Parque de Bauta

El parque de Bauta

Historia

El parque de Bauta surge gracias a un politiquero llamado Albero Barreras que optaba por ser gobernador de La Habana y prometió a los bautenses que les construiría un parque si lo elegían gobernador. Barreras salio gobernador en el 1921 y en 1923 se construyo el parque municipal, al cual los bautenses le llamaron parque Barreras

A principios del siglo XX, en la época de la República Mediatizada, al área donde se encuentra el actual Parque Municipal se le llamaba “La Plaza”. Ahí se construyó el primer pozo de agua que abastecía de este precioso líquido a los pobladores de aquella época, al que llamaban “Pozo Real”, que estuvo ubicado al fondo y costado derecho de la Iglesia Católica Municipal (en 152 y 247). Esta Plaza casi siempre estaba enyerbada, y era a donde el juez Don Luís Trevejo Báez, hombre recto, patriarcal y serio, enviaba o amenazaba con enviar a algún que otro revoltoso a chapear.

Su apellido, Trevejo, se usó para denominar lo que es hoy la avenida 243, en honor a aquel distinguido hombre, que gustaba de fumar en boquilla de ámbar y usaba un enorme revólver 45. Este juez fue el Presidente de la primera “Organización Social” de Bauta: El “Círculo de Instrucción y Recreo” o también llamado “La Sociedad”, por allá por el año 1905.

Las corridas de “Sortija”, en las que jinetes galopando a gran velocidad enlazaban sortijas atadas a una soga, en especial los domingos, y los globos que soltaba al cielo Perico López los días de fiesta, eran el medio de distracción de los bautenses entonces.

En “La Plaza”, mirando desde la puerta de la Iglesia, en lo que es hoy la casa que está entre el “Coppelita” y el Sardiné, había un conocido café al que llamaban “El Café de Don Santiago” que pasó por varios dueños, entre ellos, Paulino Pernía cuya familia construyó posteriormente una panadería al fondo, a la que se entraba por un costado de la casa y que funcionó hasta principios de la Revolución.

Este Café daba también a los parroquianos alternativas de solaz y esparcimiento, pues tenía billar y juegos de mesa variados como cartas, dominó, etc.. Otros dueños posteriores fueron “Los Cinco”, hasta que cuando triunfó la Revolución, se asentaron allí los miembros del PSP, para luego ser usado el local en otras actividades.

Primera década del siglo xx

A principios de la década del 20, Bauta era visitada por un politiquero llamado Alberto Barreras que optaba por ser “Gobernador de La Habana” (la Capital entonces); era obvio que aprovechara estas visitas para "propagandizar" sus objetivos, prometiéndole a los bautenses que construiría un “Parque Municipal” si lo elegían Gobernador. Y así ocurrió. Barreras se salió con la suya, y en el año 1921 quedó como “Gobernador de La Habana”. No fue hasta el año 1923 en que se construyó el “Parque Municipal”, al que desde su inicio llamaron “Parque Barreras”.

Todavía en el 1943 se le conocía por tal. Durante su construcción fue grabado en el piso de una de las entradas al parque, frente a lo que es hoy la Biblioteca Municipal, la fecha y el año en que se concluyó este empeño, pero no fue conservado el dato al ser reparado el Parque posteriormente. En aquel entonces, como ya dijimos, ya estaba en pie la Iglesia Católica, que fue construida, en el año 1854, con campanas en su cúpula que servían no solo para llamar a los fieles a misa, sino para avisar a los vecinos de algún incendio o catástrofe, quienes acudían para brindar socorro.

Tampoco existía la estructura actual de bancos y bustos. “La Glorieta” también fue construida en ese año, y la recordamos mucho más bonita, con barandas que imitaban ramas de algún árbol y raíces que “reptaban” en todo su alrededor. Añoramos aquellas famosas retretas que desde ese lugar que nos brindaba la “Banda de Música Municipal”, que desapareció desde hace mucho tiempo sin horizontes de restitución.

Glorieta actual. Busto de Martí y Glorieta al fondo

¿Habrá algún bautense que no haya golpeado con los zapatos el centro de “La Glorieta” para sentir su eco?.

También en la entonces “Plaza” había un kiosco nombrado “La Guabina”, situado en la esquina de 249 y 150, en el que vendían fiambres, golosinas y todo lo que compone el vicio del tabaquismo.

Todas aquellas casas situadas frente a la Iglesia (en 249) y sus alrededores, fueron construidas en el 1911, fecha que aparece en el peldaño de entrada (conservado milagrosamente) de alguno de los inmuebles.

El 20 de Mayo del 1943 se develó el busto del prestigioso pedagogo bautense Carlos Valdés Rosa, gracias a la labor de sus alumnos y compañeros quienes fundaron la Agrupación “Ex-alumnos de Carlos Valdés Rosa” en el mismo día de la inauguración del Monumento, y contaba con 300 asociados.

Hicieron uso de la palabra, Nilo Girado, a nombre de sus exdiscípulos; Francisco de Miranda, Gran Maestro de la masonería cubana y Antonio Iraizoz. Además se leyó un ensayo escrito por el periodista bautense Fulvio A. Fuentes.

Este busto, el mismo que se ve hoy en el costado derecho de la Iglesia, estuvo originalmente a la izquierda de la entrada principal de la misma, mirando desde el Sardiné, frente a lo que es hoy el Área Infantil al que le daba la espalda, como consta en una foto tomada en aquella época. A este prestigioso pedagogo se le otorgó el título de “Hijo Ilustre de Bauta”.

Develado del busto de Carlos Valdés Rosa, que actualmente está a la
derecha de la Iglesia Católica Municipal. Nótese que a las espaldas del orador, hay árboles donde hoy está hoy el Área Infantil.

El parque infantil

El pequeño “Parque Infantil” se construyó en el 1952, por iniciativa de Eduardo Ordaz Ducungé, ilustre bautense que ocupaba el cargo de “Presidente de la Asociación de Padres, Vecinos y Maestros de la Escuela Pública No. 1” denominada “Carlos Valdés Rosa”, quien con un grupo de adeptos realizó una colecta pública para recaudar fondos con este fin, logrando la cifra de 1293 pesos con 30 centavos.

Poco a poco se fueron haciendo las hamacas, los cachumbambés, las canales de deslizamiento, los llamados “tiovivos” y la cerca. La entrada principal del Área en su inicio, estaba en línea con la entrada principal de la Iglesia. El trencito que en ella vemos hoy, se construyó mucho después del triunfo revolucionario, cuando la modernización del Parque en la década del 60.

El dinero recaudado alcanzó hasta para hacer una pequeña placa con los nombres de los involucrados en la obra, la cual se fundió en el “Instituto Cívico Militar”, hoy “Escuela Ínterarmas Antonio Maceo”. Aún se conserva el listado de los donantes, que fue entregado junto con otros documentos de este parquecito, al Museo Municipal.

El Golpe de Estado. Repercución

Todo estuvo concluido en los días cercanos al 10 de Marzo del 1952, cuando ocurrió el “Golpe de Estado” de Fulgencio Batista. En la celebración del “Acto Inaugural” de esta área, el alcalde de turno (Juanelo), tratando de aprovechar la coyuntura para fines políticos, quiso cortar en persona la cinta de apertura, pero hubo un pequeño incidente entre él y Ordaz, que lo impidió. Al final, fue la hija de este digno vecino de Bauta, Mercedes Ordaz Callejón, quien lo hizo.

La placa con los verdaderos nombres de los autores y ejecutores desapareció poco tiempo después de la inauguración. El permiso para la “Ejecución de la Obra” fue otorgado a Ordaz el 16 de Julio del 1951 por la “Secretaria de la Administración Municipal de Bauta”, Zeida Morgadanes Travieso, después de haber sido aprobado en el Acuerdo Sexto de la Segunda Sesión del Período Deliberativo en Abril de ese año, comenzándose las labores de construcción en los primeros días de Agosto del 1951.

En el “Registro de Personal del Ayuntamiento” bautense, aparece nominado como “Administrador honorífico” del “Área Infantil”, Eduardo Ordaz Ducunge con fecha del 1/3/1952. Por extraña coincidencia, debajo del nombre de Eduardo en dicho Registro, aparece la nominación de Juanelo como “alcalde” el 5/4/1952.

El reordenamiento posterior del Parque influyó en el desplazamiento del busto de Carlos Valdés Rosa hacia la derecha de la Iglesia; unos 20 metros detrás del de nuestro Apóstol, que fue develado el 28 de Enero del 1944; a la derecha también está el busto de Julio Carrasco Herrera, destacado masón, poeta y periodista de nuestro pueblo, que fue develado el 10 de Octubre del 1947.

Deterioro del entorno

Las inclemencias del tiempo, que no perdonan nada ni a nadie, y la mala atención de las autoridades locales, se encargaron del deterioro paulatino del entorno. En la primera mitad de la década del 90 se hizo un intento de reparación general del Parque, con apoyo del “Grupo de la UNESCO” de Bauta y algunos jóvenes escultores bautenses, pero no se logró el objetivo deseado de restaurar totalmente “La Glorieta”.

Recientemente, en justo reconocimiento al “Titán de Bronce”, la mano amiga del “Historiador de la Ciudad”, Eusebio Leal Spengler, aunó a las Instituciones masónicas de Bauta con las Organizaciones Políticas y de Masas del terruño, para dotarnos, el 6 de Enero del 2004, del busto de tan insigne mambí que pisara nuestro suelo en pos de la “Invasión de Oriente a Occidente” un 6 de Enero del 1896.

Monumento al “Titán de Bronce”

Rememorando al Apóstol cuando advirtió a Gómez de la probable ingratitud de los hombres al invitarlo a la “Guerra del 95”, pareciera noble de nuestra parte proponer colocar en nuestro Parque Municipal un busto de “El Chino Viejo” quien nos visitara en aquella gesta, regresando a nuestro pueblo después de terminada la guerra contra España a petición del entonces Alcalde de Bauta y su amigo personal, Coronel Ignacio Morales. Entonces Gómez intercedió en la construcción de la Carretera Bauta – Baracoa, a la que se designó con su nombre.

Fuente

• Catauro bautense