José Olallo Valdés

Plantilla:Personaje históricoJosé Olallo Valdés . Fraile de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios que asumió la enfermería como profesión con un gran sentido del humanismo. Fue un misionero que dedicó su vida a sanar el dolor ajeno sin importar credo, raza o estatus social. Fue beatificado por la Iglesia católica, en la ciudad de Camagüey, el 29 de noviembre de 2008.

Infancia y juventud

De padres desconocidos, nació el 12 de febrero de 1820 en La Habana, Cuba. Un mes después fue depositado en la Real Casa Cuna del patriarca Señor San José de La Habana, donde fue bautizado el 15 de marzo del mismo año. En 1827 pasó a ser educado en la casa de beneficencia de La Habana, fecha en que fueron recibidos por primera vez en esta institución educandos varones.

Olallo se crió junto a niños débiles, que morían uno tras otro sin remedio. Esto lo hizo reaccionar positivamente ante esa realidad dolorosa, pues despertó en él una apasionada vocación de enfermero. Permaneció en esa casa cuna hasta que cumplió los trece o catorce años. Luego, fue captado por los frailes de la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios. En 1835, con 15 años, fue destinado al Hospital de San Juan de Dios de Puerto Príncipe (hoy Camagüey), para completar su formación religiosa y reforzar el hospital de esta ciudad, dada la proximidad de una epidemia de Cólera morbus que azotaba al país.

Desarrollo y madurez

Tenía como costumbre trabajar en el hospital y estudiar. Estos estudios, generalmente, eran de enfermería y cirugía.

A los 36 años fue nombrado Enfermero Mayor del Hospital de San Juan de Dios. Más de medio siglo de su vida consagró este hombre a servir a los enfermos bajo este nombramiento.

Fray Olallo procuraba el aseo y la alimentación de los enfermos, a quienes bañaba personalmente y luego lavaba sus ropas y vendajes en las aguas del río Hatibonico; asimismo, preparaba medicamentos, unturas, y sahumerios, casi todos a base de medicina natural y tradicional cubana; incluida la Homeopatía, en la que instruía a los pocos ayudantes con que pudo contar. Además, enseñaba a leer y escribir a los niños pobres de la barriada y por las noches asistía a los enfermos del contorno del hospital que solicitaban sus servicios.

En 1866 el hermano Juan Manuel de Torres enfermó de Lepra. Durante diez años Olallo le brindó los auxilios materiales y espirituales adecuados; lo cual fue una muestra de su humanismo y solidaridad con aquellas personas que realmente lo necesitaban.

Al morir el fraile Juan Manuel Torres el 26 de enero de 1876, José Olallo fue el único hermano de la Orden que quedó en Cuba y América. Allí afrontó valerosamente muchas de las grandes epidemias que azotaron la ciudad, la última de las cuales fue la Viruela, que diezmó Puerto Príncipe a fines de 1888. Como tenía una sólida formación médica, en más de una ocasión pudo hacer de cirujano y farmacéutico.

Trascendencia histórica

Camagüey conserva el nombre y la memoria de José Olallo Valdés. Su actuación humanitaria sobresalió particularmente durante la Guerra de los Diez Años(1868- 1878).

Al existir un solo médico encargado de la asistencia en los tres hospitales civiles de la ciudad, Olallo tuvo que recibir y atender personalmente a los enfermos y heridos de guerra que llegaban al hospital, a quienes en más de una ocasión tuvo que practicarles cirugía de urgencia para salvar sus vidas, sin averiguar si eran cubanos o españoles, esclavos o libertos.

Se reseña también que evitó en cierta ocasión que las campanas tocaran a degüello, salvando de una matanza a la población civil camagüeyana.

El más conocido acto resulta aquel que relata la actitud compasiva asumida por él ante el cadáver del general mambí Ignacio Agramante y Loinaz. Este fraile y el Padre Manuel Martínez lavaron el rostro del patriota con aguardiente, posteriormente tendieron su cadáver en el interior del Hospital de San Juan de Dios. Se dice que con su propio pañuelo Fray Olallo limpió el rostro ensangrentado del patriota, ante el asombro de los militares españoles y el pueblo, que presenciaban la escena.

Muerte

Falleció el 7 de marzo de 1889 en su humilde celda del hospital, después de estar algún tiempo enfermo y casi sin fuerzas, pero sin haber abandonado sus labores.

En 1901, el Ayuntamiento de la ciudad decidió honrarlo por su gran obra humanista: le construyó una bóveda y dispuso que a la Calle de los Pobres y a la Plaza de San Juan de Dios se les cambiaran sus respectivos nombres por el de Padre Olallo.

El 27 de noviembre de 1999, la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios fundó en la ciudad de Camagüey el Hogar para ancianos Padre Olallo. El 8 de marzo del año 2004 se trasladaron sus restos desde el cementerio general de la provincia de Camagüey hacia la Iglesia de San Juan de Dios, donde laboró durante 54 años del siglo XIX.

Beatificación

En Enero de 2008, la Congregación para la Causa de los Santos confirmó la intercesión del Fray José Olallo Valdés en la curación divina del linfoma abdominal, no Hodgkin, tipo Burkitt, estadio III-IV de la niña camagüeyana Daniela Cabrera Ramos.

A raíz de ello, el postulador para la causa de [beatificación] del sacerdote Olallo, Fray Félix Lisazo Berruete, se comunicó con el Arzobispo de Camagüey, Monseñor Juan García Rodríguez, para informarle de la decisión tomada en Roma.

En Marzo del propio año, el Papa Benedicto XVI promulgó el decreto que permitiría celebrar en Noviembre de 2008, la beatificación de Fray José Olallo.

La Misa de beatificación tuvo lugar el 29 de noviembre de 2008, en la Plaza de la Caridad de la ciudad de Camagüey. La ceremonia estuvo presidida por el Cardenal José Saraiva, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y concelebrada por Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de Camagüey y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

La fiesta del beato José Olallo Valdés se celebra el 12 de febrero.

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