Adrián Troncoso

Plantilla:Personaje históricoAdrián Troncoso Castro, “Tronco”: Nació el 31 de agosto de 1930, en Los Palacios, Pinar del Río, en la casa marcada con el # 34, en la antigua calle Serafín García, hay calle 28, entre Jovellar y Len (29 y 31), pasando muy pronto a residir a la calle José Martí (hoy calle 21) esquina a Serafín García, donde desarrolló la mayor parte de su niñez y toda su juventud. En la actualidad, en esta casa radica el Museo Histórico del Municipio Los Palacios. Hijo de Zoila Castro y Adrián Troncoso.
Durante su niñez, no sufrió los rigores de la maltrecha economía que padecían los pueblecitos de tierra adentro, en el marco de la mala situación económica de los años 30, ya que su familia, sin llegar a considerarse “ricos”, disfrutaba de una posición desahogada que le permitía vivir más “cómodamente” que otros ciudadanos.
Sus primeros estudios llegaron hasta el sexto grado, en las escuelas públicas # 1, 2 y 3, así como en la academia privada de Isabel Inclán (Chavela), a pesar de que la situación económica del hogar le permitía asistir a una escuela privada.
Adrián, era un joven alegre, despierto, entusiasta y emprendedor, por lo que ya en la etapa de su juventud se dedicó a buscar un empleo, aunque fuera un trabajo modesto; pero siendo mínimas las posibilidades de encontrarlo en este pueblo, decidió trasladarse a la capital, en busca de un horizonte ocupacional más amplio. Comenzando a influir sobremanera, en la mente del joven, la situación económica, política y social imperante en el país.
La acción revolucionaria emprendida y desarrollada durante estos años, hizo brotar su decisión de ayudar a crear y construir una nueva sociedad.
En La Habana, contrae matrimonio con la joven Carmen Mijares, con quien tiene un hijo, Rafael Adrián Troncoso Mijares. Ambos residen en Ciudad de La Habana actualmente.
Comienza a trabajar en la finca vinícola “Morera”, donde más tarde pasó a laborar con el mismo propietario en la fábrica de levadura ocupándose del fregado de los tanques y almacenaje en las cámaras de frío. Más tarde comienza a desempeñarse como chofer particular y en este oficio conoce a un acaudalado senador de apellido “Aguilera”, quien le ofrece un empleo como chofer particular, el que acepta sin reparos.
Por esta época su personalidad y condición revolucionaria han madurado y, aprovechando la cobertura que le ofrece ser chofer de un político comienza a conspirar y traslada armas desde Camagüey hacia La Habana, como contribución a la gesta emancipadora que se fraguaba en contra de la tiranía.
De sus muchas acciones, poco se conoce en el municipio, puesto que estas las realizaba en la capital y su familia las desconocía. Sólo eran de su conocimiento varias entrevistas y acciones como su participación en los sucesos de la Embajada de Haití. En otra ocasión penetró en su casa por la puerta trasera empapado en agua habiendo tenido que cruzar a nado el arroyo de la majagua, después de ser perseguido y tiroteado por la guardia rural a su regreso de una entrevista con Juan Palacios, que se encontraba alzado en la sierra de los órganos.
Participó además en el traslado de documentos importantes para la insurrección. Antes de partir hacia la antigua provincia de Oriente, Adrián escribe a su madre pidiéndole que resista pues él también partiría hacia la Sierra Maestra.
Durante los meses de marzo y abril de 1958, Adrián se encontraba en Santiago de Cuba, como uno más de los hombres de la clandestinidad que apoyaban desde el llano y la ciudad la lucha en las montañas.
El 4 de abril de 1958 se celebra una reunión del Comando de la Resistencia Cívica, en Santiago de Cuba, con vista a los preparativos de la Huelga de Abril. Tras una delación, el grupo reunido fue sorprendido. Adrián y dos de sus compañeros se baten en desventaja con los agresores, propiciando la huida de los demás compañeros que se encontraban desarmados. El parque se agota en el fragor de la lucha, entonces Adrián ordena a sus compañeros que se retiren pues a él aún le quedaban balas.
Así cae Adrián Troncoso Castro el 4 de abril de 1958 en la ciudad de Santiago de Cuba. Sus restos se encuentran depositados en el panteón familiar de los Fernández Troncoso, en el cementerio de Colón en Ciudad de La Habana, por orden del Comandante Camilo Cienfuegos, cumpliendo el deseo de su esposa de trasladarlos.

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