Miguel Ángel Cano Domínguez
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Miguel Ángel Cano Domínguez. Historiador, escritor y maestro autodidacta primero y académico después, fue un infatigable estudioso de las ciencias y la cultura en general. .
Síntesis biográfica
Nació en Santiago de Cuba el 29 de septiembre de 1881 y fue bautizado en la Iglesia de Dolores el 15 de octubre de ese año. Hijo de Antonio Cano y Teresa Domínguez.
Durante la intervención militar norteamericana estudió en El Cautivo, centro de instrucción fundado por el poeta Desiderio Fajardo Ortiz (de ahí su mote de presentación pública: “El Cautivo”), donde se preparaban los estudiantes para el magisterio. Fue una influencia seguramente decisiva en Miguel A. Cano en relación con su vocación educativa, teniendo en cuenta la labor formativa del paralítico maestro santiaguero que, sentado en su silla de ruedas, supo crecerse para servir a la patria sembrando conciencia y cultura en gran cantidad de jóvenes de su tiempo, quienes al igual que Cano, luego ejercieron como educadores.
Cano se encaminó hacia los estudios del magisterio, doctorándose en Pedagogía en la Universidad de La Habana. Al regresar a Santiago de Cuba con el título de Doctor en Pedagogía inició una larga senda educativa, en la que se destacó como director e inspector escolar.
Labor como pedagogo
Su obra pedagógica fue extensa y fecunda.
Su labor profesional se caracterizó por su preferencia hacia la metodología de la enseñanza, investigó cuáles debían ser los mejores procedimientos y métodos a emplear por los docentes en función de transmitir los conocimientos a los niños. Otra de las aristas en las que tuvo un notable desempeño fue en la instrucción pública. Asumió la Inspección Provincial de la Junta de Educación de Santiago de Cuba, a través de la cual mostró interés en el progreso de este tipo de enseñanza en la ciudad.
Exhortó a los maestros a resaltar la historia de la localidad para evitar el desconocimiento de sus hijos más ilustres que ofrendaron sus vidas por la emancipación cubana. Incluso llegó a hacer una comparación de las fuentes históricas que proporciona la ciudad de Santiago de Cuba para su estudio y las que brinda La Habana.
Invitó al auditorio a que llevaran a los niños a los museos, donde puede darse una enseñanza objetiva de los hechos históricos. Al finalizar la actividad, el Dr. Cano recibió felicitaciones por su disertación. El secretario de la Junta de Educación, Luis Cuza Cortés, manifestó que el magisterio de Santiago debe considerarse satisfecho de tener una autoridad inteligente y de un claro sentido moral y patriótico.
Se destacó además como autor de algunos textos que fueron utilizados en la enseñanza primaria pública a nivel nacional en los primeros años republicanos, ello demuestra el alcance del quehacer profesional de este educador.
Entre sus libros está El Lector Nacional, Historia elemental de Cuba, Nociones de Historia de Cuba y Cuestiones de Pedagogía.
Escribió metodologías de enseñanza de varias materias. Escribió artículos sobre educación y formación de maestros, sobre educación familiar y la educación de los niños, en los periódicos y en la Revista Pedagógica; redactó numerosas circulares y consejos a los maestros. Su labor como inspector se caracterizó por la orientación, la persuasión y el ejemplo.
Ejerció la crítica pedagógica con tino y muchos argumentos, con respeto y a la vez con autoridad. En este sentido se significa la crítica a la República escolar, iniciativa que desarrollaron muchos maestros a favor de la formación cívica de los niños. Sin embargo, Cano consideraba que la educación cívica no se adquiere con realizar ciertas prácticas con habilidades políticas.
Esta crítica a los problemas educativos y a la concepción de la educación de su tiempo, le granjearon un sólido respeto profesional. Es que no fueron críticas aisladas sino fruto de profundas reflexiones, sustentadas en su preocupación por el destino de su país, por su sentido patriótico y su compromiso con las nuevas generaciones.
En La Reforma de nuestro Sistema Escolar, Cano confiesa que:
Este destacado pedagogo fue continuador de las ideas de los grandes educadores que le antecedieron como Varela, José de la Luz y Caballero, Martí, Varona, Sagarra, todos los cuales confiaron en la educación como recurso del que se disponía para hacer un mundo mejor. Se destacó además como autor de algunos textos que fueron utilizados en la enseñanza primaria pública a nivel nacional en los primeros años republicanos. Trató de encauzar su trabajo en función de brindar a los miembros del gremio magisterial sus consideraciones acerca de los métodos y procedimientos más acertados que los ayudaran a enrumbar la enseñanza de materias como la historia, la lectura, la moral y la cívica
Muerte
Fuentes
- Mancebo Céspedes, Daineris y Namilkis Rovira Suárez: Miguel Ángel Cano, un defensor de la Historia y la Cultura santiaguera en la República.
- Torres Elers, Damaris, Escalona Chadez, Israel y Fernández Carcassés, Manuel: Apasionados por su ciudad, Ediciones UO, Santiago de Cuba, 2020.
- Villalón García, Giovanni: “Miguel Ángel Cano Domínguez (1881-1959);maestro, historiador y escritor”. Disponible en:Cubaeducadores. Consultado el 4 de abril de 2023.
- La obra moral de El Cautivo, El Cubano Libre, Santiago de Cuba, 23 de abril de 1910, no. 110, año 16, p. 4.
- Cano, Miguel Ángel: La enseñanza de la historia en la escuela primaria, Estrada Palma, Santiago de Cuba, 1918, p. 7.
- Cano, Miguel Ángel: Lecciones de Historia de Cuba, Imprenta Escuelas Profesionales Don Bosco, Santiago de Cuba, 1921, p. 2.
- Cano, Miguel Ángel: La enseñanza de la instrucción moral, Cultural S.A., La Habana, 1931, p. 13.