Huelga Azucarera de 1924
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Huelga azucarera de 1924. Huelga azucarera llevada a cabo por los obreros cubanos de esa agroindustria durante el gobierno de Alfredo Zayas Alfonso, en busca de mejoras económicas. Se extendió por todo el país y obligó al gobierno a zanjear las diferencias por medio de negociaciones con los sindicatos.
La Huelga azucarera
La huelga se inició el 24 de septiembre de 1924, en el Central Morón (hoy Central Patria o Muerte (Morón)) el coloso azucarero mayor de la nación y pronto se extendió a las restantes fábricas de azúcar, ubicadas en las regiones de Morón y Ciego de Ávila, en la provincia de Camagüey.
Detrás de esta huelga estaba el trabajo organizativo de un honesto dirigente, Enrique Varona, líder de la Unión de Obreros del Ferrocarril del Norte de Cuba, que los apoyaba vigorosamente. El desafió comprendía a los centrales de la Cuban Cane Sugar Corporation el monopolio azucarero más poderoso de Cuba dueña de una veintena de estas industrias, y a la compañía azucarera de los centrales Patria y Adelaida, propiedad del hacendado Laureano Falla Gutiérrez, estrechamente ligado al general Gerardo Machado.
El movimiento se generalizó por las provincias de Oriente, Matanzas, Santa Clara, La Habana y hasta Pinar del Río.
Demandas
Las reivindicaciones de los huelguistas se compendiaban en tres puntos:
- Reconocimiento del sindicato
- Jornada de ocho horas
- Eliminación del sistema de pagos salariales en "vales" o "fichas" para canjear en los departamentos comerciales por mercancías.
Apoyo
La Federación Obrera de La Habana (FOH) dio su inmediata solidaridad. La Hermandad Ferroviaria, bajo control de los reformistas, y especialmente, de uno muy connotado, Juan Arévalo quien se convertirá en los próximos años en esquirol, niega un concurso que sobradamente daban los demás sectores y, con generosidad, los obreros del Ferrocarril del Norte de Cuba.
La huelga se amplía a centrales de Oriente. El 18 de noviembre, paran los obreros de los centrales Oriente, Palma y América; se extiende hacia Matanzas y La Habana hasta el central Toledo, donde se registran actos de solidaridad por parte de las organizaciones sindicales.
A principios de diciembre, más de treinta centrales estaban en huelga. El gobierno de Alfredo Zayas designó a supervisores militares, detuvo a cientos de huelguistas, cometió duros atropellos y expulsó del país a decenas de obreros españoles.
Resultados
Se fue a la transacción y se hicieron promesas por parte del gobierno que nunca se cumplieron. El movimiento fracasó en sus objetivos, pero preparó a decenas de miles de obreros, mediante el choque frontal con los patronos y con el aparato estatal.