Roberto Baggio

Roberto Baggio
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Datos personales
Apodola coleta divina
Nacimiento18 de febrero de 1967
Caldogno, Vicenza, Bandera de Italia Italia

Roberto Baggio. Es un ex-futbolista italiano, apodado "Il Codino" o "Il Divino".1 Considerado uno de los más notables futbolistas italianos de la historia, con la seleci'on obtuvo el tercer lugar en el mundial Italia 1990 y el subcampeonato en el mundial Estados Unidos 1994 . En 1993 obtuvo el Premio al mejor futbolista del año, el Balón de Oro de Europa y el Premio FIFA World Player.

Síntesis Biográfica

Nació el 18 de febrero de 1967 en el pueblo de Caldogno, en la tranquila región de Vicenza, Italia. Fue el hijo menor entre otros cinco hermanos (Gianna, Walter, Carla, Giorgio y Ana María) por lo que siempre jugó al fútbol con incentivos familiares. De pequeño jugaba en un club de barrio y se unió a la escuadra del Vicenza luego de que el busca talentos Antonio Mora lo viera anotar 6 goles en un mismo partido.

De esta forma la carrera profesional de Baggio comenzó en 1981 en el Vicenza, un equipo de la división C de Italia en el cual no duró mucho tiempo. En 1985 la Fiorentina compró su pase y lo convirtió en uno de los mejores jugadores de la liga italiana de fútbol, tanto para la crítica como para los espectadores. En 1990, a pesar de la protesta de los admiradores, Baggio fue vendido a la Juventus por 19 millones de dólares, siendo esta cifra un récord mundial en ese tiempo.

Ese mismo año fue parte de la selección nacional de Italia, junto a otros jugadores como Gianluca Pagliuca o Paolo Maldini y a pesar de ser suplente pudo demostrar la calidad de su juego en más de una ocasión. En 1993 ganó la Copa UEFA con la Juventus, fue declarado el Mejor jugador de Europa y la FIFA lo declaró Jugador del Año. En 1994 fue llamado nuevamente para formar la selección nacional, esta vez como gran favorito y titular indiscutido.

Llevó la insignia de capitán y bajo su guía Pagliuca, Maldini, Alessandro Costacurta, Mauro Tassotti y Roberto Mussi entre otros alcanzaron la final luego de un comienzo vacilante. En 1995 ganó su primer Scudetto y al poco tiempo fue transferido al AC Milan, donde volvió a ganar este trofeo. Supuestamente en 1990 Baggio iba a ser vendido al Milan en primer lugar, pero su representante firmó el contrato con la Juventus sin consultarle.

En 1997 cuando todos creían que la carrera de Baggio llegaba a su fin, se pasó al Bologna para tratar de resucitar su favoritismo. Ese mismo año anotó 22 de los mejores goles de la temporada y fue seleccionado nuevamente para participar en la Copa del mundo. En Francia 1998 fue desplazado a la suplencia por el joven Alessandro Del Piero, cayendo toda la crítica posterior sobre el técnico Cesare Maldini ya que en los momentos que Baggio pisaba el campo toda Italia parecía jugar mejor.

Luego de la copa, en 1998 firmó con el Inter de Milán donde tuvo serios problemas con el director técnico quien se negó a hacerlo jugar por la negativa del delantero de contarle si alguien hablaba mal del cuerpo técnico. En el 2000 Baggio pasó nuevamente a un equipo de baja reputación como el Brescia intentando mejorar su fútbol para el próximo mundial en Corea-Japón.

El director técnico no lo tuvo en cuenta, dejando decepcionados a muchos fanáticos del delantero, y dándole muy poca chance a Italia de tener éxito. En el 2004 Baggio decidió retirarse del fútbol profesional el 16 de mayo de ese año. En su último partido más de 80000 espectadores lo aplaudieron de pie y su camiseta número 10 fue retirada del Brescia. Finalizó con 318 goles totales en su carrera, siendo 205 de ellos en la Serie A de Italia.

Palmarés

Distinciones personales

  • Trofeo Bravo, Mejor Jugador Joven de Europa 1990
  • Máximo Goleador de la Recopa de Europa 1991
  • Balón de Oro, Mejor Futbolista Europeo 1993
  • Balón de Plata, 2do Mejor Futbolista Europeo 1994
  • FIFA World Player, Mejor Futbolista del Mundo 1993
  • FIFA World Player, 3er Mejor Futbolista del Mundo 1994
  • Elegido como uno de los 125 mejores futbolistas vivos de la historia FIFA 100 2004

Historia

La maldición de los penales

Su trayectoria con la selección nacional también estuvo marcada por una relación de amor y odio. Tras un debut satisfactorio contra Holanda (1-0), en noviembre de 1988, firmó su primer gol como internacional el 22 de abril de 1989, con un soberbio lanzamiento de falta frente a Uruguay. Durante la Copa Mundial de la FIFA Italia 1990, Azeglio Vicini empezó sentándole en el banquillo. Tras sacarle en el último partido de la primera fase, contra Checoslovaquia, marcó un gol antológico, al partir desde su campo para deshacerse de medio equipo contrario. Fue el gol más bonito del campeonato, y uno de los mejores de la historia de la Copa Mundial.

A pesar de ello, solamente entró en juego en el minuto 73 de la semifinal, saldada con derrota ante Argentina en la tanda de penales. “Vicini me dijo que me veía cansado. ¡Si tenía 23 años! Me habría comido la hierba por ser titular en ese partido”, se lamentaba Baggio. Para consolarse, metió otro gol en el partido por el tercer puesto, contra Inglaterra (2-1).

Cuatro años más tarde, en Estados Unidos, Baggio alcanzó la cúspide de su arte. Sus tantos vitales en los minutos finales de los partidos contra Nigeria y España, más sus dos dianas en la semifinal contra Bulgaria, catapultaron a los tricampeones mundiales hasta la final. Pero se presentó tocado ante Brasil, hasta el punto de tener que ser infiltrado antes del partido. Al cabo de 120 minutos de un partido insípido, fue el último hombre que tomó carrerilla desde el punto fatídico en una nueva tanda de penales. Sin embargo, su lanzamiento se marchó por encima del larguero, poniendo fin así a las esperanzas italianas. “Yo estaba allí en cuerpo y espíritu, y mi concentración era perfecta. Pero me sentía tan agotado que opté por tirar a romperla”, explicó.

De forma simbólica, al cabo de otros cuatro años, inició en Francia su tercera fase final mundialista anotando la pena máxima del empate ante Chile, después de haber servido el primer tanto a Christian Vieri. Sin embargo, 30 años después de la rivalidad Sandro MazzolaGianni Rivera en México, Cesare Maldini optó por resolver la disyuntiva entre Baggio y Alessandro Del Piero alternándolos en la titularidad. Aun así, Baggio marcó ante Austria su noveno tanto en una fase final, y esta vez sí transformó su lanzamiento en la tanda de penales contra Francia, en cuartos de final. Pese a todo, la selección nacional volvió a quedar apeada en ese lance fatídico.

En 2002, el rey de los regresos llegó a acariciar la disputa de una cuarta fase final mundialista, dado que estaba metiendo un gol tras otro en el Brescia. Pero Giovanni Trapattoni, pese a la presión de la opinión pública, no lo seleccionó, e Italia cayó eliminada en octavos de final.

El 15 de mayo de 2004, Roby colgó las botas y se dedicó a su labor de Embajador de Buena Voluntad de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). De esa forma, se recorrió el mundo para defender importantes causas humanitarias, hasta que, en noviembre de 2010, recibió en Hiroshima el prestigioso World Peace Award, que concede la asamblea de ganadores del Premio Nobel de la Paz. “En comparación con este premio, los demás éxitos personales y profesionales se antojan insignificantes”, comentó entonces Baggio.

Pero Baggio nunca ha abandonado del todo el fútbol italiano y, tras el fracaso de la selección nacional en Sudáfrica, aceptó en agosto de 2010 el puesto de responsable del área técnica de la Asociación Italiana de Fútbol, con atención especial a la formación de los jóvenes jugadores. Un regreso que suscitó la unanimidad en Italia, todavía nostálgica de las hazañas de este futbolista que rompió moldes.

Fuentes