La Anacahuita (Puerto Padre)

La Anacahuita
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Ubicación Geográfica:Casco histórico, Puerto Padre, Las Tunas

La Anacahuita. Constituye una referencia en la ciudad de Puerto Padre; pero una referencia no sólo topográfica, sino además histórica, cultural.

Esta especie singular por su belleza, de hojas grandes y gruesas, perdura amén de sus años y con la venia de esos eternos enamorados del entorno, su historia; en suma, todo lo subjetivo que complementa la hermosura.

Historia

La primera anacahuita, nació no se sabe por qué razón, pero sí sabemos que vivió por su indiscutible belleza.

Con los años se ahuecó su tronco y los niños jugaban allí, trepando las ramas bien formadas y gruesas. Sobrevino un tiempo después el infortunio de su muerte por exceso de protección. Alguien utilizó inapropiados métodos para librar al árbol de una plaga y terminó eliminándolo; sin embargo un grupo de personas, encabezadas por el historiador de la ciudad, Ernesto Carralero Bosch, se dieron a la tarea de resucitarlo y sembraron otro en el mismo sitio del anterior y ahora tal parece que nunca murió el primero; mucho más, se multiplica porque unos metros más al norte de éste, en los mismos predios, existe con igual belleza otra anacahuita de juventud envidiable.

Rememorando sobre el particular, a finales del siglo XIX existió donde ahora está el seminternado Camilo Cienfuegos, con cientos de alumnos de educación primaria, una clínica reglamentaria del ejército colonial español.

Al finalizar el siglo XIX, y específicamente a partir del 21 de mayo de 1898, con la liberación de Puerto Padre el objetivo de aquella instalación de la salud pasó a ser civil , nos dice el Historiador de la Ciudad , Ernesto Carralero.

A partir de entonces, se llamó Hospital Civil Francisco Vicente Aguilera, pero las condiciones constructivas era muy malas lo que motivó que durara prácticamente sólo quince años.

Siempre se ha dicho que por estar la Anacahuita, cerca de esta importante instalación, los mambises (insurrectos por la liberación del Yugo Colonial Español) amarraban sus caballos allí.

No existen datos concretos que corroboren este particular. Ahora bien, dada las características de la instalación, tenía condición militar, no es desdeñable creer que efectivamente en sus calabozos haya sido retenido algún que otro mambí o colaborador de la causa revolucionaria, pero eso también formaría parte de las conjeturas.

Se habla también de aparecidos por el lugar, fantasmas envueltos en sábanas durante las noches porque todo el derredor era totalmente oscuro y esto suscitaba muchas historias sobre todo entre los muchachos; sin embargo una noche cierto personaje singular de la década de 1930, Pepito Yuz, (barbero de profesión, pero artista por vocación) conocido como el Rey del Charlestón, porque era un excelente bailarín, venía de una actividad cultural en el Teatro Aldana, que luego fue el Cine Rívoli, y se dirigía a su casa atravesando por la Plaza de la Anacahuita cuando se le apareció el famoso fantasma envuelto en su sábana y Pepito Yuz se agachó, tomó una piedra y se la colocó justo en la frente al desafortunado aparecido, quien no era más que un practicante del adulterio, por decirlo de un modo edulcorado. El propio Pepito debió socorrerlo de inmediato y llevarlo a la farmacia del doctor Betanourt, a doscientos metros aproximados del lugar del incidente.

El lugar tiene sus matices también desde el punto de vista de ubicación pues no son pocos los sitios adyacentes que están al norte, sur, este y oeste de La Anacahuita , por eso es una referencia.

La plaza La Anacahuita está imbricada, con mucha profundidad, en el alma colectiva de los puertopadrenses, Agrega Carralero, sobre todo en los que peinan canas porque desafortunadamente la mayoría de los jóvenes no conocen su historia.

Desde el punto de vista educacional hemos de decir que este enigmático y generoso árbol, ha dado sombra a muchas generaciones de cubanos.

En el año 1956 se construyó aquí la escuela Miguel Barceló Pérez (en honor al primer Director municipal de Escuelas en Puerto Padre, Superintendente General de Escuelas se llamaba entonces, fallecido en 1906 y quien fue colaborador del Ejército Mambí) después Josefa Agüero y posteriormente Camilo Cienfuegos. Es posiblemente la instalación educacional que haya tenido más nombres en tan breve tiempo.

Este sitio ha tenido muchos propósitos durante más de un siglo: Mítines políticos, paradas cívicas, fiestas públicas, actos escolares, los circos que venían a Puerto Padre instalaban sus carpas cerca del árbol sin dañarlo; en fin que se convirtió en un sitio obligado de reunión por diversas razones.

Hoy lo vemos y debemos reverenciar toda la historia que guarda su derredor, pero necesitamos, más que cuidarlo, preservar todo cuanto de bello perdura a pesar del tiempo.

Fuentes

  • Carralero Bosch, Ernesto. Cronología de Puerto Padre. Editorial Sanlope, Las Tunas 2001.
  • Carralero Bosch, Ernesto. Cronicas de Puerto Padre. Editorial Sanlope. Las Tunas, 2004.