Francisco Soto Hernández
{{Personaje_histórico|nombre=Francisco Soto Hernández |imagen= Francisco Soto Hernández.jpg|descripción=|lugar_de_nacimiento=Camaguey, Cuba|fecha_de_nacimiento=17 de marzo de 1921|fecha_de_fallecimiento=28 de mayo de 1957|lugar_de_fallecimiento=Santiago de Cuba
Francisco Soto Hernández. Nace en el central Violeta, hoy 1ro de enero, en Camagüey, el 17 de marzo de 1921. Hijo de Tomás Soto y Rosa Hernández naturales de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias
Niñez
Su niñez y juventud transcurrieron en el poblado de Cueto y sus alrededores, en la provincia de Oriente. Las primeras letras y el oficio de herrero los aprendió en una herrería del vecindario Ya a los 11 años sabe herrar. A los 14 se inició como minero y gana así sus primeros jornales y a los 18 años es barrenero en las minas. Este peligroso trabajo estaba en concordancia con su temperamento y con su fortaleza física.
Adultez
Francisco Soto de carácter afable y de una gran sensibilidad para repudiar todo acto injusto, amaba la vida del campo, del mar, la natación, la pesca, la pelota y el ajedrez eran sus deportes favoritos. En 1944 se traslada para Banes, donde comienza a trabajar como estibador de almacenes de víveres. Allí conoce a Silvia Lidia Rojas Cruz con quién se casó y tuvo una niña llamada Esther Francisca. En cierta ocasión se negó a cumplir una orden del dueño del almacén donde trabajaba, por estimarla injusta y perjudicial al pueblo, hecho que trajo como consecuencia que lo despidieran del trabajo. En 1947 a solicitud de un pariente se traslada a la Habana y comienza en ese año a prestar servicio como miembro de la policía. A los 6 días se insubordina y se niega a formar filas, por lo que es encarcelado en La Cabaña donde fue obligado a realizar trabajos forzados. Su esposa realiza gestiones y logra que lo pongan en libertad. Pide su traslado para Banes. Aquí tendría que sufrir las consecuencias de vivir en un país donde predominaba la más profunda corrupción política y administrativa, ya que al llevar detenido al hijo del concejal, que operaba un banco de bolita, se le castigó trasladándolo, primero a Manzanillo y luego a Niquero. Por motivos del suceso del 26 de julio en Santiago de Cuba y Bayazo protagonizados por los heroicos combatientes dirigidos por Fidel, Francisco Soto expresa simpatía por esa acción y fue detenido y licenciado. Regresa a Banes, donde comienza a combatir a Batista. Posteriormente se vincula al M-26-7 teniendo como jefe a Marcos Esperance. Reúne en su casa a los pescadores de Punta de Mulas, con los que mantiene estrechas relaciones, a menudo forma grupos de jóvenes y los lleva a la playa Torrenteritas, donde les enseña a manejar las armar y a darles mantenimientos, ya que las mismas permanecían enterradas en una casa de familia. El 1ro de marzo de 1957 es llamado por Frank País desde Santiago de Cuba. De aquí sale formando parte del primer contingente de refuerzo enviado por Frank a Fidel a la Sierra Maestra. Su despedida es un beso fuerte a la abuela María Lara.
Muerte
Forma parte en las distintas actividades de adiestramientos guerrilleros realizados por el Ejército Rebelde antes del ataque al Uvero y finalmente participa en este importante combate el 28 de mayo de 1957 donde cae valientemente frente a las balas enemigas, cuando trataba de forzar una de las postas del ejército de la dictadura, lo que debía dar acceso a los hombres de su pelotón al cuartel.
