Respeto

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Respeto
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Concepto:El respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole.

Respeto. Es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad:respeto mutuo,[[reconocimiento mutuo]]. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.

El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro.Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.

Etimología

La palabra respeto proviene del latín respectus y significa atención o consideración.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española(RAE), el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y deferencia.

Por otra parte, mirar a algo o alguien con respeto también puede hacer referencia al temor o al recelo.

El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad.

El respeto no sólo se manifiesta hacia la actuación de las personas o hacia las leyes. También se expresa hacia la autoridad, como sucede con los alumnos y sus maestros o los hijos y sus padres. El respeto permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia en base a normas e instituciones. Implica reconocer en sí y en los demás los derechos y las obligaciones.

El respeto, debe ser nuestra relación con los demás, sería una agradable forma de conducirse por la vida, pero aunque lo parezca, respetar a los demás es relativamente difícil. Por la forma en que se nos ha educado a relacionarnos con los demás, que a veces tritura esta virtud desde sus comienzos.

El respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole.

No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir.

Por el contrario, la falta de respeto genera violencia y enfrentamientos. Cuando dicha falta corresponde a la violación de una norma o de una ley, incluso es castigada a nivel formal. Este castigo puede ser una multa económica o hasta el encarcelamiento.

Ambiente de Respeto

El poder de discernir crea un ambiente de respeto, en el que se presta atención a la calidad de las intensiones, actitudes, conductas, pensamientos, palabras y acciones. En la medida que exista el poder de la humanidad en el respeto hacia el propio ser y el discernimiento y la sabiduría que permiten ser justo en imparcial con los demás habrá éxito en la forma de valorar su individualidad, apreciar la diversidad y tomar en consideración la tarea en su totalidad.

El equilibrio entre la humanidad y el auto respeto da como resultado el servicio altruista, una actuación honrosa desprovistas de actitudes débiles tales como la arrogancia daña o destruye la autenticidad de la demás y viola sus derechos fundamentales. Un temperamento así perjudica también al transgresor.

Por tanto pretender ganar respeto sin permanecer consciente del propio valor original se convierte en el método mismo para perderlo.

Conocer el valor propio y honrar el de los demás es la auténtica manera de ganar respeto. Puesto que tal principio tiene su origen en ese espacio prístino de valor puro, los demás sienten intuitivamente, la autenticidad y la sinceridad. En la visión yactitud de igualdad existe una espiritualidad compartida.

Compartir crea un sentimiento de pertenecer, un sentimiento de familia. Desarrollar una actitud de respeto para con uno mismo no es una actitud egoísta como podría suponerse. Es un paso fundamental para la convivencia.

Ser capaz de prestarse atención a uno mismo es requisito previo para tener la capacidad de prestar atención a los demás; el sentirse a gusto con uno mismo es la condición necesaria para relacionarse con otros.

Respeto por la Identidad

Cada uno con su nombre: Tu nombre es muy importante te acompañara siempre en cualquier sitio, aunque no estés presente. Es una palabra trascendente pues será asociado a ti cada vez que se te recuerde. Te identifica y encierra el afecto de quienes te ayudaran a crecer y de los que te aman.

Nuestro nombre no es solo una palabra igual a otras, porque quienes nos quieren y protegen lo han elegido para llamarnos, poniendo afecto en ello y, seguramente han pensado en lo mucho que nos gustará escuchar su sonido o verlo escrito.

Una de las primeras palabras que aprendemos a reconocer es nuestro nombre, mucho antes de poder pronunciarlo.


Respeto al libre pensamiento

Si hay algo que distinga a las personas del resto de los seres vivos, es su capacidad para razonar incorporar y transmitir conocimientos. La parte de tu cuerpo que se ocupa de esta importante misión es el cerebro.

A esa capacidad intelectual la llamamos mente. Al igual que tu identidad o tu cuerpo, tu mente requiere un cuidado especial, aunque tal vez más profundo, pues de su buen funcionamiento dependerán tu actitudes y comportamientos en general.

El pensamiento libera:

El comportamiento del resto de los animales se reduce a actos instintivos, sus opciones son muy limitadas. En cambio tú posees mayor libertad sobre tu forma de actuar, ya que puedes elegir la que más te conviene decidir qué hacer o qué no hacer ante determinada situación. Esto se debe a que tu mente puede anticipar las consecuencias positivas y negativas de tus actos, evaluarlas e indicarte que es lo más conveniente para tu futuro.

Respetar a los demás para ser Respetado

Sin duda, el principal problema que afrontamos los seres humanos es llevar adelante la mejor vida posible. Dicho de esta manera suena bastante sencillo. Sin embargo, para arribar a tan importante fin, los medios que utilices pueden ser caminos equivocados que te lleven a situaciones muy diferentes de la pretendida buena vida. Esto se debe a que la vida que deseas es una vida humana, es decir, una vida para ser vivida junto a otros humanos semejantes a ti.

Del respeto que tengas por cada uno de ellos aun por aquellos que consideres como muy diferentes, dependerá el respeto a tu propia persona y el respeto que te tengan los demás.

Respetar el Ambiente en que vivimos

Los espacios urbanos se han convertido en el medio ambiente más natural para las personas, ya que la mayoría de la población mundial se concentra en ellos. No todos son iguales: Hay ciudades grandes, medianas y pequeñas pero en todas se hace necesario respetar normas de convivencia sin las cuales los problemas se multiplicarían.

Las ciudades poseen espacios comunes que sirven para esparcimiento y para oxigenar el aire: son los espacios verdes donde podemos gozar de un poco de naturaleza, y que también merecen un especial cuidado del gobierno y los habitantes de la ciudad.

Principio de respeto o autonomía de las personas

Este principio se basa en dos teorías ético-morales que dicen textualmente: El respeto por la autonomía del individuo, que se sustenta esencialmente en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que disponen.


Protección de los individuos con deficiencias o disminución de su autonomía en el que se plantea y exige que todas aquellas personas que sean vulnerables o dependientes resulten debidamente protegidas contra cualquier intención de daño o abuso por otras partes.

Este principio de autonomía sirvió como base de la bioética desde los aspectos sociopolíticos, legales y morales aunque no para garantizar el respeto de las personas en las transacciones médicas.

El respeto como virtud moral

El respeto también puede considerarse como punto medio entre dos extremos vistos por exceso y por defecto.

  • Por defecto: el miedo, tanto a las

personas que le rodean como a objetos o situaciones que afronta el individuo, llevándole a situaciones de imposibilidad a realizar determinados proyectos o metas, tal el caso de los complejos de inferioridad.

  • Por exceso: el abuso o desmedida de los límites

preestablecidos para un correcto orden y trato de las personas o situaciones de cada individuo, lo que lleva a conflictos con los otros como también la imposición de límites y/o normas a fin de superar la crisis del abuso y restablecer el orden de los derechos de cada individuo.

Respeto a los demás

El respeto exige un trato amable y cortés; el respeto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, de la vida conyugal, de cualquier relación interpersonal. El respeto es garantía absoluta de transparencia; crea un ambiente de cordialidad y seguridad; permite la aceptación de las limitaciones ajenas y el reconocimiento de las virtudes de los demás.

Evita las ofensas y las ironías; no deja que la violencia se convierta en el medio para imponer criterios, conoce la autonomía del cada se humano y acepta complacido el derecho a ser diferente.

El respeto es la posibilidad de aceptar tus defectos y tus virtudes sin poner en tela de juicio lo que ves en los demás, porque jamás obtendrás de otros lo que no eres capaz de darte tu mismo, ya que en la medida que lo logres serás capaz de otorgarlo a los demás; es el reconocimiento del valor inherente y de los derechos innatos de los individuos y de la sociedad. Estos deben ser reconocidos como el foco central para lograr que las personas se comprometan con el propósito mas elevado en la vida.

En conclusión el respeto es una de las cosas mas importantes; el respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole. No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir.

Respeto al cuerpo

[[El cuerpo humano]] está ordenado por un principio motor de vida que posibilita, entre otras, las acciones racionales y morales. Esto significa que la moral está en el núcleo de la naturaleza humana. Es por este motivo por el que el cuerpo humano no debe ser considerado al margen de la racionalidad y de la moralidad.

[[El equilibrio]] y la armonía con el propio cuerpo son manifestación del señorío de la mujer y del hombre sobre si mismos. La dignidad humana exige comportarse como persona aunque sea más fácil comportarse como un animal, viviendo esclavizado por los instintos.


Respecto a la moderación en el trabajo y en la diversión queremos decir que hay tiempo para trabajar y tiempo para descansar porque así lo exige nuestra naturaleza humana. Por este motivo de unidad sólo se sabrá descansar y divertirse bien cuando uno aprende a vivir con empeño los días ordinarios.

El cuerpo es la presencia en el mundo de la condición humana. Nadie es persona sin su cuerpo, pero no es solo el cuerpo lo que hace a la persona. A través de él te expresas, te relacionas y también te identificas es tu parte más visible, más palpable, más material. Es tu conexión con el mundo que te rodea y siempre estás poniéndolo en juego: en cada acción, durante el descanso y la comunicación.

Por eso debes prestarle atención, considerarlo y valorarlo; en una palabra: Respetarlo. El cuerpo es la parte más expuestas de las persona. Si bien sus características son el producto de una combinación genética una buena alimentación y un trato adecuado permiten que adquiera un mejor desarrollo.

Respeto a la vida humana

La dignidad humana ha de entenderse sobre todo como un don. De no ser así la igualdad entre los hombres no tendría ningún fundamento.

Los hijos no son un objeto al que se tiene derecho, no son un producto. La persona humana sólo puede entenderse como un don, pese a sus defectos, porque si no se entiende así se cae en su interpretación utilitarista, en la indiferencia o en el desprecio para con ella.

No se pueden producir hombres porque esto hace que se puedan manipular como objetos. Las técnicas de fecundación artificial no respetan la unidad del aspecto unitivo y procreativo de la sexualidad humana. Con el pretendido fin bueno de dar un hijo a quien no puede tenerlo se fabrican hombres, ya que sólo a alguno de varios embriones saldrá adelante; los demás quedarán congelados con el inhumano nombre de embriones sobrantes. El ser humano en sus primeros estadios de vida queda relegado injustificadamente e indignamente a la condición de objeto.

Con mayor motivo se puede llamar la atención contra la práctica del aborto voluntario que supone la supresión de la vida del feto. Su internacional legalización supone una huida del estudio y debate de qué es con precisión y en qué se ha de manifestar legalmente el respeto a la dignidad de la persona humana.

Con mucha frecuencia se habla y debate sobre el respeto por la vida, como la obligación de no matar y hasta de impedir la muerte. Pero yo me pregunto ¿cuántos tendrán en cuenta que el “derecho a la vida” o el “respeto por la vida” implica también CALIDAD de la misma.

La vida humana está por encima de todo y de todos. Según el desarrollo de la conciencia de la humanidad de hoy, ningún argumento puede justificar que se lesione o se pierda, o se interrumpa, la vida plena de todo hombre y mujer.

En el mundo actual, cada persona normal y decente, experimenta un gran rechazo a las agresiones a la vida humana. Vengan de donde vengan o se justifiquen manipulando los más elaborados argumentos. Nada justifica la muerte infligida o permitida, directa o indirectamente, a una sola persona, ni siquiera la violación de una sola de las dimensiones corporales, morales y espirituales de la más humilde o desconocida persona humana.

Es por la centralidad y la prioridad de la persona humana sobre toda institución, ideología, religión, poder político o interés económico, que los Derechos Humanos son, hoy día, el rasero y la medida ética de la legitimidad y la bondad de los gobiernos y de las relaciones internacionales.

Ningún Estado puede, sin ponerse en contradicción con la búsqueda del bien común, que es su razón de ser, definir cuáles son esos derechos y mucho menos escoger cuáles sí y cuáles no, o separar unos de otros, o priorizar unos a costa de violar otros. Y mucho menos justificar la violación de alguno de ellos porque en otros países o regiones enteras se violen esos u otros derechos. Que los demás roben no significa que robar sea bueno o permitido o que se relativice la gravedad moral del robo. Todos sabemos en la segunda década del siglo XXI, que los Derechos Humanos son indivisibles, universales e inalienables.

Existe ya en el mundo una conciencia, un estado de opinión creado, aunque aún no consolidado, de que toda violación de los Derechos de la Persona Humana debe ser denunciada, condenada y diligentemente evitada. Esa es la causa y la razón por la que ante un hecho flagrante de violación de esos Derechos Universales se logre un concierto de denuncias y exigencias que no debe asombrar a nadie y que debe alegrarnos a todos porque refleja la madurez alcanzada por la humanidad.

Respeto a los mayores

La ancianidad supone, en cierto sentido, una especie de vuelta a la infancia, a la vida especialmente dependiente. El comportamiento más humano con las personas de edad avanzada es ofrecerles respeto, paciencia, cariño. Lo mejor para ellos, como para todos, es saberse queridos. También esta actitud es la mejor para los más jóvenes porque este comportamiento les hace más humanos al esforzarse por ayudar a sus mayores.

Educación en el trato

Esta virtud supone bastantes cosas. Veamos algunas. Reconocer que todos somos iguales, aunque en otro sentido también somos distintos. Hacernos cargo de que siempre queremos que nos respeten. Mediante este esfuerzo realizamos un aspecto fundamental del hombre que Spaemann menciona al definir a la persona como el ser que es capaz de ponerse en el lugar del otro.

Esta definición también se aplica a un cortejo de aspectos de educación como saber comer, saber vestir, comportarse con elegancia y sencillez...Todo esto, puesto en práctica, da señorío a la mujer y hace del hombre un caballero.


Fuentes

  • Rosental,M. y Iudin, P. Diccionario Filosófico. EdicionesUniverso,Argentina,1973.
  • Apéndices.Códigos Internacionales de Ética. Bol Of Sanit Panam 1990;108(5-6):619-41.
  • González Rey F. Un análisis psicológico de los valores: su lugar e importancia en el mundo subjetivo. En: La formación de valores en las nuevas generaciones:una campaña de espiritualidad y conciencia. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1996:46-57.