Playa Daiquirí (Santiago de Cuba)

Playa Daiquirí
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Países Cuba

Playa Daiquirí. Playa situada en la región oriental cubana, específicamente en Santiago de Cuba. Tiene una rica historia ya que ha sido escenario importante de la historia del territorio y de la Revolución.

Ubicación geográfica

Daiquirí es una playa abierta situada en la costa sur del oriente cubano, aproximadamente a 30 Km. al este de la ciudad de Santiago de Cuba, está rodeada de colinas que, junto al mar tropical, sus caletas y los pinos, presentan una vista acogedora a quienes visitan este lugar.

Historia

Antecedentes históricos

Desde los inicios del Siglo XIX, incluso antes de que se produjera el movimiento independentista cubano, estaban muy claras las ambiciones de los gobiernos yanquis de apoderarse de la isla, para finales de siglo ya Cuba se había convertido de hecho en una colonia económica de los Estados Unidos. El 15 de febrero de 1898 se produjo la explosión del acorazado Maine, este trágico suceso que ha sido uno de los hechos más controvertidos de la historia contemporánea, dio el pretexto a los norteamericanos para intervenir en la contienda bélica cubano-española, cuando la guerra estaba prácticamente ganada por los independentistas cubanos.

El 16 de abril el senado aprueba el proyecto de Resolución Conjunta. Una vez aprobada esta Resolución Conjunta, el Delegado de la República en Armas en el exterior, Tomas Estrada Palma, de manera apresurada e inconsulta ofrece al presidente Mackinley la cooperación del Ejercito Libertador Cubano al norteamericano en la intervención armada, subordinaba las fuerzas militares cubanas a la de los Estados Unidos.

El 25 de abril de 1898 los Estados Unidos le declaran formalmente la guerra a España, aunque ya desde el día 22, barcos procedentes de Cayo Hueso inician el bloqueo naval que se extendería a toda la isla; la fuerza norteamericana incluía una escuadra naval de 21 buques de combate y 42 de transporte y logística al frente de la cual se encontraba el contralmirante William T. Sampson y fuerzas del V ejército de los Estados Unidos al mando del Mayor General W. H. Shafter.

Aunque las tropas norteamericanas hicieron varios intentos en desembarcar por Matanzas y Cienfuegos fueron repelidas por la artillería terrestre española. El arribo inesperado el 19 de mayo al puerto de Santiago de Cuba, de la escuadra naval española del Almirante Cervera, hizo cambiar por completo la estrategia de las fuerzas norteamericanas que olvidando los compromisos con Gómez de hacer de las provincias occidentales el escenario final de la guerra, consideran como escenario principal de la guerra a Santiago de Cuba y sus alrededores.

Este cambio obliga a Calixto García que se encontraba en la zona de Holguín, a realizar una fatigosa marcha atravesando toda la Sierra Maestra hasta Aserradero, a donde llega el día 19 de junio de 1898, en este lugar lo esperaban los principales jefes mambises que operaban por esta zona, los Generales Demetrio Castillo Duany y Jesús Rabí, además de los coroneles Candelario Cebreco y Carlos González Clavel.

El día 20 de junio se celebra una reunión entre Sampson y el General Shafter en el vapor Seguranza, surgiendo discrepancias entre los oficiales norteamericanos, que no tenían un plan elaborado para el desembarco, siendo finalmente, ese mismo día cuando sostienen un encuentro con Calixto García, donde el general mambí les expone y es aceptado el plan propuesto por el General Demetrio Castillo Duany, que fue finalmente el que se llevó a cabo: desembarco de las tropas norteamericanas por Daiquirí y Siboney con apoyo de las fuerzas mambisas y avance posterior hacia Santiago de Cuba.

El desembarco de tropas Norteamericanas por Daiquirí

El 21 de junio de 1898 se traslada un contingente de 630 hombres de las tropas del coronel Carlos González Clavel desde Aserradero hasta la playa de Sigua, en el barco norteamericano LEONE, desembarcando a las 16:00, estos hombres van a reforzar a los 780 perteneciente a la brigada de Ramón de las Yaguas al mando del Gral. Demetrio Castillo Duany, fuerza mambí que sería la vanguardia que marcha hasta el poblado de Daiquirí tomándolo en horas de la mañana del día veintidós facilitando así después de eliminar todos los obstáculos, el desembarco de las tropas norteamericanas.

A las 10:30 conseguían los norteamericanos colocar el primer hombre en tierra, al finalizar la primera jornada habían desembarcado unos 6 mil hombres, entre ellos la división del general Lawton, toda la brigada independiente del general J.C. Bates y una brigada de la División de Caballería del mayor General Wheeler. Las operaciones de desembarco se mantuvieron durante los días 23 y 24 de junio, logrando desembarcar las tropas norteamericanas, unos once mil hombres por este lugar, así como el armamento y la logística necesaria. Una vez en tierra la orden fue avanzar hacia Siboney donde se reagrupan las tropas para finalmente, después de varios combates tomar la ciudad de Santiago de Cuba.

La explotación Minera

Desde la década del 80 del Siglo XIX, varias compañías norteamericanas como: Juraguá Iron Company, Spanish American Iron Company y Sigua Iron Company, realizaron inversiones para la explotación del hierro al este de Santiago de Cuba, en el sur de Oriente. La Spanish American Iron Company (División Daiquirí), compañía que de mixta solo tenía el nombre, ya que todo el capital era norteamericano, era una filial de la Pensylvania Steel Company de Steelton Pensylvania y en 1915 pasó a manos de la Bethlehem Steel Coorporation de South Bethlehem Pensylvania; esta compañía en 1893 comenzó a explotar las minas de Daiquirí, las que estaban ubicadas a unos 4 Km. de la playa, y ya desde 1895 enviaron el primer cargamento de mineral a los Estados Unidos.

La extracción en Daiquirí inicialmente, se realizaba mediante cortes que se hacían a la montaña de mineral para sacar el mineral a flor de tierra, el mismo caía y se iba acumulando en la base de la montaña, donde se llenaban con paleadoras dos volquetas, que bajaban pendiendo de un cable por planos inclinados, cuando una se vaciaba la otra llena bajaba y hacia subir la vacía por efecto del peso del mineral, de ahí lo cargaban en planchas del ferrocarril para trasladarlo a los molinos y de estos al embarcadero. Para los cortes se empleaban mandarrias, picos y pistolas de aire además de explosivos fabricados con pólvora y fulminantes. La composición del mineral extraído según los ensayos químicos era: 63% de Fe, 7,5% de SiO2, 0,025% de P y 0,04% de S, según datos el hierro era de muy buena calidad.

Posteriormente se eliminó la forma de cortes a cielo abierto y se comenzó así a emplear la construcción de túneles que eran muy peligrosos ya que no se construían con las normas adecuadas.

Según cifras oficiales desde 1895 a 1908 se extrajeron y enviaron a los Estados Unidos 4208085 t; a partir de esta fecha se extraían como promedio unas 1 700 000 t, aunque en los años de la Primera Guerra Mundial se redujo a unas 830 006t y en 1919 solo se extrajeron 315 912 t. La crisis económica de 1929-1933 agravó igualmente la situación y la producción, que llegó a incrementarse hasta unas 723 119t vuelve a descender hasta 226 800t. Esto significó el despido de muchos trabajadores.

El Ferrocarril

Las compañías norteamericanas que extraían mineral en esta zona del sur de oriente construyeron un ferrocarril de vía estrecha (36 pulgadas de paralelas), desde las minas hasta el embarcadero de Las Cruces, a unas 17 millas de la bahía de Santiago de Cuba, donde se construyó un muelle de acero para que atracaran vapores de 6 000 a 10 000 t.

En este ferrocarril se emplearon locomotoras de vapor como la conocida por "La Cachimba", además de planchas, góndolas y otros carros para cargar el mineral. Los obreros y sus familias tenían que viajar en los mismos carros de cargar el mineral, para la administración disponían de una cigüeña sin techo con asientos de madera y para los americanos y personal de más alto rango, usaban un carro más lujoso y una locomotora conocida como "La Jardinera".

El embarcadero de Daiquirí

Por el año 1921 se toma la decisión de embarcar el mineral por Daiquirí. Al producirse una huelga en los muelles, la compañía decidió llevar a cabo la obra del embarcadero, para esto los dueños de la compañía hicieron un rejuego con la compañía de seguros y simularon un incendio accidental que destruyó un viejo molino donde se cargaban los carros de ferrocarril que transportaba el mineral hasta los muelles, esto se hizo con la complicidad del jefe de los guardias rurales, aunque de todas forma cargó con la culpa un obrero de apellido Maceda que fue a parar a la cárcel. La indemnización recibida por la compañía fue de alrededor de $60 000.00 con lo que pudieron construir el muelle de Daiquirí para embarcar el mineral que extraían de todas las minas de la zona.

Posterior a esto ocurrió un suceso extraordinario que averió el muelle del embarcadero y provocó el hundimiento del barco Noruego “El Mars”. Se presentó un mal tiempo y no se tomaron las medidas inmediatas por parte de la administración norteamericana y cuando enviaron lanchas a safar las amarras del buque, no pudieron lograrlo y el barco comenzó a sacudirse e impactarse contra el muelle de hierro, sufriendo graves daños tanto el barco que se hundió cargado de mineral como el muelle; la compañía americana recibió indemnización por los daños construyendo con este dinero lo que se conoció como "El Canti-Libre".

El Canti-Libre era una especie de brazo mecánico gigante, apoyado en una base de concreto y sujeto por cable de acero; por este brazo en forma de canal corría el mineral hasta la bodega del barco que se fondeaba en la pequeña ensenada.

Explotación y respuesta de los obreros

En las minas trabajaron en su mayoría españoles de origen humilde, que venían engañados con falsas promesas de que con esfuerzo, en breve tiempo tendrían la posibilidad de acumular pequeñas fortunas y regresar a España. La realidad que encontraron era bien distinta, la jornada laboral mínima era de 10 horas diarias, en los cortes a cielo abierto o en los túneles y galerías, utilizando como instrumentos el pico, la mandarria y la dinamita; mal calzados, con mala alimentación, bajo los efectos del tórrido sol y el agobiante calor por un salario paupérrimo de 10 centavos la hora; en ocasiones los obligaban a trabajar 16 y 18 horas y recibían el jornal de 10 horas.

Las condiciones inseguras de trabajo provocaron muchos accidentes como el caso del joven José Salmon, de escasos 20 años encargado de dar mantenimiento de engrase al Canti-Libre el cual fue atrapado entre los mecanismos y virtualmente destripado.

Aparecieron enfermedades como la malaria, la fiebre tifoidea y la fiebre amarilla; se conoce también por testimonios, que una epidemia de dengue ocurrida en los años posteriores a la primera guerra mundial cobró varias victimas entre los mineros y sus familias. Los obreros que morían eran sepultados en el cementerio de Daiquiri y las tumbas eran identificadas con una placa con un número hecho con huecos sobre una platina, que posteriormente era registrado en un libro que se llevaba en la oficina del administrador, la perdida posterior de dicho libro ha hecho imposible conocer la identidad de los muertos, las familias de los fallecidos no recibían ninguna indemnización.

Un manifiesto del partido socialista de Santiago de Cuba en la década del 30 pone de manifiesto toda la crudeza de la situación de las minas. “Otra monstruosidad alarmante, era ver, un día tras otro, como las Empresas mineras que subsistían en esta provincia, registraban casos repugnantes, que demostraban un estado incivil perenne. Las crónicas de la prensa periódica informaban diariamente de los efectos producidos por la dinamita en las minas. Hombres desaparecidos, sin vestigio alguno de sus miembros, como si quedaran esparcidos en la atmósfera por la fuerza de los explosivos, otros mutilados y muchos con perdida de miembros importantes e incapacitados físicamente para el trabajo”.

Otro hecho que da la medida de la explotación a que eran sometidos los trabajadores de las minas fueron las normas establecidas por la compañía, que eran de estricto cumplimiento y para hacerlas cumplir contaban con el apoyo de la guardia rural que se subordinaban estrictamente, a los jefes de la compañía, estas normas establecían que:

  • Todos los obreros tenían que comer obligatoriamente en la fonda de la compañía, por lo que debían abonar un 25% de su jornal diario.
  • No se podía traer alimentos de Santiago sino que había que comprarlos en una tienda habilitada, propiedad de la compañía y los víveres eran mucho más caros que en las tiendas del pueblo.
  • Los gastos de alimentos y multas se iban descontando del salario mensual (había veces que prácticamente el obrero no recibía salario o recibía el sobre vacío)
  • Aunque le hicieron casas muy modestas para los trabajadores, estaba prohibido la cría de animales domésticos.
  • Si moría un obrero que vivía en una de estas casas de la compañía inmediatamente su familia tenia que desalojarla aunque no tuviera donde ir.

Los negros fueron los que recibieron un peor trato, en una ocasión se organizó una tropa de guardias rurales al frente de la cual estaba un esbirro de los Norteamericanos nombrado Lamberto Perera para hacer una limpieza de negros de las minas y los pocos que salvaron la vida tuvieron que desaparecer del entorno.

La situación de explotación existente provocó episodios de rebeldía, como el paro huelguístico ocurrido en las minas de Daiquirí el 11 de abril de 1911 con un saldo de dos guardias heridos y un obrero de apellido González muerto. En febrero de 1915 ocurrieron también acciones de sabotaje individual por parte de trabajadores de estas minas.

En 1933 fue creada una célula del partido comunista en las minas de Daiquirí y quedó constituido el Sindicato Regional de Obreros Mineros de Oriente. En agosto se desarrolló en todo el país la huelga general que derrocó al dictador Gerardo Machado, en la cual participaron muy activamente los mineros de todo el país.

El 19 de octubre de 1933 estalló también una huelga de los mineros de Daiquirí y Firmeza, la que se prolongó durante varios meses hasta finalizar el 12 de marzo de 1934; los obreros pedían el reconocimiento del sindicato, disminución de la jornada laboral, aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo, entre otras reivindicaciones.

Durante el conflicto que fue tomando una connotación cada vez más violenta, los mineros sitiaron la casa del administrador de Daiquiri, el cual aceptó conceder la inmensa mayoría de las demandas, sin embargo una vez concluida la huelga no se cumplió por parte de la compañía norteamericana con los compromisos; como resultado fueron arrestados el secretario general del sindicato y otros dirigentes mineros, hubo un despido masivo de los que habían participado y las minas fueron ocupadas por el ejercito.

Aunque no se cumplieron las demandas y los obreros se vieron obligados a volver al trabajo, se puede señalar como un elemento positivo, que los obreros lograron unirse y le perdieron el temor a los guardias rurales y a los americanos. Dirigentes destacados en estas luchas fueron Manuel Vázquez y Américo Blanch.

Etapa posterior a 1935

Alrededor de 1935 cuando ya las minas no resultaron un negocio atractivo y decidieron retirarse, les vendieron las casas a los obreros por el valor de $1.00 con la condición de que las desarmaran y se las llevaran para Santiago, esto fue una bondad que disfrazaba los verdaderos intereses de las compañías, que no era otro que desalojar a los obreros de las tierras para poderlas vender a sus compinches y así recuperar los que habían pagado por ellas antes de comenzar la explotación minera, igualmente se llevaron las líneas y todo el equipamiento del ferrocarril, del cual solo quedan como mudos testigos los muros de concretos que en algunas partes de este territorio todavía pueden verse.

Al Triunfo de la revolución en 1959 las tierras donde se encuentra la ensenada de Daiquirí, formaban parte de un conjunto de terrenos propiedad de señor Manuel Leizán que las había asignado a uno de sus hijos nombrado José Leizán Montero (Pepin Leizán); la playa estaba dedicada a la recreación y el resto de las tierras a la Ganadería. La parte este, que comprende la playa conocida como Bacajagua, quedó en manos de Elimermena Ferrer y sus descendientes que todavía conservan parte de estas.

En octubre 1963 fueron nacionalizadas las tierras que incluían la playa de Daiquirí, ya que el total de tierras del señor Leizán excedían las cinco caballerías establecidas en la segunda ley de Reforma Agraria, inmediatamente la playa se dedicó a la recreación de todo el pueblo. Posteriormente se decidió construir una edificación para la creación de una escuela de cuadros que sería el antecedente de la escuela Provincial del partido “Hnos. Marañón” de Santiago de Cuba.

Daiquirí de primer sitio de penetración imperialista a fragua de revolucionarios

El 22 de septiembre de 1968, "Año del Guerrillero Heroico", se da inicio el primer curso de la escuela secundaria básica “Hermanos Marañón” del Ministerio del Interior en este lugar, luego de haber sido trasladada de este local la escuela del Partido. Esta surge ante la necesidad del Ministerio de calificar a un grupo de estudiantes de secundaria básica que bajo condiciones de selectividad, podían prepararse como agentes y cuadros para la seguridad del estado y otros departamentos. La escuela surgió por iniciativa del entonces capitán Joaquín Menéndez Cominche.

Los objetivos de esta escuela desde sus inicios, quedaron definidos: Preparar a estos jóvenes culturalmente, con el nivel de preuniversitario, de acuerdo con las necesidades inmediatas que se presentaban en nuestro Ministerio, pero a la vez prepararlos física, política e ideológicamente para cumplir las complejas misiones, brindándole la teoría y la práctica necesaria, que le permitieran incorporarse al trabajo dentro de las filas del MININT y desarrollar este con alto grado de eficiencia y responsabilidad.

Importante para la creación de esta escuela fue el apoyo recibido por las FAR y especialmente por el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, comandante Raúl Castro Ruz y la jefatura del Ministerio del Interior. El primer director fue Danilo Díaz Puente, pero la que mayor tiempo ocupó este cargo fue la compañera Olga Nicotera Martínez, ambos oficiales del MININT.

Este lugar que por paradoja de la historia fue primer sitio de penetración imperialista en Cuba devino posteriormente fragua de revolucionarios. La escuela funcionó en este lugar hasta el 27 de noviembre de 1976, cuando fue traslada para una nueva instalación con mejores condiciones ubicada en El Caney.

En esta instalación a partir del 13 de diciembre de 1976 funcionó la escuela provincial de la PNRRigoberto López Chapman”, creada para la preparación militar, técnica y política de una nueva generación de policías dada la urgente necesidad de preparar a esta fuerza. La nueva escuela mantuvo la tradición de la anterior destacándose también por el apoyo a diferentes actividades de índole operativas, y políticas de salvaguarda de la seguridad y el orden dentro de las que se destacan:

Servicio de vigilancia costera nocturna desde Juraguá hasta El Cupey.

En febrero del 1977 fuerzas de esta escuela son movilizados durante tres días para evacuar gran cantidad de productos industriales ubicados en Marverde con peligro de perderse debido a inundaciones.

El 24 de abril de 1978 participan en el aseguramiento a la visita del entonces presidente de Etiopia Mengitu Haile Mariam.

El 20 de noviembre de 1978 se opera en la playa El Indio un contrabando de drogas, destacándose en la operación el Tte. Eliécer Brugal Echevarria y el Suboficial Antonio Fujishiro Aguilar, capturando a los contrabandistas y un cargamento de marihuana.

Una fuerza de 550 alumnos y profesores de esta escuela viajó a la Habana desde el 5 de julio para reforzar las fuerzas de la capital en la misión de garantizar el orden público durante la celebración del XI Festival y los carnavales habaneros.

El 27 de agosto de 1977 se clausura el primer curso básico con la presencia de los Generales. Irvin Ruiz Brito y Ennio Leyva Fuentes, ambos viceministros del Interior en ese momento. Por los resultados alcanzados la escuela recibe una carta de felicitaron del Ministro del Interior Sergio del Valle Jiménez. El 3 de octubre de 1977 da inicio el segundo curso básico con una matrícula de 613 alumnos, desarrollándose de esta forma durante varios cursos hasta que al finalizar el año 1981 se decide por la jefatura del Ministerio del Interior transformar la instalación en centro de recreación y descanso para los combatientes del Ministerio del Interior, en las labores de trasformación y reconstrucción participaron activamente los alumnos de la escuela junto con otras fuerzas del MININT.

Daiquirí, Centro de recreación y descanso

En el año 1982 la dirección del MININT decide acometer con ayuda de la fuerza laboral de las prisiones y los propios combatientes, las obras de rehabilitación de la zona y crear lo que hoy se conoce como Parque de Baconao con fines turísticos; dentro de este programa esta instalación se transforma en una villa para el descanso y la recreación de los combatientes del MININT y sus familias, posteriormente durante la década del 90 por la necesidad económica que enfrenta el país durante estos años, pasa a ser explotada luego de algunas inversiones para el mejoramiento de la instalación, por la compañía Cubanacan SA para el turismo internacional.

En el año 2000 hasta la fecha, vuelve a ser entregada al Ministerio del Interior para el disfrute de los combatientes convirtiéndose en un centro nacional.

Historia del Cóctel Daiquirí

La combinación de 2/3 de ron y 1/3 de limón era sin lugar a dudas un calmante para la sed de los mambises (libertadores cubanos) en sus campañas contra el ejército colonial español durante la segunda mitad del Siglo XIX. Era también un excelente remedio para calmarse después de recibir heridas o para disponerse al combate. Algunos preferían endulzar esta mezcla de ron y limón con miel. Es esta la razón por la que con frecuencia se veía colgar de la montura de la cabalgadura de los mambises, una botella llena de "Canchánchara", nombre que daban a esta bebida.

A principios del Siglo XX, el ingeniero Pagliuchi, capitán del ejército libertador, una vez concluida la guerra de independencia de Cuba, consiguió capital estadounidense para reactivar unas viejas minas de cobre, situadas cerca de Santiago de Cuba, de las cuales Pagliuchi era el director. Cuentan que mientras Pagliuchi cumplía este trabajo fue de visita a una mina llamada Daiquirí, en el Oriente del país. Después de terminada la jornada de trabajo Pagliuchi sugirió tomar algo, y dicen que en la despensa del ingeniero Cox no había ni Gin, ni Vermouth. Solamente ron, limón, azúcar de caña, y hielo que inmediatamente pusieron en una coctelera y lo batieron y se dispusieron a beberlo. Pagliuchi pregunto: "¿Cómo se llama este cóctel?" A lo que Cox respondió: "Rum Sour". En los Estados Unidos había una bebida que se llama whisky sour que se hace con whisky, azúcar, limón, hielo. Entonces Pagliuchi dijo: "Ese nombre es muy largo. ¿Por qué no llamarlo Daiquirí?" Plagliuchi y Cox fueron para Santiago de Cuba al Bar del "Club Americano", donde estaban varias personas conocidas y pidieron un Daiquirí. Entonces Cox explicó cómo se hacía, recomendando batirlo hasta servirlo muy frío. Algunos de los amigos que estaban en el bar también pidieron un Daiquirí. A todos les gustó y muy pronto este cóctel se hizo popular en Santiago de donde pasó a La Habana, capital de la isla.

Se atribuye a Emilio González, el genial Maragato, cantinero de origen español, el haber traído a la capital cubana la fórmula del cóctel, concretamente al Hotel Plaza. Lo cierto es que quien lo inmortaliza es el cantinero Constantino Ribalaigua Vert, el gran Constante, en El Floridita, la cuna del Daiquiri. Es Constante quien luego de cuatro versiones llega a la definitiva, la perfecta número 4, nombrada Daiquirí Floridita. Es esta la que le da la vuelta al mundo, e identifica al Daiquirí internacionalmente. Para lograrla se hizo traer de los Estados Unidos una máquina de moler hielo marca Flak Mak; preparó una caja de metal con agujeros en el fondo para conservar el hielo triturado en buen estado, agregó polvo de hielo y cinco gotas de Marrasquino a la fórmula inicial de Pagliuchi, lo batió en batidora eléctrica y lo sirvió frappe, en copa bien fría. Mantener un tiempo de batido exacto y una proporción inviolable de los ingredientes le da al Daiquiri Floridita su densidad característica, su textura única y su sabor inigualable.

Es una tradición trasmitida celosamente de cantinero a cantinero durante más de medio siglo, desde los tiempos de Constante, unida a la práctica de hacer cientos y cientos de Daiquirí diariamente, sumando millones, lo que por sí solo constituye un record difícil de alcanzar.

En 1939 el escritor norteamericano Ernest M. Hemingway se hospeda en el Hotel Ambos Mundos, situado en el número 511 de la Calle Obispo, en la parte más antigua de La Habana, a 200 pasos del que se convertiría en uno de los bares mas famosos del mundo, gracias, en parte, a su obsesiva presencia en este bar durante los siguientes veinte años, período durante el cual residiría en La Habana, hasta el final de su vida. Es por esta época que Hemingway descubre el Floridita y su Daiquirí. Lo que pasaría después lo contó Antonio Meilán, único sobreviviente de los cantineros de Hemingway, sobrino además de la esposa de Constante, quien creó el Daiquirí Floridita. Una mañana, cuenta Meilán, atravesó Hemingway la calle Obispo, una de las más transitadas de La Habana, donde se ubican "El Floridita" y el "Hotel Ambos Mundos"... y entró para dirigirse al baño. Cuando salió le llamó poderosamente la atención la bebida que se servía y que todos tomaban, rápidamente se sentó y degustó uno y dijo: "...está bien, pero lo prefiero sin azúcar y con doble ron". Entonces Constante preparó uno a su gusto y se lo sirvió diciéndole: "aquí tiene Papa", que era como lo llamaban sus amigos cubanos. Así surgió el cóctel que lleva su nombre: Papa Hemingway. Más tarde se le agregaría una onza de jugo de toronja.

Fuentes

  • Multimedia Daiquirí, Historia y Presente del Grupo PYYA. MSc. Yamnet Bell Vinent, Andy Maikel Espinosa López, Ricardo Jiménez Arias, Pedro Romero Caballero, Lic. Yudith Vega Lescay.
  • Investigación realizada por My. Ing. Raquel Otero Riva, Lic. Maria Modesta Coya, Ing. Glenia González Cabezas.