Ballenas
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Ballenas. También llamados balénidos (Balaenidae) son una familia de cetáceos misticetos que incluye dos géneros. El término ballena designa en principio a todos los misticetos, aunque en sentido estricto se reserva a los integrantes de esta familia. Una ballena llega a pesar aproximadamente 60 toneladas.
Sumario
Taxonomía
La familia balaenidae incluye dos géneros y cuatro especies:
Genero | Especie (binomial) | Nombre vulgar |
Balaena | Balaena mysticetus | Ballena de Groenlandia |
Eubalaena | Eubalaena australis | Ballena franca austral |
Eubalaena glacialis | Ballena franca glacial | |
Eubalaena japonica | Ballena franca del Pacífico |
Ballenas en Cuba
En la época de la conquista, se tuvieron las primeras noticias acerca de la presencia de mamíferos marinos en aguas cubanas, pero no existían conocimientos identificar las especies, ni por supuesto, estudios ecológicos. En el siglo XIX Felipe Poey, investigador y profesor en ciencias naturales (1799 al 1891) describió el primer ejemplar de mamífero marino en aguas cubanas, era una especie del Orden cetácea.
A principios del siglo XX Luís A. Cuni (1910) catedrático del Instituto de Matanzas en su tesis de doctorado en ciencias naturales reportó observaciones de mamíferos marinos en aguas cubanas y en 1922 se produjo la primera referencia de ballenas que ‘visitaban’ el archipiélago. A partir de entonces, prestigiosos especialistas criollos comenzaron sus estudios acerca de estos impresionantes y carismáticos animales.
Las ballenas, cuentan con 13 especies registradas para el planeta y siete de ellas están reportadas para el Caribe, en Cuba ha habido 16 reportes oficiales de ballenas, siete por varamientos y nueves por avistamientos reportando estos la presencia de 21 ejemplares, principalmente entre los meses de diciembre y julio.
Avistamiento-varamiento (diferencia)
El varamiento, es el recalo de estos animales en terreno costero firme, en algún lugar de la línea de la costa, con dudoso estado de salud o conducta o incluso muerto. El avistamiento es la observación del animal vivo en cualquier zona marina, ya sea desde la costa o desde una embarcación aun cuando los especialistas, pudieran inferir alteraciones en su salud y/o conducta.
El avistamiento de especies en determinadas zonas marinas responde a respuestas en la conducta de los animales, máxime si se trata de los cetáceos que realizan importantes migraciones estacionales. Este es el caso de la jorobada que durante la época de verano permanecen en las altas latitudes donde exclusivamente se alimentan y en el invierno realizan largas migraciones hasta las regiones tropicales y subtropicales, donde tienen lugar el apareamiento y el nacimiento de los ballenatos.
En Cuba
De las siete reportadas para el Caribe, tres de ellas han varado o han sido avistadas en Cuba: el Rorcual del Norte B. boreales, el Rorcual común B. physalus y la Ballena jorobada M. novaeangliae.
No obstante, no hay seguridad total de que estas tres especies e incluso el propio número de avistamientos y varamientos sean fidedignos, por cuanto los controles y las fuentes de información, no siempre son confiables o certeras, al no existir Redes de Varamientos con estrategias e infraestructuras destinadas a tan importante labor.
La ballena jorobada fue avistada por primera vez en el año 1922 en la región marina de Júcaro, Ciego de Ávila y el último avistamiento, se produjo en el mes de febrero (2009) en Punta Lucrecia, Holguín, contando en este caso exhaustiva información por parte de los medios de prensa. La ballena jorobada está reportada para todos los océanos del planeta y en el Atlántico Norte reside una de las poblaciones.
Todos los varamientos de ballenas, han sido reportados en la llamada ‘isla grande’ pero se considera la alta probabilidad de haberse producido otros muchos, en los 4000 cayos y cayuelos que forman el archipiélago, los cuales no son tan frecuentados por el hombre, por lo tanto no ha habido posibilidades de contar con información exacta.
Los científicos sustentan con múltiples hipótesis las causas por las que estas especies varen entre las que se pueden mencionar , el efecto de las corrientes, la disponibilidad de alimentos, los disturbios o incidencias en los habitas, la influencia antrópica, los cambios climáticos entre otros. En el caso de Cuba, el mayor número de varamientos se han producido en la costa sur, probablemente debido al efecto de las corrientes que entran por el Golfo por el Mar Caribe y salen por la costa norte hacia el Atlántico. Esta situación hace más probable que un cuerpo a la deriva, recale en la costa sur de la isla y menos probable que lo haga en la costa norte.
Acciones ante un avistamiento o varamiento
Ante todo, no guardar la noticia, comunicar de inmediato sus observaciones, a las instancias ambientales del territorio, a las instituciones científicas, a las autoridades civiles y si es posible al Acuario Nacional de Cuba. Con ello se viabilizará el apoyo especializado que sin duda continuará nutriendo el conocimiento científico.
Pero mientras tanto, actúe convenientemente y para ello se recomienda:
- Comprobar si el animal está vivo, precisar si respira (por cierto poseen intervalos respiratorios de 10 a 15 minutos), observar si tiene movimientos de ojos, etc.
- Evitar el contacto directo con el animal, se debe recordar que se desconocen las causas que provocaron sus alteraciones.
- Si está vivo, actuar con rapidez, solicitando apoyo y orientaciones especializadas y seguir evitando el contacto directo y que el animal sea molestado.
- No intente moverlo, recuerde, tiene gran tamaño y un movimiento inesperado de su cabeza o cola puede provocar lamentables accidentes.
- Crear condiciones para brindarle sombra, para evitar se irrite su piel por el efecto del sol.
- Mojarlo con frecuencia para mantener la adecuada temperatura y que no se reseque su piel.
- Si es posible cubrirlo con alguna manta que deberá mantenerse mojada.
- Quizás cerca haya algún aficionado a la fotografía, solicite “su instantánea” no se perderá así la oportunidad de identificar correctamente la especie y oficializar su reporte.
- No deje que le entre agua, ni arena en el espiráculo ( abertura respiratoria que tiene encima de la cabeza)
- Hacer el menos ruido posible, para que no se asusten.
Hoy el ciudadano está más preocupado y consciente de las bondades del planeta y sus conocimientos acerca del medio ambiente se han incrementado, por ello la acción de la población se convierte en valiosa herramienta del quehacer científico. No olvidar que, cualquier suceso u observación puede aclarar las múltiples incógnitas aún existentes.
Véase también
Fuentes
- Baisre, J., Cruz, D., Expósito, Y., García, G., Guevara, C., López, N., et al. (2009). Universidad para todos: Mamíferos Marinos I (pp. 15). : Editorial Academia. http://www.acuarionacional.cu/publicaciones/imagenes-publicaciones/tecnicas-populares/tabloide_mm1.pdf
- Baisre, J., Cruz, D., Expósito, Y., García, G., Guevara, C., López, N., et al. (2009). Universidad para todos: Mamíferos Marinos II (pp. 15): Editorial Academia. http://www.acuarionacional.cu/publicaciones/imagenes-publicaciones/tecnicas-populares/tabloide_mm2.pdf
- Blanco, M. (2009). Ballenas en el archipiélago cubano. Rev. Mar y Pesca # 376, 2009 p:24-25
- Blanco, M. (2006). Varamientos y avistamientos de ballenas edentadas (Cetacea: Mysticeti) en las costas y plataforma cubana. MarCuba 2006, Congreso Ciencia del Mar, 7, 4-8 dic., La Habana. Ciudad de La Habana.
- Cubillas, V. (1971). Una captura insólita en Cuba. Rev. Mar y Pesca #65 p.32-37