Conflicto de la isla de Perejil (julio de 2002)

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Conflicto de la Isla de Perejil
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Fecha 11 al 20 de julio de 2002
Lugar Isla de Perejil
Resultado Victoria de España.

Conflicto de la Isla de Perejil: Hecho que empeoró la crisis diplomática entre Marruecos y España. El mismo se convirtió en el primer incidente armado llevado a cabo por España en defensa de su soberanía desde el inicio de la democracia, y esto hizo que los medios de comunicación españoles centraran su atención en el asunto, dándole más espacio que incluso a la coetánea guerra de Afganistán.

El conflicto entre ambos países se desarrolló entre el 11 y 20 de julio del año 2002. Situación dada porque la isla el Perejil fue invadida por militares enviados por la Marina Real de Marruecos.

Situación geográfica

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Perejil, es una pequeña isla deshabitada enmarcada geográficamente a pocos kilómetros de Ceuta y apenas doscientos metros de la costa marroquí. Su importancia está dada por su localización en el Estrecho de Gibraltar, punto geoestratégico fundamental a escala internacional; siendo frontera natural entre España y Marruecos.

Además de este importante elemento geoestratégico, Perejil constituye también un componente esencial a nivel geopolítico, siendo la punta de lanza de las disputas entre ambos países, donde podemos incluir las reivindicaciones de soberanía sobre Ceuta, Melilla y las islas del Estrecho de Gibraltar; así como el conflicto del Sahara Occidental; o los problemas derivados de la propia vecindad geográfica: tráfico de drogas e inmigración. La isla de Perejil fue utilizada durante algunos años como refugio de piratas y contrabandistas.

Antecedentes

La génesis del incidente de Perejil en julio del 2002, está dada contextualmente, por la tensión diplomática que tuvo lugar entre ambos países desde la llegada al trono de Mohammed VI en 1999. El detonante de las discrepancias fue el fracaso de la negociación pesquera entre el Reino alauí y la Unión Europea en el 2001. Esto para el presidente José María Aznar supuso una decepción personal que debilitó las ya de por si complicadas relaciones con Mohammed VI. A continuación, el 27 de octubre del mismo año, Rabat retiraba a su embajador de Madrid ante los agravios españoles. El 6 de julio de 2002 España realizaba unas maniobras militares en las Alhucemas, frente a la costa de Marruecos, consideradas por el Reino alauí como una agresión.

El 11 de julio de 2002, sucede la ruptura de hostilidades, cuando doce miembros de la Gendarmería Real Marroquí ocuparon Perejil, el casus belli fue la ocupación militar de la isla de Perejil por una dotación de presa de la Marina Real de Marruecos. Las autoridades de Marruecos refirieron en su momento que se trataba de una operación antidroga que llevaban a cabo en dicha mañana. La Oficina de Información Diplomática (OID) respondía mostrando su rechazo a los acontecimientos e instando al Ejecutivo marroquí a restaurar el statu quo anterior. Esta acción hace que aumente la tensión en España, por lo que esta inicia la llamada Operación Romeo-Sierra, que tenía el propósito de apresar a los marroquíes que estaban en la isla, de manera que, la soberanía española sobre Perejil se pudiera mantener.

Cronología de los hechos

En la mañana del 11 de julio del 2002, un grupo de marinos marroquíes al mando de un suboficial perteneciente a la dotación de un patrullero, desembarcaron en la isla y colocaron dos banderas de Marruecos. La Guardia Civil española se percató de los hechos y decidió acercarse para investigar. Luego de advertir a los que allí se encontraban que debían retirarse, los marinos marroquíes dijeron a los agentes españoles: Marchaos de aquí, esto no es tierra española. En ese momento se originó una pequeña pero tensa discusión donde los marroquíes amenazaron a los españoles con sus armas. Por su parte, los agentes españoles, se retiraron y comunicaron a su base lo sucedido. Desde Rabat (capital de Marruecos) se informó esa misma noche que el islote no sería abandonado, puesto que su pertenencia correspondía a Marruecos.

El 12 de julio, la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, corrobora a los medios de comunicación su conversación con Mohamed Benaissa, su homólogo marroquí, para tratar de dar una solución satisfactoria a la crisis. Posteriormente la Unión Europea se manifiesta en favor de España por primera vez, y ejerce presión sobre Marruecos para que se retire de Isla de Perejil. Su primer ministro, Abderramán Yusufi, promete buscar una solución rápida al asunto. Para el 13 de julio, ante la ausencia de reacciones de respuestas marroquíes, que España entiende como nueva agresión, hizo que el presidente de Gobierno decidiera poner en marcha la Operación Militar Romeo-Sierra para desalojar el islote, desplegando parte de su flota en los puertos de Ceuta y Melilla, como elemento de disuasión. Al mando del operativo se encontraba el contralmirante Jesús María Bruigas, jefe del Grupo de Unidades de Proyección de la Flota (GRUFLOT).

La presión internacional ejerce un papel fundamental en el conflicto, por lo que el 14 de julio, la presidencia danesa de la Unión Europea exige a Rabat que retire inmediatamente sus tropas, expresando su total solidaridad con España. La tensa situación hace que la crisis con Marruecos sea objeto de discusión en el Debate sobre el Estado de la Nación el 15 de julio, y la OTAN califica como gesto inamistoso la ocupación marroquí y exige a Rabat la restauración al statu quo. Ya el 16 de julio, Marruecos sustituía a los gendarmes por seis soldados de Infantería de Marina y al mismo tiempo realizaron una convocatoria a los medios de comunicación internacionales para que comprobaran la situación real sobre el terreno.

Objetivos de la operación

Sin importar cual fuese la planificación de la operación, lo importante era seguir las siguientes pautas trazadas, que respondían a la solución de la situación. Devolver el islote al estatus anterior a la llegada de los gendarmes de una forma firme y decidida.

  • Permitir la libertad de maniobra para el Gobierno español.
  • Evitar una escalada de tensiones que desembocara en una crisis de alto nivel (la que requiere el uso de las armas).
  • Ofrecer una salida honrosa al Gobierno marroquí.

Alternativas

Para conseguir los objetivos planteados, plasmaron una serie de alternativas seleccionando la más acorde, dependiendo de la situación real. En este caso, más allá de la polémica que existía, la alternativa elegida fue la segunda opción, desarrollándose la operación Romeo- Sierra.

  • Continuar con la presión diplomática.
  • Emprender una acción militar limitada seguida de una vuelta al estado actual.
  • Responder con dureza pese a llegar a una situación de grado medio o alto.

Operación Romeo-Sierra

La decisión tomada por el gobierno español de desalojar el islote, hizo que una unidad de operaciones especiales de boinas verdes, entraran en Perejil, instando a los ocupantes a deponer las armas. Ante la ausencia de contacto, iniciaron una operación de reconocimiento donde retiraron la bandera de Marruecos y comprobaron que los infantes de la marina no opondrían ninguna resistencia. Poco después de las 02:00 am se cierra el espacio aéreo español. Los aviones en vuelo aterrizan en los aeropuertos, los que están en tierra son retrasados y los que se aproximan esperan autorización. De las bases de Torrejón de Ardoz, Morón, Zaragoza y Los Llanos despegan los cazas. España exige que las tropas marroquíes se retiren de la isla antes de las 02:00 de la madrugada (hora de Marruecos) del día siguiente.

Asalto aéreo

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El 17 de julio a las 06:17 am (4:17 de la madrugada en Marruecos), el mando español aprovechó el cansancio de los centinelas debido a la guardia, para que los helicópteros realizaran su entrada a la isla y automáticamente, sucedió el desembarco de los hombres en la parte más oriental. De esta forma se inició la operación de asalto aéreo, ejecutada por el Ejército de Tierra en su totalidad, donde los soldados saltan a tierra desde las aeronaves, encañonan al primer grupo de infantes marroquíes y los reducen sin encontrar resistencia. Parte de la escuadra continúa su vuelo hasta la parte más occidental y más elevada del islote, donde se encuentran los otros soldados.

Al mismo tiempo una aeronave Cougar rodeaba la isla y el resto de las mismas alcanzan la zona más occidental para dejar en tierra al resto de la tropa. Las máquinas de las aeronaves se detienen para permitir que los mismos salten con seguridad, pero presentan problemas con el viento que zarandea uno de los helicópteros y un aspa choca contra el suelo; no obstante, el piloto logra enderezar la aeronave y así evitar perder el factor sorpresa. Son las 6:20 am cuando los comandos ponen pie en tierra en el islote Perejil. Los infantes de la marina marroquí son detenidos sin resistencia y los españoles continúan la búsqueda de fuerzas marroquíes en la parte más baja de la zona. A los infantes de marina marroquíes se les incautan dos subfusiles Heckler & Koch MP5 y cuatro fusiles de asalto Kalashnikov. La misión para confirmar que no había más efectivos tomó tiempo, pero la acción real duró apenas 10 minutos y ya la posición estaba tomada.

Estrategia española

  • El Ejército de Tierra debía llevar a los miembros de Operaciones Especiales y los del Tercio de la Armada hasta el islote y tomarlo sin pérdida de vidas (tenían prohibido abrir fuego si no eran atacados directamente, a pesar de poder escuchar disparos).
  • La Armada debía bloquear a todos los buques marroquíes, coordinar la operación desde el buque de mando Castilla (L-52) y participar en la toma del islote.
  • El Ejército del Aire, cubriría a todos los hombres, navíos y aeronaves participantes de una posible reacción marroquí.

Tras recuperar el islote

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Al día siguiente llegaron legionarios desde Ceuta e impidieron que descendieran a tierra algunos marroquíes que trataban de llegar a la isla con al menos una pequeña embarcación particular. También llegan al islote nuevos helicópteros que traen, entre otras cosas, una bandera española.

Un soldado sube a la parte más alta de la isla y la clava en tierra, de la cual se tiene evidencia. La elección de esta fotografía no fue casual, pues escenificaba que el conflicto que se libró en el islote de Perejil, durante julio de 2002, fue ante todo un conflicto simbólico muy representativo. Así, la presencia de la bandera española en lo más alto del islote, suponía la reivindicación sentimental del orgullo patrio. La bandera, como elemento de movilización de las masas en torno al Estado, tuvo mucha presencia en toda la crisis, especialmente en los medios de comunicación.

Los soldados marroquíes fueron capturados y devueltos por la frontera de Ceuta y entregados a la Guardia Civil, que siguió las órdenes de tratarlos como inmigrantes ilegales. Los días siguientes, el 18 y 19 de julio, ambos países realizan declaraciones; por la parte española, la ministra Palacio insiste en que hay que volver al statu quo y acusa a Marruecos de actuar de manera hostil.

Desde el reino alauí, Benaissa, dice que no volverán al islote pero que España debe abandonarlo inmediatamente, dejando entrever el tema que tienen pendiente con respecto a Ceuta y Melilla. EE. UU intensifica su mediación en el conflicto el 20 de julio y confirman poco después que los gobiernos de España y Marruecos llegaron a un entendimiento. Las tropas españolas recogen la bandera y abandonan la isla.

El 21 de julio la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, viaja hacia Rabat para una reunión con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, y firmar el acuerdo, además de tratar otros temas concernientes a las relaciones diplomáticas entre ambos países. Finalmente, ambos ministros sellaban el acuerdo el 22 de julio en Rabat, normalizando las relaciones entre ambos países. Para septiembre del mismo año el embajador de Marruecos se incorpora nuevamente en su puesto en España.

Medios de comunicación

Para algunos periodistas lo referente a la soberanía de dicho islote fue, una guerra simbólica por la información con las proyecciones de ambas partes. Ante este suceso, los medios de comunicación fueron utilizados como centro de operaciones fundamental para movilizar a las masas y al mismo tiempo librar la batalla con dos armas primordiales: la gestión informativa del suceso y la propaganda realizada por ambos países. Dada esta situación en el contexto internacional con todas las miradas enfocadas en dicho conflicto, Marruecos consiguió añadir al tintero del debate los temas de la soberanía de Ceuta y Melilla, bajo la apariencia de una operación de vigilancia, a través de su campaña de propaganda, contra la voluntad de España, que no está dispuesta a debatir sobre la españolidad de las ciudades autónomas en ningún foro.

Al finalizar todo el conflicto de Perejil, los medios de comunicación refieren, que la elección de Marruecos de enviar guardias a la isla no fue para nada casual, sino que formaba parte con premeditación, de un estrategia a gran escala del Reino alauí, como acción de propaganda global, para dar publicidad internacional a sus intereses mediante una acción limitada; y para eso lograr llamar la atención y para exponer sus objetivos, Perejil era perfecto, ya que la ocupación, no suponía una amenaza real a los intereses españoles y no había apenas riesgos.

Para muchos periódicos y noticiarios informativos que cubrieron el incidente mediático, Marruecos le ganó en información a España, ya que desde el principio de la crisis supo qué mensaje debía lanzar al exterior y cómo hacerlo para identificarse como el menos favorecido y colocando a España como potencia opresora de estos territorios, forzando la sobreactuación de del Gobierno español a la operación militar que llevaron a cabo; hecho que podría desacreditarlos internacionalmente, más allá de que los marroquíes hayan sido quienes dieron el primer paso en la escalada de las hostilidades. La exhibición de fuerza que realizó del Gobierno español fue de hecho, criticada por parte de la Comunidad Internacional, porque para la opinión internacional, España debía haber acabado con la crisis de forma diplomática.

Véase también

Fuentes