Tahon - Francisco Pérez (Remedios)

Tahón
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Localidad de Cuba
EntidadLocalidad
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaProvincia Villa Clara
 • MunicipioMunicipio Remedios
Población 
 • Total963 hab.

Tahón: Localidad que se encuentra ubicada en el municipio Remedios, contando con 315 viviendas y 963 habitantes según los últimos estimados. Demográficamente está catalogado como un poblado rural.

Ubicación

La localidad se encuentra en los 79,57916667 grados de Longitud Oeste y en los 22,34083333 grados de Latitud Norte, posición geográfica que la ubica al este de Santa Clara, la cabecera provincial, y a una distancia de 17 kilómetros cartesianos de Remedios, la cabecera municipal.

Topografía

El relieve del territorio donde se encuentra enclavada la localidad se caracteriza por la existencia de valles ciegos, diente de perro, dolinas, cavernas y otras manifestaciones de carso de llanura, siendo esta la nota predominante del paisaje. Las condiciones geográficas de la zona hacen que las temperaturas promedios diarias en la localidad oscilen entre una máxima media de 30,10 grados centígrados y una mínima media de 21,34 grados centígrados. Los vientos muestran durante todo el año una tendencia promedio a soplar desde el este noreste de la localidad con una rapidez promedio de 8,3 kilómetros por hora.

Hidrografía

Las lluvias en la localidad alcanzan un total acumulado anual de 1.130,8 milímetros con 119,5 días de lluvias y una humedad relativa en la atmósfera que alcanza el 81,08 % como promedio.

Historia

El territorio donde está enclavada la localidad fue testigo cercano del primer asentamiento poblacional establecido durante la conquista española en el territorio que hoy ocupa la provincia de Villa Clara, por lo que la zona se comenzó a poblar en las primeras décadas del siglo XVI. En los primeros tiempos la vida económica del territorio se basó en la agricultura de subsistencia y en la ganadería. En el siglo [[XVII] se estableció el comercio de sus derivados con otras regiones de la isla. A fines de ese siglo y principios del XVIII se introdujo la caña de azúcar como renglón económico, y después el tabaco, a lo que se unió durante algunas décadas el café y en menor grado el cacao. Por su posición geográfica, el noreste del territorio fue blanco de reiterados ataques de corsarios y piratas, y de la práctica del comercio de contrabando. Con el auge de la industria azucarera, hacia la cuarta década del siglo XIX comenzó un acelerado crecimiento en el territorio: se establecieron numerosos ingenios, aumentaron las plantaciones de caña y se implantó una más amplia infraestructura, sobre todo en materia de comunicaciones, las más importantes ferroviarias. La zona fue centro también de desarrollo de la cultura desde los tiempos coloniales, con un rico acervo de tradiciones, a las que se uniría en la decimonovena centuria, la Parranda, hecho cultural que ha trascendido hasta el presente. En la segunda y tercera década del Siglo XIX hubo ramificaciones en la localidad de las principales conspiraciones que se opusieron al colonialismo español. Algunos expresaron su inconformidad por diferentes vías, pero desde entonces, toda la zona constituyó un centro donde se manifestaron con fuerza y se defendieron las ideas de la libertad y la soberanía. El estallido de la primera guerra por la independencia en toda la jurisdicción remediana ocurrió el 14 de febrero de 1869 con el levantamiento en la zona del polaco Carlos Roloff, y del venezolano Salomé Hernández, quienes fueron secundados por Francisco Carrillo, Pedro Díaz Molina, Serafín García Leiva y Arcadio Jesús Crespo Moreno, entre otros. Este último simboliza la acción de todos los mambises remedianos. Veteranos de toda la zona se alzaron de nuevo el 9 de noviembre de 1879, liderados por Francisco Carrillo, en el frustrado intento de la Guerra Chiquita. Dieciséis años después, al comenzar la nueva gesta de 1895, los patriotas de la localidad, conducidos por Quintín Bravo, se alzaron en el Central Adela (Heriberto Duquesne), pero faltaron condiciones para desarrollar la lucha. Otros jefes esperaron un momento más propicio y marcharon al campo insurrecto el 5 de junio de se año. En esta guerra se destacaron el General Carrillo, que llegó a ser Jefe del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, así como el Brigadier José González Planas. También el Generalísimo Máximo Gómez combatió en estas tierras, y luego de terminadas las acciones bélicas, visitó zonas cercanas a la localidad. La República Neocolonial no ofreció al territorio oportunidades para su desarrollo. Dependiente de la producción azucarera, algún ganado y otros productos agrícolas, mantuvo un ritmo lento de crecimiento. Así ocurrió con la organización progresiva de los trabajadores, su lucha por reivindicaciones económicas y sociales, así como el enfrentamiento popular a los gobiernos de turno. En la última etapa de oposición al régimen tiránico instaurado el 10 de marzo de 1952, en la clandestinidad y en las montañas, cientos de hijos de esta zona remediana dieron sus esfuerzos por la victoria. Entre ellos sobresalieron Juan Pedro Carbó Serviá, el obrero azucarero Heriberto Duquesne, brutalmente torturado y asesinado, y Chiquitico Fabregat, caído en el combate de Yaguajay. En esta parte de Villa Clara combatieron las tropas de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara , cuyas fuerzas liberaron la zona en diciembre de 1958. Con el triunfo revolucionario, todo el territorio se incorporó a la edificación de la nueva sociedad y a su defensa. La condición patriótica de los lugareños se nutrió con los ejemplos fecundos de Orestes Acosta y Juan Alberto Díaz González, caídos en lucha contra los mercenarios en abril de 1961, y ese mismo año perecía, víctima de la agresión contrarrevolucionaria, Fe del Valle, muerta en el incendio provocado por elementos terroristas en la tienda habanera El Encanto. Años después moría Arcillo Rodríguez, asesinado por un comando que intentaba infiltrarse en Cuba por el Pedraplén Caibarién-Cayo Santa María. La obra de la Revolución se aprecia en la localidad en todas las esferas, entre ellas en el ajuste de la industria azucarera municipal a las necesidades actuales, en el surgimiento de nuevos centros de producción y servicios, en el aumento del número de médicos y de los servicios de salud en general, en el desarrollo de la educación hasta la universalización de los estudios, incluida la municipalización de la enseñanza universitaria, en el cumplimiento de los Programas de la Batalla de Ideas, y en otras muchas acciones en beneficio del desarrollo económico y social del territorio.

Desarrollo económico

El territorio cuenta con una base económica agropecuaria, que se sustenta en la producción cañera, agrícola y ganadera, además de la industria ligera y un grupo de servicios básicos a la población en la actividad comercial, de transporte, servicios personales y técnicos, entre otros.

Desarrollo social

Educación

Importantes beneficios ha recibido la población de la localidad que hoy cuenta con consultorios médicos, modernas instalaciones de salud en la cabecera municipal, un hospital municipal de varias décadas de meritórios servicios con todos los recursos, y otras instalaciones de salud; el desarrollo educacional abarca todos los niveles en el territorio, desde los círculos infantiles hasta la Universidad.

Cultura

La cultura de toda la zona tiene sus símbolos emblemáticos en la Parranda Remediana, en el músico genial y juez incorruptible, Alejandro García Caturla, en el Museo de las Parradas y el de la Música, y también de la excelencia de muchos artistas como Zaida del Río, Waldo Leiva, Fidel Galván, y Luis Pérez Boitel, entre otros.

Francisco Pérez

Francisco Pérez: Localidad que se encuentra ubicada en el municipio Remedios, contando con 209 viviendas y 592 habitantes según los últimos estimados. Demográficamente está catalogado como un poblado rural.

Ubicación

La localidad se encuentra en los 79,59694444 grados de Longitud Oeste y en los 22,35388889 grados de Latitud Norte, posición geográfica que la ubica al este de Santa Clara, la cabecera provincial, y a una distancia de 16 kilómetros cartesianos de Remedios, la cabecera municipal.

Topografía

El relieve del territorio donde se encuentra enclavada la localidad se caracteriza por la existencia de valles ciegos, diente de perro, dolinas, cavernas y otras manifestaciones de carso de llanura, siendo esta la nota predominante del paisaje. Las condiciones geográficas de la zona hacen que las temperaturas promedios diarias en la localidad oscilen entre una máxima media de 30,09 grados centígrados y una mínima media de 21,33 grados centígrados. Los vientos muestran durante todo el año una tendencia promedio a soplar desde el este noreste de la localidad con una rapidez promedio de 8,3 kilómetros por hora.

Hidrografía

Las lluvias en la localidad alcanzan un total acumulado anual de 1.132,5 milímetros con 119,5 días de lluvias y una humedad relativa en la atmósfera que alcanza el 81,09 % como promedio.

Historia

El territorio donde está enclavada la localidad fue testigo cercano del primer asentamiento poblacional establecido durante la conquista española en el territorio que hoy ocupa la provincia de Villa Clara, por lo que la zona se comenzó a poblar en las primeras décadas del siglo XVI. En los primeros tiempos la vida económica del territorio se basó en la agricultura de subsistencia y en la ganadería. En el siglo [[XVII] se estableció el comercio de sus derivados con otras regiones de la isla. A fines de ese siglo y principios del XVIII se introdujo la caña de azúcar como renglón económico, y después el tabaco, a lo que se unió durante algunas décadas el café y en menor grado el cacao. Por su posición geográfica, el noreste del territorio fue blanco de reiterados ataques de corsarios y piratas, y de la práctica del comercio de contrabando. Con el auge de la industria azucarera, hacia la cuarta década del siglo XIX comenzó un acelerado crecimiento en el territorio: se establecieron numerosos ingenios, aumentaron las plantaciones de caña y se implantó una más amplia infraestructura, sobre todo en materia de comunicaciones, las más importantes ferroviarias. La zona fue centro también de desarrollo de la cultura desde los tiempos coloniales, con un rico acervo de tradiciones, a las que se uniría en la decimonovena centuria, la Parranda, hecho cultural que ha trascendido hasta el presente. En la segunda y tercera década del Siglo XIX hubo ramificaciones en la localidad de las principales conspiraciones que se opusieron al colonialismo español. Algunos expresaron su inconformidad por diferentes vías, pero desde entonces, toda la zona constituyó un centro donde se manifestaron con fuerza y se defendieron las ideas de la libertad y la soberanía. El estallido de la primera guerra por la independencia en toda la jurisdicción remediana ocurrió el 14 de febrero de 1869 con el levantamiento en la zona del polaco Carlos Roloff, y del venezolano Salomé Hernández, quienes fueron secundados por Francisco Carrillo, Pedro Díaz Molina, Serafín García Leiva y Arcadio Jesús Crespo Moreno, entre otros. Este último simboliza la acción de todos los mambises remedianos. Veteranos de toda la zona se alzaron de nuevo el 9 de noviembre de 1879, liderados por Francisco Carrillo, en el frustrado intento de la Guerra Chiquita. Dieciséis años después, al comenzar la nueva gesta de 1895, los patriotas de la localidad, conducidos por Quintín Bravo, se alzaron en el Central Adela (Heriberto Duquesne), pero faltaron condiciones para desarrollar la lucha. Otros jefes esperaron un momento más propicio y marcharon al campo insurrecto el 5 de junio de se año. En esta guerra se destacaron el General Carrillo, que llegó a ser Jefe del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, así como el Brigadier José González Planas. También el Generalísimo Máximo Gómez combatió en estas tierras, y luego de terminadas las acciones bélicas, visitó zonas cercanas a la localidad. La República Neocolonial no ofreció al territorio oportunidades para su desarrollo. Dependiente de la producción azucarera, algún ganado y otros productos agrícolas, mantuvo un ritmo lento de crecimiento. Así ocurrió con la organización progresiva de los trabajadores, su lucha por reivindicaciones económicas y sociales, así como el enfrentamiento popular a los gobiernos de turno. En la última etapa de oposición al régimen tiránico instaurado el 10 de marzo de 1952, en la clandestinidad y en las montañas, cientos de hijos de esta zona remediana dieron sus esfuerzos por la victoria. Entre ellos sobresalieron Juan Pedro Carbó Serviá, el obrero azucarero Heriberto Duquesne, brutalmente torturado y asesinado, y Chiquitico Fabregat, caído en el combate de Yaguajay. En esta parte de Villa Clara combatieron las tropas de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara , cuyas fuerzas liberaron la zona en diciembre de 1958. Con el triunfo revolucionario, todo el territorio se incorporó a la edificación de la nueva sociedad y a su defensa. La condición patriótica de los lugareños se nutrió con los ejemplos fecundos de Orestes Acosta y Juan Alberto Díaz González, caídos en lucha contra los mercenarios en abril de 1961, y ese mismo año perecía, víctima de la agresión contrarrevolucionaria, Fe del Valle, muerta en el incendio provocado por elementos terroristas en la tienda habanera El Encanto. Años después moría Arcillo Rodríguez, asesinado por un comando que intentaba infiltrarse en Cuba por el Pedraplén Caibarién-Cayo Santa María. La obra de la Revolución se aprecia en la localidad en todas las esferas, entre ellas en el ajuste de la industria azucarera municipal a las necesidades actuales, en el surgimiento de nuevos centros de producción y servicios, en el aumento del número de médicos y de los servicios de salud en general, en el desarrollo de la educación hasta la universalización de los estudios, incluida la municipalización de la enseñanza universitaria, en el cumplimiento de los Programas de la Batalla de Ideas, y en otras muchas acciones en beneficio del desarrollo económico y social del territorio.

Desarrollo económico

El territorio cuenta con una base económica agropecuaria, que se sustenta en la producción cañera, agrícola y ganadera, además de la industria ligera y un grupo de servicios básicos a la población en la actividad comercial, de transporte, servicios personales y técnicos, entre otros.

Desarrollo social

Educación

Importantes beneficios ha recibido la población de la localidad que hoy cuenta con consultorios médicos, modernas instalaciones de salud en la cabecera municipal, un hospital municipal de varias décadas de meritórios servicios con todos los recursos, y otras instalaciones de salud; el desarrollo educacional abarca todos los niveles en el territorio, desde los círculos infantiles hasta la Universidad.

Cultura

La cultura de toda la zona tiene sus símbolos emblemáticos en la Parranda Remediana, en el músico genial y juez incorruptible, Alejandro García Caturla, en el Museo de las Parradas y el de la Música, y también de la excelencia de muchos artistas como Zaida del Río, Waldo Leiva, Fidel Galván, y Luis Pérez Boitel, entre otros.

Fuentes