Richard Nixon

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Richard Nixon
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Trigésimo séptimo Presidente de los Estados Unidos
NombreRichard Milhous Nixon
Nacimiento9 de enero de 1913
Yorba Linda, California, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento22 de abril de 1994
Bandera de los Estados Unidos de América Nueva York
Causa de la muerteDerrame cerebral
CiudadaníaEstadounidense
OcupaciónAbogado y Político
TítuloPresidente de los Estados Unidos
PredecesorLyndon B. Johnson
SucesorGerald Ford
Partido políticoRepublicano

Richard Nixon. Trigésimo séptimo Presidente de los Estados Unidos. Como representante fue notorio por su protagonismo en el temido Comité de Actividades Antiamericanas. Apoyándose en Henry Kissinger desempeñó un importante papel internacional: visitó la República Popular China y negoció los Acuerdos SALT I. Bajo su mandato, la nave tripulada Apolo 11 llegó a la Luna.

Durante la era Nixon, el gobierno de Washington, que en un principio aparentó un bajo perfil en sus relaciones con la región, acrecentó su respaldo a las dictadura militares de Brasil y Argentina, responsables de comprobados actos de Terrorismo de Estado. Tras conversar con Fidel Castro durante la visita de este a Estados Unidos en 1959, Nixon recomendó inmediatamente que el líder cubano debía ser derrocado por cualquier medio.Fue uno de los principales promotores de la invasión por Playa Girón.

Fue sorprendido cuando mandó a su personal a colocar escuchas en la sede del Partido Demócrata en el edificio Watergate y luego obstruyó las investigaciones. El 8 de agosto renunció a la presidencia siendo hasta la fecha el único presidente de los Estados Unidos en dimitir del cargo.

Biografía

Primeros años

Richard Milhous Nixon nació en Yorba Linda, California, el 9 de enero de 1913 en el seno de una familia de agricultores metodistas de origen humilde. Pronto se trasladaron a la localidad californiana de Whittier cuando el joven Richard tenía nueve años. Su padre administraba una tienda de alimentos y el joven Nixon hubo de trabajar junto a sus hermanos para ayudar a su padre. Con solo 16 años tenía que trabajar durante casi todo el día y estudiar luego en las noches.

A los 17 años rehusó ingresar en la Universidad de Harvard a pesar de haber ganado una beca para estudiar allí y se matriculó en Universidad Duke de Carolina del Norte, donde se licenció en Derecho en 1937. Nixon era un buen estudiante, aplicado y participativo en todo tipo de actividades aunque con escasas dotes sociales.

De regreso a su pueblo un importante hombre de negocios de la localidad se fijó en él y lo promocionó para la corporación local, además de abrirle otros caminos en modestos despachos de abogados locales.

Segunda Guerra Mundial

Después del ataque japonés a Pearl Harbour y la entrada de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial, Nixon se alistó en la Marina siendo destinado al Pacífico. Pasó la mayor parte del tiempo en la retaguardia dedicado a tareas de intendencia.

Regresa a Estados Unidos con una pequeña fortuna ganada jugando Poker, un juego muy usado por los soldados, y dos medallas, a pesar de nunca haber entrado en combate.

En 1946 se presenta a con 33 años como candidato al Congreso para dar inicio a su carrera política.

Carrera política

En 1946 Nixon da comienzo a su carrera política enfrentándose al demócrata Jerry Boris en las elecciones para obtener un puesto en la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos por el 12º Distrito congresional de el Estado de California. Nixon obtuvo la victoria para el período 1947-1949; fue reelegido para un segundo período (1949-1951), pero faltando menos de dos meses para concluir ese segundo mandato renunciaría para ser senador.

Para obtener un escaño en el senado se presentó como candidato en 1948 representando a California y teniendo como principal contrincante a una mujer, Helen G. Douglas. Desde aquel entonces Nixon comenzó a hacer gala de su estilo político en el que llevaba los debates hasta las últimas consecuencias, atacando y acosando a sus rivales y buscando la victoria del modo que fuera necesario. Llegó a referirse a su contrincante Douglas, para tratar de acusarla bajo el argumento de que en su equipo tenía a un miembro conectado con el partido comunista, como “toda ella es roja, incluso su ropa interior”.[1]

Su rival en aquella campaña, Helen G. Douglas, fue quien le puso el apodo de “Tricky Dicky” (“Ricardito el Tramposo”) que le acompañaría durante toda su vida.[1] Finalmente, en esa disputa electoral Nixon resultó elegido como senador.

Comité de Actividades Antiamericanas

En 1950, en medio de la “Caza de Brujas” de McArthy, se produjo el hecho que catapultaría a Nixon a la primera fila de la política estadounidense. Como senador logró participar en el Comité de Actividades Antiamericanas, y dirigió personalmente una investigación relacionada con Alger Hiss, un destacado diplomático del Departamento de Estado.[2]

Patrocinador y arquitecto de las Naciones Unidas, Hiss fue acusado por Nixon de filocomunista, de tener tendencias y simpatías comunistas, y de espiar para la URSS. Nixon volcó toda su energía en la investigación, consciente de que si esta resultaba su estrella política brillaría con más fuerza. Nixon, fiel a su estilo, acorraló a Hiss hasta hacerlo parecer un funcionario desleal y corrupto, aparte de un comunista.

Trató de demostrar que Hiss pasó documentos de alto secreto microfilmados a los soviéticos. Se llegó a descubrir por medio de un confidente un carrete completo de microfilmes escondido en una calabaza de Halloween. Finalmente se demostró que si bien Hiss no era espía, sí había mentido al tribunal, por lo que fue condenado por perjurio, apartado de la función pública y sancionado, todo un triunfo personal para Richard Nixon.

Tras el Caso Hiss, Nixon apareció ante la opinión pública, que no había parado de observarle, como un honesto e incansable luchador anticomunista dispuesto a desenmascarar a todos los que tuviesen en la administración ideas comunistas o desleales hacia los Estados Unidos. Sus discursos apuntaban directamente a la según él ineficiente Administración Truman, incapaz de controlar a todos los comunistas norteamericanos que podían conspirar contra los Estados Unidos en su propia casa. Para otros sin embargo, Nixon era un oportunista que se promocionada a sí mismo sin ningún pudor. Fuese como fuese, lo cierto es que Nixon supo gracias a este y otros capítulos abrirse camino en la siempre difícil escena política estadounidense.

Vicepresidente

En 1951 el candidato a la presidencia Dwight D. Eisenhower seleccionó a Nixon como su candidato a vicepresidente y la dupla ganó las elecciones de Noviembre de 1952.

Nixon fue uno de las primeros políticos en citar la denominada Teoría del Dominó, referida al avance comunista en Asia y la necesidad de detenerlo ante la perspectiva de que los países asiáticos fuesen cayendo uno detrás de otro como fichas de un dominó. Cuando en 1954 los franceses fueron derrotados en Diem Bien Phu y anunciaron su retirada de Indochina, Nixon apremió a Eisenhower a detener el avance del Vietcong usando incluso bombas atómicas, plan desechado por el presidente. Este accedió sin embargo al envío de los primeros consejeros militares a Vietnam del Sur para asesoramiento militar, nada más retirarse los franceses y dividirse Vietnam en dos mediante los Acuerdos de Ginebra, en 1954. Nixon en persona llegó a viajar a Vietnam en calidad de Vicepresidente.

En 1955 Nixon visita La Habana para encontrarse y manifestar su apoyo público al dictador Fulgencio Batista Zaldívar, con quien se reune para brindar por "el mantenimiento de las estrechas relaciones entre los Estados Unidos y Cuba".[3]

En 1956, en plena campaña de reelección junto a Eisenhower, surgieron rumores sobre posibles aportaciones ilegales e incluso sobornos a Nixon. Cuando Eisenhower estaba a punto de pedirle que abandonara la vicepresidencia y se marchara de la carrera electoral, Nixon llevó a cabo una de las maniobras más brillantes de su carrera: salió por televisión en una hora de máxima audiencia para explicar a los televidentes estadounidenses la procedencia de esos regalos y aportaciones recibidos, así como una pequeña auditoría pública de sus propias cuentas personales.

Finalmente hizo alusión a un pequeño perro que un hombre de negocios regaló a su hija y que esta bautizó como Cheekers, por lo que esa intervención televisiva es conocida como “el discurso Cheekers”.[4] Se trató de la primera vez en la historia de la televisión, una televisión que acababa de nacer como medio de comunicación, que un político se valía de ella para influír en la opinión pública, en este caso para limpiar su imagen. Se trató de todo un éxito, aún a pesar de que su mujer Pat lo consideró en sus memorias como un momento humillante. Fue el primer uso partidista del medio televisivo.

En 1957 de nuevo dio pruebas de su espíritu de lucha y audacia. Visitó Moscúcon motivo de una feria internacional de muestras en la capital soviética, y allí, en una muestra de la típica cocina norteamericana coincidió con Nikita Kruchev, en lo que se denominó “el debate Kitchen” (debate de la cocina).[5]

Se trató de un acalorado debate entre ambos personajes en el que discutían cual de las dos Superpotencias estaba tecnológicamente más avanzada. Kruchev no se cansó de promocionar al mundo el reciente éxito soviético al poner en el espacio el primer satélite artificial humano, el Sputnik, mientras Nixon replicaba que los norteamericanos estaban más avanzados en otros terrenos.

Finalmente, en 1958 Nixon sufrió un altercado que paradójicamente le beneficiaría publicitariamente. En un viaje de Estado por Latinoamérica, cuando se encontraba visitando Venezuela, su coche oficial fue zarandeado y golpeado por la multitud como muestra hostil de gran parte de la población venezolana que culpaba a las petroleras norteamericanas y al intervencionismo de EE.UU de la corrupción y la miseria que reinaban en Venezuela, a pesar de ser uno de los grandes productores mundiales de petróleo. El incidente hizo aparecer de nuevo a Nixon como un gran embajador de EE.UU en el mundo, que incluso recibía maltrato físico en nombre de su país.[5]

Fidel Castro recuerda su histórico encuentro con Nixon en 1959:

En fecha tan temprana como el mes de abril de 1959 (el día 19) visité Estados Unidos invitado por el Club de Prensa de Washington. Nixon se dignó recibirme en su oficina particular... No era un militante clandestino del Partido Comunista, como Nixon con su mirada pícara y escudriñadora llegó a pensar. Si algo puedo asegurar, y lo descubrí en la Universidad, es que fui primero comunista utópico y después un socialista radical, en virtud de mis propios análisis y estudios, y dispuesto a luchar con estrategia y táctica adecuadas.

"Mi único reparo al hablar con Nixon era la repugnancia a explicar con franqueza mi pensamiento a un vicepresidente y probable futuro Presidente de Estados Unidos, experto en concepciones económicas y métodos imperiales de gobierno en los que hacía rato yo no creía."[6]

Tras la derrota sufrida Nixon se presentó a gobernador de California, y de nuevo perdió tras una carrera electoral en la que su oponente demócrata se benefició de la ayuda del propio presidente Kennedy y de la recién terminada Crisis de los Misiles. La noche de la derrota anunció públicamente en un amargo discurso su retirada definitiva de la política, discurso en el que llegó a acusar a los periodistas de sus derrotas y de mantener una campaña contra él advirtiendo:

“me gustaría que por una vez escribieran lo que digo … quiero que valoren lo que pierden conmigo; ya no tendrán a Nixon para machacarle”.

Tras su retirada de la politica en 1962, fue contratado como abogado por Pepsi-Cola Company, contrato que además de sus cuantiosas minutas legales le sirvió para viajar por todo el mundo y seguir de cerca la política nacional e internacional.

En la primavera de 1968 el presidente Lyndon B. Johnson anunció que no aceptaría la nominación para la reelección. Nixon logró en el verano de 1968 que la Convención del partido republicano le nominara como candidato a la presidencia, muy por delante en votos de los otros dos grandes candidatos, Rockefeller o un por entonces poco conocido Ronald Reagan. Su oponente a la presidencia era el a la sazón Vicepresidente, Hubert Humphry, de quien se rumoreaba que el anuncio de abandono de Johnson se debió más a una maniobra para beneficiarle, para relanzar a Humphry hacia la presidencia, que a una dimisión anunciada de aquel.

Nixon se dio cuenta de que si los demócratas sorprendían al electorado con un acuerdo de paz, estos ganarían en las urnas. Nixon optó entonces por convencer a los survietnamitas para que rechazasen las negociaciones. Finalmente Saigón comunicó a Johnson que no acudiría a las conversaciones de paz, por lo que estas fracasaron y Johnson no logró un acuerdo, perjudicando a los demócratas en las elecciones.

Nixon logró pues su primer objetivo, impedir un acuerdo de paz que beneficiase a los demócratas, y prosiguió con su campaña electoral. Entre otras maniobras se referió al hartazgo de lo que él llamó “la mayoría silenciosa”. Se trató de otro mensaje destinado al norteamericano y votante medio que estaba harto tanto de la guerra como de los desórdenes y que quería, exigía, que volviese la normanildad al país. El mensaje también caló en el electorado.

Finalmente, en Noviembre de 1968 Nixon ganó las elecciones, y el 20 de enero de 1969 prestó juramento en las escalinatas del Capitolio de Washington como 37º Presidente de los Estados Unidos. La frase que pronunció aquel día, que pasaría a la historia fue:

“el mayor título que puede conceder la historia a un estadista es el título de pacificador”.

En la presidencia

Derrota ante Kennedy y ascenso a la presidencia

En el verano de 1960 Richard Nixon y John F. Kennedy fueron nominados respectivamente como candidatos a la presidencia por los partidos republicano y demócrata, y comenzaban su campaña electoral. Nixon se vio obligado a recorrer todo el país para financiar su campaña perdiendo pero y sufriendo una grave lesión en la rodilla en plena campaña que le obligó a hospitalizarse. Ya recuperado, se volvió a golpear la rodilla, y fue en esas condiciones como acudió al histórico debate electoral previo a las elecciones, el primero en ser televisado en la historia.

Kennedy fue al debate con un aspecto joven, dinámico y saludable, mientras Nixon se presentó con una pésima imagen: recién salido del hospital, delgado, pálido, sin maquillar y con barba de dos días, daba un aspecto enfermizo y débil

Kennedy se benefició de la adhesión de importantes figuras políticas y de otros sectores como Hollywood (donde Nixon no era visto con buenos ojos por su participación en el Comité de Actividades Antiamericanas de McArthy) y Nixon sufrió una verdadera oleada de declaraciones adversas: el exPresidente Truman apeló a los estadounidenses a no votarle, y el mismísimo Eisenhower se negó en un principio a darle su apoyo aún habiendo sido su Vicepresidente, y cuando finalmente se lo dio fue demasiado tímido y llegó muy tarde. Un periodista llegó a preguntarle en plena campaña electoral si alguna decisión importante de su presidencia había sido inspirada por Nixon, a lo que Eisenhower respondió: “deme una semana, y pensaré en alguna”.

Finalmente, el 8 de noviembre de 1960, Kennedy ganó las elecciones por sólo un margen de 150.000 votos. Se convirtió así en el 35º Presidente de los Estados Unidos.

Referencias

Fuentes