Alfonso III de Aragón
Alfonso III de Aragón
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rey de Aragón, Mallorca y Valencia y conde de Barcelona | |
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Reinado | 1285-18 de junio de 1291 |
Coronación | Valencia, 2 de febrero de 1286, Zaragoza, 9 de abril |
Otros títulos | Conde de Barcelona. |
Nacimiento | 1265 Valencia, Corona de Aragón |
Fallecimiento | 18 de junio de 1291 Barcelona, Corona de Aragón |
Entierro | Catedral de Barcelona |
Predecesor | Pedro III de Aragón |
Sucesor | Jaime II Aragón |
Consorte | Leonor de Inglaterra |
Casa Real | Casa de Aragón-Barcelona |
Padre | Pedro III de Aragón |
Madre | Constanza de Sicilia |
Alfonso III de Aragón. Conocido por” el Liberal”, fue Rey de Aragón como Alfonso III, de Valencia como Alfonso I, Conde de Barcelona de 1285 - 18 de junio de 1291 como rey de Mallorca, Conde de Rosellón y Cerdaña de 1285-18 de junio de 1291.
La conquista de Menorca y la firma del Tratado de Tarascón por los conflictos derivados por la posesión de Sicilia y los conflictos con la nobleza aragonesa fueron los aspectos más significativos de su reinado.
Alfonso III, jugo un papel fundamental en la consolidación del poder de la Corona de Aragón y durante su reinado se centra en la expansión territorial de la Corona de Aragón por el Mediterráneo.
Sumario
Síntesis biográfica
Nace en 1265, hijo de Pedro III de Aragón y de Constanza de Sicilia, hija de Manfredo, rey de Sicilia.
Participa en todos los conflictos iniciados durante el reinado de su padre siendo su colaborador más cercano desde que éste llega al trono en 1276. En 1280 Alfonso es reconocido como heredero al trono, y en 1282 cuando su padre marcha para conquistar Sicilia y embarcó con su ejército, Alfonso le sustituye en el gobierno quedando como lugarteniente general de todos los reinos.
Antecedentes
Desde 1266 Sicilia se encontraba bajo la soberanía de Carlos de Anjou quien había sido investido rey tras derrotar a Manfredo de Sicilia, que muere en la batalla en Benevento.
A principios de 1282, Pedro III hace testamento a favor de Alfonso previendo la excomunión papal por su futura conquista de Sicilia.
En 1285, el papa Martín IV excomulga a Pedro y ofrece la corona de Aragón a Carlos de Valois, hijo de Felipe III de Francia, quien, para cumplir la donación, atraviesa el Rosellón, con el consentimiento de Jaime II de Mallorca, que incumple sus deberes como vasallo de su hermano Pedro III, e invade Cataluña.
Conquista de Mallorca y Menorca
Alfonso interviene en la defensa de los condados catalanes ante Felipe III de Francia, al que vence en la batalla del Collado de las Panizas; como respuesta a la actuación de Jaime II en la invasión francesa y haber permitido el paso de tropas francesas por el Rosellón Pedro III decide apoderarse de Mallorca pero enferma y encarga de la conquista a Alfonso quien ataca a Jaime II de Mallorca y conquista Mallorca, Pedro III fallece en noviembre dejándole en su testamento la corona de Aragón a Alfonso y a Jaime su segundo hijo, el reino de Sicilia.
Alfonso conquista Ibiza en 1286 y prepara una expedición a Menorca contra los musulmanes, la toma de Menorca en 1287 es un golpe para los musulmanes, pues pierden uno de sus últimos bastiones en la península Ibérica, la conquista de las Islas Baleares bajo dominio musulmán consolida el control aragonés sobre el Mediterráneo occidental y contribuye a reforzar la posición de Alfonso III como un líder militar y político en la época.
Además, Alfonso se enfrenta a la presión del rey de Castilla, que reclamaba derechos sobre el reino de Murcia y en 1287 llegaron a un acuerdo mediante el Tratado de Almizra, que establece que Murcia sería gobernada de forma conjunta por ambos reinos.
Durante su reinado también intenta controlar varias plazas en el norte de África, y firmó un tratado comercial con Andrónico II, emperador bizantino, para que los mercaderes de los territorios gobernados por Alfonso III comerciaran el Imperio Bizantino.
Privilegio General de la Unión
En política interior, enfrenta una lucha constitucional con la nobleza aragonesa y catalana, que estaban en desacuerdo con algunas de sus políticas y para mejorar las relaciones con los nobles, les concede el Privilegio General de la Unión en 1287 por el que entrega importantes prerrogativas reales al control de los barones garantizando así el equilibrio entre monarquía y nobleza reconoce los derechos de la nobleza aragonesa por el cual el soberano quedaba prácticamente bajo el control de los señores y en caso de que el monarca incumpliera el Privilegio, los nobles aragoneses podían negar la obediencia y elegir otro soberano, pero en 1289, en las cortes celebradas en Monzón, el rey pudo reforzar su poder ante la nobleza gracias al apoyo de los estamentos catalanes y valencianos al refrendar el Privilegio General que confirmaba y ampliaba los fueros, y disuelve la Unión de 1287.
Tratado de Tarascón
La guerra por el dominio de Sicilia no concluye hasta el tratado de Tarascón en 1291, para solucionar el conflicto con el reino de Sicilia, Alfonso firma con Francia, el Papado y los Anjou el tratado mediante el cual se revocaron las condiciones impuestas por el papado, levantando la excomunión al rey de Aragón, también se reconocieron los derechos del monarca sobre Mallorca mientras que renunciaba a sus reclamaciones al derecho al trono siciliano; Alfonso se compromete a ir a Roma, pedir perdón al papa y pagar un censo a la Santa Sede, realizaría una cruzada a Tierra Santa, se comprometía a no ayudar a su hermano Jaime de Sicilia; a repatriar a sus tropas que servían en Sicilia; a instar a su madre Constanza y a su hermano Jaime a que renunciaran al reino de Sicilia; y a hacer paces o treguas con Castilla. y ordenar la salida de caballeros aragoneses y catalanes de Sicilia. Este tratado también reconoció los derechos del monarca sobre Mallorca y renunció sobre Sicilia.
A cambio se anulaba la excomunión y el entredicho papal sobre la Corona de Aragón; se revocaba la donación a Carlos de Valois; y las islas Baleares quedarían incorporadas a la Corona de Aragón. En abril se reunieron en Panisars (Gerona) Alfonso III y Carlos de Salerno para ratificar la paz.
Alfonso III, mejoro las condiciones de sus súbditos, se preocupó por la administración de justicia, la protección de los derechos y privilegios de sus vasallos; su legado incluye sus conquistas y esfuerzos por equilibrar el poder real con las demandas de la nobleza y los privilegios de los súbditos.
Muerte
Antes de celebrar su boda con Leonor de Inglaterra, fallece el 18 de junio de 1291 en Barcelona y al no tener hijos, la corona pasa a su hermano Jaime II de Sicilia (como Jaime I) y a partir desde ese momento Jaime II de Aragón quien continuó las políticas de expansión y fortalecimiento del poder real en la región.
Es enterrado en el convento de San Francisco de Barcelona, y en el siglo XIX trasladado a la catedral de Barcelona.