Jerónimo Savonarola
Jerónimo Sanvarnola | |
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Sacerdote de la Iglesia católica | |
Información personal | |
Nombre secular | Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola |
Nombre religioso | Monje negro |
Nacimiento | 21 de septiembre de 1452 Ferrara la Vieja, Italia |
Fallecimiento | 23 de mayo de 1498 Plaza de la Signoria, Florencia |
Padres | Nicoló di Michele dalla Savonarola y Elena Bonacolsi |
Jerónimo Sanvarnola. (GirolamoSavonarola). Llamado también el monje negro. Fue un religioso dominico, predicador italiano, confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de Médici, organizador de las célebres hogueras de vanidad (o "quema de vanidades") donde los florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y sus cosméticos, además de libros que él consideraba licenciosos, como los de Giovanni Boccaccio. Predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos y la Iglesia, contra la búsqueda de la gloria y contra la homosexualidad, entonces llamada sodomía, que él sospechaba que estaba en toda la sociedad de Florencia, donde él vivió.
Fue excolumado por el papa Alejandro VI y más tarde ejecutado en la Plaza de la Signoria junto con sus fieles seguidores, Fray Silvestro de Pescia y Fray Domenico. Su obra incluida en el índice de libros prohibidos.
Sumario
Síntesis biográfica
Girolamo Savonarola, llamado el monje negro, nació en Ferrara, Italia, el 21 de septiembre de 1452. Fue el tercero de los siete hijos.
Su padre fue el comerciante Nicoló di Michele dalla Savonarola y su madre Elena Bonacolsi, descendiente de la noble familia de los Bonacolsi, que fueron señores feudales de Mantua. Según costumbre de las familias acomodadas, éstos entregaron a varios de sus hijos a la iglesia para que se educaran y fueran sacerdotes.
El abuelo, Michele (1385 – 1468), era doctor y autor famoso en Medicina, médico del marqués Niccolò III de Este y de los gobernantes ferrarenses. Era un hombre profundamente religioso, estudioso de la Biblia, de costumbres sencillas y terminantes. En su vejez escribió folletos, como De laudibus Iohanni Baptistae, los cuales, junto con su educación y su estilo de vida, fueron muy importantes en la formación de Girolamo. Se encargó de su primera educación enseñándole gramática, música y, más tarde, dibujo.
De los hermanos mayores, Ognibene y Bartolomeo, no se tienen noticias, mientras que de los otros hermanos, Maurelio, Alberto, Beatrice y Chiara, se sabe solamente que Alberto era médico y Maurelio era fraile dominico, igual que Girolamo.
Primeros estudios
El abuelo, Michele, 1385 – 1468, era doctor y autor famoso en Medicina, médico del marqués Niccolò III de Este y de los gobernantes ferrarenses. Michele Savonarola, su abuelo, era un hombre profundamente religioso, estudioso de la Biblia, de costumbres sencillas y terminantes. En su vejez escribió folletos, como De laudibus Iohanni Baptistae, los cuales, junto con su educación y su estilo de vida, fueron muy importantes en la formación de Girolamo. Se encargó de su primera educación enseñándole gramática, música y, más tarde, dibujo.
Otros estudios
En un principio, Girolamo se mostró apasionado por los diálogos escritos por Platón, pero pronto se orientó hacia las enseñanzas del aristotelismo y Santo Tomás.
Después de haber alcanzado el título de maestro, empezó los estudios de Medicina que, sin embargo, abandonó a los 18 años para dedicarse a la teología, el estudio de las doctrinas católicas. Escribió, en 1472, De ruina Mundi, y en 1475, De ruina Ecclesiae, donde compara la Roma del Papa con la antigua y corrupta Babilonia. Con este espíritu ingresó en el convento de [[San Agustín]] en Faenza, donde se convirtió en predicador. Posteriormente decidió entrar en la orden dominica, ingresando en el convento de San Domenico de Bolonia. Allí se enfrasca en el estudio teológico, y en 1479 se traslada al convento de Santa Maria degli Angeli. Escribió discursos en los que acusó a la iglesia de todos los pecados.
En el Covento de San Marcos
Finalmente, en 1482, la orden dominica lo envió a Florencia. En sus discursos hablaba sobre la pobreza, la sobriedad y el carácter fuerte que los verdaderos creyentes deben tener. Su forma de hablar violenta y sus críticas excesivas acabaron por desesperar al pueblo, por lo que debió dejar Florencia en 1487. Regresó a Bolonia, donde se convirtió en maestro de estudios. En su vida en el convento se distinguió por sus rigurosos ayunos y penitencias, incluyendo el maltrato que se daba con el cilicio y practicando una absoluta frugalidad, comiendo y bebiendo muy poco.
Ministerio en Florencia (1490-1498)
En 1491, a la edad de 34 años, se le entregó la titularidad de la iglesia de San Marco en Florencia. Desde allí atacó al [[Papa Inocencio VIII]] como "el más vergonzozo de toda la historia, con el mayor número de pecados, reencarnación del mismísimo diablo".
Sus ardientes predicaciones, llenas de avisos proféticos, no eran extrañas en la época, pero sus profecías parecían cumplirse con los desastres que estaba viviendo la ciudad de Florencia en esos años, como por ejemplo la derrota contra los franceses, o el excesivo lujo de los ricos, que vivían rodeados de obras de arte, frente a miles de personas que vegetaban en la pobreza. En estas condiciones, la población se acercaba a Savonarola porque denunciaba todo esto. Otro desastre fue la epidemia de la sífilis. Muchos llegaron a creer que Savonarola era el profeta de los "últimos tiempos".
La iglesia de San Marcos donde predicaba Savonarola fue conocida por su fanatismo. Savonarola no era un teólogo. No predicaba doctrinas. En su lugar, predicaba su idea de la vida cristiana. Afirmaba que un alma intachable era preferible a cualquier acto lujoso o ceremonia excesiva. Con sus críticas no intentaba hacer la guerra contra la Iglesia de Roma, sino que deseaba corregir sus pecados. Lorenzo de Médici, que gobernaba Florencia y mantenía con su dinero y sus negocios a Miguel Ángel, también conocía a Savonarola. Se dice que Lorenzo llamó a Savonarola en su lecho de muerte en 1492 y Savonarola lo maldijo, haciendo que Lorenzo terminase sus días, hasta el último suspiro, temiendo al infierno. Finalmente, Lorenzo y su hijo Piero de Médici se convirtieron en uno de los blancos de las predicaciones de Savonarola.
Excomunión y ejecución
Muerte
Irritado ante tantas críticas, el papa Alejandro VI amenazó a todos los habitantes de Florencia con la pena de entredicho, que significaba prohibir los sacramentos para todos los ciudadanos e impedir que los muertos se entierren en cementerios bendecidos, como era costumbre en esos años. Estas amenazas provocaron el terror entre el pueblo de Florencia.
El 13 de mayo de 1497 Savonarola fue expulsado de la Iglesia. En febrero de 1498, Savonarola volvió a subir al púlpito de Santa María del Fiore (Catedral de Florencia) para demostrar antes que nada la invalidez de aquella excomunión, y arremetió con mayor violencia contra la corte de Roma y el Papa.
En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución. El 7 de abril de 1498 falleció Carlos VIII, el rey de Francia que había sido hasta entonces defensor de Savonarola.
El 8 de abril de 1498, una parte del ejército del papa entra en Florencia. La ciudad no opone resistencia, y los ciudadanos se muestran dispuestos a entregar al fraile. Éste se esconde junto con sus seguidores en el convento de San Marcos. Mueren muchos de los que intentan protegerlo. Savonarola y los suyos acaban siendo derrotados y detenidos, incluyendo sus amigos Fray Domenico de Pescia y [[Fray Silvestre]]. Poco después, Savonarola, acusado de herejía, rebelión y errores religiosos, fue conducido a la prisión de Florencia. Durante cuarenta y dos días se le somete a tortura, así como a sus partidarios. Al cabo Savonarola firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores habían dejado intacto para que pudiese hacerlo.
La confesión fue firmada antes del 8 de mayo de 1498. Después, se arrepintió de haber firmado la confesión que le presentaron los torturadores y ruega a Dios para que tenga misericordia de él por su flaqueza confesando crímenes que en realidad creía no haber cometido. El día de su ejecución, 23 de mayo de 1498, todavía trabajaba en otra meditación, llamada Obsedit me, que significa "Obsesionado conmigo".
Fue ejecutado en la hoguera en Florencia el 23 de mayo de 1498. El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la [[Plaza della Signoria]] junto con sus fieles seguidores, Fray Silvestro de Pescia y Fray Domenico. A los tres se les quitó la ropa, fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular. Un testigo cuenta en su diario que el fraile tardó en quemarse varias horas. Los restos fueron sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que se redujeran a cenizas y sus partidarios no los trataran como reliquias. Cuando quedaron reducidos a cenizas, fueron arrojadas al río Arno, al lado del Ponte Vecchio. Niccolò Maquiavelo, autor de [[El Príncipe]], también atestiguó y escribió sobre la ejecución. La familia Médici volvió a recuperar el gobierno de Florencia.
Accionar
Fue un religioso dominico, confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de Médici, organizador de las célebres hogueras de vanidad (o "quema de vanidades") donde los florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y sus cosméticos, además de libros que él consideraba licenciosos, como los de Giovanni Boccaccio. Predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos y la Iglesia, contra la búsqueda de la gloria y contra la homosexualidad, entonces llamada sodomía, que él sospechaba que estaba en toda la sociedad de Florencia, donde él vivió.
Girolamo Savonarola fue prior de un convento en Florencia donde había llegado gracias a su fama como predicador y a la influencia de personajes como Pico de la Mirandola y Lorenzo de Médici. Desde allí se empeñó en la reforma de la vida monástica, criticando la corrupción moral del clero renacentista.
Sus exaltados sermones atacaban con igual contundencia a la jerarquía eclesiástica, al papa, a la aristocracia y a las autoridades políticas, despertando la indignación revolucionaria de las masas. Cuando la invasión francesa de Toscaza puso en peligro el poder de los Médicis, Savonarola contribuyó a expulsarlos de la ciudad mediante una revolución popular e intentó que los franceses continuaran su avance contra Roma 1494.
En Florencia se instauró un régimen republicano mixto, con elementos democráticos y teocráticos (Jesucristo fue proclamado rey); el propio Savonarola controlaba el poder y lo empleaba para imponer rigor moral extremo. El papa Alejandro VI, blanco de los ataques de Savonarola, le excomulgó en 1497.
En febrero de 1498, Savonarola volvió a subir al púlpito de Santa María del Fiore (Catedral de Florencia) para demostrar antes que nada la invalidez de aquella excomunión, y arremetió con mayor violencia contra la corte de Roma y el Papa. En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución.
Durante cuarenta y dos días se le somete a tortura, así como a sus partidarios. Al cabo Savonarola firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores habían dejado intacto para que pudiese hacerlo.
El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la Plaza de la Signoria junto con sus fieles seguidores, Fray Silvestro de Pescia y Fray Domenico. A los tres se les quitó la ropa, fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular. Un testigo cuenta en su diario que el fraile tardó en quemarse varias horas. Los restos fueron sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que se redujeran a cenizas y sus partidarios no los trataran como reliquias. Cuando quedaron reducidos a cenizas, fueron arrojadas al río Arno, al lado del Ponte Vecchio.
Influencia
Savonarola era intenso, ferviente y carismático en el aspecto personal. Se le compara a Lutero en su denuncia de la corrupción de la Iglesia, pero no estableció unas bases doctrinales que, con Lutero, llevarían al cisma de la Iglesia católica. Sin cuestionar el dogma católico, era un adelantado de la reforma moral que iban a traer el Protestantismo y la Contrarreforma.
Después de la muerte de Savonarola, se origina en Florencia el grupo conocido como Piagnoni para conservar su memoria, organizado en una especie de gremio. También, después de su muerte, los seguidores de la orden de San Francisco apoyan las ideas de Savonarola, se organizan junto a los demás seguidores de Girolamo, y en 1527 expulsan de nuevo a los gobernantes de la familia Médici, estableciendo otra vez una cruel tiranía. Esta termina en 1530, en la batalla de Gavinana.
Savonarola atrajo la admiración de muchos humanistas religiosos posteriores, quienes valoraron sus profundas convicciones espirituales, pasando por alto sus siniestros excesos como gobernante de Florencia.
En el siglo XX, un movimiento para la canonización de Savonarola se inicia entre los dominicos, al juzgar que su expulsión y ejecución habían sido injustas. Se inauguran monumentos a Savonarola en Ferrara, Bolonia (junto a la Basílica Patriarcal de Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos) y Florencia.
Fuentes
- Orlando S. Boyer: Biografías de grandes cristianos. Editorial Vida. Florida 1983
- Enciclopedia Filosófica
- Dominicos
- paseandohistoria