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'''Capilariosis:''' Las capilariosis son parasitosis producidas por varias espe­cies de nematodos del género Capillaria que, en las aves, parasitan el esófago, el buche, el intestino delgado y los ciegos.
 
'''Capilariosis:''' Las capilariosis son parasitosis producidas por varias espe­cies de nematodos del género Capillaria que, en las aves, parasitan el esófago, el buche, el intestino delgado y los ciegos.
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El género Capillaria pertenece a la familia Capillaridae , superfamilia Trichu­roidea, orden Enoplida. Los miembros de esta familia se caracterizan por su aspecto filiforme, con la parte posterior del cuerpo un poco más gruesa que la anterior, con una hilera de numerosas células esofágicas glandulares (estico­citos) no incorporadas al tejido esofágico y a cuyo conjun­to se denomina esticosoma; huevos en forma de limón, ovalados y con dos tapones en sus extremos. Los machos poseen una larga espícula y una vaina espicular armada de diminutas espinas.
 
El género Capillaria pertenece a la familia Capillaridae , superfamilia Trichu­roidea, orden Enoplida. Los miembros de esta familia se caracterizan por su aspecto filiforme, con la parte posterior del cuerpo un poco más gruesa que la anterior, con una hilera de numerosas células esofágicas glandulares (estico­citos) no incorporadas al tejido esofágico y a cuyo conjun­to se denomina esticosoma; huevos en forma de limón, ovalados y con dos tapones en sus extremos. Los machos poseen una larga espícula y una vaina espicular armada de diminutas espinas.
 
Este género contiene numerosas especies que parasitan a aves y mamíferos, reptiles, batracios y peces. Las espe­cies de mayor interés que parasitan el intestino de las aves son:
 
Este género contiene numerosas especies que parasitan a aves y mamíferos, reptiles, batracios y peces. Las espe­cies de mayor interés que parasitan el intestino de las aves son:

Revisión del 12:16 26 ene 2012

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Capilariosis
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Capilariosis.JPG

Capilariosis: Las capilariosis son parasitosis producidas por varias espe­cies de nematodos del género Capillaria que, en las aves, parasitan el esófago, el buche, el intestino delgado y los ciegos.

ETIOLOGÍA

El género Capillaria pertenece a la familia Capillaridae , superfamilia Trichu­roidea, orden Enoplida. Los miembros de esta familia se caracterizan por su aspecto filiforme, con la parte posterior del cuerpo un poco más gruesa que la anterior, con una hilera de numerosas células esofágicas glandulares (estico­citos) no incorporadas al tejido esofágico y a cuyo conjun­to se denomina esticosoma; huevos en forma de limón, ovalados y con dos tapones en sus extremos. Los machos poseen una larga espícula y una vaina espicular armada de diminutas espinas. Este género contiene numerosas especies que parasitan a aves y mamíferos, reptiles, batracios y peces. Las espe­cies de mayor interés que parasitan el intestino de las aves son:

  • C. caudinflata, que parásita el intestino delgado, C. obsignata, parásita del intes­tino delgado, C. anatis, parásita el intestino delgado y ciegos de gallináceas.

Entre las especies que se localizan en el esófago y buche se encuentran:

  • C. contorta, con machos de 12-17 mm de longitud por 52-80 11m de anchura y hembras que miden 27-60 mm y 77-150 11m, respectivamente.
  • C. annulata: los machos tienen una lon­gitud de 15-25 mm y las hembras de 37-80 mm. Los ma­chos tienen una anchura de 52-74 11m y las hembras de 77 -120 11m. La extremidad cefálica tiene una dilatación cuticular típica.

Hospedadores

Los hospedadores de estas especies son gallináceas do­mésticas (gallina, pavo, pavo real) y de vida silvestre, uro­gallo (Tetrao urogallus), faisán (Phasianus colchicus), lagópodo escandinavo (Lagopus lagopus), perdiz roja (Alectoris ruja), perdiz pardilla (Perdix perdix); columbi­formes (paloma doméstica y otras especies de palomas sil­vestres); anseriformes (ganso doméstico y otras anátidas); caradriiformes (avoceta, avefría, gaviotas, etc.).

Epidemiología

El ciclo vital de Capillaria contorta, C. obsignata y C. anatis es directo. Los huevos del parásito se eliminan con las heces y se desarrollan en el ambiente externo, perma­neciendo la larva en el interior del huevo y siendo infectiva en 2-3 semanas. El hospedador se infecta cuando ingiere los huevos al picotear en el suelo. Sin embargo, en el caso de C. contorta se admite que las lombrices de tierra (Eisnia Joetida y Allolobophora caliginosa) pueden actuar como portadoras de los huevos infectantes e incluso que el ciclo pudiera ser directo o indirecto y las lombrices de tie­rra ser verdaderos hospedadores intermediarios. Los huevos eli­minados con las heces se desarrollan hasta ser larvas de pri­mer estadio en el medio ambiente en 11-12 días. Las lom­brices de tierra ingieren los huevos larvados y en ellas se alcanza el estadio infectivo, unos 9 días después de su in­gestión por la lombriz, tras quedar libres de las cubiertas del huevo en el tubo digestivo de los anélidos. Una vez que las aves se infectan al ingerir las lombrices, los vermes se desarrollan y alcanzan el estadio adulto en unas 3 semanas.

Patogenia

Un pequeño número de vermes de cualquiera de las espe­cies no llegan a causar problemas en las aves. Por el con­trario, si son muy numerosos producen un cuadro clínico grave que afecta a las producciones económicas de las aves infectadas y que puede llevarlas a la muerte. Las larvas primero y luego los vermes adultos penetran en la mucosa del esófago y buche o del intestino. Como consecuencia, la mucosa se inflama, tanto más cuanto ma­yor sea el número de parásitos. El epitelio se descama y aparecen puntos hemorrágicos en la mucosa. Las paredes del esófago y buche engruesan y su musculatura pierde tono; la mucosa se recubre de abundante mucosidad y los alimentos ingeridos permanecen detenidos en el buche o se vacían lentamente al proventrículo. Si el intestino del­gado es el afectado, se origina una enteritis, al principio mucosa, más tarde aparece un punteado hemorrágico y el epitelio se descama, aumentan las secreciones y disminuye la absorción intestinal, dando lugar a diarrea líquida. Si los parásitos se localizan en los ciegos, su mucosa se inflama y se produce diarrea, generalmente muy viscosa. En todos los casos se resiente el estado general de las aves y sus producciones, pierden peso y llegan a morir.

Síntoma Tología

Las capilariosis se observan en aves de todas las edades y las aves adultas actúan como portadoras y diseminadoras de los vermes. Los síntomas se manifiestan ya durante el período prepatente. Con las especies de Capillaria que se localizan en el in­testino, hay adelgazamiento, diarrea con heces pastosas, vis­cosas y malolientes, mal estado general, anorexia y dismi­nución del consumo de agua. Las aves pasan mucho tiempo acurrucadas en el suelo, con los ojos cerrados, el cuello do­blado y la cabeza apoyada sobre el buche. Las plumas están erizadas y manchadas alrededor de la cloaca y la piel y las mucosas visibles están pálidas. Algunas aves pierden peso, adelgazan extremadamente y mueren. En las infecciones por especies localizadas en esófago y buche, las aves están decaídas, débiles y delgadas. Se mue­ven sólo cuando se las molesta y con paso inseguro. A veces adoptan postura de pingüino, descansando sobre los tarsos. Extienden y retraen sus cabezas y cuellos como en un intento de deglutir o de eliminar una obstrucción.

Lesiones

Un pequeño número de capilarias no producen lesiones, pero una cantidad importante dan lugar a una inflamación de la mucosa de grado variable, desde catarral a cruposa, con formación de membranas pseudodiftéricas. En las in­fecciones por C. contorta y C. annulata se hallan engrosa­das las paredes del esófago y buche, con la mucosa recu­bierta de un exudado granuloso o coposo y, especialmente en los pavos, el buche puede contener un líquido de olor fétido, que queda detenido en ese órgano por la obstruc­ción de la luz debida al engrosamiento de las paredes. Con las especies C. caudinflata y C. obsignata, el intes­tino delgado se observa inflamado y la mucosa destruida y la luz intestinal más o menos obturada por las escaras de mucosa desprendidas. La mucosa puede presentar pete­quias o enrojecimiento difuso. Los ciegos afectados por C. anatis presentan lesiones similares a las causadas por otras especies en el intestino delgado y el contenido de los ciegos es fuertemente viscoso.

Diagnóstico

Se establece por lo general en la necropsia, examinando los órganos previamente lavados en los que se localizan los parásitos. Mediante coprología pueden descubrirse los huevos de forma característica y, mediante recuentos, se puede juzgar la importancia de la parasitación.

Pronóstico

Debe juzgarse teniendo en cuenta la importancia de la in­fección que las aves soportan. En cualquier caso, las infec­ciones moderadas o intensas pueden dar lugar a graves re­percusiones económicas.

Fuente

http://palomosdeflorida.tripod.com/enfermedades/id9.html http://www.infogranja.com.ar/capilariosis.htm