Los cantantes (libro de 2010)

Los cantantes
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Autor(a)(es)(as)Rafael Lam
Editorial:Adagio
ImprentaEmpresa Gráfica Alfredo López
EdiciónRafael Lam
Diseño de cubiertaEliseo Palacios García
IlustracionesEliseo Palacios García
Primera edición2010
ISBN978-959-280-132-5
PaísCuba Bandera de Cuba Cuba

Los cantantes es un libro escrito por Rafael Lam, que recoge la historia de los principales cantantes cubanos de todos los tiempos.

Introducción

Cuenta Arnold Hauser que los cantantes, en sus inicios, perseguían un efecto mágico, fórmulas que demostraban su propia efectividad. Más que un objetivo estético con intenciones ornamentales, estaban enteramente al servicio de la vida.

No cabe duda que se trata de artistas que, con su voz, subyugaban a multitudes. En la Ilíada, de Homero, taponeaban los oídos de Ulises para que no escuchara los subyugantes cantos de las sirenas.

Los cantantes (artistas-magos) se reverenciaban, como hechiceros, dotados de un poder mágico, un trabajo honorable. Cuando llega la burguesía puritana y aristocrática, los cantantes fueron considerados, por algunos, como algo degradante, entraban por la cocina y se sentaban en el suelo a comer, el artista significaba bien poca cosa, se vió como un descastamiento. No era elegante vivir de la pluma o el canto.

Esa concepción no se transformó, sino poco a poco. Ya en 1688 los gobiernos de Europa tienen que contar con la opinión pública; toman entonces muy en serio a los artistas, capaces de influir al respecto. Les ofrecen sinecuras (empleo bien renumerado) y tratan de halagarlos. La alta burguesía del siglo XVII concede lugar de honor a los artistas por su desempeño como brahmanes, heraldo y pregonero de los sentimientos más altos y profundos que brotan del alma humana en busca de expresión.

En la segunda mitad del siglo XIX se le va otorgando al artista una posición que él no se habría atrevido a soñar en los siglos precedentes. Ya no hacen falta seudónimos, la aristocracia respeta y se dedica al arte.

Los artistas comienzan a usar chaquetas de terciopelo, la melena flotante, algunos sombreros pintorescos para subrayar su distinción. La posición del artista fue cambiando; aparecen primero los protectores y después los mecenas. (Levin I. Schucking).

Los cantantes

Quizás los cantantes-si son auténticos- sea quien mejor refleje el modo de ser de un pueblo. No sólo porque ha salido de él, sino porque, aún ciñéndose a los cambios históricos, nunca perdieron su esencia. El maestro Pedrell considera que al hombre le fue dada la intuición de todas las artes; pero es el cantante con sus canciones, lo que primero sirvió para expresar las emociones que le conmovían. Al margen de la otra, que le llama artificial, por estar sujeta a reglas más que nada intelectuales.

Los cantantes han permanecido fieles a sí mismos durante cientos de generaciones. Los cantos propios reflejan las aspiraciones profundas de una raza. Todos sus pariguales sienten que es su alma la que habla, desde el último repliegue de su entraña.

Padrell dice que es el pueblo quien conserva las canciones de los cantantes, brotada desde ese pueblo, él es quien la conserva y la pule, y por eso le corresponde la mayor gloria. (Francisco Rives). Desde el siglo XVI, hasta los tiempos de Carlosmagno convivían los mimos, con los juglares, los trovadores y hasta los cantores musulmanes. Loan a los valientes y dan ánimo a los nobles hechos. Los caballeros andantes eran grandes trovadores.

Viajaban en máxima turba, en muchedumbre a todo tipo de fiestas, bodas, nacimientos y hasta en los fallecimientos. Fueron intermediarios entre clérigos y científicos, entre políticos y embajadores. No faltaron las "juglarescas" (mujeres trovadoras que hacían de todo).

Esta es la trayectoria gloriosa de los cantantes (juglares, trovadores, minnesingers –de Minne: amor-), con ellos vivíamos todos los acontecimientos de la vida, la alegría y la tristeza, la derrota y la gloria, las ilusiones y la esperanza.

Cuba

En Cuba la historia es un poco parecida a la de los juglares y trovadores medievales. La primera etapa de los cantantes en Cuba fue de enorme sacrificio. Viajaban en carretones, a pie –como Compay Segundo, de Alto Songo/ hasta Marcané/-, muchas veces por la comida o simplemente por unos tragos o plena diversión. Pero fueron perseverantes, voluntariosos y el arte siempre es muy persistente.

Solo se ama lo que bien se conoce, por eso divulgamos la vida de estos cantantes y los 55 anteriores del libro Polvo de Estrellas, para que conozcamos muy bien las voces que nos han seguido en la larga marcha de todos estos años, y nos pusieron, grabado en piedra, en el mapa musical del mundo.

El autor, Octubre de 2008.

¿Qué es un cantante?

¿Qué debe tener un cantante?

  • Aparato vocal
  • Timbre
  • Carisma
  • Autenticidad
  • Guía
  • Estilo
  • Personalidad

Los cantantes

Autor

Rafael Lam. Periodista, cronista, crítico musical y comentarista de radio. Con vastos conocimientos teóricos sobre música popular y de la historia habanera. Se define como un cronista urbano, tanto de la música como de los lugares de la ciudad y de su gente.

Entre sus libros se destacan:

  • La Bodeguita del Medio
  • Tropicana
  • Van Van, la leyenda
  • El boom de la salsa cubana
  • La Habana nocturna
  • Contando quiero decirte
  • Polvo de estrellas
  • Los maestros del placer

Fuente