Faustin Edmond Wirkus

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Faustin E. Wirkus
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Militar estadounidense, proclamado rey de la isla haitiana de La Gonâve con el nombre de Faustino II.
NombreFaustin Edmond Wirkus
Nacimiento16 de noviembre de 1896
Rypin,Bandera de Polonia Polonia
Fallecimiento8 de octubre de 1945
Hazleton, Pensilvania,Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteEnfermedad
NacionalidadPolaco
Otros nombresFaustino II
CiudadaníaEstadounidense
EducaciónCuerpo de Marines de los Estados Unidos
OcupaciónMilitar
TítuloRey de La Gonâve
Término18 de julio de 1926
PredecesorFaustino I
CónyugeYula
HijosFaustin E. Wirkus, Jr.

Faustin Edmond Wirkus. Militar estadounidense, proclamado rey de la islahaitiana de La Gonâve con el nombre de Faustino II.

Síntesis biográfica

Nace en Rypin, Polonia, el 16 de noviembre de 1896. Faustin era hijo de padre de origen francés y madre franco-polaca.

Llegó a los Estados Unidos siendo un niño pequeño, junto a sus padres y se asentaron en el pueblo minero de Dupont, Pennsylvania. Para ayudar con la economía familiar, Faustin trabajó un tiempo como "breaker boy", nombre que recibían los niños, que por centavos, trabajaban en las minas, separando el carbón de la pizarra. Su destino, de no haberse enrolado en la marina, hubiera sido trabajar por siempre en las minas de carbón de la localidad, lo mismo que el resto de los varones del pueblo.

A la edad de doce años conoció a un infante de marina que acababa de regresar de Nicaragua, y se decidió a seguir sus pasos. En en 1915 abandona su hogar y el 23 de febrero, viaja a Wilkes-Barre y se alista en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. En agosto de ese mismo año, se le asigna su primer viaje a Haití,para restablecer el orden dentro del caos político que asolaba intermitentemente la isla.

Primera vez en Haití

Wirkus llegó a la nación caribeña a bordo del USS Tennessee. Cuando el barco arribó al puerto de Puerto Príncipe, el joven marino quedó hipnotizado con su primera visión de Haití y la Isla de la Gonâve.

Durante su primer año en Haití, Wirkus servía patrullando las costas en los alrededores de la ciudad de Puerto Príncipe. Su tiempo en Haití, sin embargo, llegó a su fin cuando se cayó de un camión y fracturó uno de sus brazos.

Recuperación y reincorporación a la marina

Regresó a los Estados Unidos en noviembre de 1916 para un tratamiento. Después de su recuperación, estuvo destinado en Cuba, pero se fracturó el brazo una vez más, y tuvo que regresar a los EE.UU.

Regreso a Haití

No es hasta abril de 1919, que Faustin pudo regresar a Haití, ahora luciendo los grados de sargento. Fue comisionado a un teniente en The Garde de Haití.

Asignado a la estación de montaña de Perodin, Faustin comandó una unidad de Guardia contra los rebeldes. Allí se ganó reputación como líder fuerte y excelente tirador.

De enero a junio de 1920, sirvió como comandante del sub-distrito de Gardedetachment en Arcahaie, que incluía el control nominal de la Isla de la Gonâve.

Isla de la Gonâve

Desde su primer encuentro con la isla, cinco años antes, Faustin estaba fascinado por su reputación oscura y misteriosa. En marzo de 1920, logró finalmente hacer una visita nocturna a La Gonâve. A su regreso a Arcahaie, presentó una solicitud para realizar servicio en la isla.

Poco después, un grupo de presos de La Gonâve, acusado de delitos contra la República de Haití, fue llevado ante Faustin. Entre ellos se encontraba una mujer alta y voluptuosa llamada Ti Memenne, que parecía ser una mujer de cierta importancia. Después de hablar con Wirkus, ella le dijo: "Nos reuniremos de nuevo". Llevando consigo una recomendación de clemencia del propio sargento Faustin, la mujer fue trasladada a Puerto Príncipe para el juicio.

Dos meses más tarde, volvió a visitar La Gonâve. De esta manera, se convertía en el primer hombre blanco que visitaba el interior de la isla en varios siglos. Una vez allí, se enteró de que el sistema matriarcal que había sido traído por los primeros esclavos procedentes de África aún se mantenía intacto en la isla. Es por ello que Faustin fue recibido por la reina de La Gonâve, que no era otra que Ti Memenne, la mujer que meses atrás había recibido la benevolencia del sargento.

Sacerdotisa o hechicera, la vieja Ti Memenne, que reinaba desde hacía más de 30 años en la isla, habitaba en lo alto de una montaña, rodeada de su Consejo de Gobierno, sus ministros de Guerra, del Interior y la Agricultura.

Ti Memenne dirimía las disputas familiares, aplicaba la justicia y mantenía el orden y la harmonía en esta especie de cooperativa agrícola, una singular monarquía que poseía sus propias leyes y reglas, independiente de las autoridades de Puerto Príncipe.

Antes de que el sargento saliera de la isla, Ti Memenne le profetizó que muy pronto él, Faustino, volvería para quedarse con ellos.

Reformas en la isla

Su oportunidad de regresar a la isla llegó en abril de 1925, cuando fue nombrado comandante residente de Isla de la Gonâve.

En los primeros meses de su residencia, Faustin exploró los senderos de la selva y asi llegó a conocer a la gente de la Gonâve. Llevó a cabo un programa de reforma gradual, tratando de chocar lo menos posible con las costumbres nativas y sus supersticiones.

Durante su gestión supervisó la construcción del primer campo de vuelo y dirigió el primer censo (una tarea difícil debido a la creencia local de que sólo el diablo llevaba la cuenta de sus hijos). Además, enseñó a los agricultores nativos a plantar en filas; ayudó a reparar o modernizar sus equipos, y tomó especial interés en el cuidado de sus hijos.

Estas atenciones con los nativos de la Gonâve, hizo que el pueblo lo hiciera miembro de Las Doce Sociedades del Congo, una organización de vudú sobre la cual Ti Memenne gobernaba como reina.

Ti Memenne junto al recién coronado Faustino II.

La profecía

Alrededor de un año y medio después de su llegada a la Isla de la Gonâve, Faustin fue convocado a la casa de la reina Ti Memenne y ésta le dijo que los nativos lo había nombrado rey de las doce sociedades en una ceremonia secreta.

Además de su amor y respeto por el joven marino, su decisión se basó en parte en una profecía de la isla. Según la leyenda local, un gobernante anterior de la isla, Faustino I, había desaparecido con la promesa de que un descendiente del mismo nombre, lo haría volver a tomar el trono. Los nativos de La Gonâve desde hacia tiempo se referían a Faustin como "Li te pe vini", o "Aquel que ha de venir".

Coronación

En la tarde del 18 de julio de 1926, Ti Memenne proclamó a Wirkus rey de Isla de la Gonâve y le entregó las banderas que simbolizaban su autoridad. El sargento mayor Faustin Wirkus fue coronado rey en una ceremonia vudú y recibió el nombre de Faustino II.

Faustino Wirkus, flamantemente transformado en Faustino II continuó trabajando con los nativos de La Gonâve. Percibía los impuestos, aplicaba la justicia y enviaba informes detallados a sus superiores que no tenían ningún motivo para quejarse de su actuación.

Instalado modestamente en Anse-à-Galets, la capital de la isla, Faustino II recorría con frecuencia su reino, auxiliado siempre por Ti Memenne, administrando con justicia y equidad los más variados asuntos, en medio del profundo respeto y veneración de sus súbditos. No consta que contrajera matrimonio ni que dejase descendencia en la isla.

Despedida

Pronto las autoridades de Puerto Príncipe estarían al corriente de que un sargento reinaba en Isla de la Gonâve como monarca absoluto, sin que, en un primer momento, hiciesen nada por impedirlo.

Dibujo de Faustin.

Pero en 1928 el entonces Presidente de Haití, visitó la isla por primera vez. Quedó impresionado con el progreso que los isleños habían hecho bajo la dirección de la Marina. Lo que sí no le impresionó, fue que los nativos de La Gonâve consideraban a Faustin como rey. Consideró que era inadmisible la idea de un rey en el territorio haitiano y en 1929 obligó a Faustino II a abandonar La Gonâve.

Más tarde fue trasladado fuera de la isla para ayudar a establecer una academia militar para entrenar a los haitianos locales para facilitar el traspaso de responsabilidades y la retirada de las fuerzas estadounidenses.

Faustin Wirkus nunca volvería a la isla. Los nativos lo despidieron con gran tristeza, incluida Ti Memenne, quien una vez más, auguró su regreso como Faustino III.

De acuerdo con un informe periódico de 1930, Faustino II se había convertido en toda una celebridad en todo Haití y para el momento cuando las fuerzas estadounidenses abandonaron el país en 1934, ya Faustin E. Wirkus era objeto de una serie historias y mitos sobre su reinado y experiencias en Isla de la Gonâve.

Regreso a casa

El joven marine que había trabajado en las minas de carbón de Pennsylvania volvió a los Estados Unidos en febrero de 1931. Su alistamiento expiró y Faustin dejó la Infantería de Marina.

En 1939, cuando las nubes de la guerra se cernían, el Sargento Mayor de Artillería Faustin Wirkus, ahora de la Reserva Marina, fue devuelto al servicio activo, para hacerse cargo de la oficina de reclutamiento en Newark,Nueva Jersey.

En febrero de 1942, recibió la orden de servicio activo prolongado. Fue nombrado suboficial poco después, y Wirkus sirvió en la sede de la Marina, en Washington DC, y en la Base Naval de la Escuela de Vuelo en Chapel Hill, Carolina del Norte.

Muerte

Cayó enfermo en enero de 1945 y después de una larga enfermedad, falleció el 8 de octubre de 1945. El infante de marina que había sido rey fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington. The New York Times publicó un obituario sobre el Marine-Rey, el 9 de octubre de 1945.

Literatura

Al expirar su alistamiento en febrero de 1931, el joven marine Faustin dejó la Infantería de Marina para escribir y dar conferencias sobre sus experiencias en Haití.

Durante ese tiempo co-escribió "El Rey Blanco de La Gonâve", publicado en 1931 por Doubleday, Doran y compañía; obra de la que se publicó, también, una edición en francés.

Su experiencia también inspiró la obra de otros autores, tales como William Seabrook en su libro de viajes, La Isla Mágica (1929).

Fuentes

Consultadas en octubre de 2014