Puente de Julio César en el Rin

Puente de Julio César en el Rin
Información sobre la plantilla
Il ponte di Cesare sul Reno.jpg
PaísAlemania Bandera de Alemania
LocalidadVermutl, Neuwied
Construcción55 v. Chr.
Longitud400 m
Ancho9 m
MaterialMadera
UsoCruce de peatones y coches

Puente de Julio César en el Rin. Se conoce como puente de Julio Cesar en el río Rin a un puente militar de madera construido por Julio César durante una de sus campañas conducidas contra los Germanos en el contexto de la guerra de las Galias.

Historia

Más allá de la gran urbe los militares romanos eran también expertos en construir puentes. Ya fueran pequeños, al modo de pontones con diversas barcazas unidas entre sí y recorridas en su parte superior por una plataforma de madera, o grandes estructuras de madera y piedra. Los puentes militares también servían para impresionar al enemigo. A fin de cuentas, se suponía que era imposible construir un puente sobre el Rin. Bien, pues para dar en las narices a los que eso pensaban, el mismísimo César ordenó construir un puente que, según se cree, se localizó cerca de la actual Coblenza, en Alemania, donde el Rin tiene medio kilómetro de anchura. Lo más sorprendente del puente de César sobre el Rin fue la velocidad de construcción. En apenas diez días los legionarios construyeron una maravilla de la ingeniería digna de ser recordada, solo que, cumplida la función de propaganda y los objetivos militares, la obra que no había sido pensada para durar fue desmontada sin dejar huella.

Mucho tiempo después, a principios del siglo II d.C. el emperador Trajano, de origen hispano, decidió llevar al Imperio Romano a su máxima expansión. Conquistó la Dacia, que andando el tiempo vendría a coincidir con la actual Rumanía. Y, de nuevo, un río se interponía en su camino, en este caso se trataba del Danubio. No hubo tampoco en este caso temor a llevar a cabo la obra. Trajano encargó al célebre arquitecto e ingeniero Apolodoro de Damasco la construcción del puente al este de la garganta de las Puertas de Hierro. Nadie antes había sido tan osado como para levantar un puente sobre el Danubio y nadie más lo volvió a intentar en muchos siglos, es más, nadie pudo superar esta hazaña de la ingeniería a lo largo del primer milenio de nuestra era. Cuando Roma se retiró de la Dacia, el puente fue parcialmente desmontado, pero sus restos siguieron desafiando el tiempo hasta llegar, aunque sea escasamente, a nuestros días. En el siglo XIX se destruyeron los restos de los pilares para facilitar la navegación fluvial por el gran río europeo.

Construcción

Ilustración por Peter Connolly (Ed. Greenhill books)

Se construyó un campamento fortificado a orillas del Rhin para las legiones del que partiría el puente. Mientras tanto, otros grupos de legionarios talaban centenares de árboles del tamaño apropiado para la obra y los armeros fabricaban durante la noche los moldes de las piezas metálicas del puente, la balsa que serviría para clavar los postes en el lecho del río, los miles de clavos necesarios, etc. Sin duda fue una tarea grandiosa, ya que nunca jamás nadie había construido un puente de 500 metros de largo, pero tras la gran victoria contra los germanos, las legiones estaban eufóricas y la construcción del puente debió plantearse como un reto.

En el lecho del río se clavaban una pareja de postes inclinados contra la corriente, y 12 metros más arriba otra pareja, inclinados a favor de la corriente. Estos postes eran clavados en el lecho del río por una balsa especial con una gran piedra a modo de gigantesco martillo. Una gran viga unía los postes en la parte superior con travesaños entre unos y otros que constituían la base de la calzada. Oblicuamente contra la corriente se clavaba un poste que ayudaba a apuntalar la obra. A cinco metros de los postes, río arriba, se clavaban tres postes en forma de cuña que servían para evitar que los objetos arrastrados por la corriente chocaran contra la estructura.

Arquitectura

Las medidas del puente lo dicen todo, con una imponente colección de veinte pilares de ladrillo y piedra de 20 metros de lado y hasta 45 metros de altura sobre los que una compleja plataforma de madera y metal permitía el paso veloz de los ejércitos. Cada arcada tenía más de 50 metros de longitud sumando un total que superaba el kilómetro y cien metros para saltar los 800 metros que tiene el Danubio en el lugar donde fue levantado el puente. A casi 20 metros sobre las aguas, la plataforma con 15 metros de ancho era capaz de soportar el paso de hombres y máquinas de guerra sin queja alguna.

Fuentes