Safo
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Safo de Lesbos. Fue una poetisa griega, considerada una de los poetas más sobresalientes de la poesía lírica griega arcaica. Es presentada como la profesora y fundadora de una escuela de poesía, llamada "Casa de las servidoras de las Musas".
Inventó el verso hoy conocido como oda sáfica (tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas). Según una tradición que parte de Anacreonte, era homosexual. Por su obra se ganó el apodo de "la décima musa".
Síntesis biográfica
Primeros años
Se sabe bien poco acerca de su vida, ya que no hay casi documentos, pero sí que procedía de una familia de aristócratas, tenía tres hermanos y estuvo casada con un hombre rico que le dio una hija llamada Cleis.
Vivió toda su vida en Lesbos, en su época, esa isla era uno de los lugares más prósperos de Grecia; sin embargo, durante un corto tiempo, tuvo que exiliarse en Sicilia a causa de la inestabilidad política por las luchas aristocráticas.
Llevó la vida propia de las mujeres de la clase alta, alejadas necesariamente del ambiente de luchas e intrigas políticas; según una tradición que parte de Anacreonte, era homosexual.
Se la ha presentado como la profesora y fundadora de la escuela de arte Thiasos, también llamada "Casa de las servidoras de las Musas" donde enseñaba a un grupo de mujeres el arte de la rima (recitar poesía, a cantarla), la música, la danza, la literatura, la ciencia y a hacer coronas y colgantes de flores, lo que es difícil de certificar, aunque sí es cierto que convivía con sus compañeras en un clima distendido y propicio a la contemplación y recreación en el arte y la belleza.
La obra de Safo tiene una importante dimensión erótica, pero no diferencia entre el sexo masculino y el femenino, deduciéndose que Safo se enamoraba de sus discípulas y mantenía relaciones con muchas de ellas. Sea como fuera, Safo estuvo en el centro de un grupo de mujeres que se dejaban guiar por sus enseñanzas. Fue la guía espiritual de muchas jóvenes que, antes de vivir en matrimonio, tenían que aprender a ser felices para luego hacer felices a sus maridos.
Muerte
Aunque se calcula que fue cerca del año 580 a.n.e. se desconoce la fecha exacta de su fallecimiento y la causa.
Su obra
Pocos datos ciertos se tienen acerca de Safo, de quien tan sólo se conservaron 650 versos, extraídos de citas tardías y del moderno estudio de papiros.
De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado algunos Epitalamios, cantos nupciales para los cuales creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse sáfico, y fragmentos de poemas dirigidos a algunas de las mujeres que convivían con ella.
En ellos se entrevé la expresión de una subjetividad que se recrea en sutiles oscilaciones de ánimo, en un intento de dar forma a la pasión. Presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible nostalgia, e incluso produce reacciones físicas, como las que describe detalladamente en uno de sus poemas, el más completo que se ha conservado de ella.
Safo vivió en el siglo VI a.n.e. época en que la poesía era el género literario por excelencia de la Antigua Grecia. Sus poemas líricos, concebidos para ser acompañados con música, fueron los más destacados de su tiempo, aunque sólo se conserven una pequeña parte de sus escritos. Todo indica que Safo fue una triunfadora. Le encargaban poemas para ser recitados en bodas y banquetes, y eso le daba cierta autonomía económica.
Cuenta la leyenda, extraída de la propia obra de la poetisa en el que hace mención de Faón, un hombre del que se enamoró la propia diosa Afrodita, que se suicidó saltando desde la roca de Léucade lanzándose al mar cuando su amor por Faón no se vio correspondido.
Legado
Su poesía tuvo un gran éxito ya en la Antigüedad, y sirvió de fuente de inspiración a grandes poetas, como Teócrito o Catulo ya a partir de la época alejandrina se puso de manifiesto el interés por conservar su obra e intentar descubrir nuevas partes. A pesar de lo fragmentario de su producción conservada, parece que Safo consiguió hacer realidad su deseo, acorde con la concepción helénica de la poesía, de hacer perdurable su amor a través de su creación poética.
Se ganó el apodo de "la décima musa", por detrás de las nueve divinidades inspiradoras de las artes y las ciencias. Este apodo, que equipara a Safo, de carne y hueso, con las deidades promotoras de la inspiración, demuestra la importancia que tuvo, en su época, la poetisa de la isla de su nombre. Safo ocupó un importante papel en el mundo de la poesía. Su imagen decoraba recipientes de cerámica y su rostro aparecía en las monedas. Fue una mujer inteligente y entendida en artes y ciencias.
Safo y su compatriota Alceo son considerados los poetas más sobresalientes de la poesía lírica griega arcaica. Safo inventó el verso de tres endecasílabos y un adónico final de cinco silábas conocido hoy en día como oda sáfica.
Escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos. De éstos sólo quedan algunos fragmentos y dos poemas completos: la Oda a la mujer amada, recogida por Longino en su libro Tratado de lo sublime y la Oda a Afrodita, recogida por Dionisio de Halicarnaso. En el año 1703, la Iglesia Católica ordenó quemar todas las copias de los poemas de Safo, de los que sólo se logró recuperar un tercio.
En 2004 fueron hallados nuevos fragmentos de Safo, que amplían y mejoran sustancialmente uno de los que ya se tenía de ella.
Fuentes
- Safo. Consultado: 27 de enero de 2014.
- Safo de Mitilene. Consultado: 27 de enero de 2014.
- Safo de Lesbos (Siglo VI ac.) La décima musa. Consultado: 27 de enero de 2014.