Combate de Loma del Gato

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Batalla de Loma del Gato
Información sobre la plantilla
Combate deLoma del gato.jpg
Fecha:5 de julio de 1896
Lugar:Loma del Gato, Songo-La Maya, Santiago de Cuba
Descripción:
Combate desarrollado en la Guerra del 95, ocurrido en la provincia de Oriente.
Resultado:
Acción victoriosa de las fuerzas comandadas por José Maceo Grajales. El enemigo no pudo mantener sus posiciones y sin cumplir su misión principal se retiró hacia Songo, después de sufrir cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Los cubanos quedaron dueños del terreno al precio de 15 bajas entre muertos y heridos.
Consecuencias:
Caída en combate del Mayor General del Ejército Libertador, José Maceo Grajales
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba y Bandera de España España
Líderes:
Mayor General José Maceo Grajales y General Tirso Albert
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército Libertador y Ejército Español

Combate de Loma del Gato. Combate que tuvo lugar el 5 de julio de 1896, en una región de Santiago de Cuba llamada Loma del Gato, el enfrentamiento fue liderado por el Mayor General del Ejército Libertador, José Maceo Grajales y por el General de las fuerzas españolas Tirso Albert, en esta batalla pierde la vida José Maceo.

Ubicación del hecho

Los acontecimientos ocurrieron en el poblado de Loma del Gato, perteneciente a la localidad de Alto Songo, provincia Santiago de Cuba.

Desarrollo de la acción combativa

En la madrugada del 5 de julio de 1896 se levantó el campamento de Isabelita de Vizcaya, donde permanecían fuerzas de las tres divisiones del Primer Cuerpo del Ejército Libertador. Las tropas cubanas cruzaron la línea férrea de La Maya, a unos 200 metros del poblado, y continuaron rumbo al sur para pasar por La Isabelita de Ramsden y Ponupo. Antes de llegar a Espartillar, se sintió en dirección a Camarones y Sangre de Toro el fuego de los exploradores, los cuales habían chocado con una columna enemiga que operaba hacía tres días en el triángulo Quemado-Loma del Gato-El Mamón.

La unidad española, de 1 500 hombres, dirigida por el general de brigada Tirso Albert y como segundo el coronel Joaquín Vara del Rey, marchaba por el camino de Loma del Gato a La Maya, al encuentro de las fuerzas cubanas. Dicha unidad estaba dividida en dos partes: una con el general Albert, se atrincheró en las ruinas del ingenio Quemado; la otra, con el coronel Vara del Rey, ocupó los altos cerros del lomerío, entre un palmar.

José, ubicado en Espartillar con su escolta y ayudantes, distribuyó las fuerzas para el combate, dispuso que el Regimiento Prado marchara hacia el sudoeste en dirección al caserío La Jagüita, donde había una fuerza española, y que el resto de la Segunda División avanzara hacia Loma del Gato. Al general Periquito Pérez, le ordenó que fuese rumbo a El Mamón, para proteger la retaguardia de un posible refuerzo de fuerzas españolas en dirección a Ti Arriba; y a la Tercera División que reforzara las unidades del general Cebreco en dirección a Loma del Gato, misión esta que no se pudo cumplir.

Transcurridos 15 minutos, envió a uno de sus ayudantes, capitán Luis Aranda, para que comunicara al coronel Bonne, jefe del Regimiento Prado, acelerar el asalto al caserío La Jagüita; además, instruyó al teniente coronel Francisco Sánchez Hechavarría, jefe de la guerrilla volante Maceo, que se adelantara por el camino más corto a Loma del Gato y apoyara al general Cebreco, a fin de facilitar el paso del Estado Mayor hasta el lugar del combate.

Aproximadamente a los 20 minutos, y no sintiendo fuego en la dirección indicada al teniente coronel Sánchez Hechavarría, José partió con su escolta y Estado Mayor hacia Loma del Gato, donde combatía el general Cebreco. Desde allí envió una fuerza de contención contra las tropas del general Albert y ordenó al general Cebreco efectuar un movimiento envolvente y atacar por el flanco izquierdo las trincheras de Vara del Rey, que era la dirección principal. Él, con su escolta y el Regimiento Mayarí, atacó por el frente.

Las características del terreno impedían el asalto a las posiciones enemigas y dificultaban también una carga de caballería, por lo que se entablo fuego de fusilería a corta distancia.

El enfrentamiento en Loma del Gato duró hasta media tarde, cuando el enemigo no pudo mantener sus posiciones y sin cumplir su misión principal se retiró hacia Songo, después de sufrir cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Los cubanos quedaron dueños del terreno al precio de 15 bajas entre muertos y heridos.

Muerte de José Maceo

Alrededor de las 12 del día, mientras recorría la posición que ocupaba su escolta de caballería dando órdenes y aliento, surgió el plomo que le perforó el cráneo, derribándolo de su caballo.

Al producirse la mortal herida, acude el teniente Salvador Durruty miembro de su escolta, el que recibe un balazo que le impide cumplir el propósito de recoger el cuerpo de su jefe; acto seguido el coronel José Justo León, con otro número de su escolta logran terciarlo en el caballo y separarlo del lugar, ordena cortar un palo para confeccionar una hamaca, con la que fue trasladado por el camino que conduce desde Loma del Gato hasta Ti Arriba.

En el trayecto, precisamente en la finca “El Aguacate” es asistido por su médico, el doctor Porfilio Valiente del Monte, quien sondeó la herida y extrajo la bala que se veía superficialmente, declarando que ésta era mortal. Posteriormente es trasladado a la finca “La Soledad”, propiedad de Madame Lombar, madre de Elvira Cape, donde entre las 3 y 4 de la tarde se produce su muerte.

Existen algunas contradicciones en cuanto al lugar y hora de su muerte. Un documento publicado en 1939 y que está avalado por datos aportados por el Coronel José Justo León y Brito, capitán José Palacio y el teniente Salvador Durruty, se expresa que José Maceo expira en el tramo comprendido entre “El Aguacate” y “Soledad de Ti Arriba”. Su médico Porfilio Valiente del Monte expone en su testimonio lo contrario, que su muerte ocurre en la casa de la finca “La Soledad” a las 4:20 de la tarde aproximadamente.

Repercusión de su muerte

El periódico El Cubano Libre, con fecha 20 de julio de 1896, publicó un artículo del Generalísimo Máximo Gómez, donde expresaba:

“El General José Maceo ha muerto, y hay que descubrirnos al pasar por delante de la tumba de ese patriota intrépido, el héroe de cien batallas, y el querido amigo que debió serlo de todos los que amamos la independencia de Cuba”.

De esta manera concluía la vida de un hombre, cuyos méritos y grandeza lo colocan entre los más grandes guerreros de la historia patria.

Su muerte causó gran repercusión, tanto en la oficialidad como en la tropa insurrecta a su mando. Se produjeron algunas deserciones, solicitudes de traslado para otros cuerpos, y en la alta oficialidad hubo muestras del duro golpe que las fuerzas de Oriente y del Ejército Libertador de Cuba habían sufrido.

Calixto García en carta al Generalísimo desde Cauto Abajo, el 14 de julio de 1896, expresaba la coincidencia de idea con éste, de que era necesario dar un golpe de efecto, el que tendría como objetivo tratar de aminorar la impresión causada por la muerte de José Maceo.

El propio Máximo Gómez, en comentario a Fermín Valdés Domínguez, daba una vez más muestra de la capacidad de mando y el acatamiento de autoridad sostenida por su moral y conducta ética:

“Ya tendría yo esto ardiendo si no me lo hubieran matado, pues tras él hubieran venido sus amigos y soldados leales, los que indignados por la caída de Antonio Maceo se dispusieran a vengar su muerte y los disgustados con Calixto García que así encontrarían manera decorosa de separarse de él”.

El mando español también consideraba la grandeza de este patriota. En carta de Manuel Sanguily a Antonio Maceo, le comenta que le aseguraron lo expresado en discurso por Cánovas del Castillo, en el Senado, el 7 de agosto de 1896, cuando “al referirse a la caída en combate del general José Maceo, dijo que dos balas más podrían comprometer la existencia de la revolución”; los restantes proyectiles a los que se refirió serían para Antonio Maceo y Máximo Gómez. Sin duda alguna, el pensamiento militar y la destreza combativa de José constituyeron un verdadero problema para la jefatura militar española.

Monumento homenaje a José Maceo en Loma del Gato

Monumento Nacional

Por la importancia histórica de esta acción combativa, donde resulta mortalmente herido José Maceo Grajales, conocido como "El León de Oriente" , se erige este monumento.

El monumento ocupa la cima de la loma recargado para el lado noroeste, en el se encuentra sembradas varias matas de mango y anacahuitas. El parque está limitado por una verja y hierro con columnas de piedras y flanqueada en la entrada por una puerta al estilo colonial. En el interior se encuentra un pasillo enlajado hasta el centro del monumento donde se yergue una columna de granito de forma circular, en ambos extremos tiene un cintillo de bronce con argollas, la cúspide imita una llama o una corona. Su base está diseñada en forma de tronco de pirámide, enchapada en mármol de aproximadamente 1,5m x 1.5m, en ella aparece escrito:

Al Mayor General José Maceo Grajales.

Homenaje Del Gobierno Provincial de Oriente

1912.

A continuación tiene cuatro escudos nacionales cruzados por banderas cubanas, todo de bronce.

En la parte trasera aparece:

Mayor General José Marcelino Maceo Grajales

Nació en 1946.

Murió el 5 de julio de 1996.

En la fecha de nacimiento hay un error que afortunadamente fue subsanado en ocasión del centenario de su caída en combate. La fecha correcta es 2 de febrero de 1849.

En el lugar existe otras tres tarjas, una que identifica el lugar exacto de la caída en combate, tiene tres estrellas que simbolizan el grado de Mayor General del Ejército Libertador y a continuación Mayor General, José Maceo Grajales, cayó en este lugar el 5 de julio de 1896 y la otra tarja puesta por el Ayuntamiento de Songo dedicada al Coronel José González Valdés M.M Jefe del Distrito de Oriente, por su labor patriótica realizada en este lugar. En la entrada de monumento se encuentra una tarja más pequeña que identifica la caída en combate del soldado el Ejército Libertador Manuel González muerto también el 5 de julio de 1896.

Este monumento fue remodelado en 1949, coincidiendo con el aniversario 53 de la caída en combate de José Maceo, bajo la dirección del coronel del Ejército Libertador Epifanio Hernández Jefe del distrito Militar de Oriente. El discurso de ese día fue pronunciado por el Sr. Luis Rodolfo Miranda, en este acto está presente José Maceo González (hijo de José Maceo) como presidente del Gobierno Provincial.

Fuentes

  • Carrero Preval, Alexis y Jorge M. Puente Reyes: Los cinco entierros de José Maceo en Aproximaciones a los Maceos. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005.
  • Colectivo de autores. Multimedia Mayor General José Marcelino Maceo Grajales. Escuela Interarmas General José Maceo. Año 2010
  • D’ou, Lino: Papeles del Teniente Coronel Lino D’ou. La Habana, editorial Unión, 1983.
  • Delgado Fernández, Gregorio: “José Maceo el libertador sin tregua. Perfil biográfico de un general cubano” (inédito), Archivo Nacional de Cuba. Donativos y Remisiones, legajo. 35, no. 2.
  • Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510-1898). Tomo II Acciones Combativas
  • Ferrer Cuevas, Manuel: José Maceo, El León de Oriente. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1996.
  • Leyva, Armando: Museo: El sombrero de José Maceo. Editorial Arroyo, Santiago de Cuba, 1922.
  • Padrón Valdez, Abelardo: El general José. Apuntes biográficos. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1975.