Anexo:Evolución de la Aduana Holguín

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Anexo:Evolución de la Aduana Holguín.
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Después de transcurridos seis años de la apertura oficial del puerto de Gibara al comercio de la Jurisdicción de Holguín, comenzó a funcionar por primera vez la Administración de Rentas del territorio.
Fundación:1 de junio de 1827
País:Bandera de Cuba Cuba
Sede:Gibara

Anexo:Evolución de la Aduana Holguín.. Etapas por las que transito la Aduana Holguín en su creación como institución durante la etapa colonial, neocolonial y etapa socialista.

Inicios

La bahía de Gibara, la más próxima a la ciudad de Holguín, empezó a cobrar su verdadera importancia a partir de tres grandes momentos: 1752 cuando formó parte de esa jurisdicción, pues anteriormente pertenecía a la costa norte de la Villa de Bayamo. En 1778 al habilitarse temporalmente su puerto para el respaldo de las embarcaciones y buques que en su seno comparecían, reafirmándose con la construcción de la batería Fernando VII en Punta de Yarey y un año más tarde con la fundación de la población gibareña.

En 1821 al abrirse al comercio local el 23 de diciembre, paso definitivo para que Gibara se convirtiera en la cuna del primer puerto habilitado temporalmente dentro de la jurisdicción holguinera. A partir de entonces la bahía de Gibara fue ejemplo del intercambio mercantil y su desarrollo. Años más tarde, sobre todo entre 1844 y 1847, ese desarrollo marítimo se manifiesta ampliamente al desatracar del puerto gibareño 37 buques anuales, como promedio con destino a España, Inglaterra y los EE.UU, cargados todos con cajas de azúcar, bocoyes de miel y tabaco en rama.

Además las navieras cubanas de cabotaje, poseían dentro de su itinerario el puerto de Gibara, tal fue el caso de la Compañía General Cubana de Navegación por Motor, que con el vapor Pelayo cubría la travesía La HabanaSantiago de Cuba y hacía escala en su segundo día procedente de Nuevitas en el puerto de Gibara, continuando el viaje hasta Baracoa al día siguiente.

Y de retorno al segundo día, atracaba de nuevo en el mismo, antes de partir hacia Nuevitas al siguiente. El aumento del comercio marítimo en la zona llevó aparejado la necesidad de habilitarse oficialmente el puerto de Gibara, algo que fue logrado a través de la Real Orden el 25 de enero de 1882 cuando se declaró puerto de tercera clase. Durante el período comprendido entre la habilitación temporal y oficial del puerto, nació la Aduana de Gibara, la cual, dentro de su proceso evolutivo contó también con diferentes momentos históricos.

Surgimiento y desarrollo de la Aduana en Gibara como cabecera de provincia

El 1 de junio de 1827, después de transcurridos seis años de la apertura oficial del puerto de Gibara al comercio de la Jurisdicción de Holguín, comenzó a funcionar por primera vez la Administración de Rentas del territorio, en una casa de tabla y teja en el lugar conocido como Ronda de la Marina, propiedad de Ambrosia De La Cruz, viuda de San Germán, quien la alquiló por catorce pesos al mes; morada que en aquéllos momentos constituía una de las mejores de la población.

Para la ejecución del trabajo en esa época, la oficina de Aduana recibía cuatro pliegos de papel del sello 2do, 500 pliegos papel del sello 4to y una rema de papel común de inferior calidad, para un total de gastos de $61.20. Quedando subordinada, en cuanto a la recaudación se refiere a la institución civil denominada como Hacienda Pública, mientras que a la vez formaba parte del Departamento de Mar y Tierra, institución netamente militar.

En sus inicios la Administración de Rentas contó con dos trabajadores como aduaneros, un administrador y un oficial Interventor (interino), el primer cargo con un haber de $42.00 mensuales ocupado por Don Antonio Casaco y Medrano, emigrado de Santo Domingo y subdelegado de la Real Hacienda de Holguín, el segundo cargo, cubierto por Don Martín Sánchez Griñán quien devengaría un salario de $25.00.

Meses más tarde se incorpora un tercero de escribiente (interino), Don Vicente Requiferos con el salario mensual de $20.00. A consecuencia del aumento del tráfico mercantil en la comarca, para 1838 fue necesario reforzar el personal de la Administración de Rentas con un 2do Oficial y un Interprete, quedando entonces integrada la plantilla por cinco trabajadores: un Administrador, un Oficial 1er Contador, un 2do Oficial, un Escribiente y un Interprete, hasta que en 1855, con la implantación del sistema del General Concha, la Administración de Rentas de Gibara, se elevó a la categoría de Administración Depositaria de Rentas Reales de Cuarta Clase, con el consiguiente grupo de once empleados y el pago de los siguientes sueldos anuales: el Administrador con $1.500, un contador y dos oficiales (1ro y 2do) con $1.400, cuatro escribientes con $1.500, un Interprete y un Vista con $800 cada uno y un Portero con $300.

Así continuó, sin variación administrativa hasta 1865, año en que comenzó la remoción constante de empleados, particularmente por la variabilidad en el régimen organizativo imperante. El trabajador de Aduana para entonces no era especialista, poseía tan solo una formación empírica.

Régimen organizativo imperante con el que funcionó la Aduana

Esas transformaciones en el régimen organizativo de la institución fueron las causas del cambio incesante de los administradores, muestra de ello es que desde el año en que se fundó la Aduana de Gibara, 1827 hasta 1855, o sea, por un periodo de veintiocho años, contó con cuatro Administradores, mientras que entre 1855 y 1894 la cifra se elevó a veinticuatro.

Otro aspecto negativo que incidió mucho sobre la Aduana de Gibara, desde su fundación fue la característica de soportar sobre sus hombros, una serie de gastos anexados, consistente en el pago a los trabajadores de los servicios siguientes:

  • Resguardo Marítimo, grupo integrado por el Guarda Mayor Interino representado por Don Pablo Aularte, quien junto a otros dos guardas más que se le subordinaban, devengaban un salario de $25.00 mensuales.
  • Patrón de la Falúa, plaza cubierta por Don Pedro Sarda por un haber mensual de $25.00 y que contaba con cuatro remeros que devengaban un salario de $11.00 cada uno.
  • Resguardo Terrestre Montado, grupo integrado por siete trabajadores, seis Guardas que devengaban un salario de $6.00 cada uno y que se subordinaban al Cabo Don Manuel Aguilera González quien los dirigía, cobrando $23.00 al mes.

Incluso una serie de empleados que eran renumerados por la Administración de Holguín, formaron parte de la nómina o sueldos a pagar por las cajas de Gibara, entre ellos:

  • El Fiel de Sal, cargo representado por Miguel López Corella quien devengaba $25 mensuales.
  • Un 2do Oficial, Don José Romero, del Ministerio Político de Artillería.
  • Un destacamento de Artillería y otro Presidencial compuesto de dos confinados, el Teniente Coronel 2do Comandante de la Tercera Sección Don Francisco Uribarri con un sueldo de $120 y el Teniente de Artillería, Capitán de Infantería Don Alejandro Olavaria quien devengaba $272, a cuenta de su haber y de los demás individuos del cuerpo, descontando $272 por inválidos y montepío.
  • Además del socorro diario a los presidentes Manuel Silvestre y Valentín Urrutia, para lo cual a Don Francisco Uribarri, Comandante de Gibara, se le entregaba $7.00 con 4 reales.

Liquidación de derechos devengados por La Real Hacienda

Fuentes

  • Rubidalia Rivero Durán, Especialista B en Gestión de los Recursos Humanos, Aduana Holguín. Libro de Datos Históricos. [citado 2011 julio, 1].