Hinduismo

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Hinduismo
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Concepto:Religión originaria de la India

Hinduismo, una de las religiones más extendidas e importantes del mundo, no sólo por su número de fieles (estimados en más de 800 millones de individuos), sino también por la profunda influencia que ha ejercido en muchas otras religiones durante su larga e ininterrumpida historia, que comenzó más o menos en el 1500 a.C.

Historia

Hinduismo, religión originaria de la India donde la mayoría de sus habitantes sigue profesándola en la actualidad. Sus fieles la practican aún cuando han emigrado desde dicho país hacia el resto del mundo, no posee fundador, no es una religión homogénea ni una filosofía, sino un conjunto de creencias metafísicas, religiosas, cultos, ritos, principios morales y costumbres que conforman una tradición común, en la que no existen ni dogmas definidos, ni una organización central.

En lo que llamamos "hinduismo" confluyen concepciones de la divinidad, del ser humano y del mundo diferentes y hasta contradictorias entre sí, conviviendo pacíficamente en una tradición religiosa común, llamada en sánscrito: "Sanâtana Dharma" (orden eterno). Lo importante no son tanto los contenidos doctrinales, sino el comportamiento correcto, el rito correcto, la religiosidad bien vivida.

El término hindú deriva de la palabra sánscrita sindhu (río, refiriéndose al río Indo); durante el siglo V a.C., los persas utilizaban ese nombre para referirse a aquellos que vivían en las tierras del Indo. Los hindúes se definen a sí mismos como “aquellos que creen en los Veda” o “aquellos que siguen los cuatro tipos (varnas) de caminos (dharma) y etapas de la vida (ashramas)”.

Esta religión ha recibido influencia de otras religiones pues tiene una extraordinaria capacidad para absorber e integrar elementos foráneos contribuyendo de forma notable al sincretismo de la religión y a la asimilación de una gran variedad de creencias y prácticas religiosas. Se le ha otorgado el carácter de sistema doctrinal y social el cual se extiende a todos los aspectos de la vida humana.

Principios fundamentales

Las normas o cánones del hinduismo se definen en relación con lo que las personas hacen, en el seno del hinduismo se encuentra una mayor uniformidad de acción que de creencias.

El hinduismo divide la sociedad en cuatro castas, o estratos sociales bien definidos:

  • Los sacerdotes brahamanes
  • Los nobles y guerreros kshatriya
  • Los comerciantes (vaisya) y los artesanos (sudra).
  • Los sin casta, o parias (intocables).
  • La mayoría de los hindúes cantan el himno del gayatri al amanecer.
  • Veneran a Siva, Visnú y la diosa Devi, pero también adoran a centenares de deidades menores.
  • Hay prácticas como el reverenciar a los brahmánes y a las vacas.
  • La prohibición de comer carne (en especial la de vacuno).
  • Contraer matrimonio sólo con un miembro de la misma casta (jati) con la esperanza de tener un heredero varón.


Cada individuo percibe un modelo para vivir que ha de seguir y que confiere orden y sentido a su vida. En el hinduismo no existe una jerarquía doctrinal ni eclesiástica, pero la complicada estratificación social, inseparable de la religión, da a cada persona la sensación de ocupar una posición dentro de este enorme grupo humano.


Filosofía

El origen espiritual del Hinduismo se encuentra en las Vedas, colección de escrituras antiguas escritas por sabios anónimos, los llamados profetas Védicos. Hay cuatro Vedas, la más antigua de ellas es el Rig Veda. Escrito en sánscrito antiguo, el idioma sagrado de la India, las Vedas se han mantenido como la más alta autoridad religiosa para muchas de las secciones del Hinduismo. Cada una de las Vedas consiste de varias partes que fueron compuestas en diferentes períodos, probablemente entre 1500 y 500 años a.C. La parte más reciente es la llamada Upanishad que contiene la esencia del mensaje espiritual del Hinduismo. Ha guiado e inspirado a los sabios hindúes en los últimos 25 siglos de acuerdo al consejo dado en sus versos:


“Tomando como un arco el gran arma del Upanishad,

Debes de colocar sobre él una flecha afilada por la meditación.

Estirarlo con un pensamiento dirigido a la esencia de Aquello

Y penetrar, amigo mío, aquel Imperecedero como el blanco”


La base de todo el Hinduismo, es la idea de que la plétora de cosas y eventos que rodean al hombre no son sino diferentes manifestaciones de la misma realidad última. Esta realidad, llamada Brahmán, es el concepto cohesionador que le da su carácter de unidad al Hinduismo, a pesar de la veneración de variados dioses.

Brahman, la realidad cúspide, final, se entiende como el “alma” o esencia interior de todas las cosas. Es infinita y más allá de cualquier concepto; no puede ser comprendida por el intelecto ni puede ser adecuadamente descrita con palabras:

“Brahman, sin comienzo, supremo: más allá de lo que es y más allá de lo que no es” “Incomprensible es aquella Alma Suprema, ilimitada, no nacida, no puede racionalizarse, impensable”.

Aun así la gente quiere hablar sobre esta realidad y los sabios hindúes con su característico gusto al mito se han imaginado Brahman como divino y hablan sobre Aquello en un lenguaje mitológico. A los diversos aspectos de lo Divino se les ha dado distintos nombres de variados dioses venerados por los hindúes, pero las escrituras dejan muy en claro que no son más que reflejos de una única realidad última:

Tema recurrente en la mitología hindú es la creación del mundo a través del auto-sacrificio de Dios “sacrificio” en el sentido original de “hacer sagrado” y así Dios se transforma en el mundo que, al final, nuevamente se transforma en Dios. Esta actividad creadora de lo Divino se llama lila, el juego de Dios, y el mundo se considera una etapa de la obra teatral divina. El mito de lila, como la mayoría de la mitología hindú, tiene un fuerte sabor mágico. Brahmán es el gran mago que se transforma en el mundo y realiza este acto con su “poder creador mágico”, que es el significado original de maya en el Rig Veda. La palabra maya, uno de los términos más importantes en la filosofía hindú, ha cambiado de significado a través de los siglos. Desde “poder” o “fuerza” del divino acto o mago, se transformó en el estado psicológico de cualquier persona bajo el hechizo de la obra teatral mágica. Mientras confundamos la infinidad de formas de la divina lila con la realidad, sin percibir la unidad de Brahman dentro de todas estas formas, estamos bajo el hechizo de maya. Por lo tanto, maya, no significa que el mundo es una ilusión, como equivocadamente se dice. La ilusión meramente se encuentra en cada punto de vista, si pensamos que las formas y estructuras, cosas y eventos, que rodean al hombre son realidades de la naturaleza, en vez de darnos cuenta de que ellos son conceptos creados por las propias mentes empeñadas en medir y categorizar. Maya es la ilusión de tomar estos conceptos por realidades, de confundir el mapa con el territorio.

En la visión hindú de la naturaleza, por lo tanto, todas las formas son relativas, fluidas, el siempre cambiante maya, conjurado por el gran mago de la divina obra teatral. El mundo de maya cambia continuamente pues el divino lila es una obra rítmica y dinámica. La fuerza dinámica de la obra es karma, otro concepto importante del pensamiento hindú. Karma. Es un principio activo de la obra, la acción total del universo, donde todo está dinámicamente conectado con todo el resto. “Karma es la fuerza de la creación, de la cual todas las formas obtienen su vida”. Liberarse del conjuro de maya, romper las ataduras de karma, significa darse cuenta de que todo fenómeno que percibimos con los sentidos es parte de la misma realidad. Significa experimentar, completamente y personalmente, que todo, incluyéndose uno mismo, es Brahman. Esta experiencia es llamada moksha, o “liberación” en la filosofía hindú y es una parte de la esencia del hinduismo.

Entre las formas de lograr la liberación se encuentra el yoga, palabra que significa “colocar un yugo”, “unir” y que se refiere a la unión del alma del individuo a Brahman. La mente occidental se confunde fácilmente con el número fabuloso de dioses y diosas que pueblan la mitología hindú en sus variadas apariciones y encarnaciones. El '''Bhagavad-Gita''' describe tres caminos para lograr la realización religiosa: el sendero de los trabajos o karma (aquí se mencionan actos de sacrificio y rituales), el sendero del conocimiento o jnana (la meditación upanisádica de la divinidad) y el sendero de meditación, una apasionada devoción por Dios o bhakti, un ideal religioso que vino a combinar y a hacer de los otros dos senderos, una vía más trascendente. Los hindúes han logrado pues conciliar su monismo vedántico con su politeísmo védico: todos los dioses hindúes individuales (de los que se dice son saguna, 'con atributos') están sometidos al espíritu universal o Brahman (nirguna, 'sin atributos'), del cual emanan todos. Por lo tanto, la mayoría de los hindúes rinde tributo (a través del bhakti) a dioses a quienes adoran en los rituales (a través del karma) y a los que entienden (por medio del jnana) como aspectos de la última realidad, el reflejo material del que todo lo que existe es una ilusión (maya) creada por Dios con mucho.

Dioses

La triple manifestación del Dios supremo, conocido como la trinidad hinduista (Trimurti), son Brahma, Visnú y Siva, creador, conservador y destructor respectivamente. Aunque estos son los dioses principales, el panteón hindú cuenta con la increíble cifra de 330 millones de dioses. Cada dios posee múltiples avatares. Un avatar es una reencarnación del dios sobre la tierra.

A pesar de que los hindúes reconocen la existencia e importancia de muchos dioses y semidioses, la mayoría de los fieles son, en primer lugar, devotos de un solo dios o diosa; entre éstos, los más populares son Siva, Visnú y la Diosa (Devi).

  • Siva encarna los aspectos aparentemente contradictorios del dios de los ascetas y del dios fálico, cuyo símbolo fálico (linga) constituye el punto central y sacrosanto de todos los templos dedicados a él y de todos los hogares de sus adoradores; se dice que su priapismo fue el resultado de su castración, con el consecuente culto de su símbolo fálico sin cuerpo. Además de esto, se dice que Siva se habría hecho presente en la Tierra bajo distintas formas humanas, animales y vegetales.
  • Visnú Es el dios hindú de la preservación y la bondad, es adorado como un dios que está en todas partes (dios supremo para sus adoradores), el dios de cuyo ombligo brotó una flor de loto, dando a luz al creador (Brahma). Visnú creó el Universo, separando el cielo de la tierra. También se le adora bajo la forma de muchos avatares, dioses que descienden al mundo (o encarnaciones, en un sentido aproximado). Muchos de ellos son animales que suelen aparecer en la iconografía hindú: el pez, la tortuga y el cerdo.
  • el hombre león Narasimha (que destripó al demonio Hiranyakashipu); el Buda (que se encarnó con el fin de enseñarles una doctrina falsa a los demonios piadosos).
  • Rama (el héroe del Ramayana), y Krishna (héroe del Mahabharata y del Bhagavata-Purana). Se dice que ambos son encarnaciones de Visnú, a pesar de que en un comienzo fueron héroes humanos.


  • la Diosa, DeviEn algunos mitos, Devi es la primera que propone el movimiento, la acción, liderando el grupo de dioses masculinos para que realicen las labores de creación y de destrucción. También se muestra como Durga, a la que nadie se puede acercar, quien en la gran batalla mata a Mahisha, el demonio búfalo.

En muchos cultos tántricos, a la Diosa se la identifica con Radha, la consorte de Krishna.También hay representaciones más pacíficas de la Diosa, generalmente bajo la forma de las esposas de los dioses más importantes: Lakshmi, la sumisa, la dócil esposa de Visnú que se muestra como una fértil diosa; Parvati, esposa de Siva e hija del monte Himalaya; Ganga la gran diosa del río el Ganges, a quien también se la adora de forma independiente, se dice que es una de las esposas de Siva; a Sarasvati, la diosa de la música y de la literatura y esposa de Brahma, se la asocia con el río Saraswati. Muchas de las diosas locales de la India (como Manasha, la diosa de las serpientes en Bengala, y Minakshi en Madurai) están casadas con dioses, mientras que a otras como Shitala, diosa de la viruela, se las rinde culto por sí mismas. Estas últimas diosas son temidas por sus indomables poderes y mal carácter, y por sus arranques de cólera. Hay algunos dioses menores que están incluidos en el panteón central porque se les identifica con los dioses más importantes o con sus hijos o amigos.

  • Hanuman (el dios mono) aparece en el Ramayana como el ingenioso asistente de Rama en el sitio de Lanka. Skanda (el general del ejército de los dioses) es hijo de Siva
  • Parvati. Ganesha el dios con cabeza de elefante, dios de los escribas y mercaderes, quien ayuda a eliminar los obstáculos, es invocado fervorosamente al comienzo de cualquier negocio importante.

Cultos y ritos

Desde el más importante hasta el menos trascendente de los dioses hindúes es objeto de veneración tanto en ceremonias públicas como en el ámbito de la intimidad familiar. Dadas las bases sociales del hinduismo, los actos más importantes son aquellos en los que se incluyen ritos de paso (samskaras)

  • El nacimiento y cuando el niño come por primera vez comida sólida (arroz).
  • El primer corte de pelo (para un niño)
  • La purificación después de la primera menstruación (para una niña)
  • El matrimonio
  • La bendición para las embarazadas, para que tengan un hijo varón y para asegurar así un parto sin dificultades y que el niño sobreviva los seis primeros días después del nacimiento, que son los más peligrosos (para lo cual se encomiendan a Shashti, la diosa del Seis).
  • Las últimas ceremonias son las de la muerte (cremación y, si es posible, que las cenizas sean esparcidas por el Ganges, el río sagrado)
  • La ofrenda anual a los antepasados muertos. De estos últimos, el más notable es el del pinda, una bola de arroz y de semillas de sésamo que entrega el hijo mayor del difunto, para que el fantasma de su padre pueda salir del limbo y renacer.

Como parte del ritual diario (por lo general realizado por la esposa, quien se supone tiene más poder para interceder ante los dioses)

  • Los hindúes ofrecen (puja) frutas y flores ante un pequeño altar instalado en la vivienda.
  • Ofrendas a serpientes locales, árboles o a espíritus oscuros (benevolentes y malévolos) que moran en su propio jardín, en cruces de caminos o en otros sitios del pueblo considerados mágicos.
  • Muchos poblados y ciudades de diferentes tamaños tienen templos donde los sacerdotes celebran ceremonias durante todo el día: rezan al amanecer y emiten ciertos tipos de sonidos para despertar al dios que es santo entre los santos (la garbagriha o casa matriz); lavan, visten y abanican al dios, lo alimentan y distribuyen los restos de la comida (prasada) entre sus fieles.
  • El templo también constituye un centro cultural donde se cantan canciones, se leen los textos sagrados en voz alta (tanto en sánscrito como en lengua común) y se celebran rituales al anochecer.
  • Por lo general, una vez al año y durante ciertos días especiales, la imagen del dios recorre todo el complejo de culto sobre unas magníficas carrozas de madera tallada (ratha).
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  • Muchos lugares sagrados o santuarios, como el de Rishikesh en el Himalaya o el de Benarés en el Ganges, son objeto del peregrinaje de fieles procedentes de todas las zonas de la India.
  • En Bengala, la visita que hace la diosa Durga a su familia y luego su retorno al lado de Siva, su marido, se celebra cada año en Durgapuja. Se reproducen imágenes de la diosa en papel maché, figuras a las que se les rinde culto por diez días, y que más tarde, en una dramática ceremonia que se celebra a medianoche, son arrojadas al Ganges. Todo esto va acompañado del retumbar de tambores y la luz de las velas.
  • Algunos festivales se celebran en toda la India: Dīvālī, el festival de las luces a comienzos del invierno, y Holi, el carnaval de la primavera, en el que los diferentes miembros de todas las castas se mezclan, sueltan sus cabellos y se mojan unos a otros con cascadas de polvo rojo y agua, lo que probablemente simboliza la sangre que quizás utilizaban siglos atrás.

Fuente