Knismolagnia

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Knismolagnia
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Concepto:excitación sexual producida por las cosquillas

La knismolagnia (también llamada cosquillas eróticas o fetichismo de cosquillas o con la voz anglófona tickling) se refiere a toda actividad erótica en la cual sus participantes experimentan excitación a partir de hacer o recibir cosquillas.

¿Qué es el fetiche de las cosquillas?

En un contexto fetichista, la knismolagnia puede ser parte del jugueteo antes del sexo o puede ser todo el acto. A veces ni siquiera es necesaria la desnudez o la actividad sexual. Algunas personas pueden llegar al orgasmo sólo con cosquillas ya sea que se las hagan, que ellas las hagan o al ver cómo le hacen cosquillas a alguien más.

Los fetichistas modernos pueden llevar la knismolagnia a otro nivel (o a varios) reinventando el arte de las cosquillas e induciendo la sensación con una pluma, un vibrador, con corriente eléctrica o con insectos, arácnidos o gasterópodos con caparazón como los caracoles.

Aun así, cuando se habla de hacer cosquillas para conseguir un orgasmo, la forma más común es con los dedos.

¿Qué hace que las cosquillas sean un fetiche?

Si bien las cosquillas no son tan raras en el foreplay, lo que las convierte en un fetiche es esa sensualidad extra impregnada en el acto, cuando realmente te excitan. De acuerdo con la psicología, esto es considerado como un comportamiento "atípico", pero también lo son la mayoría de las cosas que se salen de los estándares.

En situaciones de dominación y sumisión, los fetichistas de las cosquillas pueden disfrutar de la sensación de control y la capacidad de hacer que la otra persona se retuerza de cosquillas, y los que las reciben pueden disfrutar de la sensación de impotencia: las ataduras y las vendas para los ojos se utilizan para mejorar esta sensación y también por razones de seguridad. Algunos sumisos, especialmente aquellos que son reacios a las cosquillas, pueden disfrutar especialmente de la tortura.

¿Qué tan común es excitarse por las cosquillas?

Como la mayoría de los fetiches, es difícil evaluar qué tan comunes son las cosquillas como fetiche porque no están documentadas de ninguna manera científica. Además, aunque haya encuestas de sexo, cosas como el estigma, la vergüenza, el tabú y el puritanismo sexual en general tienden a provocar que la gente mienta sobre lo que hacen en la cama. También hay un documental de investigación, Tickled, que se estrenó en el Sundance en 2016, sobre el mundo sombrío de las "competencia de resistencia a las cosquillas".


Fuentes