La Atenas de Cuba

Revisión del 15:42 3 feb 2020 de Luis Paver (discusión | contribuciones) (Proclamación de La Atenas de Cuba)
La Atenas de Cuba
Información sobre la plantilla
Plaza de la Vigía.jpg
Fecha:17 de febrero de 1860
Lugar:Ciudad de Matanzas, Bandera de Cuba Cuba
Descripción:
Apelativo dado a la ciudad de Matanzas en el siglo XIX


La Atenas de Cuba, fue el apelativo dado a la ciudad de Matanzas en el Siglo XIX. El sobrenombre fue sin embargo, el orgullo de la ciudad y fascinó a varias generaciones, hasta la más reciente, que aún no ha pensado en renunciar a él.

Historia

Fundación de la ciudad de Matanzas

En octubre de 1693, se funda la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas y resultó sitio privilegiado y acumuló por sí sola el esplendor de una buena parte del siglo XIX.

Desarrollo económico

En los finales del Siglo XVIII comenzará una bonanza económica por el incremento de la producción del café y el azúcar con destino al abastecimiento de los mercados europeos vacantes por la ruina de Haití. En estos años comienzan a destacarse familias acaudaladas,las cuales no solo serán las rectoras de la economía también se establecerán como pilares en el desarrollo socio-cultural.

Algunas de ellas obtuvieron pingües ganancias en el tráfico negrero, realizaron importantes inversiones en la industria azucarera, el comercio al por mayor y los servicios en la provincia. A pesar de su carácter absentista en su mayoría, levantaron edificios o contribuyeron con obras culturales de envergadura en la localidad.

En 1818 se habilitó definitivamente el puerto de Matanzas para comerciar con todo el mundo y permitió el comienzo de una etapa de esplendor económico- social en el cual las comunicaciones jugaron un papel importante. Al sistema de diligencias Habana-Matanzas creado en 1818, se unió, al año siguiente, el de transporte marítimo regular mediante el barco de vapor Neptuno, el primero en España y sus dominios. Esto contribuyó al impulso general del territorio.

El desarrollo del ferrocarril fue determinante en el auge económico. Matanzas fue la segunda región de la Isla en implantar este adelanto técnico. Debe tenerse en cuenta que Cuba fue el primer país latinoamericano en poseerlo, diez años antes que España.

La industria azucarera fue asentándose decididamente sobre la base de la fuerza del trabajo esclavo y el uso de la tecnología más avanzada de la época en el sector fabril y en el del transporte. Las jurisdicciones de Matanzas, Cárdenas y Colón llegaron a producir, a mediados del siglo XIX, más del 50 % de la totalidad del azúcar cubano.

La esclavitud resultó a la postre un freno al desarrollo económico matancero y de todo el país. La terrible explotación a que fueron sometidos los esclavos condujo, primero al cimarronaje y al apalancamiento y después, a las grandes sublevaciones, entre ellas la de mayor trascendencia en Cuba, la del Ingenio Triunvirato, en 1843.

Desarrollo socio cultural

La pujanza económica de la naciente burguesía le permitió promover una cultura superior en el ámbito de las artes y las letras, la

Biblioteca Gener y del Monte.jpg

educación y la ciencia. En 1813 la ciudad yumurina recibió los beneficios de la introducción de la imprenta. Hitos  importantes de este desarrollo se localizan en la fundación en 1827 de la Diputación Patriótica cuyos frutos aun se observan en la publicación del periódico La Aurora.  En 1835 se crea la Biblioteca Pública, a iniciativa de Tomás Gener y Domingo del Monte, dos prominentes figuras relacionadas con el fomento local.

El segundo adquiere singular relieve, a él se debe el desarrollo de uno de los hechos más significativos de la historia literaria cubana: las famosas tertulias delmontinas. Brillaron también instituciones como el Teatro Principal, la Sociedad Filarmónica, el Liceo Artístico y Literario y un poco después el Teatro Esteban, hoy Teatro Sauto. A esto se unen magníficos colegios como La Empresa   y el Instituto de Segunda Enseñanza.

Jose Jacinto Milanés.jpg

En estos espacios se destacaron personalidades culturales de primer orden nacional entre las cuales se hallan

José White.jpg

Miguel Teurbe Tolón, José Victoriano Betancourt, Gabriel de la Concepción Valdés  (Plácido), los hermanos Milanés, la  familia  Guiteras y 1836 muchos más.

Es imposible no destacar a José Jacinto Milanés, el primer dramaturgo  cubano  de éxito, quien escribe “El Conde Alarcos, cuyo estreno en el Teatro Tacón en 1838, representó el triunfo del romanticismo sobre los escenarios cubanos y el primer éxito de un escritor matancero. En el campo de la música descuellan radiantes personalidades como Ursula Deville y José White, uno de los violinistas más famosos de su siglo.

Proclamación de La Atenas de Cuba

Por todo el esplendor cultural alcanzado en la ciudad de Matanzas, el 17 de febrero de 1860, el director del Liceo Artístico y Literario, Rafael del Villar la proclamó como la Atenas de Cuba. La aceptación fue unánime, porque la idea ya estaba desde mucho antes, en el habla y en la mente de muchos. Todos los presentes respiraron satisfechos, y esa noche los poetas cantaron con brío renovado. Triunfó el epíteto perfecto, la definición esperada.

Ese es el título conveniente para un conglomerado social que soñaba con una diáspora  violenta y promisoria de la literatura y el arte, con un período de oro, similar al renacimiento europeo de varios siglos atrás. Era la corona de laurel propicia al esfuerzo sistemático por elevar la cultura. El esplendor local era comparado así con la gloria imperecedera del siglo de Pericles. La aristocracia provinciana soñaría entonces con imponer a la posteridad la gloria de un Prometeo o de un Edipo y hacia esa meta lanzó su reto.

Fuentes