Sordera

(Redirigido desde «Sordo»)
Sordera
Información sobre la plantilla
Sordos.jpg


La sordera. Es la privación o disminución de la facultad de oír. Puede tratarse de una pérdida de la capacidad auditiva parcial (Hipoacusia) o total (Cofosis). La sordera puede ser hereditaria o aparecer como consecuencia de una enfermedad, de un golpe (traumatismo) o de la exposición a largo plazo al ruido.

Causas de la deficiencia auditiva

Pueden originar una deficiencia auditiva son múltiples. Pero las más importantes son las siguientes:

  • Aplasias.- Son anomalías producidas durante el crecimiento embrionario. La perdida máxima no supera los 60 dB. Las principales causas son la ausencia de pabellón auditivo, la deformación de éste o del conducto auditivo, o la inexistencia de tímpano.
  • Obstrucción del canal auditivo o tubárico.- Está causada por tapones de cera, o por la obstrucción de la trompa de Eustaquio en el caso de la tubárica. La perdida máxima está entre los 35 y 55 dB.
  • Traumatismos.- Las causas fundamentales son una descompresión brusca, una onda expansiva o un fuerte ruido.
  • Intoxicación medicamentosa.- Es una sordera neurosensorial. Se produce una perdida auditiva en función de la dosis y duración del tratamiento.
  • Sordera por infecciones generales.- También es neurosensorial, y puede ser a causa de rubéola (prenatal), gripe, meningitis, etc. (postnatal).
  • Sorderas genéticas.- Está causada por una alteración cromosómica que uno de los padres aporta al niño en los cromosomas.

Causas más frecuentes que obstaculizan el paso del sonido por:

Oído interno

  • Alteración de receptores neurosensoriales del órgano de Corti(su metabolismo), su unión con las fibras nerviosas)
  • Alteración del mismo nervio auditivo.

Oído medio

  • Alteración de la membrana timpánicas,perforación,ausencia del tímpano,rigidez excesiva del mismo.
  • Otitis de tipo infeccioso y por tanto con formación de pus en el oído medio, puede haber perforación timpánica por lo que el pus sale al exterior por el conducto auditivo
  • Otitis del oído medio con secreción de líquido seroso, no purulento,generalmente tienen su origen en la obstrucción de la trompa de Eustaquio
  • Diversas enfermedades que afectan a los huesecillos y alteran la conducción
  • Alteración congénita del oído medio

Oído externo

  • Tapón de cera
  • Objetos extraños en el conducto auditivo externo
  • Infecciones o inflamaciones del Conducto auditivo externo
  • Anomalías congénitas del pabellón o del conducto

Clasificación de las sordera

De acuerdo a la región donde se localiza el problema, puede hablarse de:

  • Pérdida auditiva conductiva o de transmisión (ocasionada por una enfermedad u obstrucción en el oído exterior o medio).
  • Pérdida auditiva sensorial, neurosensorial o de percepción (cuando las células capilares del oído interno o sus nervios se encuentran dañados), Pérdida auditiva mixta (combina aspectos de las pérdidas conductivas y sensoriales).
  • Pérdida auditiva central (lesiones en los centros auditivos del cerebro).

Tipos de sordera

Clasificación 1

  • Sorderas de conducción. Están motivadas por alteraciones a nivel del conducto auditivo externo, tímpano, caja o trompa de Eustaquio. La causa más frecuente de este tipo de sordera es la otosclerosis, de naturaleza todavía no bien esclarecida y que evoluciona progresivamente, aunque no de forma regular. Primero se afectan los tonos graves y medios, y más tarde los agudos.

Es frecuente que se acompañe de acufenos y algún vértigo fugaz. La fase final consiste en la anquilosis de los huesecillos. Con frecuencia se observa la llamada paradoja de Willis, es decir, mejor audición en los medios ruidosos, ya sea porque los huesecillos vibran por trepidaci6n del ambiente, ya sea porque todas las personas, instintivamente, levantan la voz y ésta se compone de tonos más altos.

Su tratamiento es difícil porque se desconoce la causa, aunque la cirugía otol6gica consigue curar ya una buena proporci6n de estos casos. Son útiles en estas sorderas los audífonos que amplifican el sonido y permiten oír mejor.

  • Sorderas de percepción. Son básicamente las que proceden de afecciones del laberinto, entre las cuales figuran los traumatismos que inciden en el oído medio interno y las lesiones degenerativas codeares, que pueden ser debidas a tóxicos (alcohol, tabaco, salicilatos, quinina, etc.) o toxinas (gripe, fiebre tifoidea, etc.) o bien constitucionales.

Otro tipo de sordera de percepción es la profesional, que se presenta en determinadas ocupaciones (caldereros, obreros que, trabajan con sierras mecánicas o taladradoras, etc.). En este caso tiene lugar la degeneración del órgano de Corti, la localización de la cual depende de la altura del sonido (en la base del caracol para los sonidos agudos y el vértice para los graves).

La zona afectada puede determinarse practicando un audiograma. Las parotiditis son otra causa de sordera definitiva por afectación del laberinto codear. También la otitis escarlatinosa, la meningitis cerebroespinal y el herpe Zoster pueden dejar una sordera permanente para los tonos agudos.

  • Sordera congénita. Forma parte de un complejo heredodegenerativo en familias con taras somáticas, uniones consanguíneas, cretinismo, etc. También puede presentarse en familias normales o como consecuencia de la rubéola durante el embarazo. En estos casos es habitual la sordomudez, originada no por falta de habla, sino por la ausencia de educación del lenguaje, sin que existan lesiones centrales ni periféricas en ese sentido.

Cuando no hay posibilidad de tratamiento de este tipo de sordomudez congénita, lo más recomendable es que el niño sea sometido a tratamiento psicológico para averiguar su grado de inteligencia y procurar que su educación sea realizada por maestros especializados en sordomudos, aprovechando al máximo los posibles restos de audición y enseñando a leer con los labios a fin de interpretar las palabras por el movimiento de aquéllos.

Como medida profiláctica hay que desaconsejar la unión entre consanguíneos y tarados, así como tratar lo antes y lo mejor posible las infecciones que afectan al oído en la primera infancia. La enseñanza de los sordomudos debe comenzar entre los 4 y los 6 anos.

Lo más importante para el porvenir del sordomudo es que la mayoría (60 %) tienen restos auditivos, ya sea en los límites del audiograma, ya sea en forma de islotes apreciables con el audiómetro y los resonadores de Urbantschitsch.

Clasificación 2

Según el lugar de la lesión: La sordera puede ser:

  • Conductiva o de transmisión. La lesión estaría en el oído medio o externo.
  • Perceptiva o neurosensorial. En el interno.
  • Mixta. Puede haber lesión en el oído medio o interno.
  • Central. Se produce por una malformación o disfunción en las vías auditivas.

Momento de Aparición

  • Sordera adquirida. El niño nació con audición normal
  • Sordera congénita: El niño ha nacido sordo
  • Sordera por envejecimiento o Presbiacusia

Según la etiología

  • Orígen genético. Congénita o degenerativa (50%)
  • Origen Prenatal. Embriopatía (rubeola de la madre o Fetopatía(10%)
  • Origen Neonatal. Prematuridad, sufrimiento Perinatal (20%)
  • Adquirida durante la 1ª infancia
  • Causas infecciosas(meningitis),Tóxicas, Traumáticas

Según el grado de perdida auditiva: Distinguimos entre:

  • Deficiencia auditiva ligera. De 20 a 40 dB de perdida. El sujeto percibe el habla, pero no reconoce todos los contrastes fonéticos.
  • Deficiencia media o moderada. De 40 a 70 dB. Percibe la palabra si es fuerte, pero su voz y su articulación son defectuosas.
  • Severa. De 70 a 90 dB. El sujeto no percibe la palabra, pero si los sonidos fuertes y algunas vocales.
  • Profunda. Más de 90 dB. El sujeto percibe algunas cualidades del sonido. Si la sordera es total se llama cofosis.

Pedagógicas: Puede ser:

  • Prefásica. Durante el primer año.
  • Prelocutiva. Antes de adquirir el lenguaje.
  • Postlocutiva. Se produce una vez el niño haya adquirido el lenguaje.

Enlaces externos

Fuentes

Storch de Gracia y Asensio, J.G. -coord.-(2005), Estatuto jurídico de las lenguas de señas en el Derecho español (Aproximaciones), Madrid, Editorial universitaria Ramón Areces, Colección "Por más Señas, La Llave"