Lída Baarová

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Lída Baarová
Lída Baarová.jpg
Lída Baarová
Nombre realLudmila Babkova
Nacimiento12 de mayo de 1914
Praga, Bandera de la República Checa República Checa
Fallecimiento27 de noviembre de 2000
Salzburgo, Bandera de Austria Austria
NacionalidadCheca
OcupaciónActriz
Años activo/aAño 1931 - 1990
Familia
CónyugeGustav Froehlich

Lída Baarová. Fue una actriz checoslovaca, cuyo verdadero nombre era Ludmila Babkova, que una de las más afamadas estrellas de cine durante el Tercer Reich.

Datos biográficos

Nació el 12 de mayo de 1914 , en Praga, República Checa. Comenzó su carrera en el cine a los veintiún años, con el filme La carrera de Pavel Bamrda (1931) que la convirtió de inmediato en una estrella. En 1934 se estableció en Berlín y, tan sólo un año después, fue fichada por la compañía UFA que apostó por ella para el papel de Giacinta en la película Barcarole, protagonizada junto al que luego sería su esposo, el actor alemán Gustav Froehlich. Fue por entonces cuando el ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels, que vivía en la casa de enfrente, empezó a perseguirla ardientemente y a colmarla de regalos, hasta que ella correspondió a sus requerimientos amorosos. Comenzó a mezclarse con los altos oficiales nazis, algo que lamentaría profundamente años después, cuando llegó a decir que su relación con Goebbels había convertido su vida en un infierno y que de no haber caído en las garras de los nazis, hubiera sido más famosa que Marlene Dietrich.

Sea como fuere, cuando Froehlich supo de esta relación, desafió a duelo al oficial nazi -también se dijo que los amigos del actor le dieron una paliza- y, a raíz de estos acontecimientos estuvo prisionero durante algún tiempo en un campo de concentración. Poco después, Magda, la esposa de Goebbels, visitó a Hitler para darle cuenta del comportamiento de su marido; el Führer, furioso, se negó a dar su consentimiento al divorcio y, en su lugar, ordenó a su ministro no volver a ver a la actriz nunca más. La policía de Berlín conminó a la Baarová a abandonar el país y regresar a su Praga natal, al tiempo que se prohibían sus películas, la última de las cuales había sido Der Spieler (El jugador), en 1937. Goebbels, sumido en la desesperación, escribió en su diario "la vida es dura y cruel" y, aunque parecía que su pasión por el movimiento nazi superaba la que sentía por la actriz, se dijo que la ausencia de ésta fue la causa de su suicidio. El propio Führer mostró su interés por la artista, a la que conoció durante una visita al estudio en el que ella rodaba junto a su marido e, impresionado por su belleza, poco después la invitó a tomar el té. Intentó incluso persuadirla de que renunciase a su nacionalidad checa, a lo que la actriz se negó.

Estancia en Praga

La estancia en Praga no trajo la tan anhelada seguridad, porque en marzo de 1939 los nazis invadieron Checoslovaquia. Lida marchó entonces a Italia y, a partir de 1943, estableció su residencia en Roma, pero la caída de Mussolini la hizo volver de nuevo a Praga en 1945. Ese año fue acusada de colaboracionismo, razón por la cual estuvo hasta 1946 en prisión. Ya en libertad, se casó con un agente teatral, de nombre Jan Kopecky, que era sobrino del ministro comunista de Interior; la pareja hizo una primera intentona por escapar del país que resultó fallida, pero, curiosamente, poco después se concedió permiso al matrimonio para viajar a Argentina y luego a España.

En la década de los años cincuenta, Lida Baarová participó en varias películas españolas e italianas, con directores tan renombrados como Vittorio de Sica y Fellini; algunos de sus filmes durante este período fueron La Biscara, La vendetta di una pazza e Il Vitelloni (1953). En 1956 se divorció de Kopecky, se estableció en Salzburgo y consiguió la nacionalidad austriaca. En 1970 volvió a casarse con un ginecólogo que le sacaba veinte años, Kurt Lundwall, quien murió a los tres años de la boda. Pero ni siquiera establecida en Austria consiguió que se olvidaran de ella, pues en 1967, fue reconocida por un grupo de alborotadores en un teatro de Graz, que la obsequiaron con una lluvia de huevos.

En lo que respecta a su carrera artística, en 1975, cuando hacía tiempo que había desaparecido de las pantallas, Rainer Werner Fassbinder la llamó para participar en Las amargas lágrimas de Petra von Kant. Ya en los años noventa, se produjo el redescubrimiento de la Baarová, a raíz de la emisión de un filme acerca de su vida en Salzburgo.

En los últimos años volvió a entregarse a la bebida; no paraba de decir que su relación con Goebbels había transformado su vida en un infierno. Reivindicó siempre que ella no había sido de ideología nazi, pero que, como tantas mujeres de esa época, se había visto incapaz de decir "no" cuando era requerida. Su autobiografía, titulada Escapes, se publicó en 1983; hubo un segundo volumen, La dulce amargura de la vida, que publicará en breve el editor alemán Kettermann-Schmidt.

Muerte

Falleció el 27 de noviembre de 2000, en Salzburgo, Austria, a consecuencia de grandes complicaciones de la enfermedad del Parkinson.

Fuentes