Clemente III
Clemente III | |
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Papa de la Iglesia católica | |
Predecesor | Gregorio VIII |
Sucesor | Celestino III |
Información personal | |
Nombre secular | Clemente III |
Clemente III. (Paolo Scolari). Papa elegido el 19 de diciembre de 1187; fecha de nacimiento desconocida y fallecido el 27 de marzo de 1191. Durante el breve tiempo (1181-1198) que separó los gloriosos pontificados de Alejandro III e Inocencio III no menos de cinco pontífices ocuparon la sede papal en rápida sucesión. Todos eran veteranos que se habían formado en la escuela de Alejandro y sólo necesitaban su vigor juvenil y larga duración de su reinado para ganar renombre duradero en una época de grandes acontecimientos. Gregorio VIII, murió el 17 de diciembre de 1187, tras un pontificado de dos meses, en Pisa, a donde había ido para preparar la reconquista de Jerusalén. Dos días más tarde le sucedió el cardenal-obispo de Palestina, Paolo Scolari, romano de nacimiento. La elección fue particularmente aceptable para los romanos, porque era el primer romano elegido papa desde los días de la rebelión de Arnaldo de Brescia y su conocida mansedumbre y amor de la paz prometían una reconciliación, que ellos necesitaban más que el papa.
Síntesis Biográfica
Clemente III ( 27 de marzo de 1191) fue el Papa n.º 174 de la Iglesia católica entre 1187 y 1191. Paolo Scolari1 , cardenal de Palestrina, fue elegido papa el 20 de diciembre de 1187 en la ciudad de Pisa debido a que en dicha ciudad murió su antecesor mientras preparaba la reconquista de Jerusalén. Inmediatamente, y aprovechando la buena acogida de sus paisanos romanos, comenzó a trabajar para lograr el retorno del papado a Roma, ciudad de la que los papas fueron exiliados en 1153 al constituirse Roma en municipio libre bajo el mandato de Arnaldo de Brescia, llegándose a un acuerdo que permite a Clemente III volver a Roma en 1182 y elegir al gobernador de la ciudad, a cambio del reconocimiento del Senado Romano y de la elección por el pueblo de sus magistrados. Tras este éxito, Clemente III dirige su atención a la reconquista de Jerusalén mediante la organización de la Tercera Cruzada3 . Para ello se reconcilió con el emperador Federico I Barbarroja logrando que se pusiera al frente de un poderoso ejército en el que también participarán el rey inglés Ricardo I Corazón de León y el francés Felipe II Augusto.
Sin embargo el conflicto con el emperador germano no tardará en reavivarse cuando, a la muerte en 1189 del vasallo del papa Guillermo II de Sicilia, Enrique VI, que había sucedido a su padre Federico I Barbarroja muerto en Tierra Santa, reclama el reino siciliano haciendo valer los derechos de su esposa Constanza. El Papa, viendo peligrar su independencia si Enrique VI lograba su propósito, apoya la elección como rey de Tancredo de Sicilia, lo que provoca la entrada del emperador germano en Italia al frente de un gran ejército para forzar una entrevista con el Papa y conseguir el reconocimiento de sus derecho, lo cual no logró debido al fallecimiento de Clemente III el 27 de marzo de 1191. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como De schola exiet (Salido de la escuela), cita que hace referencia a su apellido, Scolari.
Reinó en 1187-1191
Se hicieron intentos de concluir un tratado formal en el que se asegurara tanto la soberanía papal como las libertades municipales y el siguiente mes de febrero Clemente entró en la ciudad entre el entusiasmo sin límites de una población que nunca parecía haber aprendido el arte de vivir con el papa o sin el papa. Sentado en el Laterano, el papa dirigió su atención a la gigantesca tarea de reunir fuerzas de la Cristiandad contra los sarracenos. Fue le organizador de la Tercera Cruzada y aunque éste produjo resultado s insignificantes, la culpa no fue suya. Envió legados a las diferentes cortes que intentaron restablecer la armonía entre los príncipes monarcas beligerantes, tratando de encauzar sus energías hacia la conquista del Santo Sepulcro. Animados por el ejemplo del emperador Barbarroja y de los reyes de Francia un innumerable número de guerreros se dirigieron a Palestina y a su muerte. Al morir Clemente, poco antes de la captura de Acre, el panorama parecía brillante, a pesar de que Barbarroja se había ahogado y Felipe Augusto volvió a Francia.
La muerte del principal vasallo del papa,Guillermo II de Sicilia precipitó otra refriega desafortunada entre el papa y los Hohenstaufen. Enrique IV hijo y sucesor de Barbarroja reclamó el reino por el derecho de su mujer Constanza, la única superviviente legítima de la casa de Roger. El papa que veía peligrar su independencia si el imperio y las Dos Sicilias caían en manos del mismo monarca, así como también los italianos que se oponían al gobierno de extranjero, se decidieron a resistir y cuando los sicilianos nombraron rey a Tancredo de Lecce, un valiente pero ilegítimo descendiente de la familia de Roger, el papa le concedió la investidura. Enrique se dirigió a Italia con un fuerte ejército para imponer su reclamación. Pero Clemente murió y el asunto pasó a manos de su sucesor, Celestino III.
Con sabia moderación logró aquietar las alteraciones causadas por unas discutidas elecciones en las diócesis de Tréveris, en Alemania y St. Andews, en Escocia. Liberó a la iglesia escocesa de la jurisdicción del metropolitano de York y las puso directamente bajo la Santa Sede. Clemente canonizó a Otto de Bamberg, apóstol de Pomerania (m. en 1124) y a Esteban de Thiers en Auvernia, fundador de los ermitaños de Grammont (m. 1124).