Debate

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Concepto:Controversia pública, discusión amplia que permite elaborar de forma conjunta criterios sobre un tema de la ética, sociopolítico, científico o de cualquier otra índole. Implica interacción, diálogo, esclarecimiento mutuo y aprendizaje grupal.

Debate. Es una técnica de orientación de grupos en el que la palabra adquiere decisiva significación para la formación de las convicciones. Es un espacio que favorece la discusión amplia de un tema y permite elaborar de forma conjunta criterios sobre estos. Tiene como objetivo poner en claro la opinión y los juicios de un colectivo respecto al objeto de éste y constituye, por tanto, una vía efectiva para facilitar el crecimiento personal de los sujetos que participan. Un buen debate incide en las valoraciones y actitudes de los individuos. Al igual que la discusión enseña a defender el juicio propio; a escuchar la opinión del otro, ratificarla o discutirla; y a aportar criterios convincentes que prueben lo expresado.

Elementos que lo integran

  • Un grupo
  • Un contenido u objeto a debatir
  • Un coordinador

Preparación del debate

Es similar a la discusión en cuanto al carácter de la controversia, pero se distingue de éste en que necesita preparación previa de los participantes. Aunque no se puede predecir totalmente, ya que su dinámica se conforma mediante el propio proceso grupal, sí debe ser planificado y requiere de una preparación por parte del que va a conducirlo y también de quienes van a participar en él. Sus resultados serán consecuencia de su preparación y de la calidad con que se conduzca el proceso.

Etapas de preparación

  • Elección y aprobación del tema.
  • Anuncio del tema a los participantes con suficiente antelación.
  • Orientación de la bibliografía que puede recomendarse.
  • Indicaciones de las cuestiones fundamentales que van a ser discutidas.
  • Consultar a los participantes.
  • Acondicionamiento del local.

Desarrollo del debate

Consta del siguiente orden:

  • Introducción. El coordinador expone el tema, explica brevemente su importancia y los aspectos más significativos del mismo. Se recomienda utilizar métodos problémicos donde se destaquen las contradicciones inherentes al tema y se induzca a la búsqueda de soluciones. Resulta útil la aplicación de técnicas grupales o individuales que faciliten la reflexión.
  • Intervenciones de los participantes. El coordinador debe lograr el desarrollo de la cultura del diálogo y el debate y el intercambio respetuoso de ideas. Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
  1. Respetar el criterio ajeno.
  2. Expresar con claridad el propio y fundamentarlo.
  3. Escuchar con paciencia y relacionar unos criterios con otros.
  4. Interpretar lo que se dice, leyendo lo implícito en las opiniones de otros.
  5. Intervenir disciplinadamente, sin interrumpir ni imponer un criterio.
  6. Persuadir cuando sea necesario.

El coordinador tomará nota de los aspectos positivos y negativos de cada intervención, así como aquellas proposiciones y cuestiones a las que deba dárseles respuesta en las conclusiones.

  • Conclusiones. En esta última parte se resumen las consideraciones esenciales del tema debatido.
El debate: un instrumento para el trabajo docente

Tipos de debate

  • Conferencia debate: Exposición que tiene el objetivo de documentar y motivar al público sobre un tema. El conferencista, durante su intervención, aborda los aspectos esenciales del tema y hace énfasis en los puntos más relevantes y contradictorios del mismo. Después de la conferencia se realiza el debate.
  • Debate literario: Se realiza a partir del estudio de una obra. Se analiza gradualmente para conocer sus características más notables. Permite el desarrollo de habilidades comunicativas, el hábito de la lectura, el espíritu investigativo, el autoaprendizaje, el gusto estético, amplía los horizontes culturales y contribuye a adiestrar al colectivo en el uso de las técnicas de análisis literario.

Ejemplo: El libro – debate: Capacita a los lectores para cultivar su pensamiento crítico. Deben participar en él activamente varios lectores y, si es preciso, se deben leer fragmentos de la obra debatida. Para que el libro-debate sea eficiente se necesita preparación por parte del bibliotecario y de los lectores.

Al organizar el libro-debate es necesario seleccionar correctamente la obra a discutir. En este sentido deben preferirse obras que de una forma clara y amena se relacionen con problemas cercanos al lector, conocidos por él y vinculados a la actualidad. La obra seleccionada para el libro-debate debe haber sido leída al menos por los integrantes del grupo al que se dirige la actividad. La selección antes descrita permite que el debate sea activo y contribuya al desarrollo de los lectores, lo que constituye parte esencial de su formación integral, que es el objetivo general del trabajo con los lectores.

La organización del libro-debate reclama un trabajo previo de divulgación que incluye el préstamo del libro a debatir, la elaboración de carteles y de volantes u hojas impresas con datos sobre el libro y sobre la vida y obra del autor, exposiciones sobre diferentes obras de ese autor, o de obras que puedan relacionarse con la debatida.

La actividad propiamente comienza con unas palabras del bibliotecario, quien actúa como moderador. Esas palabras, breves y amenas, tienen como objetivo la motivación del debate a partir de una caracterización del autor y de la obra seleccionada. La caracterización no debe ser concluyente, debe ser abierta para dar lugar a que los participantes manifiesten sus opiniones sobre ellas; debe servir para motivar los tópicos a debatir.

En las conclusiones del debate el moderador resaltará los valores de la obra discutida, así como sus deficiencias, tomando como base para ello las intervenciones válidas de los participantes sobre los tópicos debatidos. El debate debe demostrar cómo el razonamiento colectivo enriquece los criterios individuales que pueden conformar cada lector a partir del análisis de una obra.

  • Cine debate:* Permite al espectador disfrutar de la obra de arte cinematográfico y bajo la dirección de un especialista analizar y valorar su contenido. Después de proyectada la cinta se realiza el debate teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
  • Clasificación de la cinta.
  • Tema.
  • Mensaje.
  • Elementos de la estructura externa: iluminación, fotografía, música, ambientación, actuación, diálogos, entre otros aspectos de interés.
  • Elementos de la estructura interna: contenido ideológico, social, valores éticos, estéticos u otros.

Ejemplo: Libro-película-debate: Consiste en debatir conjuntamente películas y libros. Su organización es similar al libro - debate. En la divulgación de esta actividad, además de la información sobre el libro, deben circularse elementos informativos del filme seleccionado, tales como la ficha técnica de éste y algún comentario sobre él elaborado por un crítico autorizado.

En las palabras de presentación el moderador llamará la atención sobre las características principales de la obra seleccionada de forma tal que los participantes puedan utilizarlas como puntos de comparación con el contenido de la película. La proyección de ésta, a continuación de la presentación, constituirá un elemento importante de motivación para el debate posterior. En las conclusiones del debate, el moderador resaltará los valores contenidos en la obra y la película debatidas, señalando sus deficiencias y comparando las similitudes y diferencias entre la obra y el filme. Para esto tomará como base las intervenciones válidas de los participantes.

En esta actividad puede combinarse el debate de libros y su versión cinematográfica, o podrán discutirse simultáneamente obras y películas que reflejen un mismo periodo histórico u otro aspecto cualquiera, aunque la versión fílmica no se base directamente en el libro seleccionado.

Fuentes

  • Baéz García, M. (2006). “Las formas espontáneas de la comunicación oral”. En Hacia una comunicación más eficaz (pp. 27 - 30). La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  • Pino Calderón, J. L. del (2009). “El debate una herramienta para nuestro trabajo”. En García Batista, G. (Comp). Temas de introducción a la formación pedagógica (pp. 316 - 323). La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  • Porro Rodríguez, M. y Baéz García, M. (2003).Práctica del idioma español. Primera parte. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.