Nazismo

Nazismo
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Ideología(s) base(s):
Nacionalismo alemán
Anticomunismo
Darwinismo social
Fascismo
Variantes:
Neonazismo
Personajes destacados:
Adolf Hitler
Benito Mussolini
Joseph Goebbels
Organización(es) internacional(es):
Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista
Waffen-SS
Sturmabteilung
Juventudes Hitlerianas
Temas relacionados:
Antiseministismo
Racismo
Holocausto
Segunda Guerra Mundial

Nazismo, también conocido como Nacional socialismo. Sistema de ideas establecido por los Nazis (fundamentalmente, alemanes) que pretendían el establecimiento de un imperio gobernado por la "raza aria" (alemanes) y al cual debía subordinarse el resto de los pueblos del mundo (o naciones "inferiores") como esclavos; su mayor fuerza la alcanzó durante la Segunda Guerra Mundial y fue derrotado al finalizar dicha conflagración, perdiendo así por siempre, todo poder político y militar con la capitulación de Alemania el 9 de mayo de 1945.

Introdución

Nazionalismo es la contracción de la palabra alemana Nationalsozialistische, que significa 'nacionalsocialista', y hace referencia a todo lo relacionado con el régimen que gobiernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP, Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei), el autoproclamado Tercer Reich y Austria a partir de la Anschluss, así como los demás territorios que lo conformaron (Sudetes, Meme, Danzig y otras tierras en Polonia, Francia, Checoslovaquia, Hungría, Holanda, Dinamarca y Noruega). La Alemania de este período se conoce como la Alemania nazi.

El término "Nazi" deriva de las primeras dos sílabas del nombre oficial del partido: Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei o "NSDAP".Los miembros del partido se identificaban a sí mismos generalmente como "Nationalsozialisten" (Nacional socialistas) y solo raramente como "nazis". El origen y uso de "nazi" es similar al de "Sozi", palabra del lenguaje diario para designar a los miembros del Sozialdemokratische Partei Deutschlands (Partido Socialdemócrata de Alemania). En 1933, cuando Hitler asumió poder en el gobierno alemán, el uso del termino disminuyó en Alemania, aunque en Austria sus oponentes lo continuaron usando con una connotación despectiva. A partir de eso, el término ha adquirido una connotación crecientemente peyorativa.

Contexto histórico

El nazismo es una ideología alemana gestada en la década de 1920, pero que no alcanzará importancia hasta la década de 1930, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929. En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha.

Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales, dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y resolver las crisis más efectivamente que las democracias.Tanto la URSS, como la Italia de Mussolini y el Japón Imperial, países todos en los que se impusieron "gobiernos fuertes", no solo resolvieron la crisis a mediados de los 30 sino que fueron percibidas como restaurando el "orden social" aun con anterioridad a esa solución a problemas económicos. A esa crisis político económica hay que agregar una crisis ideológica aun anterior que se ha sugerido se extiende desde 1890 a 1930 y que ha sido caracterizado como una “revolución contra el positivismo”.

Tanto los valores como las aproximaciones a la sociedad y la política que formaban la base de la civilización occidental fueron percibidas como superadas reliquias del racionalismo proveniente de la ilustración. Específicamente tanto el fascismo como los desarrollos intelectuales que lo antecedieron buscaron transcender lo que se percibía como la decadencia del occidente. Consecuentemente el Zeitgeist de esa época puede ser descrito como una amalgama o mezcla de ideas caracterizado por un rechazo al racionalismo, proceso que es generalmente percibido como iniciándose con Nietzsche, junto a tentativas de incorporar "explicaciones científicas" a preconcepciones o incluso prejuicios explicativos del mundo, por ejemplo, un Racismo latente, que dieron origen a propuestas tales como las de la eugenesia, etc, y en lo político, bajo la influencia de pensadores tales como Georges Sorel, Vilfredo Pareto, Martin Heidegger, Gaetano Mosca, y, especialmente, Robert Michels; a percepciones político elitistas basadas en un culto del héroe y la fuerza que culminan en una versión del Darwinismo social.

Percepciones que adquieren connotaciones más extremas en su divulgación y vulgarización. En Alemania específicamente esa rebelión contra el racionalismo dio origen, entre otras cosas, a una variedad de asociaciones que promovían un retorno a visiones romantizadas del pasado alemán en lo cual Richard Wagner tuvo alguna influencia y una Sociedad ocultista y semi secreta, la Thule-Gesellschaft (Sociedad Thule) basada en la Ariosofía y primeros en usar la Esvástica en el contexto de la época que patrocinó al Deutsche Arbeiterpartei, más tarde transformado por Adolfo Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores. Como de influencia importante en ese Zeitgeist se puede mencionar la obra de Arthur de Gobineau, quien propuso que en cada nación hay una diferencia racial entre los comunes y las clases dirigentes. Estos últimos serían todos miembros de la raza aria, quienes son no solo la raza dominante pero también la creativa.

Posteriormente Houston Stewart Chamberlain identifica «los arios» con los teutones. En adición a tratar de demostrar que todos los grandes personajes de la historia (incluido Jesús, Julio César, Voltaire, etc) fueron realmente arios agrega:

«Los teutones son el alma de nuestra civilización. La importancia de cualquier nación, en la medida que es un poder actual, está en relación directa a la genuina sangre teutona presente en su población»
Houston Stewart Chamberlain

También de importancia en esos desarrollos fueron percepciones que se pueden ver ejemplificadas en la obra de, por ejemplo Benjamin Kidd, quien propuso:

«Nuestra civilización ha sido dada a luz como resultado de un proceso de fuerza sin paralelos en la historia de la raza. Por épocas incontables el combativo macho europeo se ha desbordado a través de Europa en sucesivas olas de avance y conquista, venciendo, exterminando, aplastando, dominando, tomando posesión. Los más aptos, que han sobrevivido esas sucesivas olas de conquista, son los más aptos por el derecho de la fuerza y en virtud de un proceso de selección militar, probablemente el más largo en la historia, el más duro, probablemente el más elevante al que la raza ha sido sometida»

Para Kidd el combativo macho europeo es un pagano que a rinde homenaje, pero no entiende ni acepta en su corazón la validez de «una religión que es la total negación de la fuerza». Ese macho europeo ha introducido el «espíritu de la guerra» en «todas las instituciones que ha creado» y «la creencia que la fuerza es el principio último del mundo». Ese «macho de la civilización occidental ha llegado a ser por la fuerza de las circunstancias el supremo animal de combate de la creación. La Historia y la Selección Natural lo han hecho lo que es». «por la fuerza ha conquistado el mundo y por la fuerza lo controla».

Otras visiones de influencia en esa percepción son las de Oswald Spengler, para quien Benito Mussolini era el parangón del nuevo César, que se levantará del occidente en ruinas para reinar en la "era de la civilización avanzada", por analogía a los cesares de la Antigüedad.

El nazismo transforma, sin mucha dificultad, ese culto a la fuerza del más fuerte que es el ario en un Antisemitismo puro y simple, utilizando la preexistente leyenda de una conspiración judía para hacerse con el control mundial para explicar la derrota alemana en la Primera Guerra Mundia: el ejército de ese país fue traicionado y "apuñalado en la espalda" por los Bolcheviques y judíos. Esa traición se extiende al gobierno (social demócrata) de la República de Weimar que permite ahora que esos mismos judíos y otros financieros profiten de la Inflación, y otros problemas que afectan a los alemanes. Aduciendo además que muchos de los principales líderes comunistas son también judíos asimilan ambos conceptos en una gran «conspiración judeo marxista»

A lo anterior se ha sugerido que hay que agregar factores específicamente alemanes. A pesar que Maurice Duverger considera tales consideraciones pocos convincentes a fin de explicar el desarrollo del nazismo se ha afirmado que no se puede explicar el nazismo sin considerar su origen y que entre los factores que explican ese origen se debe mencionar una tradición cultural que se remonta a personajes tales Lorenz von Stein y Bismarck Esa tradición se transforma, bajo la influencia de personajes tales como Ernst Forsthoff, quien, a partir del periodo de la República de Weimar, postula que los individuos están subordinados ya sea al Estado absoluto o al Volk, bajo la dirección de un Líder o Führer. El nazismo se concreta como una ideología totalitaria de tipo fascista en la medida en que se caracteriza por dar una importancia central y absoluta al estado a partir del cual se debe organizar toda actividad nacional representado o encarnado y bajo la dirección o liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por proponer un racismo, nacionalismo e Imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren inferiores.

A partir de 1926, Hitler centralizo incrementalmente la capacidad de decisiones en el partido. Los dirigentes locales y regionales, no eran electos, sino nombrados, de acuerdo al Führerprinzip y a ese líder respondían, demandando obediencia absoluta de sus subordinados. El poder y autoridad emanaba del líder, no de la base.

«"El nazismo es lo más horrible que ha engendrado el imperialismo. Pero quizás para el imperialismo contemporáneo fue también lo más racional. El sueño de Hitler acerca del cacareado imperio nazi universal para los próximos mil años por lo menos, no era el delirio de un maníaco. Posiblemente, este siga siendo también ahora el sueño más preciado del imperialismo como sistema social. Porque muchos de sus problemas más agudos -sociales, nacionales y morales- pueden ser resueltos mucho más fácilmente teniendo la posibilidad de barajar los pueblos como si fueran naipes y de quemar en los crematorios a quienes piensen de otro modo [...]"»

Acceso al poder

El gobierno de la República de Weimar fue un gobierno en crisis constante, con frecuentes divisiones de alianzas faccionales formadas alrededor de personalidades. Desgraciadamente ni la mayoría de los políticos con la excepción de los Social demócratas ni los industrialistas, ni el ejército, ni el pequeño sector de Clases medias ni la Aristocracia ni muchos sectores populares tenían interés en la Democracia. En las palabras de una declaración del Partido Conservador Alemán:

Odiamos con todo nuestro corazón la presente forma del Estado Alemán porque nos niega la esperanza de rescatar nuestra esclavizada patria, de purificar del pueblo alemán la mentira de la guerra y de ganar el necesario Lebensraum en el Este.

Una de los principales personalidades de la época Franz von Papen perdió posición frente a la facción de Kurt von Schleicher, quien, nuevamente fue incapaz de obtener apoyo mayoritario. Von Papen concibió reemplazarlo con "una cara nueva", la de Hitler, que sería en la opinión de Papen fácil de manipular: el partido nazi comenzaba a mostrar desgaste electoral, perdiendo julio de 1932, 34 escaños, reduciendo a 196 "diputados" sobre un total de 608. Adicionalmente, el partido estaba quedando sin fondos.

Aparentemente el plan de von Papen era promover una dictadura mediante de un Golpe de estado que en su opinión sería inevitable siguiendo el caos que el gobierno de Hitler produciría dado que no solo una vez más el gobierno sería incapaz de funcionar sino que el uso de confrontación y violencia por "el incapaz" Hitler produciría una demanda popular por la restauración del orden).Como se ha observado "Estupideces de ese tamaño son raras en cualquier país o época". Von Papen arreglo una reunión con Hitler a través de los buenos oficios del banquero Von Schroeder, lo que se concreto el 4 de enero de 1933 en la casa de este último, llegando a un acuerdo. Hitler fue nombrado Canciller de Alemania el 30 de enero de 1933. Sin embargo, la coalición que "apoyaba" al nuevo canciller era minoritaria, contando con solo 247 escaños.

Con posterioridad a su nombramiento Hitler pidió al anciano presidente Paul von Hindenburg que disolviera el Reichstag, lo que fue aceptado y se fijaron elecciones para el 5 de marzo de 1933. El 27 de febrero ocurrió el Incendio del Reichstag posiblemente bajo órdenes de Hitler. Al día siguiente Hitler declaró el Estado de emergencia y demando que Hindenburg firmara el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos fundamentales de la constitución de 1919 de la República de Weimar.

Siguiendo lo anterior las elecciones de marzo dieron a los nazis y sus aliados el 44% del voto. Todavía no una mayoría. La respuesta de Hitler fue demandar que el Reichtag le concediera poderes plenos, en la forma de la Ley habilitante de 1933 situación permitida por la Constitución de Weimar para darle al Canciller el poder de pasar leyes a decretos, sin la intervención del Reichstag en casos excepcionales- Los cálculos de von Papen parecía estar concretándose.

Sin embargo, si bien Hitler estaba a favor de una dictadura, no estaba dispuesto a implementarla a favor de algún otro. El 23 de marzo de 1933 el parlamento se reunió a discutir la cuestión. En una atmósfera de creciente intimidación los parlamentarios tuvieron que ingresar cruzando un anillo de SA que gritaban" "Los poderes totales... o fuego y muerte". Solo los social demócratas se opusieron (los comunistas habían sido arrestados o asesinados en su totalidad). Otto Wels presidente de los socialdemócratas proclamo:

Nosotros los socialdemócratas nos comprometemos en esta hora histórica a los principios de humanidad y justicia, de libertad y socialismo. Ninguna acta habilitante lo habilita a Ud a destruir ideas que son eternas e indestructible.

Mirando directamente a Hitler, agrego:

Uds. pueden quitarnos la libertad y la vida, pero no pueden privarnos de nuestro honor. Estamos indefensos, pero no desgraciados.

Hitler se enfureció y respondió gritando:

Uds. ya no son necesarios.. la estrella de Alemania se alzara y la de Uds. se hundirá. La hora de su muerte ha sonado.

Esa fue la última sesión de un Reichtag con oposición. Poco después, el partido social demócrata fue prohibido y el resto se disolvieron. Von Papen tuvo que contentarse con el puesto de vicecanciller, desde el cual había esperado poder manipular a Hitler, pero con resultados de tan poca importancia que fue encontrado inocente en los Juicios de Núremberg.

De canciller alemán a Führer del Reich de los mil años

El proceso empezó a culminar en la Noche de los cuchillos largos cuando los últimos elementos que osaban dudar de la infalibilidad de Hitler aun implícitamente fueron eliminados políticamente o asesinados, incluyendo Kurt von Schleicher a quien Hitler había reemplazado como canciller y asociados de von Papen -quien fue arrestado.

También lo fueron asesinado antiguos camaradas de Hitler, como Gregor Strasser; Gustav Ritter von Kahr y Ernst Röhm. Horas tras la muerte del presidente Hindenburg, Hitler publicó una ley que establece: `La posición de Presidente del Reich será combinada con la del Canciller. La autoridad del presidente será por lo tanto transferida al presente canciller y Führer, Adolf Hitler. El seleccionara su diputado. Esta ley es efectiva a partir de la muerte del Presidente von Hindenburg".Comenzaba así el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba duraría mil años.

A continuación se anunció que tendría lugar un Plebiscito, para dar la oportunidad al pueblo alemán de expresar su aprobación. Éste tomó lugar el 19 de agosto del mismo, y Hitler obtuvo un 90% de aprobación 38 millones de votos.

Al día siguiente se introdujeron a través del Reich juramentos obligatorios de lealtad personal no al estado o Alemania sino a Hitler, especialmente en las escuelas, fabricas, servicio público y ejército. Así, la voluntad del Führer se transformaba en la ley. La aplicación de este principio resultó en formas totalitarias de control y represión, ya que cualquier oposición a los designios del Führer era, por definición, antinacional.

El 12 de marzo de 1938 Austria fue anexada al Reich. El programa original del partido nazi que existía desde su creación como Partido Obrero Alemán fue mantenido en principio, pero en realidad la percepción era que "Hitler es el partido", lo que creó una situación más bien confusa en la práctica. Ese programa incluía: Abolición del Tratado de Versalles. Unificación en un territorio y bajo un gobierno común a todos los alemanes con tierras y territorios (colonias) suficientes como para mantener a los ciudadanos (La Gran Alemania). Solo los miembros de "la raza" pueden ser ciudadanos. Expulsar de los territorios alemanes a todos lo no alemanes que hayan llegado desde 1914 y mantención del resto solo con permiso del gobierno y como huéspedes. Obligación del Estado de proveer la oportunidad de buena vida para todos los ciudadanos. Obligación de los ciudadanos de trabajar física y espiritualmente. Abolición de ingresos que no sean del trabajo. Establecimiento y defensa de un "cristianismo positivo", gobierno en beneficio del interés nacional sobre el particular, imponer el orden.

El régimen que se implantó ejerció un fuerte control sobre cada aspecto de la sociedad, mostrando especial interés en la educación de la juventud alemana. Desde la infancia, se enseña a los niños a ser duros y a sufrir la lucha por ser el más fuerte, seleccionando poco a poco a unos escogidos que irán conformando una nueva élite de guerreros sagrados (la SS) a modo de una nueva Esparta naciente y victoriosa. La ciencia tampoco escapa a la influencia de partido que la utiliza para justificar sus ideas o para buscar nuevas armas para la guerra que se venía preparando.

En relación a la Europa "no-occidental" o región en la cual "la raza" podría expandirse, existen documentos que sugieren la intención era establecer formas de gobierno subservientes al alemán y basadas sobre un sistema de castas, de acuerdo a las cuales la función de la población supervisor y se establecería de acuerdo a su “raza”, bajo la dirección de las Schutzstaffel, o SS.: los eslavos, polacos, rusos, serían exterminados en su mayoría, y quienes sobrevivieran serían trasladados "al este" donde, tratados como esclavos (negándoseles toda educación, tratamientos médicos, etc) eventualmente se extinguirían. Dado que no habían suficientes "arios", miembros de razas "intermedias" continuarían existiendo como campesinos y mano de obra con algunas garantías, bajo control de amos y supervisores alemanes, especialmente miembros de las SS, que recibirían tierras y esclavos en relación a sus "méritos". En el caso de gitanos y judíos esos planes de largo plazo con "razas inferiores" fueron puestos en ejecución incluso durante la guerra misma, en el llamado programa de Solución Final.

Persecución y represión

Hitler aplicó de inmediato la represión contra un amplio espectro de ciudadanos: judíos, comunistas, Testigos de Jehová, homosexuales y todo aquello que se opusiera a la estrecha definición nazi de la "nación". La represión la llevaron adelante prioritariamente la SS, fuerzas paramilitares creadas en 1925 y fortalecidas por el régimen, y la Gestapo, policía secreta nazi que respondía a las SS, y que contaba con una densa red de espías y delatores. El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las agresiones físicas, los arrestos y las detenciones en campos de trabajo.

Economía política de los nazis

Esta es un área compleja. Los nazis no tenían un programa económico propiamente tal, lo que creó una confusión en la práctica, especialmente cuando llegaron al poder. Hitler resume la posición así: "La característica básica de nuestra teoría económica es que no tenemos ninguna teoría en absoluto." Los nazis consideraban que lo realmente importante es la "pujanza" o voluntad de las naciones: si esas tienen espíritu, decisión y dirección adecuada, tendrán éxito, cualquiera sean las circunstancias, lo que posibilita o demanda que "el líder" tenga la capacidad de tomar las medidas adecuadas en cada situación.

Para Hitler en particular, propuestas basadas en la solidaridad no son sino un complot para destruir esa pujanza entre las razas superiores, por lo cual rechazaba específicamente la concepción socialista.  A partir de eso, la propuesta nazi acerca de la Economía política era una mezcla imprecisa de la darwinismo social con el dirigismo, en la cual el estado permite tanto la propiedad privada como la competencia lo que es positivo "porque promueve los más capaces a posiciones superiores" pero reserva al Estado el derecho a establecer el interés nacional.

Cesare Santoro, un fascista que visito Alemania en la época, lo pone así: "En la declaración programática, ya citada al principio de nuestra obra, Adolf Hitler anunció que el nuevo gobierno se proponía “velar por los intereses económicos del pueblo alemán no por el camino tortuoso de una gran economía burocrática organizada por el Estado sino por el impulso más fuerte dado a la iniciativa particular sobre la base del reconocimiento de la propiedad privada”. El reconocimiento del principio de que, en contraste con lo que ocurre en la Rusia soviética, el Estado tiene por misión dirigir la economía pero no administrarla por sí mismo no puede ser más explícitamente expresado.

También así ha sido establecido solemnemente el principio de la propiedad privada con lo que se estimula al patrono a ensanchar más su empresa para alcanzar los mayores resultados posibles. Estos dos principios determinan las normas directivas para la reorganización nacionalsocialista de la Economía industrial; aquellas exigen una administración autónoma cuya misión consiste en asesorar y tutelar a las asociaciones industriales o a los socios que forman parte de ella. Esta administración tiene el deber de transmitir al gobierno los deseos de los patronos que toman parte en la obra de reconstrucción económica" Hitler parece entender el papel del estado como dirigiendo pero también apoyando la industria nacional a través de proporcionar estabilidad económica y diversos programas específicos, tales como proporcionando "mano de obra barata", como es ilustrado en la famosa película La lista de Schindler.

Sin embargo, lo anterior no produce una propuesta específica acerca de cómo resolver los problemas económicos de Alemania cuando Hitler llegó al poder. Esto fue resuelto a través del nombramiento de algunos "profesionales" en posiciones de responsabilidad. Esto dio a Hitler la oportunidad de poder elegir entre diferentes y competitivas propuestas, seleccionando la que considerara más adecuada.

A partir de 1933 se implemento el llamado "Programa de Reinhardt", que era un ambicioso proyecto de fomento económico a través del desarrollo de la infraestructura con la construcción directa por el estado de proyectos de obras públicas tales como autopistas, redes de ferrocarriles, canales -tanto de riego como transporte (por ejemplo, reinicio de la construcción del Canal Rin Meno Danubio, estadios, combinados con incentivos y la expansión del gasto militar, etc. En 1936, el gasto estatal en asuntos militares excedía a los gastos en asuntos civiles y llegaba al 10% del Producto Nacional Bruto, más que cualquier otra nación europea en la época. A nivel de los trabajadores, el "programa" significo la eliminación de los sindicatos independientes , aproximación que se mantuvo durante todo el gobierno nazi.

En 1934 Hjalmar Schacht fue nombrado ministro de economía, con la intención (y bajo instrucciones secretas) de lograr el rearmamento y desarrollar una política que lograra la autarquía o independencia económica de Alemania. Para lograr eso fines Schacht necesitaba tanto re industrializar Alemania como poder comprar materias primas en el extranjero, evitando al mismo tiempo una vuelta a la Inflación, lo cual a su vez requería estabilizar la moneda alemana y reducción del Déficit presupuestario del Estado. Schacht propone en un Nuevo "Plan de cuatro años" basados en el uso de "Billetes Mefo", una especie de circulante pseudo monetario al estilo de "Letras de cambio o títulos de crédito, teóricamente de una empresa independiente (MEFO) pero que permitían al estado otorgar créditos a industrias sin romper las reglas monetarias aceptada, dado que esas "letras de cambio" estaban relacionados no con un lapso de tiempo sino con un resultado económico y en lograr que países extranjeros especialmente en América Latina y sureste de Europa- vendieran sus productos a Alemania pagados ya sea por medio de un intercambio directo con Productos manufacturados en Alemania o en "Depósitos bancarios en Alemania", que solo podían ser gastados en ese país, específicamente, que no podían ser retirados en monedas extranjeras. En lo referente al proyecto autárquico, Schacht implemento el desarrollo de productos substitutos o ersatz Schacht también creó un sistema financiero que permitió al estado alemán utilizar el "dinero de extranjeros" depositado en bancos alemanes. Ese sistema constituyó las bases del utilizado para la administración, primero, de los fondos de judíos y, posteriormente, de los caudales en países conquistados.

En 1935 todo lo anterior lo anterior se combinó en la llamada "economía de guerra", lo que -a nivel práctico- significó la introducción de medidas "militarizadas" de reducción del desempleo el llamado Reichsarbeitsdienst. Esto a su vez justifico la expansión del gasto militar bajo la excusa que eran medidas de reducción de desempleo.

A partir de 1935-36, se desarrollo un debate entre los encargados de la Política económica general. Schacht junto con Carl Friedrich Goerdeler, encargado de control de precios encabezaron una facción "pro [[mercado libre]+" que urgía a Hitler a reducir el gasto militar, abandonar el proteccionismo implícito en el proyecto de Autarquía y reducir la intervención estatal en la economía. Esa facción fue opuesta por la encabezada por Hermann Göring, quien proponía mantener esas posiciones. Eventualmente la posición de Göring se impuso, Göring tomó su cargo y en adición a la mantención en general de las políticas descritas, introdujo un organismo dedicado a la promoción y construcción de fabricas y usinas, que eventualmente llegó a ser uno de los complejos industriales más grandes del mundo, empleando medio millón de trabajadores y con un capital de 2400 millones de marcos.

Varios economistas empezando con Michal Kalecki han descrito esas políticas económicas como un keynesianismo militar. Si bien es correcto que Alemania Nazi fue uno de los primeros países que con posterioridad al abandono del Patrón oro utilizó el Déficit fiscal a fin de promover crecimiento económico, conviene recordar no solo que Keynes publicó su Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero solo en 1936 sino también las palabras de Hitler mismo respecto a carecer de una política económica. Así, parece más correcto sugerir que las políticas económicas nazis eran eclécticas, mostrando no solo influencia "keynesiana" sino también las de otras escuelas, por ejemplo, las propuestas económicas de los Fascistas italianos, que, a su vez, se basaban teóricamente en las propuestas de Pareto. Contrastese, por ejemplo, la descripción de las políticas nazis ofrecida por Santoro con la siguiente de las políticas de Mussolini proveniente de Franz Borkenau.

Lo anterior se ha explicado de la siguiente manera: "La razón principal por esto fue la percepción generalizada entre los nazis que la economía no era muy importante, y que, en todo caso, estaba subordinada a los intereses del Partido o de la política del Partido. En relación a los individuos y sus visiones, mientras que el régimen no fuera abiertamente criticado, había un margen considerable para la discusión de economía política y teoría económica, no habiendo una línea de partido en asuntos económicos. Segundo, en el campo de la política (económica) práctica había un profundo nivel de pragmatismo: si las “fuerzas del mercado” podían lograr objetivos políticos, tanto mejor. "

Con posterioridad a la segunda guerra, las políticas de la "economía de guerra" influyeron tentativas de desarrollo de países del tercer mundo. Schacht encontrado inocente en los juicios de Núremberg- creó un banco Außenhandelsbank Schacht & Co. y se especializó en dar aviso económico a dirigentes de esos países, especialmente aquellos en los cuales el ejército llegó a ser el instrumento de "progreso"

Propaganda

Los nazis fueron unos de los primeros [[movimientos políticos] que implementaron lo que puede ser llamado la práctica moderna de la propaganda como ingeniería social. En las palabras de Goebbels, quien llegó a estar a cargo del "Ministerio del Reich para la educación del pueblo y la propaganda" creado en 1933: "Hoy podemos decir sin exageración que Alemania es un modelo de propaganda para el mundo entero. Hemos compensado por las fallas del pasado y desarrollado el arte de la influencia de masas al punto que avergüenza los esfuerzos de otras naciones. La importancia que la directiva Nacional Socialista pone en la propaganda quedo clara cuando estableció un "Ministerio para la educación del pueblo y la propaganda" después que tomó el poder. Este ministerio está completamente dentro del espíritu Nacional Socialista y en el se origina. Une todo lo que hemos aprendido como un movimiento de oposición confrontando el enemigo y bajo la persecución de un sistema inimico, a veces más de la necesidad que del deseo. Recientemente algunos han tratado de imitar este Ministerio y su concentración de todos los medios de influencia sobre la opinión, pero aquí también se aplica el dicho: "a menudo imitado, pero nunca igualado".

La teoría nazi sostenía que entre el Führer y su pueblo existía una armonía mística, una absoluta comunión -en la medida que el Führer encarna y dirige todas las aspiraciones y voluntad del pueblo- Pero en la realidad, ese pueblo como individuos- puede fallar en entender esa “voluntad general”, así, esa comprensión y adhesión de esos individuos debían ser logradas:

No es solo un asunto de hacer lo correcto, la gente debe entender que lo correcto es lo correcto. La propaganda incluye todo aquello que ayuda a la gente a darse cuenta de esto (...) la propaganda es un medio para un fin. Su propósito es llevar a la gente a una comprensión que les permitirá, voluntaria y sin resistencia interna, dedicarse ellos mismos a las tareas y objetivos de una dirección superior (...) La gente debe compartir las preocupaciones y logros de su gobierno. Esas preocupaciones y logros, en consecuencia, deben ser constantemente presentados y forzados sobre la gente de tal manera que el pueblo considere que esas preocupaciones y logros son sus preocupaciones y logros. Solo un gobierno autoritario, fuertemente ligado al pueblo, puede hacer eso en el largo plazo. La propaganda política, el arte de basar las cosas del estado sobre las amplias masas de tal manera que la nación entera se sienta parte de el, no puede por lo tanto, permanecer solo un medio de ganar el poder. Debe ser un medio de construir y mantener poder.

Desde ese punto de vista, la ‘propaganda política’ “esta dirigida a las masas, habla el lenguaje del pueblo porque desea ser entendida por el pueblo. Su tarea es el arte más creativo de poner hechos y eventos a veces complejos en una forma simple, que pueda ser entendida por el hombre en la calle.” y “La propaganda es por lo tanto, una función necesaria del estado moderno. Sin ella es simplemente imposible, en este siglo de las masas, aspirar a grandes objetivos. Se sitúa al comienzo de la actividad política práctica en cada aspecto de la vida pública. Es un requisito importante y necesario”.

Contrario a lo que algunos creen, la técnica básica de la propaganda no era, para Goebbels, la mentira.,lo cual no quiere decir que no la empleara."Sólo la credibilidad debe determinar si lo que la propaganda propone debe ser cierto o falso" y "Si la propaganda va a ser exitosa, debe saber lo que busca. Debe mantener clara y constantemente presente su objetivo y buscar los medios y métodos apropiados para alcanzar ese objetivo. La propaganda, como tal, no es ni buena ni mala. Su valor moral es determinado por el objetivo que busca". Lo anterior establece una situación más bien confusa, lo que ha llevado a algunos a sugerir que se pueden derivar cuatro principios de la "propaganda goebbeliana":

  1. No hay verdad.
  2. Toda información es irrelevante.
  3. La historia y los mensajes de los medios son sólo una narrativa.
  4. La verdad es lo que se escoge creer.

Alternativamente, se proponen los siguientes principios:

  • Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa.
  • Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas.
  • Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario.
  • Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales.
  • Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

Goebbels establece una diferencia entre la propaganda blanca atribuible y dedicada a promover y la negra, dedicada a desprestigiar y no atribuible. La mayoría de las citas de Goebbels generalmente usadas por ejemplo: “mentir, mentir, que algo queda” se refieren a ese tipo de propaganda. Una vez que un rumor correcto o no es generalmente aceptado, se puede usar como “verdad” en la propaganda blanca.

Un ejemplo de su tiempo es la existencia de un putativo “problema judío”. Una vez que se hizo general la percepción que los ciudadanos alemanes de religión judía no eran alemanes, la propaganda blanca puede presentar la "solución al problema": "Permitan que de algunos ejemplos recientes. Solo necesito bosquejar los detalles. Están muy frescos en nuestra memoria para requerir elaboración.... El Marxismo-Leninismo no podría haber sido eliminado por una decisión gubernamental. Su eliminación fue el resultado de un proceso que comenzó con el pueblo. Pero eso solo fue posible porque nuestra propaganda le había mostrado a la gente que el Marxismo era un peligro tanto para el Estado como para la Sociedad. La positiva disciplina nacional de la prensa alemana nunca habría sido posible sin la eliminación completa de la influencia de la prensa judía-liberal. Eso solo sucedió debido a nuestra propaganda de años... el hecho que fue eliminada... no es un accidente, sino más bien dependió en las fundaciones psicológicas que fueron establecidas por nuestra propaganda... Pudimos eliminar el peligro judío en nuestra cultura porque la gente lo reconoció a consecuencia de nuestra propaganda.... el prerrequisito fue y es la propaganda, que aquí también crea y mantiene la conexión con el pueblo.

Encontramos un ejemplo concreto de Goebbels en su respuesta a la reacción internacional a la introducción de legislación antisemita -por ejemplo, las Leyes de Núremberg- Goebbels no busca ocultar o minimizar tal reacción al pueblo alemán, pero la presenta como “campaña de propaganda internacional por los judíos”. Y esa reacción “a la solución” del “problema judío” por “medios legales” no afecta el “derecho y determinación del pueblo alemán” a solucionar sus problemas con “su acostumbrada responsabilidad y seriedad“que preferirían “las democracias”... que se dejara la solución en las manos del pueblo?” pregunta Goebbels Y concluye: Esa campaña del judaísmo internacional solo tendrá un resultado: hacer las cosas aun más difíciles para sus “parientes raciales” en Alemania.-.

De acuerdo a Goebbels, la planificación de cualquier y todo acto debe considerar sus implicaciones propagandísticas. Y todo debe contribuir a los objetivos políticos que la propaganda determina, no en una repetición mecánica, pero para construir una visión general. Consecuentemente, la propaganda se desarrolló en varias direcciones a través de la totalidad de la sociedad y vida publica alemana. Se utilizó no solo a los medios de comunicación masivos, libros, periódicos y afiches que engrandecían a Hitler como salvador y líder de la raza aria cubrieron las ciudades, prohibiéndose cualquier expresión de duda, llegando incluso a la quemas de libros considerados "perniciosos", no tanto como acto de censura sino de "expurgación pública". Adicionalmente se organizaron grandes actos públicos, manifestaciones y desfiles, que glorificaban un pasado alemán mítico, místico y heroico, junto a la grandeza de Hitler y la disciplina impecable de su ejército; se difundieron políticas de bienestar (vacaciones, pensiones, etc.), todo sugiriendo una nación de guerreros liberados por un héroe seleccionado e inspirado por el destino, envueltos en una lucha a muerte no solo por su supervivencia, pero por todo lo que es justo, bello y de valor, contra las miserables razas inferiores que, motivados por la envidia y la malevolencia, solo saben destruir.

El cine sufrió no sólo la censura, sino además la manipulación. Todas las películas debían contener algún mensaje pronazi. El propio estado se ocupó de producir películas documentales de propaganda, utilizando todos los adelantos de la técnica y arte. La radio se convirtió en un medio muy importante para el régimen, ya que permitía que la voz del Führer entrara en los hogares alemanes, del mismo modo que la propaganda nazi.

La propaganda no buscaba sólo fortalecer la fidelidad al régimen o el odio hacia los judíos, sino también -en una actitud derivada de la Kulturkampf bismarckiana- difundir formas culturales consideradas propias o saludables para la nación, identificadas con la raza aria. De esta manera, se instaba a los jóvenes sanos a casarse, informándoles previamente de los antecedentes raciales de su pareja, y a procrear familias numerosas. Las mujeres eran alentadas a permanecer en el hogar y a dedicarse a la crianza de los niños.

Los jóvenes fueron un blanco importante para la propaganda nazi. Se crearon instituciones destinadas a la socialización de niños y jóvenes, como las Juventudes Hitlerianas. En ellas los jóvenes recibían una cuidadosa educación física y adoctrinamiento político. La Liga de Muchachas Alemanas formaba a las niñas para sus futuras tareas en el hogar, mientras los niños aprendían destrezas militares. No obstante lo anterior, un gran número de mujeres también formó parte de las Hitlerjugend.

Carteles propagandísticos de las Juventudes Hitlerianas

Uso de la economía como propaganda política

Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a la cual debía someterse la economía del Tercer Reich. Sin embargo, la legitimidad del régimen dependía de su habilidad en proveer un nivel de vida aceptable a la población en general.

Así las demandas de los industriales se enfrentaron con la necesidad de la legitimación del régimen, dotando de cierto bienestar a los trabajadores. Estos objetivos contrapuestos llevan a la adopción de medidas de incremento de productividad, provisión de productos populares y algunas medidas de bienestar públicas. Ejemplos de estas políticas se encuentran en las competencias nacionales de destreza en el oficio, el lanzamiento de Volkswagen el auto del pueblo y el establecimiento de "centros de vacaciones populares"

Esas medidas de “bienestar” han sido denominadas por algunos como un “estado del bienestar nazi”, financiado a través del “botín de guerra”. El régimen nazi consideraba la propiedad del fisco y los ciudadanos de los países conquistados como propiedad del estado alemán, lo que permitió mantener - para los “miembros de la raza superior” bajos niveles de impuestos y altos niveles de consumo incluso durante la guerra misma. Por ejemplo, a pesar que al comienzo de la guerra Hitler estableció un impuesto de guerra 50% de todos los salarios- solo el 4% de los alemanes lo pagó. Para mantener esa situación, el régimen recurrió a la expoliación y al robo organizado desde el estado a nivel industrial, primero de los comunistas, gitanos y judíos alemanes, posteriormente de los países ocupados. El 70% de los ingresos del estado alemán durante la guerra vino de la expoliación, confiscaciones y robos en los países ocupados, algunas de cuyas empresas llegaron a tener que pagar un impuesto del 112% de sus ganancias para un “fondo de lucha contra el bolchevismo”.

Política de higiene racial

Los nazis instauran también el control reproductivo de la sociedad alemana. Es imperiosa la necesidad de crear nuevos arios y de sacar de la circulación aquellos que presenten defectos en nombre de la higiene racial, promoviendo la eugenesia y recurriendo a la eutanasia si hacía falta. Así mismo, se buscó la fecundación de todas las alemanas de buena sangre por parte de la élite aria para que poco a poco la raza perdida recupere su esplendor. El resultado de esto fue el establecimiento de los campos Lebensborn en los cuales mujeres de origen ario eran inseminadas con padres seleccionados para la creación de niños racialmente puros.

El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo un entramado científico-místico. Por una parte, pretende demostrar mediante la moderna ciencia de la biología, la selección natural de Darwin y las leyes de la herencia de Gregorio Mendel, de modo pseudocientífico la realidad de la raza pura y, por otro lado, presenta la creencia mística de que esta debe recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas supuestamente degeneradas, como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos. En los judíos se centra el mal de males y hacia mediados de la Segunda Guerra Mundial empezarán a ser exterminados en los campos de concentración.

Antisemitismo Nazi

Para Hitler, los comunistas eran enemigos de la nación alemana. Pero había un enemigo mayor aún que se fusionaba con ese y con los otros posibles: los judíos. Partiendo de una concepción racista, desde principios de los años veinte Hitler fue reconstruyendo un estereotipo racial del judío, a partir de las teorías de Walter Darré, Alfred Rosenberg, Spengler . Houston Stewart Chamberlain y el conde de Gobineau .

Los judíos encarnaban, para Hitler, todos los males que aquejaban a la nación alemana (no judía): eran los proletariados agitadores, los financistas avaros y los grandes industriales que exprimían al pueblo alemán; eran la prensa que difamaba a la nación, y también los débiles y corruptos parlamentarios cómplices de los humillantes tratados de paz y de la debilidad de la nación. Eran, en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior corrompía y contaminaba a la nación, debilitándola.

El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema totalitario para la movilización política y social, así como para distraer la opinión pública de los propios problemas.

En 1935, las leyes de Núremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos. Continuaron la violencia y el acoso de las SS y de la policía a los judíos, produciéndose masivas emigraciones. Luego siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la "arianización" de bienes, los despidos y los impuestos especiales.

En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones y se obligó a que los que tenían nombres de pila no judíos que antepusieran los de "Sara" o "Israel" a los propios, para la identificación en los campos de trabajo y en los mismos ghettos). El resultado, distinguirlos.

En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático alemán en París a manos de un joven judío, fueron atacados por miembros de las SS, en lo que se llamó la "noche de los cristales rotos". El resultado fue de tal magnitud que el mismo Estado hubo de restaurar el orden que el mismo había perturbado.

Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y obligados a reparar los daños, a indemnizar al Estado alemán por los destrozos y a entregar el dinero recibido a compañías de seguros. Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las universidades, el uso de transportes públicos y el frecuentar lugares públicos como teatros o jardines.

Adicionalmente ese momento marcó el comienzo de un programa organizado de internamiento de los judíos en campos de concentración: en un telegrama de instrucciones firmada por Reinhard Heydrich marcado “Urgente y secreto” en preparación a la Kristalnacht se establece: "Tan pronto como el curso de los eventos durante esta noche permita el uso de los oficiales de policía asignados para este propósito, serán arrestados tantos judíos como sea posible acomodar en los lugares de detención de cada distrito. especialmente judíos ricos. Por el momento solo serán arrestados judíos varones en buen estado de salud, de edad no muy avanzada. Inmediatamente que el arresto tenga lugar, se contactara el campo de concentración adecuado para ubicar a los judíos tan rápidamente como sea posible en esos campos...."esos campos en realidad eran “campos de trabajo forzado” en los cuales se explotaba a los internados hasta la muerte.

Finalmente, los judíos fueron concentrados en ghettos (barrios especiales donde vivían hacinados) o en campos. A esto seguiría la esclavización y el exterminio durante la guerra. Los campos de concentración, inicialmente destinados a la prisión preventiva de "enemigos del estado" (por ejemplo: comunistas y social demócratas), se convirtieron en lugares de trabajo forzoso, para experimentos médicos y para la eliminación física de judíos, gitanos, homosexuales y discapacitados.

Sobre este último punto, hay quienes sostienen la inexistencia del holocausto judío, ya sea en su totalidad o en las proporciones que son comúnmente aceptadas, lo que ha dado lugar a algunos juicios. Los principales expositores de esta visión son Robert Faurisson, Paul Rassinier y David Irving, Los casos más conocido son A) el del Commonwealth de Cana contra Ernst Zundel, ciudadano alemán que vivió en Canadá entre 1958 y el 2000 y quien publicó varios panfletos cuestionando el holocausto, por lo que fue procesado por "publicar literatura capaz de incitar odio contra un grupo identificable". En dicho proceso, Alfred Leuchter, quien falsamente proclamó ser ingeniero, el "máximo experto mundial en" y "constructor" de cámaras de gas para las prisiones de los Estados Unidos evacuó el Informe Leuchter, en el que concluyó que "no hubo cámaras de gas para la ejecución en ninguno de esos lugares" y

B) el de Irving contra Lipstadt y otros, en el cual Irving fue encontrado "un activo negador del Holocausto... un antisemita y un racista".

Política exterior

El objetivo final de la política exterior nazi era la conquista del Lebensraum o espacio vital alemán. Su imperialismo era a la vez económico y racial. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza superior) debía disponer de suficiente espacio, definido como una relación entre los recursos (tierras, alimentos) y la población. Su objetivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental, pobladas por razas consideradas inferiores. La política interior totalitaria del Tercer Reich estaba al servicio de su política exterior expansionista. El totalitarismo creaba las bases materiales y psíquicas para la conquista exterior y, al mismo tiempo, los grandes éxitos y la conciencia de la "misión" de la raza distraerían a la población de la represión interna.

Hitler expresó desde un principio su voluntad de rearme a Alemania. Realizado primero en secreto, se hizo público después de 1935 y fue tolerado por las naciones europeas que estaban más preocupadas por el avance del comunismo que el nazismo. La política inglesa y francesa fue la del "apaciguamiento", que consistía en conceder a Hitler aquello que reclamaba y firmar nuevos pactos, apostando con esto a mantener a los nazis bajo control.

Ejércitos mayores y mejores entrenados, producción de barcos de guerra, aviones, tanques y municiones, e investigación de nuevos tipos de armamento, absorbieron crecientes recursos estatales. Por otro lado, el rearme permitió llegar al pleno empleo y dejar atrás la crisis de 1929. Esto reactivó la economía alemana y trajo un nuevo prestigio al reich.

En 1936, las fuerzas militares alemanas reocuparon sorpresivamente [[Renania]+. Desde ese momento y hasta 1939, la táctica consistió en ataques justificados por el derecho alemán al Lebensraum, seguido por nuevas promesas de paz. Al episodio de Renania le siguió la intervención en la guerra civil española y la anexión de Austria en 1938. La semidictadura austríaca intentó en vano impedir la campaña de anexión de los nacionalistas austríacos y dejó finalmente el poder a los alemanes en 1938. Un plebiscito a favor de la "Gran Alemania" confirmó luego la Unión.

El siguiente objetivo fue Checoslovaquia, donde un conflicto con la minoría alemana de los Sudetes le sirvió de excusa para la anexión de la región en 1938. Inglaterra y Francia accedieron a estas pretensiones alemanas por medio de los Acuerdos de Múnich y Chescolovaquia debió ceder. Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en 1939. Esto puso de manifiesto su verdadera intención y el fracaso de la política de "apaciguamiento" de Inglaterra y Francia. Cuando, tras firmar un pacto de no agresión con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Hitler se lanzó en septiembre de 1939 a invadir Polonia, Francia e Inglaterra le declararon la guerra. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial.

Claves de la ideología nacionalsocialista temprana

  • Anticomunismo y, en general, oposición a toda forma de ideología marxista.
  • Racismo
    • Especialmente el antisemitismo.
    • Creación de la Herrenrasse por el Lebensborn (un departamento del Tercer Reich)
    • Antieslavismo (al menos hasta la II Guerra Mundial).
    • Creencia de algunos ideólogos en la superioridad de la raza aria, alemana y nórdica, aunque también de la raza blanca europea.
  • Eutanasia y eugenesia buscando la supuesta "higiene racial"
  • Negación de la democracia, con la consiguiente prohibición de la existencia de partidos políticos, sindicatos.
  • Führerprinzip/creencia en el líder (Responsibilidad ascendente y autoridad descendente).
  • Fuerte exhibición de la cultura local.
  • Regeneración del arte.
  • Amor a la Naturaleza y creación de reservas naturales y leyes de protección de la Naturaleza.
  • Darwinismo social
  • Defensa de Sangre y Tierra
  • "Lebensraumpolitik", "Lebensraum im Osten" (Creación de más espacio vital para los alemanes en el Este de Europa).
  • Relación con el fascismo italiano de Benito Mussolini y el español de Francisco Franco.
  • Creación del Frente de Trabajo, que aglutinaba a los trabajadores de Alemania para un mejor entendimiento de los problemas de estos.
  • Proyecto "Belleza en el trabajo" para mejorar las condiciones laborales de los obreros.
  • Creación de la "Ayuda de Invierno" para acabar con el hambre y la penosa situación de muchos alemanes antes del Reich.
  • Grandes actos de masas para fomentar el espíritu colectivo.
  • Era voluntario, a partir de los 10 y hasta los 17, ser miembro de las Juventudes Hitlerianas donde se realizaban proyectos juveniles y lucrativos.

El nazismo en la actualidad

Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó inspirando a los movimientos neonazis. En muchos países, entre ellos la Alemania actual, está prohibido hacer apología del nazismo y existen leyes estrictas en contra del nazismo, que es considerado un delito; también está prohibido hacer apología del Holocausto o negar su existencia, práctica conocida como negacionismo.

Fuentes

  • Arendt, Hannah. Los orígenes del totalitarismo. 3 vols. Madrid: Alianza Editorial, 1983.
  • Bracher, Karl Dietrich. Controversias de historia contemporánea sobre fascismo, totalitarismo, democracia. Barcelona: Laia, 1983.
  • Bracher, Karl Dietrich. La dictadura alemana. Génesis, estructura y consecuencias del nacional socialismo. 2 vols. Madrid: Alianza Editorial, 1973.
  • Bullock, Alan. Hitler y Stalin. Vidas paralelas. 2 vols. Barcelona: Plaza &Janés, 1994.
  • Buron, Thierry y Gauchon, Pascal. Los fascismos. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 1983.
  • Carsten, F. L. La ascensión del fascismo. Barcelona: Seix Barral, 1970.
  • Dra. PINO CANALES, CELESTE ELENA. Temas de Derecho Internacional Público. Editorial Félix Varela, 2006, La Habana, Cuba. pp. 220