Sección de Lucha Contra Bandidos del Ejército del Centro

Sección de Lucha Contra Bandidos del Ejército del Centro
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Sección de L.C.B.
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Raúl Menéndez Tomassevich, primer Jefe de esta unidad militar durante una operación en el Escambray.
Activa1962-1965
PaísBandera de Cuba Cuba
FidelidadEjército del Centro (FAR)
FunciónEliminación de bandas contrarrevolucionarias
Comandantes
ComandantesRaúl Menéndez Tomassevich
Dermidio Escalona
Lizardo Proenza
Guerras y batallas
Lucha Contra Bandidos

Sección de Lucha Contra Bandidos del Ejército del Centro. Fue una gran unidad militar creada por la Revolución Cubana durante el periodo histórico denominado Lucha Contra Bandidos donde se enfrentaron las fuerzas del Ejército Rebelde, el Departamento de Seguridad del Estado, las Milicias Nacionales Revolucionarias y otras organizaciones y movimiento revolucionarios leales al gobierno de Fidel Castro, contra las bandas contrarrevolucionarias que operaban en varios puntos del centro y el oriente cubano, principalmente en la Sierra del Escambray, con apoyo del gobierno de los Estados Unidos mediante su gubernamental Agencia Central de Inteligencia.

La Sección de Lucha Contra Bandidos estuvo activa entre el 3 de julio de 1962 y mediados de 1965, estando subordinada al Ejército del Centro, que era dirigido en ese entonces por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, quien puso al frente del recién creado aparato militar el Comandante Raúl Menéndez Tomassevich, un experimentado guerrillero que comandó una Compañía especial del Ejército Rebelde en el II Frente Oriental Frank País durante la Guerra de Liberación Nacional (1956-1959) contra las fuerzas represivas de la tiranía batistiana. En 1963 Tomassevich, quien fue enviado a cursar la Academia Superior Militar, fue sustituido como Jefe de la Sección de L.C.B. por el Comandante Dermidio Escalona, quien posteriormente fue sustituido por el Comandante Lizardo Proenza quien asumió la jefatura de la L.C.B. y tuvo el mérito de haber concluido con el bandidísimo en Las Villas.

Estructura

La sección de Lucha Contra Bandidos del Ejército del Centro, fue estructurada en 1962 en cinco grandes sectores, en cada uno de ellos y en los subsectores correspondientes había un Jefe, un Instructor Revolucionario (Político) y una compañía de Combate. Los sectores fueron:

  • Sector A: Comprendía todo el Escambray, contaba con nueve Subsectores, tenía la Jefatura en Manicaragua.
  • Sector B: Comprendía la zona noroeste en los alrededores de Yaguajay.
  • Sector C: Estaba en el suroeste de RodasCartagena.
  • Sector D: En la zona noreste en las proximidades de Sagua la Grande-Corralillo.
  • Sector E: Zona de Camagüey.

En 1963, en Trinidad radicaba la Jefatura de la División Operacional con varios batallones que agrupaban a miles de combatientes dirigidos por prestigiosos jefes con años de experiencias en este tipo de guerra irregular en las montañas. Entre los oficiales que más de destacaron se encontraban los capitanes Gregorio Junco, Manuel Herrera Tito, Manuel Carbonell Duque, José Luis Quezada y los Tenientes José Luis López, Jorge Surita, Efraín Domínguez, Gelacio León, Belisario Izquierdo y otros.

La Sección L.C.B. no fue una estructura improvisada o creada sin historia, sus raíces estaban en los batallones de milicianos de la Limpia del Escambray y en los modestos grupos operativos que después se transformaron en regiones militares.

Las tropas L.C.B. tenían cuerpos especiales de persecución de bandas en el Escambray, eran en total siete compañías de reconocimientos y un BON Especial subordinado a la jefatura. En esos cuerpos especiales se hallaban los soldados más experimentados, tenían el armamento superior, FAL, Ametralladoras Ligeras, BAZOOKAS, Pistolas de Luces Bengalas, Mapas, etc.

También se tomaban medidas especiales en las zonas más conflictivas, allí se estudiaban sus condiciones y el responsable de informar a la jefatura era el político del Subsector, quien debía aportar soluciones, el que a su vez debía, junto al Jefe de la L.C.B. en la zona integrar las milicias serranas, valorando profundamente al personal en estrecha consulta con la Seguridad, para evitar infiltraciones.

Las tropas de L.C.B. se organizaban por territorios que en ocasiones correspondían al Municipio y otras veces por sus condiciones geográficas u operativas. En una zona muy montañosa o muy tupida, donde existía la posibilidad de que el bandido subsistiera, se concentraba un sector L.C.B., pero realmente se parecía mucho a lo que es un Municipio. Como apoyo de todo eso se constituyó una tropa de choque grande y fuerte, División Operacional, encabezada por el Capitán Manuel Tito Herrera y Manuel Carbonell Duque, ésta se formó al inicio con 10 batallones y con el tiempo se redujo a 5, uno de ellos, el BON # 1, se integró por tropas procedentes de Las Mercedes, Sierra Maestra, Oriente, soldados experimentados, quienes manejaban la mejor arma, la más sofisticada, el fusil FAL, los demás batallones estaban armados con metralletas y M-52.

Tácticas militares

Las fuerzas que integraban las Sección de la L.C.B. contaban con tácticas militares propias que les permitía penetrar y neutralizar las fuerzas enemigas. Existían dos operaciones interesantes en la L.C.B., una de ellas fue la Operación Lechuza, mediante la cual se dividía un subsector en diez zonas, en cada una se situaba una escuadra para observar las casas de colaboradores de noche y colocarle emboscadas de día; la otra táctica fue la Operación Levante, la cual se llevaba a cabo en el territorio de un sector con el fin de que los bandidos se movieran de su zona de ocultamiento y les fuera imposible la organización interna y externa, además para evitar que los insurgentes cometieran fechorías, y lograr su captura.

La L.C.B., en sus operaciones militares, ejecutaba también el denominado Golpe de Mano, donde lo primero era cercar el sitio, con el objetivo de que en caso de evadirse un bandido de un cerco de operación pasara de cerco a peine. Casi siempre el Golpe de Mano daba resultados exitosos, si los bandidos estaban escondidos en hoyos, lugar donde podían ser sorprendidos fácilmente, sin embargo, no era positivo si el bandido tenía alguna visibilidad y detectaba el cerco.

De esas formas de combate la más eficaz era el cerco, había dos tipos, a pie y en camiones, con sus variantes de día y de noche, en terreno llano o montañoso. Un cerco se ponía a razón de un BON contra diez bandidos, se colocaban los soldados cada diez metros uno, sin embargo los bandidos cruzaban el cerco, para hacerlo pasaban tirando y corriendo, mataban a uno o dos combatientes y además se iban, lo lograban porque se valían de un volumen de fuego fuerte, en los lugares de menos visibilidad del cerco. Por supuesto a medida que la L.C.B. se perfeccionó, tomó más experiencia y los cercos fueron mejores, con emboscadas fuera de ellos, si los bandidos se evadían, caían emboscados.

Los peines se realizaban dentro de los cercos y se adoptaban para capturar, destruir las bandas dentro del cerco o fuera de él. Había dos tipos de peine, el de terreno y el de montaña. Esa forma de combate irregular era muy directa y tenia la desventaja que cuando se peinaba el bandido estaba esperando.

Años finales

En la Crisis de Octubre los combatientes de la L.C.B. continuaron operando en las montañas del Escambray, esa fue su misión, sin embargo se les encomendó a cada BON un sitio determinado para defenderlo en caso de una agresión directa del imperialismo.

Ya para 1964 dirigía las fuerzas de L.C.B. del Ejército del Centro el Comandante Lizardo Proenza, quien se caracterizaba por su estrecho vínculo con la tropa y su participación directa en los cercos y peines, los recorría para comprobar su eficiencia o para dar indicaciones y se mantenía en los lugares donde existían más probabilidad de chocar con los bandidos; cuando eso sucedía siempre se podía ver con su fusil combatiendo a los enemigos, Proenza tenía un recio carácter, fue un jefe a quien sus subordinados recuerdan como extraordinario.

Este mandato se caracterizo por el perfeccionamiento de las tácticas militares y una mejor organización y estructura combativa de las fuerzas gubernamentales. Como fruto de toda esta estrategia y táctica aplicada por la máxima dirección de la Revolución Cubana, evidenciada en los cercos, peines, postas de protección y emboscadas, o sea, todas las operaciones militares de importancia cumplidas con efectividad, se logró el exterminio de los bandidos, antes del 26 de julio de 1965.

Fuentes