José Agustín Caballero

Plantilla:Personaje científicoJosé Agustín Caballero, filósofo cubano, fue uno de los más importantes representantes de la Ilustración Reformista criolla de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, movimiento de ideas vinculado al acelerado desarrollo azucarero de la época que inició la reforma de los estudios filosóficos en Cuba. En 1774 ingresó en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, en La Habana. En la Universidad de San Jerónimo de La Habana obtuvo los grados de Bachiller en Artes (1781), Bachiller en Sagrada Teología (1787) y Doctor en Sagrada Teología (1788). En 1781 vistió hábitos clericales. Ocupó la cátedra de Filosofía del Seminario de San Carlos entre 1785 y 1804, pasando luego a ocupar la de Escritura y Teología Moral. Miembro de la Sociedad Patriótica de La Habana desde 1793 donde presidió la Sección de Ciencias y Artes. Participó en la creación del Papel Periódico de la Havana (1790) y fue su primer redactor. Fue censor de la Sociedad Patriótica (1793), censor eclesiástico (1799) y censor de los papeles públicos en 1811, al decretarse la libertad de imprenta. En 1830 es nombrado individuo de mérito de la Sociedad Patriótica. Murió en 1835, en el Seminario de San Carlos, donde estudió y ejerció el magisterio.


Vida y obra:

La actividad de Caballero se inscribe en su totalidad en los esfuerzos reformistas de la elite colonial, dirigidos a reformular el ordenamiento tradicional en función de los intereses locales. Su obra es particularmente amplia y multifacética entre 1790 y 1811, e incluye una serie de artículos de diverso corte en el Papel Periódico de la Havana, junto a otros escritos pedagógicos, sociales y políticos. Se destacó además como orador, en particular con sus Elogios a Cristóbal Colón (1796), Luis de las Casas y Arragorri (1801), Nicolás Calvo de la Puerta (1801) y José Manuel González Cándamo (1801). Abogó por la reforma general de los estudios y la introducción de las ciencias experimentales, el aprendizaje de idiomas extranjeros y el conocimiento de la lengua materna. Criticó con dureza el aristotelismo predominante en la Universidad dominica de La Habana. Introdujo en sus lecciones de Filosofía, por vez primera en Cuba, las doctrinas sensualistas de Locke y Condillac, así como elementos de la física newtoniana.

Su Discurso sobre la Física (1791) y Discurso filosófico (1798), publicados en el Papel Periódico de la Habana, fueron los ataques más descarnados contra la escolástica en Cuba a finales del siglo XVIII. En ellos aboga por la observación directa de la naturaleza y el desarrollo de las ciencias experimentales, así como la libertad de pensamiento entendida como libertad de elección y rechazo a la autoridad en filosofía. Con ello Caballero se acerca a las fórmulas de oposición a la escolástica en la época de su crisis en España y sus posesiones coloniales. En 1797 escribe Philosophia electiva, primer esfuerzo de sistematización de los conocimientos filosóficos en Cuba, utilizado como texto en sus clases del Seminario de San Carlos. Este cuaderno da inicio a la tradición electiva en el pensamiento cubano. Su Exposición a las Cortes Españolas (1811) es uno de los primeros proyectos de gobierno autonómico para Cuba y un ejemplo de aplicación del instrumental teórico de la Ilustración al análisis político y a la elaboración de proyectos enraizados en la realidad colonial.

Obras más significativas:

Philosophia electiva 1ra edición: La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1944, edición bilinge; 2da edición: en Caballero, José Agustín: Obras. La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 1999, pp. 101-159. Discurso sobre la Física. Papel Periódico de la Habana, 1ro de septiembre de 1791; en Escritos varios. La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1956, t. 1, pp. 10-14; en Obras, ed. cit., pp. 161-164; Discurso filosófico. Papel Periódico de la Habana, 1ro y 14 de marzo de 1798; en Escritos varios, ed. cit., t. 1, pp. 129-134; en Obras, ed. cit., pp. 164-166; Exposición a las Cortes Españolas, en Zayas, Alfredo. Discursos y conferencias. La Habana, 1942, t. 1, pp. 203-219; en Escritos varios, ed. cit, t. 1, pp. 248-287; en Obras, ed. cit., pp. 214-236; parcialmente en Pichardo, Hortensia. Documentos para la historia de Cuba. La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 1986, t. 1, pp. 211-216.

Bibliografía general:

Agramonte, Roberto. Estudio preliminar,.en Caballero, José Agustín. Philosophia Electiva. La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1944, pp. LV-C y José Agustín Caballero y los orígenes de la conciencia cubana. La Habana, Universidad de La Habana, 1952; Birgit, Gerstenberg. El inicio de la ilustración filosófica cubana. Islas, Santa Clara; Universidad Central de Las Villas, no. 82, sept-dic., 1985; Buch, Rita. El Seminario de San Carlos y San Ambrosio como taller de la nación cubana, en Debates historiográficos. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1999, pp. 69-108; Leiva Lajara, Edelberto. Estudio introductorio, en Caballero, José Agustín. Obras. La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 1999, pp. 1-98; Vitier, Medardo. El padre José Agustín Caballero. Revista Universidad de La Habana, año VII (1943), pp. 78-89 y Las ideas y la filosofía en Cuba. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1970; Zayas, Alfredo. El Presbítero D. José Agustín Caballero: su vida y sus obras. Revista cubana. La Habana, Imprenta de Alvarez y Cía, 1891;
Philosophia Electiva. 1ra ed. La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1944, edición bilinge.
Philosophia electiva es la primera obra filosófica escrita en Cuba. Es un tratado de Lógica y el primero de cuatro libros que su autor tenía proyectado escribir. El dilema continuidad-ruptura, siempre presente en el texto, y las soluciones ofrecidas a un amplio espectro de cuestiones identifican a Caballero como un pensador de la transición de la escolástica al pensamiento moderno en Cuba. La huella de Descartes es amplia y profunda, si bien con frecuencia se trata de reelaboraciones previas por otros pensadores y escuelas. Entre ellos son importantes la lógica de Port Royal y la teorización de fundamento cartesiano de Francés Jacquier y Benito Díaz de Gamarra. El fundamento de la actitud filosófica de Caballero es la libertad de elección entre los sistemas y doctrinas de la época, con el objetivo de interpretar y comprender la realidad cubana. Sin embargo, los intentos de conciliar tradición e innovación caracterizan Philosophia electiva. Caballero rechaza la escolástica, pero con frecuencia no logra superar sus límites, siquiera en lo formal.


Afirma que la filosofía es el conocimiento cierto y evidente de todas las cosas por sus últimas causas, logrado con la sola luz natural. El conocimiento cierto y evidente equipara al claro y distinto de Descartes. La luz natural es la luz de la razón, que diferencia este conocimiento de la teología. No obstante, la emancipación de la filosofía no se ha materializado en Caballero. Después de definirla como se ha visto, afirma que no se debe buscar su origen sino en Dios, de quien la recibió Adán. Clasifica las ideas en innatas, adventicias y facticias. Diferencia tres clases de verdad: metafísica, moral y lógica. Si alguna sentencia filosófica se encuentra en contradicción manifiesta con una verdad revelada, la primera es indudablemente falsa porque la Filosofía, como la razón humana, debe estar subordinada a la autoridad sagrada. Caballero no intenta superar el silogismo en su función argumentativa, sino exhorcizarlo de la sutileza escolástica. Cuando explica el silogismo, deja sentado que considera absurda toda una serie de elaboraciones escolásticas al respecto, que considera confusas y absolutamente bárbaras.


En la obra se expone un sensualismo moderado, pues los sentidos pueden engañarnos, al tiempo que existen ideas divorciadas de la experiencia sensista. Caballero potencia el papel de la razón en la obtención y elaboración del conocimiento. La actitud positiva hacia el papel activo del sujeto en el proceso de conocimiento influyó en la posterior evolución del pensamiento filosófico cubano, en especial en Félix Varela, que intentó concretar las condiciones de utilidad del instrumental lógico en su aplicación al estudio de la realidad cubana.


Philosophia electiva muestra los fuertes lazos que vinculan a su autor con el pasado teórico del criollo, de rancia estirpe escolástica. La opción electiva no contradice esta filiación, pero está fuertemente condicionada por ella. En consecuencia, los conocimientos de Caballero superan con amplitud los marcos de los autores escolásticos, pero no es casual la fuerte influencia del cartesianismo. El dualismo que permea la obra de Descartes, su método racionalista, su defensa del innatismo de ciertas ideas y representaciones, se avienen al universo ideológico del padre Caballero mucho mejor que otros sistemas. El principio electivo se halla aquí más en función de purgar la escolástica de aquellos aspectos que venían sometiéndose a crítica en Europa desde el siglo XVII, que en la de crear un instrumental capaz de hacer inteligible el universo insular, bajo las nuevas condiciones en que lo colocaba la expansión azucarera.
Ediciones: 1ra edición: La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1944, edición bilinge; 2da edición: en Caballero, José Agustín: Obras. La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 1999, pp. 101-159.


Bibliografía:

Agramonte, Roberto. Estudio preliminar, en Caballero, José Agustín. Philosophia Electiva. La Habana, Editorial de la Universidad de La Habana, 1944, pp. LV-C y José Agustín Caballero y los orígenes de la conciencia cubana. La Habana, Universidad de La Habana, 1952; Buch, Rita. El Seminario de San Carlos y San Ambrosio como taller de la nación cubana, en Debates historiográficos. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1999, pp. 69-108. Leiva Lajara, Edelberto. Estudio introductorio, en Caballero, José Agustín. Obras. La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 1999, pp. 1-98.

Fuente:

http://biblioteca.filosofia.cu/