Félix Lugerio Pena Díaz

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Plantilla:Personaje históricoFélix Lugerio Pena Díaz: Combatiente revolucionario cubano, Joven de una actividad generosa y fecunda, se distinguió como figura señera de nuestra historia, por su extraordinario valor y profunda visión política forjada en el quehacer revolucionario. Participó en actos de repudio, manifestaciones, asaltos a juntas electorales durante la componenda electoral del 1ro de noviembre de 1954; Participo en el combate de El Uvero y fue ascendido a comandante y designado jefe de la recién constituida Columna No.8 “Antonio López Fernández” –más tarde 18-.

Datos biográficos

Nació en Santiago de Cuba, el 26 de marzo de 1930, sus padres fueron Juan Pena Pupo y Elena Díaz Burgos. Su infancia y adolescencia se desarrollaron en un hogar humilde, donde era el más pequeño de 13 hermanos. A pesar de las penurias económicas de la familia, recibió una educación escolar estable, enriquecida con ejemplos de civismo en el hogar paterno; con el apoyo y aliento familiar terminó sus estudios primarios en la escuela pública. Matriculó en la Escuela Profesional de Comercio de Oriente, durante el curso escolar 1948-1949, época en que se acentuaba la lucha estudiantil en Santiago de Cuba contra el gobierno de Carlos Prío Socarrás: los jóvenes demandaban el reconocimiento oficial de la Universidad de Oriente y la construcción del edificio del Instituto de Segunda Enseñanza. Félix Pena se incorporó a la lucha y participó en la toma del Instituto, llamado el Viejo Caserón, y ahí fue donde se produjo su primer choque con las fuerzas públicas, cuando estas intentaron desalojar a los estudiantes que habían ocupado el recinto.

Principio

Ingresó en la Juventud Ortodoxa y en las filas opositoras a lo regimenes del autenticismo. En la Habana (1951), participó en un acto político, donde hizo uso de la palabra el doctor Fidel Castro Ruz.

El golpe de Estado llevado a cabo el 10 de marzo de 1952 por Fulgencio Batista y un grupo de ambiciosos oficiales ahítos de poder, sorprendió a Pena cuando cursaba el tercer año en la Escuela Profesional de Comercio. Con su arrojo peculiar participó en las demostraciones de repudio y estuvo presente en el parque Céspedes y en la Plaza de Marte, donde esperó las armas prometidas por el jefe del regimiento no. 1, coronel Álvarez Margolles para defender las libertades conculcadas por el dictador. Desde ese instante dedicó toda su energía a la lucha revolucionaria.

Escribió el manifiesto En píe contra el tirano, donde insertaba pensamientos de nuestro José Martí y convocaba a la lucha contra la tiranía.

Estuvo presente en la constitución del Directorio Estudiantil Revolucionario de Santiago de Cuba en abril de 1952. En la Escuela de Comercio, el 14 de mayo, juró la Constitución del 40 y rompió los Estatutos Constitucionales, impuestos por la ominosa tiranía.

Junto a Renato Guitart Rosell, Frank País, Pepito Tey y otros valiosos compañeros, ingresó en las filas de Acción Libertadora. Posteriormente lo hizo en el Movimiento Nacional Revolucionario. Después de los heroicos sucesos del asalto al cuartel Moncada estuvo junto a Frank, con quien fundó Acción Revolucionaria Oriental (ARO) y más tarde Acción Nacional Revolucionaria.

No obstante haber abrazado la lucha armada, se dio a la tarea de buscar mayor incorporación a las acciones y el 8 de mayo de 1953, Pena fundó el Bloque Estudiantil Martiano, Fue asiduo colaborador de la revista Mercurio, órgano oficial de esta organización.

Con su exhortación a la unidad de todos los centros de segunda enseñanza y el trabajo y proselitismo desarrollado por esta organización, logró la participación masiva de aquel estudiantado heterogéneo que agrupaba, junto a los más combativos, otros elementos indecisos y conservadores. Estos mismos jóvenes formados en la lucha integraron el segundo escalón del Movimiento 26 de Julio al organizarse, años después, las Brigadas Juveniles de Acción y Sabotaje, comandadas por Félix Pena.

Impactado por los sucesos del Moncada y la orgía de sangre desatada contra los asaltantes, más aun lo conmocionó el documento redactado por Fidel Castro, Para Cuba que sufre, también conocido como Manifiesto de la Nación.

Junto a Frank País, participó en la redacción del documento titulado Asesinato, que denunciaba los crímenes del Moncada.

Fue detenido el 26 de mayo de 1954 junto a José Lupiánez, Resides Almenares y Raúl Rodríguez: se les ocupó dinamita, varios rolos de mecha, fulminante, un fusil, balas y literatura subversiva. Fue puesto en libertad el 17 de agosto del propio año. A partir de su excarcelación, la persecución se hizo más violenta, y, aunque sobre él se cernía peligro de muerte, ello no logró amilanar su decidido espíritu combativo.

Partió para la capital y se reunió con el dirigente estudiantil Álvaro Barba Machado, el profesor universitario doctor Rafael García Bárcenas, José Antonio Echeverría Bianchi, Faure Chomón Mediavilla, José Wesbroock Rosales y demás líderes universitarios, con quienes estableció un fuerte lazo solidario de acción. Regresó a Santiago de Cuba y lo detuvieron junto a Eduardo Yasells Ferrer y otros dirigentes estudiantiles; pero salió absuelto el 19 de noviembre de 1954.

Principales acciones

Participó en actos de repudio, manifestaciones, asaltos a juntas electorales durante la componenda electoral del 1ro de noviembre de 1954, atentados dinamiteros y entrenamientos de tiro, a la vez que constituyó distintas células en los centros de segunda enseñanza.

El 28 de enero de 1955 organizó una manifestación en Santiago de Cuba que coincidió con el Desfile de las Antorchas en la Habana. Se produjeron varios encuentros con la fuerza pública y fue detenido junto a un numeroso grupo de estudiantes.

En su doble responsabilidad de líder estudiantil y combatiente clandestino, se le vio de nuevo en La Habana: hizo contacto con los dirigentes de la FEU, del Frente Cívico de Mujeres Martianas y de los centros de segunda enseñanza; se recopilaron varias armas y granadas, algunas entregadas por José Antonio Echeverría y Faure Chomón; multiplicó su actividad revolucionaria; participó en dos entrevistas con Fidel, en ocasión de la amnistía de los presos políticos el 15 de mayo de 1955.

Una vez más, fue detenido por los sucesos del 27 de noviembre de 1955; el compañero Manuel Roberto Juantorena Parra, -uno de los colaboradores más cercanos- le informó la decisión de Antonio López Fernández, Ñico, y la anuencia de Frank, para nombrarlo jefe de las Brigadas Juveniles de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.

En su doble carácter de líder estudiantil y combatiente clandestino, regresó a La Habana; contactó con los líderes de la FEU, las mujeres Cívicas Martianas y los centros de Segunda Enseñanza; consiguió armas; participó en dos entrevistas con Fidel luego de la amnistía a los presos políticos el 15 de mayo de 1955.

Organizó el Bloque de Juventudes Independientes, que días después pasó a llamarse Bloque de Juventudes Oposicionista, en el cual se integraron militantes de la Juventud Ortodoxa, la Juventud Auténtica y la Juventud Socialista Popular.

Tomó parte activa en el alzamiento de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956. Con la responsabilidad y disciplina que lo caracterizaban, entregó las escasas armas existentes a los grupos de acción. Ese día armado solo con una pistola que le entregara Frank y con algunas granadas facilitadas por Lupiáñez, cumplió junto a sus hombres la orden impartida por el Movimiento.

Ante el momentáneo fracaso pasó a la clandestinidad; realizó diversas acciones de sabotaje, atentados dinamiteros, desarme de elementos de la dictadura, toma de la estación de radio CMKR y continuó la ingente labor de reorganizar los grupos.

Los primeros meses posteriores al 30 de Noviembre fueron decisivos en su convicción de luchar hasta la muerte contra el régimen tiránico. Manos amigas intentaron sacarlo del país ante la amenaza de muerte que pendía sobre él, lo que rechazó enérgicamente.

Fue seleccionado entre los primeros combatientes enviados por Frank para la Sierra Maestra, con la finalidad de reforzar el pequeño y aguerrido grupo del Granma, comandado por Fidel. El 3 de marzo de 1957 llegó al campamento conocido por El Marabuzal y el día 24 del propio mes se encontró con Fidel y los expedicionarios. Fue ascendido por el líder de la Revolución a teniente y nombrado jefe de escuadra en el pelotón del entonces capitán Juan Almeida Bosque.

Participo en el combate de El Uvero, al decir del Che, "[...] la victoria que marcó la mayoría de edad de nuestra guerrilla", y resultó herido de bala en una rodilla. Al reincorporarse a la columna, pasó al pelotón del entonces capitán Raúl Castro Ruz y participó en los combates de Palma Mocha, Jibaro, El Salto, Chapala y Pino del Agua II.

El 27 de febrero de 1958, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, le asignó la honrosa misión de abrir el Segundo Frente al recién ascendido comandante Raúl Castro. Se organizó presurosamente la Columna No. 6 "Frank País", la cual quedó constituida por 67 veteranos guerrilleros. Pena estuvo entre los primeros seleccionados, fue ascendido al grado de capitán y nombrado jefe del pelotón de vanguardia.

A las 3:30 de la tarde del 1ro de marzo, recibió la orden de partida e inició la marcha desde el lugar conocido por la Pata de la Mesa, donde radicaba la comandancia de Ernesto Guevara de la Serna, Che. Junto a Raúl efectuó el cruce al Segundo Frente, el cual quedó abierto oficialmente el 11 de marzo, en Piloto del Medio.

El 13 de marzo, Pena participó en la toma del poblado de Paraíso y en la detención de un grupo de alzados no autorizados por el Movimiento, que mantenía en constante pánico a la población. Félix acompañó al jefe del frente, comandante Raúl Castro en su extenso recorrido por la zona y en la frustrada operación La Niña.

De regreso a Santa Catalina, llegó la noticia de la muerte en el combate de Imías del capitán Ciro Frías Cabrera, jefe de la compañía E que operaba al este de Guantánamo. El día 9, el jefe del frente le impuso de su nueva misión y lo envió para sustituir al glorioso capitán, caído valientemente en la acción de apoyo a la Huelga de Abril.

La labor desplegada por el nuevo jefe guerrillero estuvo dirigida, inicialmente, a la reestructuración del mando, la creación de un sistema de defensa por medio de avanzadas que pudieran asestarle significativos golpes al enemigo y pasar con posterioridad a operaciones de mayor envergadura.

Su ascenso a comandante

Bajo su acertada dirección se desarrolló un intenso trabajo político con la tropa y los habitantes de la región. Estimuló la organización de asociaciones campesinas, impulsó la atención médico-sanitaria en los poblados y, en cuanto a la educación, puso especial énfasis en la incorporación de maestros y la apertura de un gran número de escuelas, tareas todas por las que mereció especial felicitación del comandante Raúl Castro. Por decreto del jefe del frente, el 3 de septiembre de 1958, fue ascendido a comandante y designado jefe de la recién constituida Columna No.8 “Antonio López Fernández” –más tarde 18.

Entre las principales acciones libradas exitosamente durante los últimos meses de campaña, tuvo singular importancia para el frente la emboscada organizada y dirigida por Pena, el 4 de noviembre en Guamá, en la cual le causaron 45 bajas al enemigo y obtuvieron cerca de 50 armas de guerra con las que se fortaleció notablemente el poderío de la columna. Diez días después se produjo la brillante victoria obtenida por las Columnas 18 y 6-"Juan Manuel Ameijeiras"-, en la toma de Imías, con un saldo de más de cien bajas enemigas, entre muertos, heridos y prisioneros, incluido su capitán y la ocupación de gran cantidad de armas y municiones.

La victoria

Con la fuga del tirano el 1ro de enero de 1959, entraron en la ciudad de Guantánamo las fuerzas rebeldes de las Columnas 6, 8 y 20, que comandaban Efigenio Ameijeiras Delgado. Félix Pena Rodríguez y Dametrio Montseny, Villa, respectivamente.

Hizo su entrada triunfal en Santiago de Cuba al mando de su columna, el día 3 de enero e instaló la jefatura en las inconclusas construcciones del hospital provincial. Fue designado jefe del Batallón "Frank País" y comenzó a trabajar por la consolidación de la Revolución en el poder.

Como presidente del tribunal que juzgó a los pilotos por los crímenes cometidos contra la población, fue desacertado en la imposición de las condenas. En ello influyó su falta de experiencia en estos procederes. Este infortunado hecho pesó para el resto de su vida.
Félix Pena fue trasladado a La Habana con el objetivo de recibir instrucciones.

Su muerte

El día 14 de abril de 1959, de la manera en que había vivido, decidió morir. Antes de traspasar el umbral de la muerte, dejó una sencilla nota donde expresaba su motivo: "Esta actitud que asumo es motivada por asuntos personales, por lo que en manera alguna debe inmiscuirse a la política. Félix Pena". Se había creado un estado de opinión pública desfavorable acerca del juicio a los pilotos y la vergüenza de este joven lo llevó a tomar tan lamentable decisión.

Gran conmoción causó la muerte del combatiente guerrillero en todos los sectores de la población.

Se le rindieron honores militares, el pueblo santiaguero se volcó para acompañar hasta su última morada a quien fuera uno de sus hijos más pródigos.

Fuentes

  • Colectivo de autores. Hijos de su tiempo, Columna No. 18 “Antonio López Fernández”, Editorial Verde Olivo, 2007.
  • Museo Comandancia Columna No. 18 “Antonio López Fernández”, Puriales de Caujerí, San Antonio del Sur, Guantánamo.