José María Pérez Capote

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Plantilla:Personaje históricoJosé María Pérez Capote: Líder sindical y comunista. Luchador incansable en contra de la sangrienta dictadura de Gerardo Machado.

Síntesis biográfica

Nació en una familia campesina en San Antonio de los Baños el 29 de septiembre de 1911. Sus padres se mudaron a las barriadas de Jacomino en la capital, intentando mejorar la situación económica. Desde entonces comienza a relacionarse con un gran número de obreros que influyeron desde temprano en la formación proletaria del futuro líder de los trabajadores del transporte. Identificado desde su adolescencia con todas las causas populares, obreras y estudiantiles, participó en manifestaciones antimachadista en ocasiones del asesinato de Rafael Trejo y en otras acciones. Se sumergió en la lucha clandestina y se incorporó como trabajador de la terminal de Platino de las rutas 16, 17 y 18. Por las noches estudiaba en el Centro de Dependientes del Comercio.

Su andar revolucionario

Su andar revolucionario comenzó en la década de los años 30 durante las luchas contra otra sangrienta dictadura: la de Gerardo Machado.

Precisamente en 1932, José María Pérez, sin pertenecer aún al sector del transporte, organizó como miembro de la Liga Juvenil Comunista la huelga de choferes de la Empresa de Ómnibus Cuba S.A., la cual arbitrariamente lanzó a la desocupación a más de 700 empleados.

Al año siguiente toma parte en un movimiento huelguístico de la citada empresa cuya magnitud sumó a trabajadores de otros sectores, paralizó la vida económica del país y derrocó por último al régimen machadista.

Las demandas planteadas por José María Pérez, en representación de sus hermanos de clase, fueron conquistadas en su mayoría: la reposición de los desplazados, la creación del escalafón laboral y la pareja de chofer y cobrador para cada carro, así como aumentos salariales y supresión del despido arbitrario por parte de la patronal.

En el 1935 consiguió formar el primer sindicato de transporte y en el 1936 pasó a la Secretaria General de Empleados y Obreros de Ómnibus Alidos. En 1938 lideró la fundación de la Federación de trabajadores de la provincia de la Habana y participó al siguiente año en la constitución de la confederación de trabajadores de Cuba.

Pronto sus compañeros en la terminal de ómnibus donde laboraba en La Habana lo nombran miembro del comité sindical y forma parte del Departamento Juvenil de la Confederación Nacional Obrera de Cuba(CNOC).

Trabajó en el establecimiento del Centro Benéfico Jurídico. Fomentó en Lawton una escuela para 200 niños hijos de trabajadores y promovió centros culturales en los paraderos de varia rutas.

En 1940 lo eligieron suplente a la Asamblea Constituyente y poco mas tarde Representante a la Cámara.

Marzo de 1935. Una poderosa huelga general estremece a la nación y es ahogada en sangre por el régimen de turno al servicio del imperialismo yanqui.

No obstante el duro revés para el proletariado, José María Pérez interviene junto a otros combatientes proletarios en la dura misión de reconstruir el movimiento sindical sobre bases unitarias y de ese modo legalizó la Federación de Transporte de La Habana de la cual fue elegido como secretario general.

Su autoridad y prestigio lo hicieron merecedor de estar entre los fundadores de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), en enero de 1939. En 1940 lo eligieron suplente a la Asamblea Constituyente y poco mas tarde Representante a la Camará.

Al producirse en 1947 la división del movimiento obrero por parte de gangsters sindicales amparados por el gobierno y pagados por Washington, el líder José María Pérez se enfrentó resueltamente al asalto de los sindicatos y a la imposición de falsos dirigentes. Comenzaba entonces otro período de cruenta lucha proletaria.

La tiranía de Fulgencio Batista le temía

La tiranía de Fulgencio Batista lo tenía “fichado” como un hombre muy peligroso. Por eso, además de odiarlo, le temía por su liderazgo en las filas de los trabajadores del transporte, razón suficiente para ordenar su captura y muerte. Así cayó el líder sindical y comunista José María Pérez Capote, cuyo asesinato perseguía no sólo aterrorizar al pueblo, sino además eliminar a un destacado dirigente de reconocido prestigio en el proletariado cubano.

Desaparición misteriosa

Los años posteriores al golpe militar reaccionario liderado por Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, fueron de implacable asedio para los militantes revolucionarios y comunistas. Combate a la dictadura impuesta desde ese momento. Para el régimen era un elemento peligroso dada su fibra marxista y valiente. Tras varios encarcelamientos, el 20 de noviembre de 1957 sicarios a las órdenes de un connotado asesino lo secuestran y torturan salvajemente para lanzarlo al mar desde una embarcación.

El nombre de José María Pérez se sumaba a la lista de combatientes revolucionarios desaparecidos, tal y como lo hacían las otras dictaduras militares en Chile, Argentina y otros países latinoamericanos.

Sus verdugos lo eliminaron físicamente, pero no pudieron impedir que las ideas por las cuales luchó y cayó fueran las realidades que con el triunfo de la Revolución Cubana hoy disfruta nuestro pueblo.

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