Llanura Costera de Sonsonate
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Llanura Costera de Sonsonate. La planicie Llanura Costera de Sonsonate, en el tramo Acajutla-Apancoyo, al que pertenece el Estero de Barra Salada (El Salvador), está configurada por la deposición de los ríos Banderas, Mandinga, Apancoyo y Pululuya, los que conforman pequeños abanicos aluviales con actividad de depósito, formando parte de un sistema de abanicos coalescentes que han ido rellenando este tramo de la planicie costera.
Análisis morfodinámico
Dentro de la dinámica de relleno de la Llanura Costera de Sonsonate por migración y evolución natural de los abanicos, los ríos Banderas y Mandinga son los cauces predominantes para la sedimentación de este tramo. Los Ríos han generado sedimentación formando el borde más oriental de la llanura, con procesos sedimentarios similares a los de la Planicie Costera Central pero de menor envergadura, en un área mucho más pequeña.
Tectónica
La Planicie Costera Occidental de El Salvador se extiende en forma irregular, a través de los departamentos de Sonsonate y Ahuachapán. La Llanura Costera de Sonsonate donde se encuentra el estero Barra Salada se desarrolla entre una zona de fallamiento de dirección N-E al S-O y una que se encuentra en sentido contrario al fallamiento, por lo que la cuenca del río Mandinga es una zona de transición.
En relación con su evolución los rasgos generales y macro-morfológicos han cambiado muy poco en el término de 65 años (Periodo 1949-2014) y destaca la progradación hacia el sur de los materiales limo arcilloso, cuya consecuencia es la reducción o cierre de los canales y la reducción del vaso del estero.
Geometría de la planicie
En el límite con la carretera del litoral, la topografía cambia a una llanura de materiales aluviales producto del arrastre de sedimentos fluviales. La llanura costera inicia en su descenso en la carretera del litoral y baja continuamente a una tasa de 0.5% en una distancia de 4.0 kilómetros en línea recta. Es una llanura homogénea de materiales aluviales que son parte de una génesis reciente, por lo que la consolidación en este tramo es muy baja.
Las llanuras aluviales experimentan acreción vertical en sus superficies, con sedimentos dendríticos finos aportados por las aguas de desborde. Este proceso, a muy largo plazo (las tasas normales de sedimentación asociadas a las inundaciones se miden en mm/año) contribuye a anular o disipar a los elementos geomorfológicos originales, omnipresentes en tales planicies, como por ejemplo los paleocauces. Aquí existen aún evidencias de antiguos cauces y canales del antiguo manglar sedimentados durante los procesos de avance, que originaron esta zona de la llanura.