Alejo Tomás
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Alejo Tomás López. Revolucionario cubano, en 1933 militaba en el Partido Comunista de Cuba y desde ese momento se integró a trabajo político. Era concejal del Partido Socialista Popular en el Ayuntamiento de Puerto Padre cuando en 1952 se produce el golpe de Estado del general Fulgencio Batista. Se opuso a la dictadura batistiana por lo que fue detenido en varias ocasiones, hasta que finalmente fue asesinado por las fuerzas represivas del régimen en 1956.
Biografía
Infancia y juventud
En la ciudad de Las Tunas, el 19 de agosto de 1908|1908 nace Alejo. Los padres eran de Ceiba Mocha, en la provincia de Matanzas. El progenitor se desempeñaba como inspector de campos de la empresa propietaria del central, la Cuban American Sugar Milis Company.
Alejo realizó sus estudios de la Enseñanza Primaria en la escuelita del barrio Leyva, del poblado de Delicias, donde sólo pudo alcanzar el tercer grado. En 1920 se trasladó para Ceiba Mocha, empleándose como dependiente en una bodega de víveres. Ese trabajo lo abandonó porque se le exigía que pagara los alquileres de un cuñado, a quien habían separado de su empleo por estar implicado en una huelga.
Otra etapa de su vida
Regresó a Puerto Padre, donde junto a su hermano Moisés puso una pequeña bodega, hasta que poco tiempo después se trasladó para San Germán. En este lugar, por gestiones de un amigo, comenzó a laborar en el Departamento Comercial del central.
En ese empleo Alejo comenzó las luchas revolucionarias, participando en huelgas y otras actividades que le hicieron ganar prestigio entre sus compañeros. Por esa razón los empresarios lo cesantearon. En 1933 militaba en el Partido Comunista y desde ese momento se integró a trabajo político. Durante la etapa comprendida entre 1933 y 1938, para ganarse el sustento tuvo que dedicarse a la venta ambulante de mercancía, actividad que realizaba con mucha dificultad por los escasos recursos que poseía.
Después de 1941 regresó a Puerto Padre a realizar labores del Partido encomendadas por la dirección provincial de Oriente.
Fue un ferviente aficionado a la lectura de las obras de Marx, Engels y Lenin, sus mejores maestros para el trabajo político. Por su firmeza revolucionaria y de principios y el desarrollo alcanzado en el trabajo político fue elegido máximo dirigente del Partido Socialista Popular en el municipio de Puerto Padre. Desplegó acciones políticas con los obreros de los centrales Chaparra y Delicias.
Cuando ocurre el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 era secretario general del PSP y concejal en el ayuntamiento de Puerto Padre. De esa responsabilidad fue sustituido por no firmar los Estatutos Constitucionales de los golpistas. Alejo fue varias veces detenido y vejado por efectivos de la dictudura batistiana con el propósito de que abandonara su posición revolucionaria, cuestión que no lograron.
Muerte
Por la intensa actividad que desplegó su salud se quebrantó y sus pulmones fallaron. Por gestiones de un médico amigo ingresó en el Hospital de Chaparra, donde se restableció y pudo volver a la lucha, hasta que llegó el 25 de diciembre de 1956. Lo sacaron de su casa varios seguidores de la tiranía y su cadáver apareció junto a su compañero, Hector Infante Pérez, detrás del central Delicias.
