Juana Fransica Quevedo Estrada
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Juana Fransica Quevedo Estrada: Personalidad de la Educación Arabence
Sumario
Datos Biográficos
Juana Francisca Quevedo Estrada nació en 1880, inscrita en Palmilla, municipio Los Arabos.
¿Cómo era su personalidad?
Era mulata de estructura mediana, vestía de acuerdo con los requerimientos de su tiempo, con colores serios, solteros, naturales de Macagua, lugar donde vivió hasta su fallecimiento en la casa ubicada actualmente en la calle Ojito #21.
Su labor como pedagógica y educativa
Su labor pedagógica se desarrolla entre 1900 a 1953. Su labor educativa fue excepcional se consagró a ella dedicando 50 años de trabajo. Organizaba actos públicos, conmemoraciones, donde sus alumnos desfilaban haciendo representaciones creadas por la propia maestra, al cumplir 25 años de trabajo se celebró en su homenaje un acto en el que habló el también pedagogo Arabence Toribio Santurio.
Laboro primero en el poblado de cuatro esquina, después en macagua, en la escuela ubicada en la calle general dulce entre Caridad y Ojito.
Premios recibidos
Fueron innumerables los premios, distinciones obtenidas y otorgadas por la máxima dirección de educación, autoridades municipales,nacionales y sus propias compañeras de trabajo en reconocimiento a su dedicación que y han sido conservados intactos por sus familiares.
El 28 de Junio de 1952 en una publicación nacional aparece el articulo, la relación de Maestros Emeritus, su nombre aparece entre los primeros, se retira en 1952 con su sueldo completo por su estimulo a su destacada labor.
Es una gran patriota
Fue considerada una gran patriota, se destacó especialmente en las gestiones para las fundaciones del mausoleo Clotilde García, primero en compañía de su inseparable amiga Carmen Jiménez en le desvelo por su cuidado y conservación, así como la disfunción de la labor patriótica de los combatientes ahí sepultados.
Su muerte
Al morir el 1 de febrero de 1958, se le hizo un cortejo fúnebre a la altura de sus meritos al que asistieron las autoridades municipales. El duelo fue despedido por el señor Abad Martiatuz. El ataúd estaba cubierto por la bandera cubana.
Fuente
Archivos del Museo Clotilde García
