Parrandas de Vueltas

Parrandas de Vueltas
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Fiesta tradicional de más de un siglo de existencia
Lugar:Vueltas, Villa Clara, Cuba

Parrandas de Vueltas. Las parrandas de Vueltas son testigos de una imborrable huella de tradición e historia, dejada a través del tiempo en sus calles y en su pueblo. La parranda voltense es un desprendimiento muy fructífero de las parrandas remedianas que llegó movida por asentados en esta tierra de valles fértiles unidos a otros naturales que veían en ellas la posibilidad de sacar negocios a un fenómeno de masas. Durante el desarrollo de estas fiestas dos barrios, Jutíos y Ñañacos, se enfrascan en una "batalla" por alcanzar la mayor popularidad.

Origen

Carroza "La bella y la bestia", barrio Ñañacos, 2010

Sobre el comienzo de estas fiestas populares que hoy se disfruta tanto existen varias versiones de cómo y cuando se organizaron las primeras parrandas en Vueltas según escritores, fanáticos e historiadores que han dedicado su vida prácticamente en que la historia de estas Parrandas perdure a través de los tiempos y se pueda contar de generación en generación.

Es por ello que en la búsqueda de la verdad se han encontrado algunas discrepancias entre algunos de ellos por lo cual se decidió exponer los testimonios o relatos que pueden dar idea de cómo y cuando surgieron o se efectuaron las primeras Parrandas en Vueltas.

Origen de las Parrandas. Por Ernesto Miguel Fleites (Uci), escritor e investigador folklórico. Miembro de la UNEAC.

Carroza "Tiempo_de_Corsarios", barrio Jutíos, 2010

Según comenta este destacado escritor en una entrevista realizada para la realización de un trabajo sobre la historia de las parrandas de Vueltas dice que esta tradición la trajo Juan José Domínguez en 1890, aunque la paternidad de la parranda se le atribuye a don Carlos Nodal aclarando que ya en 1890 hay parrandas en Vueltas y no en años posteriores como otros lo conciben y relata que desde ese año el señor Carlos Nodal comienza a dividir el pueblo en dos bandos o barrios como hoy se le conoce.

Origen de las Parrandas. Por Evaristo Días Carrillo (historiador)

Vueltas fue poblado casi en su totalidad por Remedianos, desde la conquista fue el centro politice, militar y administrativo de toda la jurisdicción. Su extensión territorial llegaba desde Morón a Sagua la Grande. Todos estos pueblos: Vueltas, Caibarién, Camajuaní, Yaguajay,Zulueta, etc. Eran capitanías dependientes de Remedios, que andando el tiempo adquirieron el título de Villa y se crearon en Ayuntamientos por Reales Células de la monarquía española.

Por tanto toda la vida de estos pueblos estaba ligada, influenciada por Remedios, que era la ciudad opulenta donde había que ir a resolver los asuntos. Es claro y está justificado que además de la cultura, adquirieron sus costumbres y tradiciones y por ende las parrandas fueron herencia remediana. En el año de 1900, después de finalizada la guerra de indepen¬dencia, un numeroso grupo de remedianos que convivían en este pueblo de Vueltas organizaron y dirigieron las parrandas primeras. Esto lo expresaron distintos viejos vecinos, entre otros, Antonio Méndez Gracián, muchacho en esa época.

Pero además documentalmente este extremo está probado por el historiador de Remedios Dr. José A. Martínez Fortún y Foyo, que en su libro "Anales y efemérides de San Juan de los Remedios y su jurisdicción”, en la página 42 del tomo 5 año 1900 dice textualmente: "Diciembre 24. Con bastante animación se llevaron a cabo las tradicionales fiestas de los barrios. También se celebraron en los pueblos vecinos, entre ellos en Vueltas”.

De este grupo de Remedios, entre otros. Pedro Esquerra y Ciprián Rueda, tabaqueros, Polo Morales, cocinero, Juan y Ramón Jiménez, comerciantes que tenían su establecimiento en el lugar donde está actualmente “El Almacén”, frente a la calle Agramonte, el dependiente español, que aún vive, Jesús Castañeda conocido por Piloña y el más conocido y popular de todos Guillermo León, célebre por sus travesuras y que intervenía en todo lo de Vueltas con gracia sin igual y que dejó una numerosa familia. Además que eran naturales de Vueltas: Ricardo Manso, Paulino Poch y un catalán Versardú, que era el que hacía los trabajos.

Los citados anteriormente eran Jutíos; los Ñañacos más notables y entusiastas de aquella época, también remedianos lo fueron: Armengol Jiménez, barbero y saca muelas (en esa época todavía eran los barberos los que extraían las piezas de la boca), José Pimienta, cocinero, Lisandro Pérez, que andando el tiempo llegó a millonario, gerente de la General Cigar of Cuba, Rogelio Echeverría, español y comerciante y su señora Enriqueta Rionda, también remediana. En este grupo ñañaco figuraba, como artista y carpintero Bernardo Leiva, que era de Sagua la Grande y parece que era un hombre muy curioso por las distintas cosas y trabajos que hacia.

Cuentan que las reuniones para la organización de las primeras parrandas tuvieron lugar en la casa de Mariquita Ramos, remediana ella, cuya casa estaba situada en el lugar donde estaba el antiguo establecimiento de ferretería "El Cañón", esto es en la calle Manuel Herrada norte esquina a Máximo Gómez en la acera del este. Se conoce que dicha señora Ramos fue una gran cubana, que siendo esposa de don Andrés Menéndez, ayudaba a la causa de Cuba Libre.

Barrios Jutíos y Ñañacos

Estos nombres de Jutíos y Ñañacos surgieron del pueblo mismo y todos los antiguos consultados están acordes en que su historia es la siguiente:

En los portales de "El Gallo", establecimiento de peletería, ropa y sombrerería, situado en el extremo de la calle Agramonte esquina a Manuel Herrada y propiedad de un español nombrado Pancho Martínez, acostumbraban a reunirse muchas personas, como se decía entonces "amigos de la casa".

Allí concurrían personas respetables y tipos populares: galleros, borrachos, guapos, en fin mucha gente. Era una tertulia popular, claro que no como las tertulias humanísticas de casa de Domingo del Monte, clásica de la cultura y forjadero de nuestra nacionalidad, en La Habana. En esta tertulia de Pancho Martínez se comentaban asuntos y sucesos locales. Unos en serio y otros en broma. Y había también los pujones de gracia, para agradar al rico comerciante español.

Hay que trasladarse años en el tiempo atrás. Un pueblucho sin calles asfaltadas, con escasa o ninguna cultura, sin teatro y sin alumbrado público, pues sólo unos cuantos faroles de luz brillante encendían en largos trechos la oscuridad de la noche. Sólo ese portal, el del Gallo y algún otro establecimiento se alumbraba con la clara luz de acetileno (carburo) por lo que en claridad atraía y todos querían estar allí como las mariposas alrededor de la luz.

Pancho Martínez no era de ningún barrio, sólo comerciante. Todavía joven se fue para su solar hispano y se divertía provocando discusiones entre sus parroquianos, en las cuales no intervenía. Era solamente la chispa que encendía la candela y luego al socaire de esta gozaba a su manera.

La versión aceptada por todos es que en el apogeo y embullo que antecede a las fiestas, una noche se encontraba en esa tertulia Carlos Nodal, persona de relieve por haber intervenido en episodios patrióticos y que fue el Primer Presidente del Barrio Oriente, dijo este en tono jocoso y jaranero a otras personas que estaban allí del barrio Occidente: ustedes son unos Jutíos. Dijo así porque la Parranda de Occidente salía o se organizaba en la calle Serafín Sánchez, conocida por la calle de la Jutía, entre la cual y la otra Cisneros existía un seborucal, donde real y efectivamente se criaban jutías.

La riposta fue rápida, no se hizo esperar y para unos Pedro Esquerra y para los más Julio Flores, personaje popular y célebre que le gustaba empinar el codo, Jutíos ambos, dijo: Y ustedes son unos Ñañacos, dijo Ñañacos por decir ñañigos y porque el barrio Oriente sacaba y organizaba su Parranda en la calle Gómez, en el extremo norte del pueblo, lugar conocido por el Combate, donde casi todos sus vecinos eran negros y por eso los quiso llamar ñañigos, aunque sin razón, pues es sabido que ñañigos los había lo mismo blancos que negros. No dijo Julio Flores eso de ñañigos o Ñañacos como discriminación o en tono vejaminoso, pues lo mismo él como Pedro Esquerra eran mulatos. Julio Flores era un tipo popular, alegre, dicharachero y cuando se jalaba era la atracción popular. De él se cuentan muchas anécdotas. Con decir que cuando el bloqueo, el gobierno español puso una cocina popular y engañó a éste. Ya en sus últimos años se dedicaba a poner mesas y a vender butifarras y puerco asado y sucedió que lo acusaron de haber expendido un cerdo enfermo, y en defensa dijo al juez que no, que dicho cerdo no estaba enfermo, sino que el puerco "se había suicidado", en fin, de él se puede escribir bastante.

Sobre el origen del nombre ñañaco hay otra versión y es que dicen que los llamó así el viejo Garay. Este hombre era un comerciante español, raíz o tronco de una respetable familia de este pueblo, que también pertenecía al barrio Oriente dijo una noche cuando las rejas y los tambores andaban tocando el changüí: "nosotros somos unos Ñañacos".

Así pues, Ñañacos es un vocablo, que nació como tantos otros de las entrañas del pueblo; pero tenemos que seguir hablando sobre esto. Es un nombre abstracto. Su significado: sencillamente el nombre de un barrio de Vueltas. Hay personas, y sobre todo el vulgo ignorante que en las discusiones lo primero que alega o sacan a relucir es que ñañaco no se sabe qué cosa es, pues confunden los nombres abstractos con los conceptos y quieren que Ñañacos sea una cosa concreta que ellos puedan ver como un jutío por ejemplo que es un roedor que se puede ver y tocar. También en otros pueblos hay nombres de barrios abstractos que sólo significan el nombre del barrio, sin que tengan una representación concreta. ¿Qué cosa es Carraguao?, el nombre de un barrio de El Santo. ¿Qué cosa es Guanijibe?, el nombre de un barrio de Zulueta. ¿Qué cosa es Zaza?, el nombre de un barrio de Placetas y así se pueden señalar cientos, miles de ejemplos.

Por ello no hay que buscar qué cosa es Ñañaco, ya lo saben, nombre abstracto de un barrio de Vueltas.

Elementos Tradicionales

Desde los inicios, esta manifestación cultural, que hoy se conoce como Parranda se ha nutrido año tras año de nuevos elementos que la hacen resaltar dentro de todas las fiestas populares que se celebran en los pueblos de Camajuaní y Vueltas y ha logrado trascender los límites del territorio para tener espectadores de toda la provincia y por que no de todo el país.

En el desarrollo de esta gran fiesta, de este derroche de cultura de un pueblo está la influencia cultural de otros pueblos del mundo que se fundieron a la cultura cubana, como la influencia china en los fuegos artificiales, la influencia africana en las congas y los diferentes toques de tambores, tan pegajosos, los faroles que nos llegaron desde el Japón, las formas de vestir de diferentes leyendas europeas, de las civilizaciones de la antigüedad y de otras regiones y pueblos del mundo que se elija como tema a representar por cada barrio parrandero.

De esta manera se puede decir que en el transcurso de estas fiestas, de las Parrandas como es conocida actualmente por todos se han unido elementos que se puede afirmar que ya son tradicionales en el desarrollo de la misma y que son parte de ella, son vitales para que los festejos y alegrías sean completos. Se está hablando de los Changüíes, de los vestuarios, de las Leyendas que acompañan el paseo de las monumentales carrozas, de los fuegos artificiales que son un peldaño principal, los cuales son tan importantes que se dice que "no existen Parrandas sin fuegos artificiales", es algo que le da el toque final al desarrollo de las fiestas y considerado un punto a medir para obtener el triunfo por un barrio u otro.

Véase También

Fuentes

  • Casa de la Cultura de Vueltas
  • Manuscrito del historiador Evaristo Días Carrillo
  • Miguel Fleites, Ernesto. Origen de las Parrandas.Casa de la Cultura de Camajuaní.