Libro de Jonás

Jonás
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Profeta Jonás
Autor(es):Jonás
Categoría:Escritura sagrada
Idioma:Arameo
Origen:793 y el 753 a.n.e
Lugar:Israel

El libro de Jonás, cuyo nombre significa “paloma”se presenta como el hijo de Amitai(1:1). Se menciona en 2 R 14:25 que fue profeta en el reino del norte de Israel durante el reinado de Jeroboam II (793-753 a.C) y que era de Gat-hefer, a unos cuatro o cinco km al norte de Nazaret en Galilea. El ministerio profético de Jonás ocurrió poco después del del profeta Eliseo (2R 13:14-19) concedió con el de Amós (Amós 1:1) y fue seguido por el de Oseas (Oseas 1:1). Es probable que el arrepentimiento de Nínive en respuesta a la predicación de Jonás ocurriera durante el reinado de uno de los monarcas asirios: Adad-nirari III (810-783 a.C) cuyo reinado fue notable por una tendencia hacia el monoteísmo, o Asurdán III (733-755 a.C) cuyo reinado experimentó dos plagas grandes (765 y 759 a.C) y un eclipse de sol (763 a.C) que se pudieron haber interpretado como señales de juicio divino y por tanto prepararon a la capital de Asiria para el mensaje profético de Jonás. Nínive estaba a unos 800 km al noroeste de Galilea.

Propósito

Este libro parece haberse escrito con un triple propósito:

  • Para demostrar a Israel y las naciones la magnitud de la misericordia salvadora de Dios mediante la predicación del arrepentimiento.
  • Para mostrar mediante la experiencia de Jonás cuanto había caído Israel de su llamado misionero original a ser una luz de redención para los que moran en tinieblas (Gen 12:1-3, Is 42:6-7, 49:6) y:
  • Para recordar el Israel descarriado que Dios, en su amor y misericordia, le había enviado no solo un profeta sino muchos profetas fieles, que proclamaron su mensaje de arrepentimiento para prevenir el juicio inevitable por el pecado. Sin embargo, a diferencia de Nínive, Israel había rechazado a los profetas de Dios y su invitación a arrepentirse y recibir misericordia.

Vista panorámica

Negarse a cumplir la voluntad de Dios a menudo conduce a problemas. Dios ama a todas las personas, no importa cuan indigno de ello alguine sea. Estos son dos de los principales temas del libro de Jonás. Profetizó en los días de Jeroboam II rey de Israel. El predijo una victoria para este gran gobernante, según la profecía Jeroboam extendió sus fronteras desde Hamat hasta el Mar Muerto (2R 14:25). Para el reino del norte, este fue un tiempo de paz.

Los sirios fueron expulsados del territorio israelita y otras naciones vecinas fueron neutralizadas. En el reino del Sur, Judá pasó algo similar bajo el reinado del rey Uzías. Esos fueron días de crecimiento y prosperidad para ambos reinos. Jonás predicó durante un tiempo de estabilidad política y éxito militar para Israel. Mientras tanto, Asiria trataba de consolidar su imperio e Israel vió eso con desprecio y temor a la vez. Jonás, a quién se le había dado el privilegio de predicar éxito a su nación, fue llamado por Dios a prolongar la vida del peor enemigo de Israel que estaba en el proceso de exterminar al pueblo judío. Probablemente él sabía que dentro de una generación, Asiria conquistaría su nación. Jonás se dispuso a huir de la presencia de Dios. Al embarcarse a Tarsis, Jonás intentaba renunciar a su llamado de profeta, pero según se lee en narrativa, Dios no aceptó su “renuncia”.

En el capítulo 1 del libro el autor describe la desobediencia inicial de Jonás y el subsecuente juicio de Dios. En vez de ir al noreste a Nínive, Jonás abordó un barco que iba hacia el occidente a Tarsis (en España), la destinación más lejana posible opuesta a la voluntad de Dios. Jonás pronto se enfrentó a la represalia de Dios de una severa tormenta sobre el mar Mediterráneo con la ignominia de ser descubierto por los marineros y ser arrojado al mar. Dios, de modo providencial, tenía visto un “gran pez” para salvarlo. El capítulo 2 recuenta la oración de Jonás desde su cámara singular dentro del pez, en la cuál dió gracias a Dios por perdonarle la vida y prometió obedecer al llamado de Dios entonces el pez lo vomitó a la tierra seca.

El capítulo 3 registra la oportunidad de Jonás de ir a Nínive y su predicación del mensaje de Dios a los habitantes de aquella ciudad. En uno de los más extraordinarios despertamientos espirituales de una ciudad entera, mediante los cuáles se les perdonó el juicio de Dios. El capítulo 4 contiene la queja de Jonás contra Dios por perdonar a esa ciudad, enemiga de Israel. Con una planta, un gusano y un viento solano, Dios le enseñó a su profeta enojado que Él se deleita en poner su gracia a disposición de todos, no solo de Israel y Judá.

Características especiales

Cuatro aspectos o énfasis principales carecterizan al libro de Jonás:

  • Es sólo uno de los dos libros proféticos del Antiguo Testamento escritos por profetas nacidos y criados en el reino del norte, Israel (Oseas es el otro).
  • Es una condensada obra maestra de narración en prosa, en la que solo está en verso la oración de acción de gracias de Jonás (2:2-9).
  • Está lleno de la actividad sobrenatural de Dios, además de la sincronización providencial de la tormenta y el gran pez, están la calabacera, el gusano, el viento solano y (lo más grande de todo) el arrepentimiento de toda la ciudad de Nínive.
  • Contiene el mensaje más claro del Antiguo Testamento de que la gracia salvadora de Dios es para los que son judíos así como para los que no lo son.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

Jesús se comparó con Jonás al decir: "la generación mala y adúltera demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches así estará el Hijo del Hombre, en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán, porque ellos se arrepentieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar." (Mt 12: 39-41)

Confiabilidad histórica

Los teólogos liberales y los no creyentes consideran este libro como una historia ficticia del siglo V al II a.C escrita para contrarrestar el estrecho nacionalismo judío del judaísmo postexílico. Según esta opinión, el libro de Jonás no representa sucesos históricos reales. Sin embargo, el Antiguo Testamento en otra parte menciona a Jonás como profeta acreditado del siglo VIII a.C (2R 14:25). En el Nuevo Testamento, Jesús mismo afirma que Jonás:

  • Es la principal señal profética del A.T de sus tres días en al tumba y su subsecuente resurrección (Mt 12:39-40, Lc 11:29).
  • Efectivamente predicó el arrepentimiento a los ninivitas, los cuales se arrepintieron de la historia del Antiguo Testamento de la misma manera que Salomón y la visita que le hizo la reina del Sur. (Mt 12:42, Lc 11:31). Está claro que Jesús consideraba que el libro era confiable en su aspecto histórico. El considerar el libro de otra manera no solo implica la falibilidad de la Biblia, sino también la del Salvador.

Libro profético de Jonás

Capítulo 1

Jonás huye de Jehová 1:1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 1:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. 1:4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. 1:5 Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir. 1:6 Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. 1:7 Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. 1:8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? 1:9 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 1:10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado. 1:11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más. 1:12 El les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. 1:13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos. 1:14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido. 1:15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. 1:16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos. 1:17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Capítulo 2

Oración de Jonás 2:1 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, 2:2 y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. 2:3 Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, Y me rodeó la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. 2:4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu santo templo. 2:5 Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. 2:6 Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. 2:7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. 2:8 Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan. 2:9 Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. 2:10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Capítulo 3

Nínive se arrepiente 3:1 Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: 3:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. 3:3 Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. 3:4 Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. 3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. 3:6 Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. 3:7 E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; 3:8 sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. 3:9 ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? 3:10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

Capítulo 4

El enojo de Jonás 4:1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. 4:2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. 4:3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. 4:4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? 4:5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 4:6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 4:7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 4:8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 4:9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 4:10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 4:11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Fuentes

  • Biblia de Estudio de la Vida Plena, Editorial Vida , 1993.
  • Comentario Bíblico Mundo Hispano, Editorial Mundo Hispano, 1997.
  • Biblia de Estudio Biblia de las Américas, The Lockman Foundation, 1997
  • Biblia de las Américas