Usuario:UnionReyes2 jc

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IntroducciónTítulo del enlace

Union.jpgUn elemento de gran importancia en la enseñanza de la Historia de Cuba lo constituye la necesaria inserción de la historia local, lo cual permite a través del acercamiento a los hechos y personalidades del territorio un contacto más cercano con el acontecer nacional, así como, el desarrollo de sentimientos de identidad con el territorio natal. Los contenidos de la historia local del municipio de Unión de Reyes se encontraban en su totalidad en documentos inéditos elaborados por los investigadores del Museo Municipal “Juan Gualberto Gómez Ferrer”, los mismos eran el resultado de las investigaciones realizadas por personas que poseían en su poder muchos documentos relacionados con nuestra historia, además de muchas fuentes orales que poseían muchas anécdotas y que no existían documentos legales que lo avalaran. No es hasta el año 1998 cuando diferentes instituciones del territorio se dan a la tarea de digitalizar toda esta información que se encontraba dispersa y no digitalizada, conjuntamente la Casa de Cultura, el gobierno, el PCC, el Joven Club y muy especialmente el Museo Municipal “Juan G. Gómez” que sin su colaboración hubiese sido imposible realizar dicha tarea, ya en el año 2000 se comenzaba a apreciar los primeros frutos de este esfuerzo mancomunado de rescatar la historia en soporte digital con la aparición del sitio historia local del Municipio Unión de Reyes

Caracterización Geográfica General Título del enlace El actual municipio de Unión de Reyes se encuentra situado al suroeste de la Provincia de Matanzas. Posee una extensión de 8 55, 88 Kms2 lo que representa un 7,5% del territorio provincial considerado un municipio pequeño. Limita al norte con el municipio Limonar, por el este con Pedro Betancourt y Jagüey Grande, por el sur con la Ciénaga de Zapata y por el oeste con la Ensenada de la Broa y los municipios habaneros de Nueva Paz y Madruga. Esta delimitación se corresponde con la División Político Administrativa vigente desde 1976 en épocas anteriores existían otras delimitaciones para el territorio. Mapa.jpg Las características geográficas del municipio muestran su diversidad a través de los distintos paisajes que lo conforman: • La llanura ondulada de Cidra - Porvenir. • Las alturas del norte de Cabezas. • La altiplanicie de Sabanilla. • La pendiente colinosa Cabezas - El Balcón. • La llanura colinosa de Santo Domingo. • La llanura roja Bermejas - Unión. • La llanura carcificada de El Estante. • La llanura carcificada al sur de bolondrón. • Extensión noroccidental de la Cienaga de Zapata. Cada uno de estos paisajes presentan diversidad de elementos muy relacionados entre sí que los distinguen y determinan su desarrollo socio - económico. Las características físico- geográficas generales del municipio son las siguientes: Predominan los paisajes de llanuras, se observan en gran extensión los procesos cársicos hidroerosivos y de acumulación biogenética, coexisten un drenaje superficial bien organizado, al sur. La litología que predomina es sedimentaria carbonatada: las calizas y margas. Coexisten mantos acuíferos muy pobres al norte y abundantes al sur. Predominan los suelos ferrolíticos rojos, pardos con carbonato, húmicos calsimórficos rojos y oscuros y cenagoso. La vegetación natural está actualmente sustituida por el cultivo de la caña de azúcar, los cítricos, el pasto y se muestra una baja densidad de animales endémicos y silvestres. El clima es calido y húmedo alternativo, relativamente homogéneo. Todos estos paisajes están fuertemente antropizados.

Presencia aborigen en el territorio Título del enlace

Las primeras evidencias de presencia aborigen en el territorio son demostrados por los trabajos de campo del investigador Juan A. Cosculluela y el arqueólogo Harrington en 1913 en la zona Ciénaga de Zapata con excavaciones realizadas en la finca Santo Domingo, en ambos lugares fueron hallados restos fósiles correspondientes a grupos de recolectores, cazadores y pescadores. La situación geográfica de la antigua comunidad unionense era propicia para el habitad primitivo y encontraron refugio para los procesos migratorios que caracterizaron su presencia en la región. En la década de 1980 - 1990 se crea el grupo de arqueología y espeleología “Noel Llopis Llado”, sus integrantes eran aficionados a esta ciencia con elementales conocimientos de esta actividad. Sus contactos con otros grupos de la provincia permitió el inicio de las excavaciones arqueológicas en el suroeste de Alacranes. En esta investigación intervienen los grupos Norbert Castells y Yaguacarex de Matanzas. Se crea una expedición interdisciplinaria que desarrollan los trabajos de campo. En 1985 se inicia la exploración en la cueva El Donque, donde se obtiene como resultado el 3er. Hallazgo de la Historia Arqueológica Aborigen unionense. Esta cueva está situada en el sur de Unión de Reyes, a solo 21 kms de la Ensenada de la Broa, extremo occidental de la Ciénaga de Zapata. Esta espelunca posee salones de diez y cinco metros de altitud con un abundante drenaje y vegetación. A 110 mtrs. Se encuentra el Monte Israel que posee variada fauna, fundamentalmente la jutía. Es de destacar que el Donque pertenece a un grupo de 16 cuevas que comprenden aproximadamente 3 kms cuadrados, situadas en las antiguas fincas Santa Leocadia, Lester, Laberinto y Salsipuedes en Alacranes. La minuciosa observación del lugar puestos en práctica los métodos de localización, fundamentalmente el triángulo trajo como resultado el hallazgo arqueológico a cinco metros de la entrada de la cueva y a 22 cmtrs de profundidad, que consiste en una mujer del mesolítico unionense. Puesto de acuerdo todos los factores, la Academia de Ciencias de Cuba representada por Carlos Roque García y la presencia de los mencionados grupos, se lleva a cabo la exhumación de los restos óseos hallados. Una vez concluidos los análisis de laboratorio realizados por el Dr. Ercilio Vento Canosa se obtuvo el siguiente resultado: Los restos pertenecían a una persona joven, entre los 18 y 20 años de edad del sexo femenino, medían 1,20 mtrs. de estatura, padecía de anemia y su enterramiento se produjo entre el 1300 y 1500 de nuestra era. Como cultura funeraria se destaca que el aborigen de Unión descansaba sobre su lado derecho, en forma flexada con el cráneo hacia el este, la mano izquierda dentro de la mandíbula junto a la falange. En el interior de la boca se halló un hueso de jutía. Se encontraba acompañado en señal de rito funerario religioso de su ajuar, que consistía en piezas de silex, pequeños artefactos, residuos de conchas y restos de alimentos, entre ellos huesos de aves y jutías. Este enterramiento tiene similitud con los localizados en la cueva “Colero” en el pueblo de Cantel; tenía como punto coincidente, la posición flexada y el ritual de su funeral. En las paredes de estas cuevas se han encontrado pictografías en forma de círculos y líneas en señal de una cultura mágico- religiosa. Estos elementos demuestran la visita o permanencia de grupos aborígenes en nuestro territorio, donde la alimentación a base de moluscos, aves, peces y mamíferos era abundante, así como una flora diversa. Así pues, predominaba la riqueza en su medio de una bien estructurada red fluvial.

Las primeras mercedaciones Título del enlace

Como en el resto del país las mercedaciones de las tierras se iniciaron en fecha temprana, pero la efectividad de la presencia colonial no se logró hasta el siglo XIX cuando se asocia básicamente a la expansión azucarera a través de la plantación esclavista Estas primeras (mercedaciones) fueron por lo general de gran extensión y de límites indeterminados teniendo en cuenta que el país estaba en su mayor parte deshabitado, y al menos en esta región no se conoce de la existencia de poblaciones indígenas. Como en el resto de la isla fueron concesiones del Cabildo de La Habana y se caracterizaron por el cambio continuo de propietarios, pues según las Ordenanzas las tierras que no eran explotadas podían volverse a mercedor. Nombres como Gaspar y Melchor Pérez Borroto, Pedro López Sosa, Alonso de Saavedra, José y Silvestre Armenteros, Francisco Saldaña, Gabriel Palacios, Juan Manuel de Chávez y Fernando y Miguel de Otero se destacan por sus propiedades. Las concesiones otorgadas fueron de tres clases: • Hatos o Haciendas: Los de mayor significación económica destinada a la cría de ganado mayor podía ocupar hasta 27 leguas. • Corrales: Para la crianza de ganado menos podía ocupar 12 leguas • Sitios o estancias: Dedicados al cultivo de frutos de tierra, legumbres y otros artículos de primera. En la región se han constado los siguientes acontecimientos con respecto al reparto de tierras: • El 31 de agosto de 1568 se merceda el sitio Rio Cañas o Gaspar Pérez Borroto, ese mismo año, el 14 de septiembre se merceda Rio Viajacas a Pedro López Sosa, este después en 1632 se otorga a Hernando Cabrera. • El 23 de mayo de 1569 se otorga el corral La Bija a Juan Bautista Rojas, este en 1588 pasa a Bartolomé López. • El 12 de enero de 1601 se constituye para el laboreo agropecuario una compañía agropecuaria formada por Francisco Zapata y Cristóbal Sánchez que poseían por mitad la propiedad de los sitios San Andrés y Alacranes • El 9 de mayo de 1621 se otorgan las Haciendas Caoba y La Sabanilla a Melchor Pérez Borroto. • El 29 de junio de 1623 se merceda el corral San Andrés a Gaspar Pérez Borroto. • El 8 de febrero de 1630 se admite a diligencias el sitio del Río de la Palma a favor de Francisco Fernández de Córdova. • El 1ro. de noviembre de 1630 se merceda el corral Cabezas a Diego Hernández en un pedazo de monte para poblar de yeguas. • En 1631 se da licencia para criar vacas en La Sabanilla a Juan Marquéz y a Martín Morales en el Acana. • El 13 de marzo de 1631 pide Melchor Borroto nueva merced para ganado mayor y menor en Caobas, esto lo repite para la Sabanilla, Limones y Caobas. • El 1 de abril de 1634 se merceda el sitio Las Moscas a Alonso Vives Saavedra. • En febrero del 1635 se merceda el sitio San Andrés, junto a los Alacranes para poblar de vacas a favor de Francisco Martínez. • El 21 de febrero de 1641 se pide el sitio Caguamo de 16 a 20 leguas, entre los corrales de San Andrés y la Cienaga para Rafael Osorio. Ese año el 9 de agosto se otorga merced de Río La Palma que está a 28 leguas entre Caobas, Río de Auras y San Andrés a Melchor Pérez Borroto. • En 1647 se otorga el corral de La Magdalena, se concede licencia a Gabriel Palacios para poblar de vacas, ese año aparece la hacienda Laguna Bermeja de Don José Armenteros. • El 19 de agosto de 1648 pedimenta del sitio Los Alacranes a 28 leguas de la Ciudad de San Cristóbal de la Habana. • En 1660 se merceda Laguna de San Agustín linda con San Andrés, La Sabanilla y Alacranes. • El 30 de julio de 1660 se otorga el Hato de Alacranes a Juan Manuel Chávez. • En 1670 se merceda Río seco a favor de Leonardo de Heredia como corral, entre los corrales Sabanilla, Cidra y San Pedro. • En 1671, el 16 de octubre se otorga el sitio las Lagunetas de 18 leguas que linda con Magdalena San Lorenzo y Corral San Agustín al capitán Juan de Sotolongo. • Se otorga el 12 de febrero de 1672 la merced de Babiney Colorado de 28 leguas, medidas que sobraron en dicho paraje a Don Antonio Tapia. • El 14 de abril de 1673 se pide merced el sitio Laguna Bermeja de 27 leguas que linda con la Sabanilla Las Moscas, los alacranes y Laguna de Agustín por Don José Armenteros, esto se ratifica en 1874. • Se solicita el sitio 27 leguas, río debajo de las Cabezas que linda con las Moscas, Laguna Bermejas. • En 1674 se merceda Laguna Bermeja a José Armenteros. • En 1676 el corral Cidra a Francisco Saldaña.

En la Historia Eclesiástica se explica que antes de 1688 había una pobre ermita en Alacranes, que actuaba como auxiliar de la parroquia de San Julián de Güines ermita que desapareció más tarde destruida por una descarga eléctrica, no salvándose nada más que un cuadro de la Virgen María que se conservó en el Archivo Parroquial de la referida Iglesia de San Francisco de Paula por mucho tiempo después. Esta evidencia es la primera manifestación de núcleo poblacional en la región y el nombre del lugar esta relacionado con las plantas abundantes de alacrancillos que bordeaban las pequeñas lagunas que servían de abrevadero al ganado que transitaba estas fértiles llanuras. La relevancia asumida por la ciudad de San Carlos de Matanzas después de su fundación en 1693 determinó que el cabildo de dicho ayuntamiento cumpliera con las funciones que antes eran encargadas al Cabildo de San Cristóbal de la Habana. El primer acto público en que conocemos que este cabildo se relaciona con la mercedación de tierras en esta comarca fue el asentado en las Actas Capitulares de dicha ciudad el 3 de octubre de 1747, según se sita en las mismas se procedió a solicitar por Don Miguel de Otero licencia para poblar un sitio en su hacienda que se llamaría Sabanilla del Encomendador o Sabanilla de Otero, ese lugar había atraído pobladores para el corte de maderas en sus vastos montes, con destino a la construcción de buques de la Real Armada de España, trabajos que se realizaban en los astilleros enclavados en la Bahía y Puerto de Matanzas. El 15 de febrero de 1718 se pide por Nicolás Enteca unas tierras realengas 28 lenguas a barlovento entre la Vieja, cabezas, Moscas, Sabanilla, Alacranes, El Cuzco Jagüeyes, y los Palos y se nombra Laguna Bermejas. • El 11 de octubre de 1726 se otorga a Fernando de Otero la merced del sitio La Sabanilla. • El 4 de febrero de 1729 se otorga la merced de un pedazo de tierra de tres leguas llamado La Lima en los confines de los corrales Moscas, Los Palos, Jagüeyes, Laguna Bermeja, los Alacranes y la sabanilla 23 leguas a barlovento llamado Laguna de Jicoteas a Baltasar Sotolongo. • El 28 de enero del 1729 se pide un sitio nombrado Cerro de Cabras, 19 leguas a Barlovento, limitando con la Magdalena, la Vieja, Cabezas y las Moscas por Don José de Fuentes. • En 1746 después de muerta Doña Catalina de Fuentes esposa de Fernando de Otero dejó por “dar bienes las cinco haciendas de ganado menor y mayor nombradas: ¨ Nuestra señora del Rosario a La Palma. ¨ Nuestra señora de la Candelaria a Río Auras. ¨ San Andrés. ¨ Santa Lucía de La Lima a Bolondrón. ¨ San Juan a la sabanilla. Sabanilla del Encomendador “fue fundada por Don Miguel Otero Encomendador de Isidios, en su hacienda “Sabana de San Miguel”, previa licencia que le concedió el Ayuntamiento de Matanzas, el 13 de octubre de 1747; fueron los primeros que construyeron sus viviendas Don Antonio Ramos y Don Antonia de Armas a los que siguieron otros vecinos al cual se le designó con el nombre de Sabanilla de Otero”. Debido a la epidemia de cólera, su vecindario fue diezmado y lo titularon de “Vivos y Muertos”, por lo que fue trasladado al lugar en que hoy se halla y con el nombre que tuvo durante mucho tiempo y que muchos siguen utilizando en la actualidad: Sabanilla del Encomendador. “Con motivo de la concesión hecha por el Ayuntamiento de Matanzas en unos terrenos para cortes de madera para la marina, se edificaron varios bohíos para vivienda de los trabajadores, se creó en 1760 la Capitanía Pedanea. Como se puede apreciar durante estos tres siglos la región afirmo por su significación agrícola y ganadera donde la enorme riqueza forestal de la zona propició además el trabajo de astilleros de Matanzas y el fomento de los primeros ingenios azucareros en los primeros años del siglo XIX.

Surgimiento de los núcleos poblacionales Título del enlace

Teniendo en cuenta los cambios ocurridos en la División Política Administrativa del territorio que a partir de 1976 es el actual Municipio de Unión de Reyes, resulta complejo explicar como ocurrió el surgimiento de sus principales poblaciones, algunas de ellas devenidas en siglo XIX en municipios que se desarrollaron o retrocedieron en correspondencia con las circunstancias históricas, cambios económicos y conflictos políticos que condicionaron los sucesos determinantes en su evolución, destacando que el origen y desarrollo de todas estas poblaciones dependió en gran medida del florecimiento de la industria azucarera en la región, que alcanza su máximo esplendor en los años comprendidos desde 1850 hasta 1880. El auge azucarero implicó el desarrollo de las comunicaciones donde aparece un nuevo recurso técnico para la transportación, el ferrocarril cuyo papel fue decisivo en el fomento y posterior desarrollo de algunos núcleos poblacionales, tal es el caso de La Unión que diera origen al nombre actual del Municipio de Unión de Reyes. Siendo la última de las poblaciones fomentadas terminó en décadas posteriores como la de mayor desarrollo urbanístico e importancia económica al convertirse el nudo ferroviario que en ella se instaló en un lugar de gran importancia económica y social de la región. Un rasgo que caracteriza el surgimiento de los núcleos poblacionales en el territorio es el analizado por Raúl Ruiz en su libro “Matanzas. Surgimiento y esplendor de la plantación esclavista (1793-1867)” donde plantea que el establecimiento de ermitas, parroquias y oratorios católicos eran reflejo del proceso de concentración poblacional. A continuación presentamos el desarrollo de estos núcleos poblacionales siguiendo su evolución desde las primeras décadas del siglo XIX hasta 1868. Alacranes fue fundado en el antiguo asiento del Hato de su nombre alrededor de 1660, su progreso se debió a la calidad de las tierras propicias para el cultivo de la caña de azúcar y su fomento definitivo comenzó en 1813, en ese mismo año se construyó la iglesia como tenencia de Curato de Macurije, era Parroquia de Ingreso y se creó bajo la advocación de San Francisco de Paula, este templo fue reconstruido en 1820. Merece destacar la significación que poseía dicha población que 1846 era cabecera judicial del distrito de Alacranes y a partir del 12 de junio de 1847, se convirtió en Tenencia de Gobierno de la jurisdicción de Alacranes que comprendía a: Santa Ana, La Sabanilla, Nueva Paz y Macurijes, los dos primeros partidos pertenecieron antes a la jurisdicción de Matanzas que era sede de la Capitanía Pedánea, esto amplió las funciones públicas que cumplía dicha población distinguiéndose como centro urbano de la región. En 1851 se incorpora el Partido de Alacranes a la jurisdicción de Matanzas, producto a la demarcación de nuevos límites de la jurisdicción de Matanzas donde se divide el Partido de Alacranes, la parte Occidental pasa a Güines, y la parte Oriental a la jurisdicción de Matanzas; Sabanilla y su término pasan a formar parte otra vez de la tenencia del gobierno de Matanzas de acuerdo a las nuevas disposiciones lo mismo ocurre con el partido de Santa Ana. El desarrollo urbanístico que alcanzó Alacranes en este período está avalado por el desarrollo económico que tenía este partido, a pesar de que un grupo de hacendados no permitieron que por sus tierras pasaran las líneas del ferrocarril, lo que motivó que por un período de tiempo se prescindiera de tan preciado transporte y que toda el azúcar de Alacranes tuviera que ser llevado hasta La Unión para su posterior traslado a los puertos de embarque. La importancia que va teniendo La Unión provoca reclamaciones por parte de sus vecinos de trasladar la Capitanía de Alacranes al mismo, muestra de ello es el documento con fecha el 25 de marzo de 1851 dirigido al gobernador de Matanzas que plantea: “La recién suprimida tenencia del Gobierno de Alacranes donde residía el Pedáneo, dicho pueblo la ha ganado en importancia al ser el paradero de La Unión un pueblo de continua afluencia de pasajeros. Se reclama sea vigilado por una autoridad superior y demás acción, que un teniente de Partido“. Otras razones que se dan para trasladar el Capitán a La Unión es que en caso de ser necesario trasladar fuerzas militares, avanzarían por el ferrocarril con mayor rapidez ante cualquier eventualidad estos reclamos cobran fuerza en este período como resultado de las conspiraciones de esclavos que se habían escenificado en la región en la década anterior. A pesar de estos reclamos no se les concede esta petición y se le repone su capitanía a Alacranes en 1858. Por Real Orden del 19 de agosto de 1855, se le agrega a Güines la Capitanía de Alacranes, que se le segrega a Matanzas, se habla en 1858 que la riqueza municipal de Alacranes asciende a más de treinta mil pesos anuales que ingresan en los predios de Güines. Estas razones las utilizan algunos vecinos para solicitar al Señor Gobernador Superior Civil que estableciera en este pueblo un Ayuntamiento. Cuatro años más tarde se cumplirá este deseo al crearse el Ayuntamiento en dicho lugar. Por Real Orden del 21 de mayo de 1862, se creó el Ayuntamiento de Alacranes otorgándosele el título de Villa, comenzando a funcionar como tal el primero de septiembre de 1862. Fue el primero de esta región y el cuarto de toda la jurisdicción de Matanzas. Los Ayuntamientos que existían con anterioridad eran los de: Matanzas 1693, Colón 1859 y Cárdenas 1860. Para dar cumplimiento a la Real Orden se celebró el Primer Cabildo el 1ro de Septiembre de 1862 en una habitación de la casa del Juez Local Don Eduardo Díaz Dorado, siendo este testigo de aquel acto, En ella hizo presencia el primer alcalde de la Villa Manuel Vasconcelos y los Regidores Don Juan José Puig, Domingo Segundo, Manuel Menéndez, Agapito Avellanal y José García. Cada uno de los miembros citados prestó juramento, colocando su mano derecha sobre una Biblia y repitiendo ser fiel a la Reina Isabel Monarca Española, y cuyo primer acuerdo fue enviar una nota de gratitud al Capitán General de la Isla. En la década de 1860 a la jurisdicción de Matanzas pertenecían los partidos judiciales de: Cabezas, Corral Nuevo, Guamacaro, Mocha, Santa Ana y Sabanilla. A la jurisdicción de Güines los Partidos judiciales de Alacranes, Catalina, Guara, Madruga, Melena. Así estaban distribuidos los diferentes poblados del territorio en cuanto a dependencia jurisdiccional se trata. Sabanilla del Encomendador, cuyo origen relacionamos en el periodo anterior, se construyó una Ermita que en 1818 se declaró ayuda de parroquia de la de Limonar y Curato de Ingreso, era de guano, en frente de un tamarindo en el cual se colgaba la campana para llamar a los fieles; estaba hecho cargo del culto el sacerdote, Señor Francisco Romero. La parroquia se construyó bajo la advocación de la Santa Cruz y dio la primera misa, el padre Carmelo, A partir de esa fecha se produjo el continuo crecimiento de esa población. En las décadas del 30 y el 40 del siglo XIX el partido de Sabanilla fue asiento de la prosperidad azucarera de la región evidenciada en las propiedades de las familias Aldama y Alfonso en ingenios como el Acana y Santa Rosa. El ferrocarril atravesó sus campos y el 20 de abril de 1845 llegó a Sabanilla, este acontecimiento cuaso gran impacto, el mismo fue reseñado por el periódico “La Aurora del Yumurí” al plantear que: “se invade esa rica y feroz comarca y conduce al mercado de Matanzas su enorme producción”. A diferencia de otros núcleos poblacionales surgidos producto del ferrocarril Sabanilla del Encomendador perdió progresivamente su importancia a favor de su nuevo vecino La Unión, ubicado en un importante nudo ferroviario donde se entrelazaron las compañías Caminos de Hierro de la Habana y la Empresa Matanzas a la Sabanilla. El censo de 1847 le asigna 7 calles con 6 casas de mampostería, 32 de madera y teja, 47 de guano, y una botica y una pulpería, una tienda de ropa, dos panaderías, tres fondas y posadas, tres cafés y billares, una barbería. Era residencia del Capitán Pedáneo y del cura párroco. San Antonio de Cabezas es otro núcleo poblacional cuyo fomento se intensifica cuando su iglesia en 1822 oficia como auxiliar de la de Matanzas, como curato de ingreso bajo la advocación de San Antonio, esto ocurre en terrenos del antiguo Corral nombrado Cabezas, donde son repartidos los solares entre los trabajadores que se ocupaban de los desmontes de esos terrenos. La población tomó tal incremento que en 1827 se habían construido 22 casas, tres de ellas de mampostería, con establecimientos de toda clase: una botica, dos tiendas de ropa, dos pulperías, una fonda, una carpintería, una sastrería, una zapatería, una panadería y una tabaquería, 92 personas la habitaban entre blancos y de color, libres y esclavos. En 1840 pertenecía a Ceiba Mocha y después de 1852 adquiere su condición de Partido y fue residencia del Capitán Pedáneo. El lugar donde se situó dicha población fue en el camino de Matanzas a Los Palos. Cercana a varios ríos, de escasa corriente, pero que resultaron provechosos y útiles para la agricultura. El poblado de Cidra se desarrolla en tierras del partido de Santa Ana que en el año 1794, fue fundado por el Marqués de Jústiz de Santa Ana. En las primeras décadas del siglo XIX la población de Cidra crecería muy lentamente. En 1845, el domingo 26 de Enero la compañía de ferrocarril de Matanzas a Sabanilla “llevó el primer tren de pasajeros hasta Cidra y establecieron a partir de ese día no solo este servicio, si no que también abrió el tráfico de carga”, según reseña “La Aurora del Yumurí”. Este acontecimiento tendría una gran significación para el futuro de dicho asentamiento. En la década de los años 1840 dos asentamientos recibieron el impacto de los procesos económicos azucareros y a partir e 1845 comenzó el crecimiento de estas poblaciones en los alrededores de sus paraderos del ferrocarril, nos referimos a Vieja Bermejas y La Unión. El caserío de la Bermeja, que pertenecía al Partido de Alacranes se desarrollo como consecuencia del paso del ferrocarril que estableció allí un paradero donde se concentraban los embarques de las mercancías. El 1 de agosto de 1848 se efectúa la terminación del tramo ferroviario que conduce hasta allí el primer tren de carga, la transportación por este medio de la gran producción azucarera de los ingenios colindantes entre los cuales estaban: San José de Teurbe Tolón, San Agustín de Valladares, Perseverancia, Santa Inés, entre otros. El poblado se dividía en dos barrios con 46 casas habitadas por 72 personas y divididas por el ferrocarril de La Habana a Guiñes que atravesó al mismo de este a oeste. Durante las décadas posteriores no avanzó en significación administrativa, siendo considerado en ocasiones dependencia de Alacranes y en otras de San Antonio de Cabezas. Otro de los lugares beneficiados por el ferrocarril fue el caserío ubicado a orillas del río San Andrés, donde se unían los caminos de Sabanilla del Encomendador a Macurijes por el norte y los que conducían a La Habana por el oeste. Desde 1842 se había establecido en ese lugar un comerciante, Manuel Reyes cuya taberna era el centro de atracción del lugar conocido como La Unión. Cuando las empresas ferroviarias trazan el camino hacia la rica zona azucarera de Alacranes la taberna de Reyes queda próxima al nudo ferroviario donde se empalman las líneas de la Empresa Matanzas a la Sabanilla y Caminos de Hierros de La Habana, eso ocurre en el año 1848. Las crónicas periodísticas de la época muestran los avances urbanísticos que ese lugar obtuvo como consecuencia de la llegada del ferrocarril: • En julio 11 de 1848 se dice que “…el puente de 3 ojos que construye el ferrocarril de la Sabanilla está concluido”, refiriéndose al puente de Unión de Reyes. • En septiembre 1 del propio año relatan que “La gran casa posada de alto y bajo propiedad de Tomás Iribarne ya estaba casi terminada”. • El 1ro de 1848, el Ferrocarril de Matanzas a la Sabanilla llegó a La Unión y el 26 de noviembre del propio año lo hace el ferrocarril perteneciente a la Compañía Caminos de Hierro de La Habana, procedente de Güines, después de muchas dificultades provocadas por la naturaleza del terreno.

Según el investigador Alberto Perret Ballester en su Libro inédito “El azúcar en Matanzas. Apuntes e Iconografías” se precisa: … se unieron aquí a las de Matanzas… junto a una taberna propiedad de Don Manuel Reyes, que pronto recibió el nombre de La Unión. El lugar se conoció por un tiempo como Reyes, el punto de Reyes, La Unión ó La Unión de Reyes, prevaleciendo al fin éste último sin el artículo inicial. Por ésta época se presentó una proposición para nombrar “Nueva Alcoy” a la naciente población, en honor del Capitán General. Afortunadamente la proposición del adulón no prosperó y los unionenses nos libramos de un desagradable gentilicio. “Neoalcoyanos” o algo así… En 1852 se estableció la línea telegráfica entre La Habana, Unión de Reyes y Matanzas junto a las vías de Caminos de Hierro de la Habana y del Ferrocarril de Matanzas a la Sabanilla. De hecho este lugar se convirtió en el centro de embarque por ferrocarril de las producciones de los partidos colindantes, pues al empalmar ambas vías férreas, la de Güines y la de Matanzas, quedan vinculadas a este lugar las ciudades de Matanzas y La Habana. En 1848 contaba este naciente poblado con 115 habitantes y 18 casas. En 1849 empezó el incremento del lugar, se construyeron algunas fábricas alrededor del paradero y los ingenios colindantes contribuyendo al aumento del poblado grandemente. Podemos concluir, que en la primera mitad del siglo XIX la comarca tenía un pobre desarrollo urbanístico. Cabezas, Sabanilla, Cidra, Unión de Reyes y Vieja Bermeja no son más que pequeñas agrupaciones de casas, construidas en su inmensa mayoría de: guano, yagua, madera y embarrado. El ferrocarril transformó el destino de estas poblaciones provocando cambios de significación, en algunos como en Unión de Reyes fue determinante para su prosperidad.