isla de Cuba. En la provincia de Sancti Spíritus, penetran por la costa sur hasta zonas mediterráneas, mientras que otros logran ubicarse hacia la porción norte del territorio.

Las restantes están constituidas por comunidades neolíticas (en Cuba también se denominan agricultores–ceramistas), del tronco étnico arahuaco que, procedentes de la isla La Española, se asentaron en la región oriental de la isla y desde allí llegaron por la costa sur hasta el territorio espirituano estableciéndose, unas próximas al litoral, mientras que otras lo hacen en zonas mediterráneas[1].

Comunidades Paleolíticas (Recolectores–cazadores)

Las primeras comunidades existentes en el archipiélago cubano poseían, según las herramientas de piedras encontradas en investigaciones arqueológicas y su patrón habitacional, una economía de apropiación, un desarrollo socioeconómico de cazadores–recolectores y una división natural del trabajo por sexo y edad[2]. Emplearon piezas de piedra tallada de grandes dimensiones, como láminas puntiagudas para ser usadas en lanzas y otros artefactos cortantes, tales como cuchillos; que pudieran emplearse no sólo para la caza de pequeños roedores, reptiles, aves, entre otros; sino para la caza de animales de cierta corpulencia, como la foca tropical (Manachus tropicalus), ya extinta y el manatí (Trichechus manatus). También recolectaban moluscos terrestres y marinos, capturaban crustáceos y reptiles, practicaron la pesca y la caza de aves y jutías.

En el municipio de Sancti Spíritus, se han reportado sitios de habitación correspondientes a los períodos más tempranos de su ocupación. Entre ellos El Garrote (Banao), en sus primeros momentos de ocupación del sitio y un grupo importante de estaciones arqueológicas localizadas en la cuenca de inundación de la presa Zaza, en las riberas de los ríos Zaza, Tuinucú, Yayabo y sus afluentes[3], como Yayabo, Sitio Gilberto Área 1, entre otros.

Comunidades Mesolíticas (Recolectores–cazadores–pescadores)

Como pueblos que vivían de la caza y la recolección de productos terrestres y marinos, y de la pesca; estas comunidades tenían que moverse en un medio dado por las consecuencias estacionales, en las que las especies tengan ciclos de vida más abundantes y otros en las que son más escasas dentro de la misma zona.

Los ecosistemas explotados fueron muy variados, así están las cuevas, sitios mediterráneos con fuerte énfasis en la zona de manglar como la Toma de Agua I; mediterráneos hacia la zona de la llanura central con una explotación intensiva de los ecosistemas de tierra adentro y una dependencia menos marcada de los recursos de la zona de manglares y costeras, como La Luisa, y aquellos que explotaban los ecosistemas de montaña, como El Garrote, en la zona de Banao.

Es de suponer que las especies obtenidas mediante la caza, pesca y recolección variaran según los ecosistemas en los que desarrollaron sus actividades subsitenciales, observándose acumulaciones significativas de conchas de moluscos marinos bivalvos y univalvos conjuntamente con abundantes huesos de jutías, algo menores de aves, de tortugas, de peces y reptiles en áreas de habitación costeras.

La elaboración y uso de los recursos maderables variados fue uno de los procesos de trabajo más comúnmente desarrollados por estos grupos aborígenes, lo que se infiere a partir de los resultados de investigación de las herramientas de piedra tallada. De esta forma, construyeron canoas para el transporte fluvial y marítimo, levantaron viviendas, fabricaron un sinnúmero de utensilios, recolectaron frutos, semillas, raíces, tubérculos, huevos de aves, de quelonios, moluscos, etcétera.

La recolección de materiales y materias primas para la confección de medios de producción y objetos propios de los procesos de trabajo vinculados con la superestructura abarcó, a su vez, materiales silíceos, rocas tenaces, conchas de moluscos; así como ramas y troncos para el mantenimiento del fuego.

La presencia de instrumentos y artefactos de piedra y concha, en cantidades significativas en sitios mesolíticos tardíos, en zonas bióticas de la llanura central, conjuntamente con la presencia de elementos transculturales neolíticos, hace suponer que ya para esta etapa; grupos mesolíticos conocían determinados cultígenos y debían practicar la agricultura como actividad subsistencial; con el conjunto herramental propio, que se desarrolla independientemente a la observada para los apuros neolíticos cubanos[4].

Estas comunidades humanas poseían gran movilidad y flexibilidad en sus movimientos cíclicos estacionales, en los cuales, dadas las circunstancias, podían constituirse en grupos de propósito concreto para la caza, la pesca o determinadas actividades recolectoras; o grupos forrajeros integrados por distintas familias, en determinadas situaciones y épocas del año y bajo el influjo de condiciones especiales se produce, incluso la separación de familias aisladas. Estas relaciones gentilicias, establecidas a partir del derecho materno y de la división del trabajo por sexos y edades; son atribuibles, en sentido general, a las comunidades mesolíticas de Cuba.

Los mesolíticos tempranos sepultaban a los muertos tanto en los sitios de habitación como en recintos dedicados a tales fines: abrigos rocosos y cuevas. Practicaban los entierros primarios y secundarios.

Las principales ofrendas que acompañaban a los muertos consistían en restos de alimentos, algunos objetos de concha y bolas líticas. Las primeras referencias de estas manifestaciones datan de 1888 (Cueva de la Boca del Purial, en el Pico Tuerto del Naranjal).

Las manifestaciones de sus concepciones mágico-religiosas quedaron plasmadas en sus expresiones del arte rupestre, cuestión que queda evidenciada con mayor profundidad en el abrigo rocoso de El Garrote.

Comunidades neolíticas incipientes (Recolectores–cazadores–pescadores)

Se caracterizan por tener conocimientos rudimentarios relacionados con la elaboración de vasijas de cerámica y por la incorporación de ciertos cultivos de manera incipiente, como complemento de las actividades apropiadoras.

La presencia de esos individuos en Sancti Spíritus fue descubierta en Banao; pero las evidencias encontradas, que sugieren ubicarlas en este período, se limitan a fragmentos de cerámica simple, sin burén y elementos de una industria microlítica con perforadores y puntas preparadas para enmangar[5].

Entre las actividades económicas subsistenciales fundamentales figuraron la caza, la pesca, la recolección y la agricultura de manera incipiente.

La ubicación espacial de estos grupos protoagricultores en el entorno de los ríos, permite suponer, ciclos económicos más extensos y dinámicos, lo cual debió incidir en el papel de los grupos forrajeros, organizados en familias interclánicas, capaces de garantizar la reproducción generacional.

La uniformidad de las pequeñas dimensiones de la cerámica y su carácter utilitario, así como el análisis de los ajuares de silex se corresponden con grupos más reducidos. Debía existir una división del trabajo por sexos y edades, tanto en las actividades de elaboración de materias primas como en las actividades apropiadoras.

A medida que el trabajo en la agricultura se fue consolidando, dicha actividad quedaría a cargo de las mujeres, mientras que los hombres proseguirían encargados de las actividades apropiadoras.

Estas colectividades se encontraban en una fase de neolitización, al elaborarse ya artefactos de piedra pulida, lo que introdujo nuevas técnicas en la producción y manufacturas, tanto en sus útiles de trabajo como de otros componentes del ajuar.

Para elaborar la cerámica se basaron en el modelado mediante el acordonamiento o "acordelado", predominando las vasijas globulares o en forma de "boles" desprovistas en su mayoría de asas o decoraciones, salvo algunas excepciones, donde se presenta la decoración incisa de líneas. Hay una tendencia a la producción de vasijas de mediana a pequeñas dimensiones. Dicha cerámica cumplía un fin más bien utilitario o doméstico[6].

No resulta posible establecer una diferenciación entre las manifestaciones mágico-religiosas de estas comunidades con tradiciones neolíticas incipientes y la de la etapa mesolítica, debido muchas veces a la convergencia ―y de manera reiterada― de útiles de ambas culturas

Comunidades neolíticas (Agricultores ceramistas)

Estas comunidades poseían gran homogeneidad cultural y lingüística. Provienen del tronco aruaco, oriundo de América del Sur, en las proximidades del río Orinoco (Venezuela).

En estos grupos se producen dos tipos de asentamientos: los costeros y los mediterráneos. Sin embargo, las actividades económicas subsistenciales no muestran diferencias notables en cuanto a la explotación del ecosistema de manglar.

A pesar de que el cultivo de la yuca amarga para la producción de cazabe, constituía la actividad fundamental, la pesca marina y fluvial ocuparon un lugar relevante como proveedora de alimentos.

En estas actividades es destacable el empleo de redes y corrales. Estos últimos generalmente en zonas del litoral.

La actividad de recolección se centró en la recogida de moluscos, huevos, crustáceos y tortugas. Esta se complementaba con la obtención de frutos y tubérculos.

Surge y se desarrolla la industria de la piedra tallada en volúmenes pulidos. La misma consistía en lasquear las preformas mediante la talla, aplicándoles un picoteo por medio de la percusión para lograr superficies regulares, las que finalmente podían recibir pulimentación.

Aparecen y se desarrollan de manera óptima actividades nuevas muy productivas como la tumba o desbroce de monte, necesario para el trabajo agrícola.

Entre los útiles de trabajo de estos grupos están las hachas petaloides, majadores, morteros, manos de morteros, buriles, pulidores, desbastadores, sumergidores de redes, etc.

Objetos elaborados en concha y de uso corporal mágico religiosos, junto a otros elementos del ajuar conforman esta otra industria no menos importante.

La alfarería, dirigida fundamentalmente a la obtención de vasijas de cerámica de diversas formas y tamaños, además del burén, muestra el destacable papel que jugó junto al resto de las industrias.

La sedentarización de estas comunidades está encaminada a un sistema de explotación intensiva del propio territorio sobre el cual desarrolla sus actividades.

En cada uno de estos poblados debieron existir relaciones de prescripción matrimonial y prohibiciones erogámicas entre los clanes representados en cada localidad. Según los Cronistas de Indias, entre los grupos agricultores, existían relaciones de filiación matrilineal, pero la residencia era patrilocal.

Practicaban el culto de trascendencia gentilicia. En los enterramientos se colocaban ofrendas funerarias. Ello demuestra la creencia de la continuidad de la vida después de la muerte. Los entierros se realizaban en cuevas o cerca de los asentamientos.

Los behiques actuaban como curanderos de las enfermedades, además en la elaboración de ídolos.

El culto a la fertilidad se evidencia por la presencia de artefactos superestructurales y se pintaban el cuerpo con colorantes minerales de color rojo y amarillo.

Entre los asentamientos más relevantes de esta cultura están Tayabacoa, Tenedores, Guayabalito, Ribero, entre otros.

Etapa colonial (1492–1898)

Los arqueólogos espirituanos, trabajando arduamente, han determinado el lugar exacto donde los españoles establecieron en la primavera de 1514, a Sancti Spíritus, la cuarta villa de la Isla de Cuba, ubicada entre los ríos Yayabo y Tuinicú (a igual distancia de ambos)[7].

Traslado de la villa: a los pobladores europeos de Sancti Spíritus no les satisfizo, el lugar de su primer emplazamiento ya porque aquél no fuese sino zona minera, ya por sentirse atraídos por tierras más fértiles cruzadas por un caudaloso río, el Yayabo. Hacia allí se mudaron alrededor del año 1522; cambiaron la ubicación, pero se mantuvieron en el centro de la Isla, sólo a pocos kilómetros hacia el oeste del primer asentamiento.

Los primeros tres siglos: recursos modestos eran obtenidos por la crianza de ganado cuyos productos eran muy demandados, entonces no era posible lograr otro rubro exportable y la población había mermado de tal forma, que al realizar el obispo Sarmiento la visita pastoral en 1544, solo encontró 18 vecinos casados, algunos servidores y esclavos. Favorable era la existencia de magníficas tierras de pastos naturales adquiridas por las clases dominantes con gestiones ante el gobierno local. La primera merced conocida otorgada por un cabildo, fue de factura espirituana, ejecutada en 1536, intensificó la colonización de tierras en la región central del país y favoreció el establecimiento de un emporio ganadero que duró varios siglos.

Era de gran peso el contrabando que ofrecían los extranjeros, llegados a las costas espirituanas, pero también se mantenía el comercio legal con el occidente delineándose el carácter de Sancti Spíritus como abastecedor de ganado y carnes saladas a la capital. Además, seguía jugando un buen papel el comercio intercolonial que Sancti Spíritus realizaba con Portobelo, Cartagena, Jamaica y otras zonas americanas que fue permitido localmente hasta 1765.

Ya desde finales del siglo XVII se impulsa en la región el cultivo del tabaco, favorecido por condiciones naturales de las márgenes de los ríos y por la llegada de vegueros, Inmigrantes de Islas Canarias que impulsaron esta actividad. Fue determinante la demanda que el producto adquirió en el mundo.

En el siglo XIX la región espirituana se mantiene con economía ganadera estimulada y en función de las zonas azucareras. Persisten los envíos de carnes saladas a otras zonas y prosperó la industria de elaborar pieles, pues en 1846 ya existían en la región cerca de veinte tenerías[8].

Toman relativa fuerza otros renglones como el cultivo del tabaco y la industria azucarera. Esta contó con la reserva ganadera de la región, la oferta de mano de obra esclava facilitada por traficantes trinitarios o de la localidad, y la existencia de grandes bosques hacia el noroeste y este de la región. Sumado a esto se habilita el puerto de Tunas de Zaza para el comercio mayor y se inaugura el ferrocarril en 1864.

Se establecieron varias escuelas con maestros como Miguel Cabrera, Montiniano Cañizares, Dámaso Grandforff y el presbítero José Benito Ortigueira, liberal gallego, que vino a Sancti Spíritus mandado por la Sociedad Económica de Amigos del País, trajo nuevas ideas pedagógicas; no predicó el separatismo, sino los principios de justicia, igualdad, libertad que prendieron en sus alumnos, una parte de ellos llegarán a ser los combatientes del 69. Fue importante la presencia de los jesuitas que fundaron colegio de gran nivel para la época.

Etapa de la Guerra de los Diez Años

Surge un pensamiento político diferente entre los criollos. Descuellan figuras que ven como su primer deber la lucha por la patria, pero ninguno aventajaba a Honorato del Castillo en fervor patriótico y decidido empeño por su causa[9]. Demostró gran capacidad organizativa pues, de forma clandestina, coordinó el inicio de la lucha armada simultáneamente, en cinco puntos de la jurisdicción el 6 de febrero de 1869, contando con: Serafín Sánchez, Marcos García, Néstor L. Carbonell y Leonte Guerra. Honorato luchó sin cesar hasta su caída el 20 de julio de 1869 en El Naranjo, cerca de Morón. Sus sucesores no dieron tregua al enemigo.

La sorpresa, el conocimiento del terreno, el coraje y la decisión de luchar les permitió librar la guerra manteniéndose, casi exclusivamente de lo ocupado al enemigo, pero llegó el momento en que gran parte de las tropas espirituanas, se vio precisada a salir hacia Camagüey, para cruzar la trocha con hábiles maniobras.

Mientras Máximo Gómez preparaba la invasión en 1874, en Sancti Spíritus, se reactivaron las acciones militares, en ello tienen gran incidencia la labor de Pancho Jiménez, que operaba en Sancti Spíritus, Remedios y Trinidad asaltando fuertes y convoyes españoles, destruyendo fincas en producción e incorporando nuevos hombres a sus filas, llegando en agosto de ese año a entrar a la ciudad de Sancti Spíritus, custodiada por más de un millar de voluntarios y miembros de las fuerzas regulares.

Al fin, en enero de 1875 cruza la Trocha el contingente invasor mandado por el Mayor General Máximo Gómez Báez que comenzó a preparar a Sancti Spíritus como su futura base (con prefecturas y hospitales). A fines de enero envió tropas a Las Villas Occidentales, pero los españoles recibían un gran refuerzo. Era evidente que Gómez necesitaba refuerzos para irrumpir en el occidente, pero no le llegaron los necesarios. A la par decaía el ritmo ofensivo de Camagüey y Oriente (con excepción del territorio de Antonio Maceo) y estallan problemas de regionalismo que provocan una crisis político–militar en el seno de la Revolución. Entonces Máximo Gómez tuvo que desistir del proyecto invasor.

Sumado a esto llegaba un nuevo gobernador a Cuba, Arsenio Martínez Campos cuyo plan pacificador incluía ofensiva militar y habilidad política. A casi un mes de firmado el Pacto del Zanjón en Camagüey, el 18 de marzo capitulaban las fuerzas cubanas de Las Villas con excepción del irreducible grupo de Ramón Leocadio Bonachea. Éste durante 14 meses se mantuvo operando en los territorios de Remedios y Sancti Spíritus, logró burlar a más de 20 000 soldados enemigos que andaban tras él y su tropa, hasta que un grupo de espirituanos, temiendo por su vida, lo convencieron de deponer las armas. El 15 de abril de 1879, en Jarao, a unos 22 kilómetros de Sancti Spíritus, firmó un acta donde consignaba que abandonaba las armas, pero no capitulaba con el gobierno español, ni se acogía al convenio del Zanjón[10].

Período de la Tregua Fecunda

El período de 1878 a 1895 o (Tregua Fecunda) estuvo caracterizada en lo económico y social por la recuperación de la otrora riqueza ganadera, la abolición de la esclavitud, la centralización azucarera y el inicio de las inversiones directas de los norteamericanos en la región de Sancti Spíritus.

En lo político, entre los cubanos se manifestaron dos tendencias: la de los autonomistas, que querían fórmulas pacíficas para el problema cubano y la de los separatistas que seguían pensando en la independencia total de la Isla. Los primeros en Sancti Spíritus, en septiembre de 1878 constituyen la Comisión Organizadora del Partido Liberal que deja establecida, más tarde, la Junta de dicha organización en la localidad. Contó entre sus más decididos miembros a Marcos García Castro, decepcionado de la lucha armada y de la capacidad del pueblo de Cuba para autogobernarse.

Más tarde, el 9 de noviembre de 1879 se produce la incorporación de los villareños, entre ellos Serafín Sánchez en la zona de Sancti Spíritus. Inmediatamente después se hizo sentir la fuerza de la ofensiva española dirigida personalmente por el Capitán General de la Isla. A su vez, los partidos Liberal y Unión Constitucional emprenden una campaña periodística en contra de los insurrectos, secundados por los diarios espirituanos La Conciliación y Guzmán de Alfarache. Sin embargo, los alzamientos en Las Villas desvirtuaban tal propaganda.

Acciones victoriosas se desarrollaron por varias semanas y se mantuvo la decisión de permanecer en la manigua. Francisco Carrillo y Serafín Sánchez unieron sus fuerzas y continuaron el batallar: emboscadas, asaltos a caseríos e ingenios y afectaciones a la riqueza de los adictos a España. Al correr peligro de muerte Serafín, por gestiones de sus amigos sale de Cuba el primero de agosto de 1880, sin aceptar dádivas del enemigo. Entonces estaba liquidada la guerra en la zona de Sancti Spíritus.

Guerra Necesaria en Sancti Spíritus

La labor de los autonomistas no logró eliminar el ideal independentista y la inconformidad con el régimen al cual estaba sometido el país. Hay algunas actividades antes del levantamiento del 24 de febrero de 1895 entre ellas, la creación de la delegación del Partido Revolucionario Cubano (PRC). Pero Sancti Spíritus no se incorpora a la guerra hasta mayo de 1895 en la finca La Cueva, cerca de Tunas de Zaza liderado por Luis Lagomasino, en condiciones difíciles. No fue hasta la llegada de la expedición Roloff–Sánchez–Mayía, por Punta Caney, el 24 de julio de 1895, que se puede hablar de acciones importantes y de la organización del Ejército Libertador en la región con Carlos Roloff al frente, junto a la creación de las prefecturas y subprefecturas.

En esta etapa se convoca a las fuerzas de los distintos cuerpos de ejército para la celebración de la Asamblea Constituyente de Jimaguayú, la que se celebró entre el 13 y 16 de septiembre de 1895.

Durante el cruce de la invasión y los meses iniciales del año 1896, se observa que la mayoría de las fuerzas destacadas en la región, marchan junto con los invasores, tal es el caso de las comandadas por el mayor general Serafín Sánchez Valdivia quien llegó hasta los límites de La Habana; donde una parte de ellas continuó con la invasión hasta el extremo occidental, mientras que Serafín regresó al territorio villareño. Entonces él se dedicó a la reestructuración del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador la cohesión de nuevas fuerzas para robustecer la guerra en Las Villas, hasta marzo en que recibe su designación como Inspector General del Ejército Libertador.

En ese cargo estuvo hasta el 18 de noviembre de ese año, cuando en el combate de Las Damas, un proyectil de máuser lo atravesó del hombro derecho al izquierdo; pero su coraje y espíritu patriótico, le dieron fuerzas suficientes para exclamar:

«¡Me han matado! ¡Eso no es nada: siga la marcha!»

Máximo Gómez, desde enero de 1897 opera en territorio espirituano, en La Reforma, con la concepción estratégica de lograr que el mando español desconcentrara la gran cantidad de fuerzas, que tenía operando en el occidente del país y las lanzara en su persecución gran. Sin dudas, Gómez logró los objetivos de su plan táctico; el mando español envió para Las Villas 33 batallones y 40 escuadrones que operaban en el occidente; incluso el propio Weyler trasladó su cuartel general para Sancti Spíritus. Unido a esto, se reforzó el sistema de fortificaciones de esa ciudad. Pero de nada valieron tales medidas, pues el hostigamiento constante por los mambises, los rigores del clima: sol, lluvia, plagas de insectos, afectaron grandemente su capacidad combativa, caían víctimas del cansancio, el clima y las enfermedades.

El año 1898, comienza con la aplicación de la opción autonomista, pero la decisión del pueblo cubano de continuar la lucha, fue el factor decisivo de su fracaso. Máximo Gómez se mantiene aún en su campo de operaciones de La Reforma, a pesar de que, desde fines de enero, ya no se aprecia el mismo volumen de acciones en esta zona, pues España ha trasladado hacia Oriente gran parte de sus fuerzas.

La toma del poblado de El Jíbaro y la rendición de Arroyo Blanco, constituyen las últimas operaciones militares de mayor importancia, desarrolladas por las fuerzas de la Primera División y del Cuarto Cuerpo de Las Villas. Después los españoles se retiran de sus posiciones y comienzan a concentrarse en las ciudades.

El general Máximo Gómez, que, desde el mes de agosto de 1898, se había mantenido acampado en el central Narcisa y otros territorios del norte villareño, ya había expresado su inconformidad con el proceder norteamericano; ahora, expresó en documento su posición al respecto, se manifestó por la disolución del Ejército Libertador; además, planteó su decisión de seguir ayudando a los cubanos, para concluir la obra a la que él había consagrado su vida.

La guerra significó para el territorio espirituano, entre otras cosas, la pérdida de su riqueza agrícola, azucarera y ganadera; la interrupción de sus actividades comerciales y la destrucción de sus vías de comunicación; el empobrecimiento de su población, sobre todo campesina y el exterminio de cientos de personas, fundamentalmente civiles, como consecuencia del hambre, la miseria y las enfermedades derivadas de la salvaje política de la reconcentración y los efectos de la propia guerra. En la jurisdicción de Sancti Spíritus el censo de 1897 recoge 29 278 habitantes contra 25 709 en el de 1899; es decir, 3 569 habitantes menos.

Ocupación norteamericana

El 1 de enero de 1899, Estados Unidos entraba en posesión de Cuba, trataría de definir el futuro de Cuba pues consideraba conveniente la desaparición de las instituciones representativas del pueblo cubano. A partir del 27 de junio de 1899 se procedía al licenciamiento de los miembros del Ejército Libertador, llegaron a hacerlo 985 mambises en Sancti Spíritus.

Se convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente; la que tendría como tareas redactar la constitución y determinar las relaciones con los Estados Unidos. (Enmienda Platt) Ambas tareas se desarrollaron, pero patriotas cubanos estuvieron en contra de la enmienda. En Sancti Spíritus hubo repulsa popular en actos públicos.

En cuanto al movimiento obrero desde 1899, fueron constituidos los gremios de panaderos, albañiles y carpinteros, los cuales pretendieron crear una liga obrera. Por esta época se desarrollaron varias huelgas en Sancti Spíritus por demandas económicas.

República Neocolonial (1902–1958)

Durante todo el período republicano la economía se sustentó en la ganadería, el cultivo del tabaco y la producción de azúcar. Además, se realizaban otras prácticas agrícolas destinadas principalmente al autoabastecimiento. El término municipal de Sancti Spíritus contaba con 4 centrales: Mapos, Natividad, Tuinicú y La Vega (pues el Cabaiguán tuvo vida efímera).A partir de 1910, posibilitado por el establecimiento del Ferrocarril Central y la construcción de caminos, aumentó la llegada de españoles y pinareños al territorio, los cuales se dedicaban fundamentalmente al cultivo del tabaco, que llegó a convertirse en uno de los principales renglones. Especialmente las producciones tabacaleras de Fomento y Cabaiguán, ganaron fama por la calidad de la hoja.

La reelección de Estrada Palma, provocó los alzamientos liberales en 1906. Entre las figuras insurrectas estaban José Miguel Gómez, Santiago García Cañizares, los hermanos José Joaquín y Raimundo Sánchez Valdivia, Indalecio Salas y Ruperto Pina. El alzamiento culminó al deponer las armas los rebeldes.

En Sancti Spíritus, en 1912 hubo apoyo a la insurrección de los Independientes de Color, pretexto utilizado por los grupos de poder para realizar horrendos crímenes contra la población de piel oscura.

Posteriormente, durante la Guerrita de la Chambelona en 1917, causada por otro intento de reelección, ahora del presidente Mario García Menocal al cual se opusieron los seguidores del Partido Liberal, la región fue terreno de constantes movimientos militares, tanto por parte de los insurgentes, cómo por el ejército.

Dictadura de Machado

El 20 de mayo de 1925 llega al poder en Cuba Gerardo Machado Morales, exgeneral mambí cuyo gobierno dictatorial abarcó ocho años (19251933) durante el cual reprimió al pueblo y a la manifestación que representaran una amenaza para su régimen apoyado por los Estados Unidos.

De 1925 a 1930, como parte del plan de obras públicas del gobierno, se construyeron vías como la Carretera Central que atraviesa los poblados cabeceros de 3 municipios de la actual provincia.

La crisis económica de 19291933 tuvo efectos desastrosos para la economía y la población del territorio. Uno de los sectores más afectados fue el azucarero, al descender notablemente la producción, las ganancias por este concepto y aumentar el desempleo de los trabajadores. El menos dañado fue el tabacalero, pero también en él se limitaron las labores y hubo despidos. Al igual que en el resto del país, el peso de la crisis fue descargado sobre las espaldas de los sectores humildes.

De 1925 a 1930 experimentó un ascenso considerable el movimiento obrero local, sobre todo desde el punto de vista organizativo e ideológico. En la ciudad cabecera existían varias agrupaciones, dentro de las que se destacaba el Gremio de Escogedores, presidido por Pedro Larrea. Se constituyeron la Federación de Plomeros y Maestros Instaladores de Sancti Spíritus, como subdelegación de la Federación Nacional y posteriormente se organizan los escogedores de tabaco en rama de Zaza del Medio y Taguasco.

A la vez avanzó ideológicamente la clase obrera espirituana, ya que penetraron en el territorio las ideas marxistas–leninistas y se efectuó el proceso de constitución del Partido Comunista de Cuba. Bajo su orientación, en Sancti Spíritus se fundó en 1931 la Liga Juvenil Comunista y funcionaron la Liga Antimperialista y la Defensa Obrera Internacional.

Lucha contra Machado

Entre los años 1925 y 1933 el pueblo espirituano se sumó al movimiento nacional contra la tiranía machadista. La lucha tomó mayor fuerza después que el dictador presentó su proyecto de reforma constitucional en 1927. Las manifestaciones contra el régimen se incrementaron. Hubo movimiento insurreccional que, encabezado por los nacionalistas, menocalistas, marianistas y otros sectores de la oposición burguesa, se inició en agosto de 1931 y llegaron a enfrentamientos armados.

Los alzados recibieron el apoyo de la población campesina y también de algunas fuerzas políticas como el Partido Comunista recién creado, pero al producirse el fracaso revolucionario a nivel nacional, en la localidad se fue debilitando este movimiento, se iniciaron las presentaciones y muchos abandonaron la lucha, no obstante, entre 100 y 150 hombres al mando de Juan Blas Hernández se mantuvieron operando en el territorio mencionado. En agosto de 1933 los espirituanos secundaron la gran huelga general revolucionaria que puso fin a la dictadura.

Período postmachado

El gran movimiento popular que derrocó a Machado no culminó con tal hecho, en muchos sectores laborales continuaron las luchas como la prolongación de la huelga general de agosto de 1933. Tomó auge el proceso de creación de organizaciones sindicales en todo el territorio y la labor organizativa, cuya culminación fue la constitución de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) en enero de 1939.

Otro sector social en el que influyó la situación creada tras la caída de Machado fue el campesinado. A fines de 1933 e inicios de 1934, las distintas células del Partido Comunista del municipio de Sancti Spíritus, movilizaron a los campesinos de Río Abajo, Banao, Tunas de Zaza y otros apartados lugares en pro de su organización y para desarrollar actividades de solidaridad con los obreros.

Otros gobiernos constitucionales

De 1937 a 1940 debido a la lucha del pueblo a favor de la democracia y a la situación internacional, entre otras causas se produjo el denominado proceso de democratización en Cuba, mediante el cual el pueblo obtuvo importantes logros, dentro de los que sobresale la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Por Sancti Spíritus fueron electos Félix García Rodríguez, Manuel Orizondo Caraballé y José A. Mendigutía Silvera. También se efectuaron elecciones para determinar las autoridades locales. Es significativo el hecho de que los comunistas lograron tener concejales en el municipio espirituano.

Economía

De de 1932 a 1943 se realizaron obras como las carreteras de Trinidad a Sancti Spíritus y de esta última a El Jíbaro. Se inauguró en la ciudad de Sancti Spíritus la fábrica de derivados lácteos Nela. En 1938 la Compañía Nacional de Alimentos, estableció la fábrica de leche condensada Nestlé con capital suizo. En el sector azucarero, se introdujeron cambios tecnológicos y se montaron destilerías y procesadoras de los derivados de la producción principal. Se establecieron una fábrica de embutidos, varios talleres y tenerías, se consolidaron las fábricas de raspadura, hielo, refresco, tabacos, cigarros, molinos de arroz, maíz, aserríos, tejares, etc. Otro renglón que experimentó crecimiento fue el cafetalero, en 1946, ya con 89 caballerías dedicadas a tal cultivo.

Movimiento obrero

Durante la década del 40 y los primeros años de la del 50 los obreros espirituanos desarrollaron acciones en defensa de sus intereses que terminaron exitosamente, como ejemplos: en 1948 los obreros del Central Tuinucú se negaron a iniciar una nueva zafra, si no se les pagaba el diferencial de la zafra anterior. Dirigidos por Armando Acosta Cordero obtuvieron su reclamo. En 1950 bajo la dirección de las células locales del Partido Socialista Popular la protesta en el sector azucarero, evitó la pretensión de la patronal de rebajar los salarios de los trabajadores.

Dictadura batistiana (1952-1958)

La aplicación de las recomendaciones del Plan Truslow y en general la política económica del batistato, se manifestaron de una u otra forma en la etapa de 1952 a 1958.

Las siembras arroceras crecieron, a pesar de que este cultivo tuvo presiones ejercidas por ciertos productores norteamericanos, que querían a Cuba como un mercado seguro y cercano para sus ventas. Además, desde la década de 1940 venían fomentándose en el territorio los cultivos de tomate y del pepino, los que se incrementaron hacia 1950 como parte de los planes de diversificación agrícola.

La ganadería seguía siendo uno de los renglones más importantes. Contaba con una gran masa vacuna de significativa producción láctea, que la ubicaba entre las principales cuencas lecheras de Cuba.

Movimiento antibatistiano

Al producirse el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, comenzaron las manifestaciones en contra del gobierno de Batista, para defender los derechos de la población humilde y oponerse a los atropellos de la dictadura. En este ambiente se realizó, entre otras, una huelga tabacalera que abarcó Cabaiguán, Sancti Spíritus, Zaza del Medio, Taguasco y Guayos, bajo la orientación del Partido Socialista Popular.

El espirituano Faustino Pérez Hernández, en junio de 1955 integró la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, bajo la conducción de Fidel Castro Ruz, cumplió la misión de organizar a todo lo largo y ancho del país, las células clandestinas, que apoyarían la preparación de la expedición del Granma y las acciones de apoyo a su desembarco el 2 de diciembre de 1956[11]. Por otra parte, el Partido Socialista Popular orientaba al movimiento sindical, en la lucha contra el divisionismo, por mejoras económicas, políticas y sociales.

Guerra de Liberación Nacional

Una de las organizaciones que más peso tuvo, en el enfrentamiento a las fuerzas batistianas en las montañas del centro de Cuba, fue el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, el cual operó en esta parte del país junto al MR–26–7 y al PSP.

Aquella organización se fortaleció y constituyó una firme base para la unidad revolucionaria entre todas las fuerzas rebeldes. Cuando el Che llegaba al territorio, dicho frente, realizó importantes acciones combativas para distraer al enemigo. Después ambos desarrollaron relaciones de cooperación y aunaron sus fuerzas para iniciar la ofensiva final en la provincia. Firmaron el Pacto de El Pedrero, al que se sumó, poco después, el Partido Socialista Popular.

Ofensiva batistiana del Pedrero

El comandante Guevara comprendía la necesidad de crear una base de operaciones que sirviera de apoyo a las acciones combativas, la que quedó establecida en la zona del Pedrero en las alturas de Sancti Spíritus, lugar estratégicamente ubicado, inaccesible para el enemigo y de fácil defensa para los revolucionarios.

El plan de la tirana contemplaba entre otras medidas, desarrollar una ofensiva para destruir la base de operaciones de los rebeldes. Para ello, ordenó la concentración de unos mil soldados, preparó acciones, reservas, cooperación, administración y logística, así como mandos y comunicaciones, con el apoyo de la aviación y 6 blindados.

El Che contaba con un aproximado de 150 combatientes, con armas diversas. Se trataba, en su mayoría, de invasores con experiencia y alta moral combativa. La reserva se creó, en lo fundamental con hombres que provenían de la Escuela de Reclutas de Caballete de Casa, que sería utilizada en dependencia del desarrollo de las acciones. El medio de más poder de fuego, era la bazuca que los había acompañado durante la invasión.

El genio militar del Che y el valor desplegado, tanto por él, como por sus fuerzas, convirtieron en aplastante derrota la última ofensiva del ejército de la tiranía. Todo quedaba listo para el avance final en el territorio espirituano. El 16 de diciembre de 1958 se inició la ofensiva por el poblado de Fomento, posición próxima a las estribaciones del Escambray. Después que cayó en manos de los rebeldes, el avance fue incontenible.

Liberación de Sancti Spíritus

La liberación de la ciudad de Sancti Spíritus se concretó el 23 de diciembre de 1958 gracias al arrojo y valentía de un reducido grupo de guerrilleros de la Columna N.o 8 bajo el mando de Armando Acosta Cordero, junto al apoyo de los compañeros del DR 13–3 y los pobladores del territorio. Catorce días después, los espirituanos jubilosos recibían a la Caravana de la Libertad, encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, líder de las fuerzas revolucionarias, quien, en la madrugada del seis de enero, habló por vez primera a la población reunida en el parque central de la ciudad.

Revolución en el poder

Mapa de la ciudad de Sancti Spiritus
Iglesia Mayor de Sancti Spíritus

Tras el triunfo de enero de 1959, comenzó la tarea de crear los cimientos del sector estatal para el futuro traspaso al sistema socialista de la economía. Se aplicaron las leyes agrarias contra el latifundismo nacional y extranjero; se nacionalizaron las empresas extranjeras, entre ellas dos ingenios de la Cuban Trading Company: el Tuinucú y La Vega; las inversiones petroleras norteamericanas de la Sinclair Cuba Oil Co. Además, pasaron a manos del pueblo los derivados lácteos Nela, Nestlé, la Pasteurizadora Modelo y la Fábrica de Jugos Libbys. Para administrar y organizar el trabajo en dichas empresas se inició la creación de estructuras administrativas, se incrementaba el número de empleos y se mejoraban los salarios de los obreros.

Movimiento contrarrevolucionario y lucha contra sus bandas

Un ciclo de intensa actividad enemiga, contra la Revolución, se desarrolló entre 1959 a 1965, teniendo a la región central de Cuba como su principal área de operaciones terroristas sustentadas por EE.UU.

El primer intento fue La Rosa Blanca, proyecto que fracasó, por la acción de las fuerzas dirigidas por Fidel Castro. Después, al detectarse otras actividades contrarrevolucionarias operaron contra ellas: las Milicias Nacionales, el Ministerio del Interior (MININT) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) con el apoyo decisivo de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y, las organizaciones políticas; sin su respaldo hubiera sido imposible actuar.

Ante la envergadura alcanzada por el bandidismo y los preparativos del gobierno de Estados Unidos para enviar una invasión mercenaria al país, se desarrolló una persecución implacable a los bandidos, además se organizó la información y la penetración por parte de los Órganos de la Seguridad del Estado.

Como fruto de toda la estrategia y táctica aplicada por la Revolución Cubana, con sus cercos, peines, postas de protección y emboscadas, con operaciones militares de importancia se logró el exterminio de los bandidos antes del 26 de julio de 1965.

En enero de 1981 fueron constituidas en Sancti Spíritus los dos batallones de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT).

Nueva división político–administrativa

La Revolución buscó estructuras administrativas que respondieran a las exigencias del desarrollo del país, surgió así la Región Sancti Spíritus en 1962 integrada por 12 municipios o poblados, después en1976, nació la provincia espirituana con la fusión de territorios segregados de las regiones Sancti Spíritus, Escambray y Caibarién, pertenecientes hasta esa fecha, a la provincia de Las Villas.

El 31 de octubre de 1976, se constituyeron las Asambleas Municipales del Poder Popular donde resultaron electos por el voto directo y secreto, los presidentes de cada una de éstas, la de Sancti Spíritus fue presidida hasta 1984 por Pablo Otero González.

Desarrollo político, económico y sociocultural

Partido Comunista

En la provincia de Sancti Spíritus, en 1976 el Partido Comunista de Cuba quedó estructurado por un Comité Provincial, ocho Comités Municipales, con un total de 799 organizaciones de bases y cinco Comités de Centros, con 8 470 militantes y aspirantes del Partido. Entonces fue electo Primer Secretario de la provincia el compañero Joaquín Bernal Camero.

Posteriormente preside el Comité Provincial del Partido el compañero Jorge Valdés Rodríguez, desde 1987 a 1994.

Agricultura

Sancti Spíritus en 1976 tenía creadas 34 granjas estatales, 3 direcciones municipales para la atención del tabaco (sector campesino) y una empresa arrocera con 8 unidades de producción. El valor de la producción bruta, calculado para la provincia fue del orden de 69,5 millones de pesos.

Fue importante, el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del hombre del campo. Por ejemplo, se les entregan 794 viviendas y a 3 500 casos se le construyen o reparan pisos, techos y letrinas; se establecen los comedores obreros a partir de las propias áreas de autoconsumo y otros.

Producción tabacalera y arrocera

En el año 1977 el área destinada a este rublo de exportación era de 787,7 caballerías (estatal y privada), obteniéndose cosechas de alrededor de 140 000 quintales anuales, exceptuando la del 19791980 que, por los efectos del Moho Azul, se redujo a 23 800. Sin embargo, posteriormente hubo recuperación al alcanzarse 148 800 quintales.

En cuanto al arroz, pocos latifundistas poseían unas 300 caballerías de dichas sembradas en los años de la República Mediatizada, con limitados beneficios para los trabajadores. A partir de 1959, se establecen granjas del pueblo, para desarrollar el cultivo bajo condiciones muy diferentes, pero el gran despegue ocurrió en 1972 al contar con el agua, proporcionada por la recién construida presa Zaza, la mayor de Cuba.

Industria azucarera

Esta importante industria en Sancti Spíritus contó el crecimiento de la producción de caña en un 43 % y de los rendimientos agrícolas por la introducción de una avanzada agrotecnia. La mecanización del corte llegó el 61 %, se modernizó el sistema ferroviario cañero con la introducción de locomotoras Diesel; nuevos carros jaulas y reconstrucción de las vías. Fue importante el aporte de trabajadores voluntarios para el corte manual.

Industria alimentaria

Sus producciones fundamentales son: leche pasteurizada, condensada y evaporada, yogurt, quesos, mantequilla, conserva de tomate, compotas de frutas, arroz para el consumo, carne de res deshuesada y sus derivados, carne de cerdo en bandas, carnes en conserva, masa para croquetas, refresco, hielo, sirope, caramelos y néctar de frutas, algunos de los cuales se introdujeron en el período (1976–1983).

Pesca

La industria pesquera mejoró las condiciones de vida y de trabajo de los pescadores, con la sustitución de sus viejas embarcaciones por barcos de madera, ferrocemento y acero, la construcción de centros industriales para el procesamiento de langosta y pescado y la elevación de sus niveles salariales, e incorporó dos líneas de desarrollo: la acuicultura (desde 1977) y la camaronicultura (1985).

Transporte

Antes del triunfo de la Revolución existían 10 rutas de ómnibus con un parque de 60 vehículos, con servicios a La Habana, Santa Clara y otras ciudades, siendo nulo hacia poblados pequeños y áreas rurales; esos vehículos transportaban 10 mil personas diariamente. En el año 1986 el parque total de ómnibus en la provincia era de 465 para175 rutas, (84 eran rurales) que daban un millón de viajes al año con 45 millones de pasajeros, sin contar los 629 autos de alquiler con casi seis millones de viajeros por año. Los ferrocarriles contaron a partir del año 1977, con coches motores a Santa Clara y Cienfuegos y después a la capital y transportaron a principio de 1978 un promedio de 56 657 pasajeros mensuales.

Educación

En el año 1961 se llevó a cabo la Campaña de Alfabetización mediante la cual aprendieron a leer y escribir miles de analfabetos que ascendían al 58,2 % de la población. Posteriormente cursos de seguimiento completaban lo iniciado por aquella campaña. En cerca de 20 años se completó toda una red de centros de enseñanza desde el círculo infantil hasta la educación media superior y se dieron pasos para la creación de universidades.

Se destacan los esfuerzos desplegados en educación especial, tanto cuantitativos como cualitativos. En 1977 había 4 centros de este tipo y después fueron establecidos más. Hay uno de trastornos de conducta, otro para sordos e hipoacúsicos y el resto para retrasados mentales.

Cultura

El 22 de septiembre de 1959 por decreto del Comisionado Municipal, se había nombrado como Director de Cultura al Dr. Raúl Martínez Torres, que realizó esfuerzos por dotar a la ciudad de instituciones culturales. El 30 de agosto de 1964 se constituyó en Sancti Spíritus el Consejo Nacional de Cultura. A partir de entonces, se desarrollaría un pujante movimiento cultural, que entre sus principales objetivos estaba ir al rescate de grupos de tradiciones genuinamente espirituanas, como el Coro de Claves, integrados con ex miembros de los coros de claves de Jesús María y Santa Ana.

La fundación de la Filial de la UNEAC, el trabajo de la Brigada Hermanos Saiz, el fortalecimiento del Movimiento de Jóvenes Creadores; los Talleres Literarios y el trabajo con niños y jóvenes, han impulsado notablemente la creación y la lectura en la provincia.

Salud pública

La Revolución en Sancti Spíritus heredó un hospital público de pocas decenas de camas, con reducido número de médicos, que en su mayoría emigraron; consecuencias de esto, eran indicadores tan desconsoladores como una mortalidad infantil de cerca de 60 por mil nacidos vivos. La nacionalización de tres clínicas privadas aumentó el número de camas a disposición del pueblo, pero aun era insuficiente. La solución fue la inauguración en 1986, del centro asistencial para más de 700 ingresados, con equipamiento moderno, a lo que se sumaba la labor de 4 policlínicos y dos hospitales más (pediátrico y de maternidad). Después se integrarían en la lucha por la salud, los Consultorios Médicos de la Familia.

Deporte y Cultura Física

Los datos acopiados, que pertenecen al año 1972, sirvan de punto de referencia para analizar, el salto experimentado. Un total de 18 deportes, 69 áreas especiales y 135 técnicos formaban su patrimonio deportivo, cuando Sancti Spíritus era aún una región de la antigua provincia de Las Villas. Al cumplirse el primer año de la constitución de los órganos del Poder Popular en la nueva demarcación yayabera, el Sectorial de Deportes contaba con 477 instalaciones y 155 especialistas para preparar atletas en 26 disciplinas.

Defensa revolucionaria ciudadana

En Sancti Spíritus surgieron las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) en el propio año 1959; integrada por obreros, campesinos, profesionales y estudiantes. Sacrificando tiempo de descanso, los milicianos cuidaban centros de trabajo y adquirían la disciplina y la técnica militar para servir mejor a la defensa de la patria. En enero de 1981 fueron constituidas en Sancti Spíritus los dos batallones de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT).

En el acto por el XXXIII Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada celebrado en la Plaza de la Revolución Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, hizo entrega de la Bandera Listo para la Defensa en su primera etapa.

Referencias

Fuentes

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  • Arrate, José Martín Félix de Llave del Nuevo Mundo. Antemural de las Indias Occidentales... México, Fondo de Cultura Económica, 1949.
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